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2011-01-01

Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885

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  • Edwin Cruz Rodríguez Universidad Nacional de Colombia

Miguel Borja es sociólogo, magíster en estudios políticos y doctor en historia. Se desempeña como investigador del IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia, y es profesor de la Facultad de Derecho de esta institución y de la Escuela Superior de Administración Pública. Sus intereses investigativos han estado centrados en el gobierno y la organización territorial en Colombia. Este libro, producto de su tesis doctoral, analiza el papel de la región del valle y el cañón del Cauca en las dinámicas de la guerra entre 1858 y 1885. Se propone abrir una perspectiva geohistórica para comprender por qué esa región es un escenario recurrente de la guerra y la violencia. El libro consta de dos partes precedidas de una introducción y está basado en fuentes primarias de archivos nacionales y regionales, en historiografía del periodo y teorías sociológicas de la formación de los Estados y las naciones.

RESEÑAS

Miguel Borja.
Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885.
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia / IEPRI, 2010. 304 páginas.


Miguel Borja es sociólogo, magíster en estudios políticos y doctor en historia. Se desempeña como investigador del IEPRI de la Universidad Nacional de Colombia, y es profesor de la Facultad de Derecho de esta institución y de la Escuela Superior de Administración Pública. Sus intereses investigativos han estado centrados en el gobierno y la organización territorial en Colombia. Este libro, producto de su tesis doctoral, analiza el papel de la región del valle y el cañón del Cauca en las dinámicas de la guerra entre 1858 y 1885. Se propone abrir una perspectiva geohistórica para comprender por qué esa región es un escenario recurrente de la guerra y la violencia. El libro consta de dos partes precedidas de una introducción y está basado en fuentes primarias de archivos nacionales y regionales, en historiografía del periodo y teorías sociológicas de la formación de los Estados y las naciones.

En la introducción, el autor describe el argumento general del libro planteando una teoría de alcance intermedio, la "teoría de los espacios geohistóricos de la guerra". Estos son contenedores territoriales de conflictos bélicos caracterizados por su larga duración, recurrencia y alta intensidad, que se establecen sobre áreas ricas en oportunidades de desarrollo, pero donde no tiene lugar la formación de Estados nacionales ni identidades societarias como la ciudadanía, sino de comunidades enfrentadas y separadas culturalmente, pero unidas geográficamente. Sus límites están constantemente en entredicho, y la paz es una tregua en una guerra de larga duración.

En el siglo XIX, la región objeto de estudio tuvo una de las economías más dinámicas (café y minería de oro y plata) alrededor de ciudades como Medellín, Popayán, Cali, Manizales, Pereira y Armenia. Allí confluían rutas de comercio y guerra, y en la época federal se constituyó en una "frontera de tensión" entre los Estados soberanos del Cauca y Antioquia. Borja afirma que hubo una tendencia hacia la formación de Estados-nación en el territorio de la República, considera las guerras de 1859-1862, 1876-1877 y 1884-1885 como acontecimientos dentro de una sola guerra, la "Guerra Federal", y clasifica esta confrontación como interestatal o clásica. Así, más que federalismo, en este periodo hubo una organización confederal; más que guerras civiles a secas, hubo guerras civiles en el espacio de los estados soberanos, pero también guerras interestatales. El proceso de formación de cada uno de los estados explica la Guerra Federal. El Estado central no era reconocido como primus inter pares, sino como un jugador más, y el monopolio de la violencia legítima no estaba en manos del gobierno central, sino de los estados federales. La guerra también contribuyó a la formación de identidades de acuerdo a dos modelos civilizatorios, de llanura y de montaña, que alimentaron la bipolaridad amigo-enemigo. En la llanura se ubicaron los imaginarios de ruptura con la Colonia y las tendencias liberales de influencia francesa; en la montaña, los imaginarios de la civilización cristiana.

En la primera parte, el autor aporta evidencia para demostrar que el valle y el cañón del Cauca fueron los escenarios de la Guerra Federal, y analiza las relaciones entre espacio y guerra, la manera cómo interactúan los actores con el entorno y los límites que este les plantea.

El análisis cartográfico y estadístico confirma la frecuencia con que la región se convirtió en escenario de la guerra, más que la Costa Atlántica, Antioquia, los Andes o incluso Santander y Panamá. Entre el Batolito Antioqueño, al norte, y la formación andina de Popayán, al sur, había una combinación de montaña y valle que tuvo un importante papel en las estrategias de guerra, en la definición de zonas de refugio, teatros y áreas de economía de guerra. El autor distingue la guerra en los valles de la guerra en las montañas y reconstruye en ambos escenarios los sucesos bélicos de 1860, 1876 y 1885. Antioquia hizo del macizo volcánico de la cordillera central su fortaleza militar; también para los caucanos la clave del poder se encontraba en el dominio de esta zona, sobre todo de la ciudad de Manizales, dado que a partir de allí podían dominar poblados y sitios de frontera, el valle del Magdalena y el valle del Cauca, y establecer corredores territoriales hacia Chocó, Antioquia, Cundinamarca, Tolima y Cauca. Por otra parte, las limitaciones que el medio oponía a los actores armados incluían el clima, la flora y la fauna, la fragmentación geográfica y los caminos y ríos, como escenarios y rutas que influían en las dinámicas de la guerra, obstaculizando o facilitando los desplazamientos.

En la segunda parte, el autor examina los factores que explican la estructura territorial en que se desarrolló la Guerra Federal. Analiza la tendencia de las regiones a constituirse en estados dentro de la república, el sentido del espacio dado por los estados, la naturaleza de la Guerra Federal y las características geohistóricas que hacían de esta región un escenario privilegiado para la guerra.

Para Borja, en el periodo federal no existía el proyecto de construir una nación o una república; por el contrario, se intentaba formar una serie de estados y naciones en los contenedores territoriales de los estados soberanos. Antioquia trató de formar una nación con fundamento en el conservadurismo social y político y en el pragmatismo económico. El Cauca no tenía una integración territorial y social similar a la de Antioquia, pero a partir de la hegemonía del liberalismo trató de conformar una comunidad imaginada, que llegó a proclamar su independencia. Los estados eran fuerzas centrífugas que se manifestaban constantemente en la guerra, aunque tenían un trasfondo histórico que se remontaba a la autonomía de los gobiernos municipales en la Colonia. Siguiendo a Norbert Elias, el autor afirma que entre 1858 y 1885 los intentos de organizar el poder central y el monopolio de la fuerza fracasaron, pues este residió en los estados soberanos hasta tal punto que la injerencia del gobierno de la unión o de otro Estado era considerada una intervención extranjera. Como consecuencia se presentaron disputas permanentes por el monopolio de la fuerza entre el gobierno de la unión y los estados. Solo después de la guerra de 1885 se emprende un proyecto viable de centralización del poder. De acuerdo con Charles Tilly, Borja considera que la guerra enfrentó proyectos estatales y coadyuvó a definir las identidades regionales y las estructuras de tipo administrativo y político de los Estados.

Teniendo en cuenta la tendencia hacia la formación de Estados nacionales, en el territorio colombiano había tanto guerras civiles -en el interior de los Estados- como guerras interestatales o, incluso, internacionales entre Estados. La fijación de límites estuvo en la raíz del desencadenamiento de la guerra, por intentos de abandono de la República por parte de estados determinados, invasiones o separatismo de partes de algún Estado; por disputas fronterizas como las que involucraron a Antioquia y Cauca por el cantón de Supía y otras poblaciones limítrofes, y por los intentos de expansión territorial de los estados. En los tres grandes conflictos de la Guerra Federal, una de las causas argumentada por los actores fue la defensa de la soberanía de los estados.

Finalmente, algunas características geohistóricas favorecían que el valle y el cañón del Cauca se convirtieran en escenario privilegiado de la guerra. Bogotá no era un centro geoeconómico de importancia. En cambio, el control del valle y el cañón del Cauca implicaba controlar la vía principal del comercio internacional y entre las economías caucana, antioqueña y cundinamarquesa. Las montañas sirvieron como áreas de refugio; en los valles se libraron las batallas. Contrario a la creencia, los antioqueños casi siempre fueron vencidos en sus montañas, tal vez porque la mayoría de las rutas transitables estaban en los valles, lo cual facilitaba las estrategias de sus contrincantes.

Además de promover el enfoque geohistórico para comprender fenómenos de guerra y violencia de larga duración, las tesis del profesor Borja aportan elementos para pensar el periodo federal y los procesos de formación del Estado y la nación. Su tesis, según la cual no existía el horizonte de construcción de una nación unitaria entre las élites, sino una tendencia a la formación de estados y naciones en los estados soberanos, rompe con la visión tradicional de esos contenedores territoriales como regiones y muestra que el proceso de construcción del Estado y la nación habrían podido generar resultados distintos a la unificación. Sin embargo, es posible plantear algunos matices.

Como acertadamente lo plantea Borja, los actores históricos del periodo tenían en mente un sistema confederal más que federal, lo cual quedó plasmado en las Constituciones de 1858 y 1863. Empero, es necesario investigar qué significado daban los actores a estos términos. Aunque, como lo sugiere el autor tomando como referencia el concepto de Carl Schmitt, bajo la confederación las entidades políticas se asocian sin renunciar a su soberanía, en la época este concepto no era contrario al proyecto de construir "una nación soberana", como consta también en los textos constitucionales. Además, aunque la palabra "nación" fuese más usada a fines del siglo XIX que en el periodo federal, el término estaba presente en las cartas políticas y existía una idea de comunidad que en la época se hacía equivalente a patria o república, según el caso. Por otra parte, habría que indagar si las identidades protonacionales que fomentaron los estados soberanos eran más fuertes que las identidades partidistas o que la identidad patriótica o republicana que reunía lo neogranadino y lo colombiano. De todas formas, es posible plantear que, al lado del proyecto de construir estados soberanos e identidades protonacionales en el interior de la república, las élites también tenían proyectos de construcción de una república en todo el territorio, y ello también podría explicar las dinámicas de la guerra.

Las guerras no solo se producían por salvaguardar la soberanía en el proceso de construcción de los estados, sino también por el intento de imponer los distintos proyectos de Estado nacional que tenían las élites de cada uno de los estados. Por ejemplo, los radicales no se conformaron con construir una república liberal en el estado de Santander, sino que pugnaron por imponer ese proyecto a nivel nacional. Lo mismo podría decirse del liberalismo caucano o del conservatismo antioqueño. Tal vez por ello era tan importante la toma de Bogotá, que no era un centro geoeconómico de importancia, como corolario de las guerras. Si se interpretan de este modo los móviles de la guerra, es posible cuestionar la pertinencia de concebir los conflictos de este periodo como acontecimientos de una sola guerra. Si bien, como lo expone el autor basado en información primaria, los móviles de guerra de 1859-1862 estuvieron claramente dados por la disputa de las soberanías, es posible pensar que las otras dos confrontaciones obedecieron a móviles particulares en los que estuvo en disputa el modelo de república nacional, a la par con los intereses particulares de los estados. En la raíz de la guerra de 1876-1877 estuvo la discusión sobre el papel de la religión y de la Iglesia en la educación -que no solo comprometían intereses de los Estados de Cauca y Antioquia-, mientras que la confrontación de 1884-1885 también estuvo dada por la disputa por el gobierno central.

Finalmente, si bien es cierto que en la época federal se produjo una continua disputa por el monopolio de la fuerza entre los estados federales y el gobierno de la unión -patente en las discusiones por la intervención en asuntos de orden público-, de ello no se infiere que los actores históricos no tuviesen un proyecto de Estado nacional o no existiese un Estado. Habría que preguntarse si en los modelos de Estado confederal que disputaban las élites era tan importante el monopolio de la violencia como en la teoría sociológica. Ello implicaría estudiar en su especificidad histórica esos proyectos de estado, que son distintos al que consigue imponerse tras la guerra de 1885, tomando distancia de los postulados de las teorías basadas en el estudio de la formación de los modernos Estados occidentales.


EDWIN CRUZ RODRÍGUEZ
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá
ecruzr@unal.edu.co

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Cruz Rodríguez, Edwin. 2011. «Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885». Anuario Colombiano De Historia Social Y De La Cultura 38 (1):331-34. https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191.

ACM

[1]
Cruz Rodríguez, E. 2011. Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura. 38, 1 (ene. 2011), 331–334.

ACS

(1)
Cruz Rodríguez, E. Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885. Anu. colomb. histo. soc. cult. 2011, 38, 331-334.

APA

Cruz Rodríguez, E. (2011). Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, 38(1), 331–334. https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191

ABNT

CRUZ RODRÍGUEZ, E. Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885. Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, [S. l.], v. 38, n. 1, p. 331–334, 2011. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191. Acesso em: 28 mar. 2024.

Harvard

Cruz Rodríguez, E. (2011) «Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885», Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, 38(1), pp. 331–334. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191 (Accedido: 28 marzo 2024).

IEEE

[1]
E. Cruz Rodríguez, «Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885», Anu. colomb. histo. soc. cult., vol. 38, n.º 1, pp. 331–334, ene. 2011.

MLA

Cruz Rodríguez, E. «Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885». Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, vol. 38, n.º 1, enero de 2011, pp. 331-4, https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191.

Turabian

Cruz Rodríguez, Edwin. «Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885». Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 38, no. 1 (enero 1, 2011): 331–334. Accedido marzo 28, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191.

Vancouver

1.
Cruz Rodríguez E. Miguel Borja. Espacio y guerra. Colombia federal 1858-1885. Anu. colomb. histo. soc. cult. [Internet]. 1 de enero de 2011 [citado 28 de marzo de 2024];38(1):331-4. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/23191

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