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2011-05-01

Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión.

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  • Luz Gloria Cárdenas M.
Cárdenas Mejía, Luz GloriaAristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Bogotá: San Pablo-Universidad de Antioquia, 2011. 

RESEÑA

Cárdenas Mejía, Luz Gloria.
Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión.
Bogotá: San Pablo-Universidad de Antioquia, 2011. 187pp.
*


En este libro continúo una serie de investigaciones que he realizado sobre el papel de la opinión, la narración y la argumentación en la construcción del pensamiento filosófico y en la formación de las comunidades. Con ellas se hace eco al interés que por estos temas se ha despertado desde mediados del siglo XX, y que ha suscitado el redescubrimiento de algunas obras de Aristóteles que hasta ese momento permanecían en el olvido. Debemos uno de ellos a Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, quienes, a partir de los Tópicos, la Retórica y las Refutaciones sofísticas, elaboraron una teoría de la argumentación. Por la misma época, Stephan Toulmin desarrolló, desde otra perspectiva, una propuesta de lógica informal con la que buscaba llenar un vacío en el campo de la lógica, restringida hasta entonces a los estrechos márgenes del conocimiento científico. Con estas dos propuestas se abre una línea de investigación que se ha extendido desde la filosofía a las más variadas disciplinas y ciencias. A finales del siglo XX y comienzos del XXI, surgen una serie de estudios sobre las emociones, que llevan a muy diversos pensadores a regresar al Libro II de la Retórica de Aristóteles, que, según lo afirma Heidegger, es la primera hermenéutica de la cotidianidad del ser uno con otro. Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca pasan por alto este libro y no ven la importancia que puede tener, pues su propósito era construir una teoría general de la argumentación en la que no se consideraban las premisas que se establecen a partir de las emociones.

Aristóteles, en su Retórica, reconoció la importancia que tiene para la persuasión las emociones. Ellas se presentan no con cualquier tipo de juicio, sino sólo con aquellos con los que se considera si una acción concreta y determinada es justa o injusta, conveniente o inconveniente, digna de alabarse o censurarse. Estos tipos de juicios son los que realizan los ciudadanos en la polis y los que los oradores, con sus discursos, contribuyen a formar en sus auditorios. Es posible que con estos se logren las nociones comunes de lo justo, bueno y digno, sin las que no es posible una comunidad política. Los antiguos griegos dispusieron lugares para que los ciudadanos que se convertían en jueces, y sus oradores, pudieran juzgar una acción concreta y determinada cuando era sometida a su evaluación.

Los desarrollos sobre la retórica, las emociones y una nueva atención sobre el espacio y el lugar -que durante el siglo XX permaneció subordinado al tema del tiempo, sin que se le concediera mayor importancia- orientan mi regreso al Libro II de la Retórica de Aristóteles. Uno de los filósofos que me ha acompañado en mis investigaciones es Paul Ricoeur, quien, con sus continuos regresos a Aristóteles, ha orientado mis búsquedas y me ha posibilitado con sus indicaciones, no plenamente desarrolladas por él, un camino con el que pretendo seguir la percepción de Aristóteles sobre el vínculo entre retórica, pasiones y persuasión. Este vínculo es semejante al que Ricoeur percibe entre el tiempo y la narración, con el que desarrolla su tesis sobre la constitución de la experiencia humana del tiempo. Mi propósito es, desde la anterior percepción aristotélica, avanzar en la interpretación sobre la constitución de la experiencia humana del lugar.

Para seguir en la anterior dirección fue necesario volver a la percepción de Aristóteles, con el propósito de elucidar el vínculo entre la retórica, las pasiones y la persuasión. Aristóteles no elaboró una teoría sobre las emociones, como sí lo hizo, por ejemplo, con el placer, la virtud, la justicia o la amistad. Lo único que se conserva es el estudio sobre las emociones del Libro II de su Retórica, con el que busca ofrecer al orador una serie de tópicos o lugares comunes sobre las emociones o pasiones, para que pudiera establecer sus premisas, elaborar sus discursos y disponer a sus oyentes para que formen sus juicios. Es un hecho, dice Aristóteles, que las pasiones o emociones pueden distorsionar el juicio, pues no juzgamos lo mismo estando tristes o alegres. Es esta la razón que lo empuja a realizar tal estudio, pues sólo así se garantizan las mejores condiciones para la enunciación de su juicio y, con ello, para la constitución de la comunidad política.

Para elucidar dicho vínculo, se procedió a indicar que para Aristóteles la persuasión se da con el lenguaje, y se logra y acrecienta mediante pruebas de carácter discursivo. Sobre estas pone su atención y elabora una teoría del silogismo en la que determina sus aspectos formales con los que se puede garantizar su validez. Esta teoría es base formal para los razonamientos y argumentos con los que se demuestra e induce en el campo de la ciencia, la dialéctica y la retórica. En la primera, garantiza la validez del conocimiento científico; en la segunda, el método para la elucidación de problemas, y en la última, la evaluación de una acción concreta y determinada. Sólo con este tipo de juicio las emociones se hacen presentes. Es necesario, por tanto, dice Aristóteles, contar con otro tipo de pruebas con las que se garantice disponer las emociones de los oyentes para que no distorsionen su juicio, sino que, por el contario, contribuyan a su formación. Entender el vínculo que se da entre pasiones, retórica y persuasión exige ir a otras obras de Aristóteles, ya que no se encuentra explicación de ello en su retórica. Además de los razonamientos científicos, dialécticos y retóricos, hay un tercer tipo de razonamiento, el práctico, que tiene en común con el retórico la consideración de una acción concreta y determinada, en este caso, de si se realiza o no.

Con esta observación he buscado comprender en Aristóteles el vínculo entre los juicios y las emociones. Sus indicaciones han orientado el análisis específico del Libro II de la Retórica, y me han permitido explicitar los vínculos que se dan entre juicios, percepciones, creencias, opiniones y emociones, y la manera como esos vínculos son sedimentados por la comunidad y entran a formar parte de su memoria colectiva, de modo que inciden en sus juicios. Si el orador toma de esta memoria los lugares de las emociones para construir sus discursos y disponer por este medio a los oyentes, pone sus emociones en relación con una acción concreta y determinada, y con los criterios de conveniente, justo y bueno. De esa forma sus emociones son, a su vez, formadas por efecto de las evaluaciones, y por lo tanto van contribuyendo a la constitución de la comunidad política.

Una tesis que debe ser desarrollada consiste en mostrar de qué manera, en los lugares que se disponen para el encuentro de oyentes y oradores con las emociones y la retórica, se va constituyendo la experiencia humana del lugar. Hasta ahora he indicado la necesidad de tales lugares de encuentro, la presencia de las emociones y su formación mediante los discursos retóricos. Sólo al volver a la filosofía actual y en diálogo con los antiguos, será posible pensar si con las emociones y la retórica se contribuye a la constitución de la experiencia humana del lugar.


* La presentación que he hecho con motivo del lanzamiento constituye una excelente presentación para sus eventuales lectores.


LUZ GLORIA CÁRDENAS M.
Universidad de Antioquia - Colombia
luzgloria4@hotmail.com

Cómo citar

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Cárdenas M., L. G. « pasiones y persuasión». Ideas y Valores, vol. 60, n.º 146, mayo de 2011, pp. 201-4, https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760.

ACM

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Cárdenas M., L.G. 2011. Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Ideas y Valores. 60, 146 (may 2011), 201–204.

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Cárdenas M., L. G. Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Ideas Valores 2011, 60, 201-204.

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Cárdenas M., L. G. (2011). Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Ideas y Valores, 60(146), 201–204. https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760

ABNT

CÁRDENAS M., L. G. Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Ideas y Valores, [S. l.], v. 60, n. 146, p. 201–204, 2011. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760. Acesso em: 20 abr. 2024.

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Cárdenas M., Luz Gloria. 2011. « pasiones y persuasión». Ideas Y Valores 60 (146):201-4. https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760.

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Cárdenas M., L. G. (2011) « pasiones y persuasión»., Ideas y Valores, 60(146), pp. 201–204. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760 (Accedido: 20 abril 2024).

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L. G. Cárdenas M., « pasiones y persuasión»., Ideas Valores, vol. 60, n.º 146, pp. 201–204, may 2011.

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Cárdenas M., Luz Gloria. « pasiones y persuasión». Ideas y Valores 60, no. 146 (mayo 1, 2011): 201–204. Accedido abril 20, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760.

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Cárdenas M. LG. Cárdenas Mejía, Luz Gloria. Aristóteles: retórica, pasiones y persuasión. Ideas Valores [Internet]. 1 de mayo de 2011 [citado 20 de abril de 2024];60(146):201-4. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/36760

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