Publicado

2011-07-01

Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)

Palabras clave:

antropología (es)

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Autores/as

  • Juan Felipe Hoyos G. Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH)

Héctor García Botero.

 

Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)

 

Bogotá: Universidad de los Andes, 2010. 172 páginas.

HÉCTOR GARCÍA BOTERO
Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)
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Bogotá: Universidad de los Andes, 2010. 172 páginas.

Aveces pareciera que la historia de la antropología en Colombia fuera una metonimia de casi un siglo de luchas sociales y políticas de los grupos situados en la periferia de la sociedad nacional; que hubiera crecido y madurado con estos, adquirido de ellos su sentido, su "carácter", y que sus fracturas fueran resultado de las pugnas políticas que implicaban visiones teóricas divergentes. Y aunque en repetidas ocasiones se ha convocado a la reflexión sobre la construcción del objeto de estudio por parte de la antropología en Colombia, se ha hecho para profundizar esas fracturas, que discurre entre la neutralidad y el compromiso. Además, buena parte de quienes han escrito sobre la historia de la antropología están orgánicamente implicados en ella, si bien no en sus textos, en los salones y los corredores universitarios, que hacen que esa fractura se asemeje a una herida.

Héctor García toma otra dirección para situarse al final en una relación complementaria a dicha mirada, y acaso siembra un manto de duda sobre la sustancialidad de la separación con la que se ha representado la historia de la antropología en Colombia. Su trabajo parte de una crítica al predominio de los trabajos institucionales y sociopolíticos en el estudio de la historia de la antropología en nuestro país, que habían marginado el análisis de la disciplina como un discurso que construía al indígena como objeto de conocimiento experto. Sin embargo, tal problematización ya había sido varias veces señalada, lo que hace de su texto una re-teorización, desde el análisis posestructural de discusiones que otros autores, como Uribe, Pineda y Arocha, habían sugerido desde la década de 1980 y que más recientemente otros, como Vasco, Jimeno y Caviedes, habían encarado. Ello no hace que su trabajo sea innecesario. Al contrario, explora y sistematiza el proceso de construcción de la alteridad como objeto del saber experto de manera novedosa para nuestro medio e identifica categorías de análisis que se proyectan por fuera de su obra. Decir esto, sin embargo, no tiene piso si no profundizo en su propuesta.

Su objetivo es, entonces, analizar la especificidad de ese discurso en un periodo que va de 1880 a 1960, especificidad determinada por la pretensión de crear un conocimiento científico de la alteridad, que se presentó como autónomo de las condiciones políticas y sociales que lo rodearon. Agenda foucaultiana por excelencia, que sin embargo el autor hace dialogar con la teoría de los campos y la crítica sobre la identidad de cierta vertiente de los estudios culturales. Para llevarlo a cabo, Héctor García realizó un cuidadoso seguimiento de fuentes primarias, para poder identificar qué categorías y metodologías constituyeron el sujeto otro como una entidad objetiva aislada del lugar de quien lo enunciaba, y a este último como el especialista que conocía a dicha entidad. Lo que el autor rastrea entonces es la formación de una episteme (un régimen de saber-poder) sobre el otro de la nación, un conjunto de relaciones discursivas que establecieron las condiciones de posibilidad de un saber sobre el indígena, alterizado en un momento y en un espacio determinados, que definían qué se conocía, quién lo conocía, sus procedimientos y sus categorías.

El trabajo distingue dos momentos de cientifización de la alteridad. El primero va de 1880 a la década de 1930 y fue protagonizado por intelectuales de la élite nacional, los letrados. El segundo momento, de institucionalización de la disciplina, comienza con la fundación de los institutos Etnológico Nacional e Indigenista de Colombia, a principios de la década de 1940, y acaba en la fundación de los departamentos de antropología de las universidades de los Andes y Nacional a comienzos de la década de 1960.

En ese primer momento, el discurso letrado sobre la alteridad encontró su nicho en la producción de la historia prehispánica y en las discusiones eugenésicas, ambas estrechamente ligadas con el proyecto de nación de la hegemonía conservadora. La lectura de un número importante de fuentes le permitió al autor establecer unos "objetos de conocimiento" privilegiados —el arte prehispánico, la fisionomía y la lengua indígenas—, que los letrados describían con herramientas estadísticas, estilísticas y estéticas, con el fin de establecer un marco comparativo entre los diferentes grupos indígenas nacionales e insertarlos en la jerarquía evolucionista predominante en la época. Pero más allá de tal jerarquización, el autor identifica en el desarrollo intelectual y el "carácter" indígena —su tendencia natural a actuar (pacíficos, belicosos, trabajadores, vagos)—, las categorías con las que determinaron el aporte de los indígenas al carácter nacional en formación.

Acaso su análisis más sensible se da en lo que a la objetivación del cuerpo indígena se refiere. El autor muestra cómo la descripción estadística de los rasgos, pese a ser ya considerada insuficiente para explicar la divergencia evolutiva de los grupos humanos, era necesaria para establecer patrones empíricos de comparación y darle fundamento objetivo —científico— a la diferenciación racial de la nación. Dicho proceder relacionaba lo físico, lo ambiental y lo cultural en un solo modelo explicativo con base en la matemática; sin embargo, estaba íntimamente ligado a la descripción estética para integrar al cuerpo indígena en un solo discurso: el de la fisionomía. Alimentada por asociaciones ambientales, animales y vegetales, la fisionomía permitía a los letrados generar un universo de valores alrededor de los indígenas y sus supuestas formas de vida, contrastando la grandeza de los indígenas prehispánicos con la miseria física, moral y material que imputaban a los contemporáneos, para diagnosticar su degeneración.

García Botero caracteriza el segundo momento por la redefinición del lugar del otro en la nación y en el discurso antropológico profesional, de modo que se valora a los indígenas contemporáneos como fuente legítima para conocer objetivamente su cultura. Pero, contrario a implicar una ruptura en la búsqueda del conocimiento objetivo de la alteridad, tal intento se fundó en la integración de métodos y categorías que aparecerían como garantes del conocimiento científico: la implantación del método etnográfico y la entronización del concepto relativista de cultura como presupuesto epistemológico de sus investigaciones. Por ello la tendencia de las etnografías nacionales de esas décadas al uso de informantes, a la transcripción masiva y a la descripción objetivante, así como la sustitución de los "objetos de conocimiento" letrados por las cuatro especialidades de la antropología —arqueología, lingüística, antropología física y social—, que impusieron métodos enfáticamente formalistas de descripción.

Este enfoque consolidó en Colombia la promesa boasiana de comprender al otro en sus propios términos, y hacer del antropólogo un descriptor y transcriptor cultural que, evitando las elucubraciones evolucionistas, pretendía exponer datos con la menor intervención de su parte, garantizando su fidelidad. Lo que nos muestra el autor es que tal refinamiento metodológico sirvió para, una vez más, inferir y aislar las características propias o puras de aquellas que eran producto del contacto cultural con la sociedad nacional —la otra gran preocupación de la antropología de aquella época— y que experimentaban en sus trabajos de campo.

El tránsito de la explicación de la desigualdad civilizatoria a la descripción de la diferencia cultural se le aparece a García Botero, entonces, con un sustrato común. De su exposición sobre el modo de objetivación antropológico rescato la noción de pureza, que resulta de construir científicamente conjuntos discretos de características espirituales, físicas, sociales o culturales de un grupo. Dicha noción es, para el autor, consustancial a la matriz de saber-poder sobre la alteridad en la que surgió la antropología, que considero se prolonga y refuerza bajo el orden multicultural, en el que la disección de los grupos y movimientos sociales pasa por el escalpelo culturalista. Los dilemas actuales en torno a los derechos étnicos diferenciales, la racialización de las disputas interétnicas, así como el lugar del conocimiento experto antropológico en el ejercicio de la violencia simbólica del Estado seguramente están ligados a esa continuidad.

Por estas potencialidades, lamento que en el orden del texto se haya dejado para el final el diálogo con las reflexiones institucionales y políticas que dieron origen al interés del autor por el tema, en lugar de vincularlo con más fuerza en el cuerpo del texto. Aunque esa decisión pudo ser necesaria para la exposición ordenada de sus tesis, pareciera reproducir la separación entre antropología políticamente comprometida y antropología académica, que se viene consolidando desde la década de 1970, y a la cual le dedica sus últimas reflexiones. En cualquier caso, una articulación entre estas visiones demandará un esfuerzo de convergencia que hasta ahora se hace posible con la aparición reciente de varios grupos de investigación dedicados a la historia de la antropología. Eso sí, el libro de Héctor García Botero brinda el material y el horizonte para continuar la labor de armar un mapa más complejo de la historia de la antropología en Colombia para la investigación y la enseñanza, campo en el que resulta especialmente valioso al superar la dispersión que ha caracterizado este campo de reflexión hasta años recientes.


JUAN FELIPE HOYOS G.
Antropólogo
Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), Colombia

Cómo citar

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Hoyos G., J. F. (2011). Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960). Maguaré, 25(2), 273–276. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907

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[1]
Hoyos G., J.F. 2011. Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960). Maguaré. 25, 2 (jul. 2011), 273–276.

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(1)
Hoyos G., J. F. Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960). Maguaré 2011, 25, 273-276.

ABNT

HOYOS G., J. F. Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960). Maguaré, [S. l.], v. 25, n. 2, p. 273–276, 2011. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907. Acesso em: 18 abr. 2024.

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Hoyos G., Juan Felipe. 2011. «Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)». Maguaré 25 (2):273-76. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907.

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Hoyos G., J. F. (2011) «Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)», Maguaré, 25(2), pp. 273–276. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907 (Accedido: 18 abril 2024).

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[1]
J. F. Hoyos G., «Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)», Maguaré, vol. 25, n.º 2, pp. 273–276, jul. 2011.

MLA

Hoyos G., J. F. «Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)». Maguaré, vol. 25, n.º 2, julio de 2011, pp. 273-6, https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907.

Turabian

Hoyos G., Juan Felipe. «Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960)». Maguaré 25, no. 2 (julio 1, 2011): 273–276. Accedido abril 18, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907.

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1.
Hoyos G. JF. Héctor García Botero. Una historia de nuestros otros. Indígenas y antropólogos en el estudio de la diferencia cultural en Colombia (1880-1960). Maguaré [Internet]. 1 de julio de 2011 [citado 18 de abril de 2024];25(2):273-6. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/29907

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