Publicado

2011-01-01

Editorial

Autores/as

  • Jhon Williams Montoya Garay Universidad Nacional de Colombia

Editorial


ES COMÚN, en las ciencias sociales, afirmar que en los últimos veinte años la sociedad ha experimentado tres grandes transformaciones: la primera, de carácter económico, remodeló la faz del planeta; la segunda fue una mutación política que reconfiguró las relaciones de poder al interior de los estados, pero también entre los diferentes grupos sociales; y en tercer lugar, una transformación cultural y del conocimiento, que cuestionó las grandes narrativas, imponiendo unas nuevas y colocando otros problemas en la agenda sociocultural1.

Estas tres transformaciones no se han dado independientemente, sino que, al igual que lo sucedido en otras épocas, están estrechamente interrelacionadas. El cambio económico, entonces, significó una reconfiguración del capitalismo, que progresivamente fue abandonando la vieja organización, basada en la industrialización, y que ha venido siendo desplazado por lo que Scott denomina un "capitalismo cultural". En este nuevo modelo, diversas actividades, relacionadas más con la generación de conocimiento que con la transformación industrial, toman progresivamente el liderazgo de la economía (Scott, 2010).

La mutación política, por su parte, significó la generalización del neoliberalismo como ideología y como práctica de gobernanza, no sin numerosos contradictores, que además tiene la capacidad de adaptarse a diversos contextos, por lo que, más que un neoliberalismo, Brenner plantea con bastante acierto la existencia de múltiples neoliberalismos (2010).

Finalmente, y es el aspecto principal de esta comunicación, el tercer cambio significó la reestructuración de las ciencias sociales, al igual que la forma y organización general de la ciencia. En esta reorganización, las publicaciones científicas, y en particular las revistas, experimentaron importantes cambios. Igual que se masificaron otros bienes como el turismo, la medicina, la tecnología (al menos la de uso más común), la ciencia adquirió cada vez más el carácter de mercancía. De ahí que la producción científica se rija progresivamente según principios asociados a este nuevo carácter mercantil, no solo en el control a su producción, crecientemente estandarizada, sino especialmente en su distribución y consumo.

Un elemento central de dicho proceso fue la conformación progresiva de dos grandes multinacionales de la información científica: Tompson Reuters (ISI) y Scopus (Elsevier), quienes fueron concentrando la distribución electrónica de las revistas e implementaron indicadores para medir la calidad de las publicaciones y, en consecuencia, clasificarlas jerárquicamente. Aunque este patrón estuvo inicialmente restringido al mundo anglosajón, es un hecho que se ha convertido en una actividad de alta importancia económica y que, dada la expansión científica de los países emergentes, estas dos empresas comienzan a desarrollar estrategias agresivas de incorporación de publicaciones seriadas regionales, teniendo en cuenta, por ejemplo, el amplio mercado que representan2. Por otra parte, y tal y como ocurre en otras actividades económicas, la competencia por este "mercado del conocimiento" se ha intensificado, dando cabida a otras empresas (generalmente universidades) e intentando posicionarse en la clasificación y acceso a revistas. Ejemplos de ello son SciELO, Redalyc y Dial-net, bases de datos para publicaciones en castellano, o Cairn, un consorcio de cuatro grandes editoriales francesas para la difusión en ciencias humanas y sociales.

La producción de ciencia en América Latina y Colombia está evidentemente inscrita en esta lógica. La figura 1 muestra la consabida asimetría correspondiente con la diferencia en el desarrollo económico, y la importancia que en producción científica vienen alcanzando los países por fuera de la Tríada económica3, en especial América Latina, que ha visto progresar de manera sustantiva su producción. Esta última situación se ilustra mejor en la figura 2, que grafica el número de documentos inscritos en el índice de Scopus, y donde se hace evidente el crecimiento de publicaciones para la región. Por otro lado, en el caso colombiano, Colciencias implementó desde los años noventa un sistema de medición de publicaciones seriadas, Publindex, que con varias modificaciones, cataloga hoy 372 revistas, 210 en categoría C, listado en el que se encuentra nuestra revista, Cuadernos de Geografía, desde el 2010. Igualmente, Colombia muestra un crecimiento importante de su producción científica (figura 2), y si bien está lejos del promedio de América Latina y de otros países de la región, como Brasil y Argentina, está muy cerca de Chile, país que constituye la cuarta economía de América Latina.

La anterior descripción resulta útil para ilustrar el contexto en el que se desarrollan la ciencia y, por extensión, la ciencia geográfica. También permite hacerse una idea de los retos que enfrenta Cuadernos de Geografía, como publicación científica, y las dificultades propias para la consolidación de la comunidad geográfica nacional. Partimos, entonces, señalando que hemos avanzado sustancialmente al lograr consolidar la revista en el sistema nacional de publicaciones, pero reconociendo al mismo tiempo que resta una tarea importante para posicionarla en un contexto más amplio. El reto no es poco si se tiene en cuenta que solamente cuatro revistas de geografía en español han logrado posicionarse en ISI: Norte Grande y EURE, ambas chilenas; Scripta Nova y el Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, conocidas revistas españolas. En Scopus, el número de revistas en geografía es más amplio, registrando 17 publicaciones, 9 de ellas latinoamericanas, incluyendo las de los principales centros de investigación en la disciplina como el IPGH, la UNAM y la Universidad de los Andes (Mérida, Venezuela)4.

Este balance muestra no solo retos, sino especialmente posibilidades. Entrar a las dos bases de datos mencionadas y a otras más es posible, pero exige no solo un cuidadoso trabajo editorial, sino también la expansión de la producción académica en geografía. Considero que, a ese respecto, los cambios han sido importantes: la revista está recibiendo abundantes contribuciones de geógrafos colombianos y latinoamericanos, y si dicha condición se mantiene, es casi seguro que nuestra revista se posicionará rápidamente en el contexto latinoamericano. Desde estas páginas editoriales alentamos a geógrafos y científicos afines a enviar sus contribuciones a nuestra revista.


Pie de página

1Véase, por ejemplo, el número 222 de Sciences Humaines: 1990/2010. Le basculement des idées.
2En la página web de Reuters se anota, por ejemplo, la creación de un listado de 1.675 revistas de alcance regional, evaluadas especialmente por su impacto local, pero que realmente corresponde a revistas por fuera del mundo anglosajón: 209 revistas latinoamericanas; 375 de Asia; 174 de África y Medio Oriente, y 879 revistas europeas (Thomson Reuters, 2011).
3Término con el que Dicken (2003) ha denominado las tres economías que dominan los flujos económicos mundiales: la norteamericana, la europea y la japonesa.
4Es pertinente señalar que en el mismo catálogo aparecen cuatro revistas de geografía en lengua portuguesa, tres de ellas brasileras.


Referencias

Brenner, Neil., Peck, Jamie y Nick Theodore. 2010. Variegated neoliberalization: geographies, modalities, pathways. Global Networks 10 (1): 182-222.

Dicken, Peter. 2003. Global shift: reshaping the global economic map in the 21st century. New York: Guilford Press.

Scott, A. J. 2010. Cultural Economy and the Creative Field of the City. Geografska Annaler: Series B, Human Geography 92 (2): 115-130.

SCImago. 2007. SJR-SCImago Journal & Country Rank. Scopus. http://www.scimagojr.com (consultado en junio del 2011).

Thomson Reuters. 2011. Web of Knowledge. Journal Expansion. Thomson Reuters. http://wokinfo.com/products_tools/multidisciplinary/webofscience/contentexp/ (consultado en junio del 2011).


Jhon Williams Montoya
Editor
Cuadernos de Geografía
Revista Colombiana de Geografía

Cómo citar

APA

Montoya Garay, J. W. (2011). Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 20(1), 5–7. https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n1.23062

ACM

[1]
Montoya Garay, J.W. 2011. Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 20, 1 (ene. 2011), 5–7. DOI:https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n1.23062.

ACS

(1)
Montoya Garay, J. W. Editorial. Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. 2011, 20, 5-7.

ABNT

MONTOYA GARAY, J. W. Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, [S. l.], v. 20, n. 1, p. 5–7, 2011. DOI: 10.15446/rcdg.v20n1.23062. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/23062. Acesso em: 18 abr. 2024.

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Montoya Garay, Jhon Williams. 2011. «Editorial». Cuadernos De Geografía: Revista Colombiana De Geografía 20 (1):5-7. https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n1.23062.

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Montoya Garay, J. W. (2011) «Editorial», Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 20(1), pp. 5–7. doi: 10.15446/rcdg.v20n1.23062.

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[1]
J. W. Montoya Garay, «Editorial», Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr., vol. 20, n.º 1, pp. 5–7, ene. 2011.

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Montoya Garay, J. W. «Editorial». Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, vol. 20, n.º 1, enero de 2011, pp. 5-7, doi:10.15446/rcdg.v20n1.23062.

Turabian

Montoya Garay, Jhon Williams. «Editorial». Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía 20, no. 1 (enero 1, 2011): 5–7. Accedido abril 18, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/23062.

Vancouver

1.
Montoya Garay JW. Editorial. Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. [Internet]. 1 de enero de 2011 [citado 18 de abril de 2024];20(1):5-7. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/23062

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