Editorial. DOCTORADOS PROFESIONALES Y DOCTORADOS DE FILOSOFÍA PARA LOS MÉDICOS VETERINARIOS

En Colombia, como respuesta a las necesidades de investigación y desarrollo, se ha fomentado la obtención de títulos de Magister o de PhD por parte de los Médicos Veterinarios (MV). En especial, en las universidades y los centros de investigación, mas no en las empresas privadas, pero aun no se obtiene el nivel deseable. Sin embargo, muy poco se ha estimulado la formación postgraduada profesional (especializaciones, maestrías y doctorados profesionales). Esto último va en contravía con la vocación que se supone debe tener un MV, dado que en esencia, la mayoría de ellos no se dedican a la investigación como actividad principal, aunque el componente científico debe estar presente en su formación de pre-grado y en su accionar profesional. En conclusión, se generó una carencia de especialistas (aún vigente) y muchos de los profesionales con títulos de posgrado en investigación (Magister Scientiae y Doctor de Filosofía o PhD) resultaron actuando como especialistas. Valga señalar que el retorno al país de origen de los MV, después de obtener títulos de posgrado en el exterior, no fue el esperado.

EDITORIAL

DOCTORADOS PROFESIONALES Y DOCTORADOS DE FILOSOFÍA PARA LOS MÉDICOS VETERINARIOS

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En Colombia, como respuesta a las necesidades de investigación y desarrollo, se ha fomentado la obtención de títulos de magister o de doctorado por parte de los Médicos Veterinarios (M.V.). Ello ocurre de manera especial en las universidades y los centros de investigación, mas no en las empresas privadas; no obstante, aún no se obtiene el nivel deseable. Sin embargo, muy poco se ha estimulado la formación postgraduada profesional (especializaciones, maestrías y doctorados profesionales) lo cual va en contravía con la vocación que se supone debe tener un M.V., dado que en esencia, la mayoría de ellos no se dedican a la investigación como actividad principal, si bien el componente científico debe estar presente en su formación de pregrado y en su accionar profesional. En conclusión, se generó una carencia de especialistas, la cual aún sigue vigente, y muchos de los profesionales con títulos de posgrado en investigación (Magister Scientiae y Doctor de Filosofía o Ph.D.) resultaron actuando como especialistas. Valga señalar que el retorno al país de origen de los M.V., después de obtener títulos de posgrado en el exterior, no ha sido el esperado.

Según lo esbozado, se hace necesaria la creación de programas de posgrado profesionales, llámense especializaciones, maestrías profesionales o doctorados profesionales. Esto permitiría un mejoramiento en los servicios veterinarios y evitaría la frecuente confusión de llamar Ph.D. a un M.V. con título de doctorado profesional. Tal vez, por falta de claridad al respecto, se acuñó el término de “Doctorado equivalente” a cualquier doctorado, aún a los obtenidos en Universidades de poco reconocimiento. Un Magister Scientiae (M.Sc.) inicia su carrera como investigador llevando a cabo un proyecto en un área del conocimiento (verbigracia genética, fisiología, virología) y con frecuencia, la solvencia para culminar con éxito su programa, se toma como un pre-Ph.D., si el estudiante tiene el talento y la vocación. En éste caso, el candidato a obtener el Ph.D., debe demostrar capacidad de formular hipótesis originales, diseñar de manera independiente un proyecto de investigación y discutir los resultados con profundidad y en el contexto del estado actual del conocimiento. En contraste, el especialista, llega a ser un mejor profesional, verbigracia, como cirujano, patólogo o clínico y su grado académico irá en consonancia con el nivel de experiencia adquirido. En general, en las especializaciones, el acopio de destrezas específicas y exposición a casos clínicos es una constante, mientras que para un Ph.D., el manejo de técnicas o la experiencia clínica no es un requisito sine qua non. Lo esencial está en que el Ph.D. debe ser un pensador en un tema específico del saber y es genérico para muchas disciplinas en las Universidades de mayor reconocimiento mundial (verbigracia matemáticas, historia, economía, biología…).

Todo lo anterior no obsta para que algunos M.V. puedan ostentar y hacer uso de una doble formación: la de Doctor en Medicina Veterinaria, de carácter profesional, y la del investigador con Ph.D.

Para el desarrollo armónico de la Medicina Veterinaria, debe existir un balance entre el número de especialistas, generalistas y M.V. dedicados a la investigación. Es claro que nuestros colegas, en este quehacer, no pueden ser sustituidos por profesionales de otras disciplinas, puesto que el conocimiento del complejo salud–enfermedad no les es familiar a muchos de ellos, en virtud de su formación de pre-grado. Por lo tanto, es deseable que se propicien esfuerzos encaminados a formar M.V. en las áreas básicas y pre-clínicas de la profesión. En las Universidades que ofrecen programas de Medicina Veterinaria en Colombia, aún hay cabida para este tipo de docentes, con título de maestría y/o doctorado.

El diálogo que se genera con frecuencia entre los sectores privado, gubernamental y universitario en pro del desarrollo nacional, debe contar con un número suficiente de M.V. con formación de Ph.D. y de especialistas, para que haya una interlocución válida y productiva.

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Aureliano Hernández Vásquez
Editorialista invitado
Profesor titular
Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia
Universidad Nacional de Colombia