Comisión de Normalización de colorantes biológicos: De una carta al Director del Instituto Lleras, destacamos lo que sigue para convencimiento de los hombres de laboratorio

Tropieza el laboratorio de usted con algunas dificultades en Io tocante a obtener colorantes de buena calidad para microscopía, ahora que es muy difícil, si no imposible, obtener los productos alemanes? Si es así, confronta usted la misma situación que confrontaron los laboratorios de Estados Unidos durante la primera Guerra  Mundial. En aquella fecha las industrias de color antes de Norteamérica  apenas se encontraban en sus albores, y ni la industria textil se mostraba satisfecha con los tintes que obtenía, habiendo todavía más dudas acerca de si los productos norteamericanos resultaran satisfactorios para las necesidades mucho más delicadas de los Laboratorios de biología. Apenas el Ejército y Armada comenzaron a establecer los hospitales y laboratorios que exigía la guerra, el punto quedo determinado en una forma muy positiva: los colorantes estadounidenses no resultaban satisfactorios para el laboratorio. Es más, tan descontentos se mostraban los que tenían que emplearlos, que se determino que jamás surgiera en Estados Unidos una situación semejante. Apenas había terminado la guerra, ya se habían tomado medidas encaminadas a que los Estados Unidos contaran con sus propios repuestos de colorantes de fidedignidad reconocida para los empleos dedicados a que iban a destinarse en la microscopía.