Recibido: 17 de mayo de 2020; Aceptado: 15 de julio de 2021
Identidades y actitudes lingüísticas de migrantes andinos en áreas sociodemográficas de lenguas en contacto*
Linguistic identities and attitudes of Andean migrants in sociodemographic areas of language contact
Resumen
Desde una perspectiva teórico-mentalista, se evaluaron las identidades y las actitudes lingüísticas de los migrantes andinos en el asentamiento humano Villa Huanta, en San Juan de Lurigancho (Lima, Perú). Los enfoques cualitativo y cuantitativo posibilitaron la medición de las variables referidas al sexo, edad y escolaridad para la cual se utilizó, de manera complementaria, el cuestionario, la observación participante y la entrevista semiestructurada. La evaluación cuantitativa permitió determinar que los migrantes andinos no evidencian una valoración muy alta hacia el castellano en relación con la lengua quechua, especialmente en el ámbito afectivo. Sin embargo, desde la perspectiva cualitativa, ello sí ocurre en los ámbitos cognoscitivos y socioculturales, tanto entre los jóvenes, como en la población adulta.
Palabras clave:
bilingües andinos, sociolingüística, sociodemografía lingüística, Lima, Perú.Abstract
From a theoretical-mentalistic perspective, the identities and linguistic attitudes of Andean migrants in the Villa Huanta human settlement in San Juan de Lurigancho (Lima, Peru) were evaluated. The qualitative and quantitative approaches made it possible to measure the variables referred to sex, age and schooling, for which the questionnaire, participant observation and semi-structured interview were used in a complementary manner. The quantitative evaluation allowed to identify that Andean migrants do not show a very high valuation of Spanish in relation to the Quechua language, especially in the affective sphere. However, from a qualitative perspective, this does occur in the cognitive and sociocultural domains, both among the youth and the adult population.
Keywords:
Andean bilinguals, sociolinguistics, linguistic sociodemography, Lima, Peru.1. Introducción
La diversidad lingüística y la pluralidad cultural en el Perú generan procesos de interacción no igualitaria que desencadenan problemas y conflictos de orden lingüístico, educativo, social y cultural, que demandan soluciones integrales acordes con la realidad particular de cada uno de los grupos existentes en el país. Por ello, el propósito del estudio es evaluar las actitudes lingüísticas en los ámbitos afectivos, cognoscitivos y socioculturales, que predominan en los migrantes andinos del asentamiento humano Villa Huanta en el distrito de San Juan de Lurigancho ubicado en el departamento de Lima.
En esta investigación, para la evaluación de las identidades y actitudes lingüísticas, se ha adoptado el enfoque mentalista (Agheyisi & Fishman, 1970; Blas, 2012; Fasold, 1996; Moreno, 2012). Este enfoque considera la actitud como una disposición del hablante ante un estímulo, en este caso, la lengua. Respecto de los antecedentes, se encuentran, entre otros, los estudios de actitudes lingüísticas en comunidades bilingües de la selva central (Falcón, 2018a; Falcón, 2018b) y en la población asháninka (Falcón & Mamani, 2017). Otros trabajos han indagado las valoraciones de las variedades dialectales del español peruano (Arias, 2014). Sin embargo, son todavía escasos los trabajos sobre actitudes lingüísticas en el Perú, especialmente en poblaciones migrantes de Lima Metropolitana.
Con el auxilio de los instrumentos de recolección de datos, se describen los contextos comunicativos y las preferencias de lenguas que fueron cotejados con las variables edad, sexo y escolaridad, en el que destaca, por su mayor productividad, la variable edad. Es pertinente señalar que las actitudes lingüísticas guardan estrecha relación con la construcción de la identidad. Al respecto, se distingue conceptualmente la identidad a nivel individual y a nivel colectivo, pues «desde el punto de vista de la experiencia subjetiva del individuo como ser integrado socialmente, es necesario entender los dos niveles como intrínsecamente interconectados» (Howard, 2007, p. 43). Por ello, el comportamiento actitudinal de los individuos y las funciones que tienen en la sociedad comprometen rasgos identitarios.
Del mismo modo, el contacto de lenguas adquiere significativa importancia, ya que los procesos de interacción entre usuarios de lenguas diferentes proyectan situaciones desiguales, sobre todo, cuando una de ellas es originaria (quechua); consecuentemente, pueden generar valoraciones negativas hacia la lengua originaria que viabilicen escenarios de automarginación, marginación, prejuicios y condiciones de desplazamiento y extinción de lenguas.
La organización del estudio incluyó estrategias vinculadas a las variables de edad, sexo y escolaridad. Para ello, una vez que se revisaron los instrumentos y luego de haber sido cotejados en una prueba piloto, se inició la etapa de selección de los colaboradores en coordinación con las autoridades de Villa Huanta y el director de la institución educativa del asentamiento humano (en adelante A. H.) a fin de optimizar el proceso de recopilación de datos.
2. Marco teórico
El enfoque mentalista utilizado por investigadores contemporáneos (Álvarez, Martínez & Urdaneta, 2001; Arias, 2014; Castillo, 2007; Falcón, 2018b; Falcón & Mamani, 2017; Zamora, 2015) ha enfatizado el estudio de las actitudes con el fin de evaluar el comportamiento actitudinal de los individuos dentro de la sociedad. Cobra singular importancia comprender cómo, en ciertos casos, las personas expresan una valoración positiva hacia sus lenguas originarias y sus tradiciones, es decir, cómo manifiestan identificación con su legado y grupo. Sin embargo, la actuación cotidiana y espontánea no coincide necesariamente con lo antes señalado. No siempre existe una relación entre lo que dice el individuo respecto a la lengua y la cultura, y lo que realmente se evidencia en sus actuaciones cotidianas. Esta doble valoración para un mismo objeto se puede entender como una contradicción (Falcón & Mamani, 2017; Falcón, 2018a, 2018b). Por ello, se ha elegido el enfoque mentalista, ya que permite evaluar el proceso mental interno del individuo. En otras palabras, con el enfoque mentalista se realizan evaluaciones en diferentes contextos socioculturales, no solamente lo que las personas dicen, sino, además, quiénes lo dicen, cómo lo dicen, cuándo lo dicen y por qué lo dicen.
De esta manera, las actitudes lingüísticas son mediciones valorativas de las lenguas de convivencia, de los usuarios de estas lenguas, del comportamiento sociocultural que tienen estos y del proceso de construcción de identidades. La identidad supone una alteridad que bien podría considerarse como las dos caras de una misma moneda, esto es, el vínculo estrecho entre las actitudes y los procesos de construcción de la identidad, en el entendido de que las actitudes condicionan la implementación de los procesos (Álvarez, Martínez y Urdaneta, 2001, p. 146). Esta orientación posibilita incursionar en el análisis del proceso de valoración, es decir, cómo una persona percibe a los demás, cómo percibe la lengua, la cultura y cómo percibe a los grupos diferentes.
En este marco, diversas investigaciones han explicado elementos sociales vinculados a los procesos de variación y cambio lingüístico (Godenzzi, 2004; Labov, 1966; López, 2015; Zamora, 2015). En menor número, se han desarrollado estudios de actitudes lingüísticas en los ámbitos afectivos, cognoscitivos y socioculturales, sobre todo en España, Canadá y Nicaragua. Y son pocos los estudios sobre la influencia de los factores sociales en las actitudes lingüísticas de usuarios de lenguas originarias en convivencia con el castellano.
En relación con los estudios referidos, se puede destacar la instrumentalización de la técnica del matched guise o pares ocultos para la recopilación de datos sobre las valoraciones de lenguas (España y Canadá). En el caso específico de España, los resultados evidencian, en la dimensión afectiva, una baja valoración relativa hacia la lengua local; en la dimensión cognoscitiva, la valoración positiva corresponde al español. Por ejemplo, la lengua catalana en la comarca de Matarranya proyecta resultados que revelan una condición sociolingüística diglósica, con una baja valoración del catalán en esta comunidad de habla; por otro lado, la condición de diglosia describe el escenario de un proceso inminente de sustitución de lengua (González, 2011, p. 163). En Canadá, las actitudes negativas en la dimensión afectiva y cognoscitiva hacia el francés canadiense respecto del francés europeo (y ciertamente del inglés) responden a resultados que no se proyectaban al inicio de la investigación. Fasold (1996) señala que según «d´Anglejan y Tucker (1973), el hablante francés europeo no solo recibía puntuaciones más altas que los hablantes de francés canadiense en inteligencia y educación, sino también en simpatía» (p. 246).
Las investigaciones sobre las actitudes lingüísticas hacia las variedades del castellano en Nicaragua han usado como técnica principal el cuestionario de preguntas abiertas y cerradas; uno de los principales resultados es la evidencia cognoscitiva de una actitud desfavorable hacia las variedades locales y en mayor proporción hacia la variedad de la zona central de Nicaragua, la que es considerada por sus usuarios como la «peor» variedad del castellano (Zamora, 2015, pp. 83-85).
En las investigaciones sociolingüísticas en el Perú, especialmente en migrantes amerindios, hay un vacío en cuanto a las actitudes hacia las lenguas originarias y el castellano, sea desde enfoques conductistas o mentalistas, y se desconocen las actitudes afectivas o cognoscitivas concomitantes con las identidades culturales. Por ello, respecto a los hechos sociolingüísticos que ejercen una influencia importante en las actitudes lingüísticas, el presente estudio podrá ser usado por otros investigadores como un prototipo para incursionar en el análisis e implementación de la teoría mentalista a fin de evaluar el uso y valoración de lenguas desde una óptica psicosociolingüística. En el escenario de la macrosociolingüística, posibilita la evaluación y la adecuación de los métodos utilizados en el actual contexto sociocultural de las comunidades bilingües y multidialectales.
3. Metodología
En el marco de la metodología propuesta, de manera complementaria, se utilizaron los métodos directo e indirecto, cuyas técnicas fueron elaboradas en función de la realidad sociocultural de la zona a fin de desarrollar con claridad y objetividad un análisis cualitativo y cuantitativo de los datos. Se realizó un trabajo exploratorio en la zona de estudio que posibilitó aprehender características sociodemográficas y lingüísticas de significativa importancia para la estructuración de los instrumentos de recopilación de datos.
El método directo generó la elaboración del cuestionario que posibilitó la medición de las variables sexo, edad y escolaridad. Según Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2014, p. 217), «un cuestionario consiste en un conjunto de preguntas respecto de una o más variables a medir. Debe ser congruente con el planteamiento del problema e hipótesis». Los cuestionarios tuvieron como objetivo recoger información mediante las opiniones y actitudes de las personas. Las técnicas utilizadas respondieron a patrones vinculados con la tradición cuantitativa, sin dejar de lado la investigación cualitativa. El cuestionario elaborado tuvo 39 preguntas, con respuestas de elecciones múltiples referidas a las lenguas en contacto (la lengua quechua y la lengua castellana), así como a la categorización sociocultural del asentamiento humano. Como se puede advertir en el apartado 3, se evalúan cuantitativamente las respuestas de los colaboradores de acuerdo con el contexto social, con el uso de lenguas y con la valoración de lenguas, las que se contrastan con las interpretaciones cualitativas. Se realizaron observaciones participativas (ver anexo 1) y entrevistas semiestructuradas (ver anexo 2); estas últimas, dirigidas a las personalidades representativas del A. H., lo que posibilitó compilar, además, información sociodemográfica de la zona de estudio.
Finalmente, se diseñaron las estrategias para implementar la técnica participativa en el trabajo de campo, lo que se complementó con entrevistas semiestructuradas para los pobladores representativos del A. H. Para ello, se estructuró una guía de observación a fin de acceder sistemáticamente al levantamiento de datos e información (en situaciones comunicativas, fiestas tradicionales y actividades comunales, en las que se emplean el castellano y el quechua) sin interferir mayormente en las actividades cotidianas de los pobladores seleccionados.
Otro aspecto metodológico de singular importancia es el relativo a las actividades de coordinación con dirigentes y autoridades educativas locales con el propósito de determinar las fechas de concurrencia al A. H. y las coordinaciones con los pobladores seleccionados. Estas acciones posibilitaron el consentimiento de la ejecución del estudio y un proceso fluido de interacción con la población.
La metodología tuvo como soporte el diseño mixto, ya que se integraron los enfoques cualitativo y cuantitativo. Si bien algunas veces las aproximaciones pueden ser contradictorias, el hecho fundamental es la complementariedad y la proyección holística (Hernández Sampieri, Fernández Collado & Baptista Lucio, 2014, p. 537) que, sin duda, fortalecen los procesos metodológicos, sobre todo, cuando se evalúa los procesos cognitivos relativos a la percepción y valoración de lenguas.
La investigación tuvo un diseño correlacional. Según Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2014, p. 157), «estos diseños describen relaciones entre dos o más categorías, conceptos o variables en un momento determinado. A veces, únicamente en términos correlacionales, otras en función de la relación causa-efecto (causales)». Específicamente, el diseño es transeccional porque se trabajó en un tiempo único y es correlacional porque se circunscribió a correlacionar las variables de investigación, sin pretender establecer relaciones de causa-efecto.
Con respecto a los instrumentos y su aplicación, los datos cuantitativos se procesaron en hojas de cálculo de Excel para exportarlos al programa SPSS. Consecuentemente, se buscó determinar las correlaciones correspondientes acordes con los objetivos del estudio. Considerando los datos registrados a través de la observación participativa, se evaluaron las actitudes de los participantes respecto de la lengua quechua y del castellano. Para ello, de forma complementaria, se organizó la observación en un cuadro codificado por familias, que se estructuró tomando como referencia cinco ejes, que resumimos en tres:
-
Actitudes naturales hacia el castellano y hacia la lengua quechua en el comportamiento de la vida diaria, con énfasis en las variables del estudio (edad, sexo, escolaridad).
-
Contextos y usos del castellano y del quechua en la cotidianeidad: intrafamiliar, interfamiliar, comunal e interacción con foráneos.
-
Valoración de la lengua quechua en las actividades cotidianas.
3.1. Población y muestra
La población estuvo compuesta por 191 personas entre varones y mujeres. Los criterios de evaluación de la muestra se presentan en la Tabla 1. Los datos entre paréntesis corresponden al número de colaboradores de las variables edad y escolaridad.
Variables sociolingüísticas
Sexo
Escolaridad
Edad
Masculino (M)
Primaria (25)
De 16 a 30 años (15)
Femenino (F)
Secundaria (82)
De 31 a 45 años (27)
Superior (79)
De 46 años a 60 años (78)
De 60 a más años (71)
El estudio se desarrolló en el A. H. Villa Huanta (San Juan de Lurigancho, Lima), que tiene una población aproximada de 1500 habitantes. Se realizó un censo poblacional en el que se contabilizaron 532 mujeres y 529 varones, de acuerdo con la información que nos proporcionaron las familias. Muchas casas no fueron censadas por ausencia de los moradores o porque se negaron a ser censados. El registro censal se efectuó por solicitud de los dirigentes del A. H., como parte de una iniciativa de responsabilidad social.
Para la recolección de datos, se tomaron en cuenta las características de la población y las actividades que desarrollan, por lo que las visitas para la aplicación de los instrumentos de recolección de datos y las acciones de observación participativa se ejecutaron regularmente los fines de semana entre agosto y diciembre de 2017.
4. Interpretación y discusión de los resultados
Se presenta el análisis estadístico de los datos registrados en la encuesta efectuada en Villa Huanta, conformada básicamente por migrantes andinos bilingües del distrito de Huanta, provincia de Ayacucho. La evaluación cuantitativa se contrastó con el análisis cualitativo producto de las entrevistas y de la observación participante.
4.1. Datos generales
La comunidad de Villa Huanta, ubicada en el distrito de San Juan de Lurigancho, está conformada básicamente por migrantes bilingües que llegaron a Lima procedentes de Ayacucho, zona andina del sur del Perú. Su situación lingüística corresponde a una zona de bilingüismo social desequilibrado, donde el castellano es considerado como la lengua de prestigio, en desmedro del disminuido valor social que representa el quechua.
Para la ejecución de la investigación relativa a la identificación y descripción de los rasgos identitarios y las actitudes lingüísticas de los pobladores de la comunidad de Villa Huanta, se elaboró un cuestionario de 39 preguntas correspondientes a tres aspectos temáticos: contactos sociales, uso de lenguas y valoración de las lenguas. Para este artículo, por razones de espacio, se han tenido en cuenta solo las preguntas consideradas más relevantes, es decir, aquellas que han sido más productivas en los resultados, a fin de mantener el propósito y los contenidos medulares de la investigación.
A continuación, las Tablas 2 y 3 presentan información desagregada por grupos de edad y por escolaridad.
Grupos etarios
Edad
Frecuencia
Porcentaje
18 a 30 años
15
8%
31 a 45 años
27
14%
46 a 60 años
78
41%
61 a más años
71
37%
Total
191
100%
Grados de escolaridad
Escolaridad
Frecuencia
Porcentaje
Primaria
25
13%
Secundaria
82
43%
Superior
79
41%
Ninguno
5
3%
Total
191
100%
4.2. Contactos sociales
A pesar de que la mayoría del grupo es bilingüe quechua-castellano, en ese orden de adquisición de las lenguas, la lengua que se emplea más frecuentemente en la comunidad es el castellano (71%) y le sigue el uso alternado de las lenguas quechua-castellano (16%). Son pocos los que tienen la impresión de que su lengua materna, el quechua, es la que más se habla en la comunidad (7%), como se muestra en la Tabla 4.
Frecuencia de empleo de las lenguas
Lengua que usan más en el A. H.
Frecuencia
Porcentaje
Quechua
13
7%
Castellano
135
71%
Quechua y castellano
30
16%
Otras lenguas
13
7%
Total
191
100%
4.2.1. Empleo del quechua
En la comunidad hay una clara situación de bilingüismo diglósico, pues el castellano, dado su considerable prestigio social, es empleado en toda la comunidad y en situaciones comunicativas con los vecinos, autoridades, familiares, incluso en la casa con los hijos menores y jóvenes, quienes son monolingües castellanohablantes. También ocurre esta situación en la escuela, donde la comunicación es exclusivamente en castellano.
En cambio, debido a su disminuido estatus social, se reserva el empleo del quechua para situaciones comunicativas muy restringidas con los vecinos (21%), en la casa, en el entorno familiar íntimo, con los padres (11%) y hermanos mayores (6%) y con otras personas con quienes, por el nivel de confianza, se intercambia el discurso quechua (18%), lo que se presenta en la Tabla 5.
Empleo del quechua
¿Con quiénes hablas quechua?
Frecuencia
Porcentaje
Con tus padres
21
11%
Con tus hermanos
11
6%
Con las autoridades, niños y vecinos
1
1%
Con tus hijos
8
4%
Con los vecinos
41
21%
Padres, hermanos e hijos
17
9%
Vecinos, padres, hermanos e hijos
26
14%
Autoridades y vecinos
7
4%
Hermanos, hijos, autoridades, vecinos y niños
3
2%
Otros familiares: abuelos, hijos, nietos, primos, sobrinos, cónyuge
16
8%
Con otras personas
34
18%
Con nadie
6
3%
Total
191
100%
Como se advierte en la Tabla 4, hubo entrevistados bilingües que manifestaron no hablar quechua con nadie (3%), que corresponden al grupo de 31 a 45 años, probablemente con el propósito de pasar inadvertidos e identificarse con la lengua castellana exclusivamente, dada su alta consideración social. Víctimas de una serie de prejuicios sociales que los afectan negativamente, rechazan y abandonan su lengua y cultura nativas para desplazarse hacia el grupo castellanohablante, cuya lengua, mayoritaria y prestigiada, les resulta más rentable, instrumentalmente hablando, y más útil para el logro del desplazamiento y progreso social. Detrás del sentimiento negativo hacia la lengua nativa y, por ende, hacia el grupo étnico, se advierte una clara situación de bilingüismo encubierto (Blas, 2012, p. 352). El prejuicio contra la lengua quechua es una práctica discriminatoria que se impone como condición para que los hablantes logren integrarse en la comunidad hispanohablante e identificarse como hablantes exclusivos de la lengua castellana y, con ello, ser portadores de la consideración positiva que ello implica.
Cabe recalcar que en la percepción del factor identitario no es suficiente el hecho de hablar castellano. También cumple un papel importante la forma de hablarlo. Para evitar ser identificado como bilingüe, el habla castellana debe estar libre de la influencia fonémica del quechua (Howard, 2007, p. 58). En este nivel de la lengua, el rasgo que proyecta mayor connotación social es la confusión entre vocales medias y los diptongos1; los factores como la simplificación de los grupos consonánticos y la rigidez de la entonación reciben menos rechazo (Cerrón-Palomino, 2003, p. 96).
4.2.2. Uso de la lengua según la comunidad de origen
Con respecto a la utilización del quechua o el castellano en la comunidad de origen, la mayoría de los entrevistados (73%) refirió que habla quechua en su pueblo de origen; el 58% dijo que utiliza el castellano. Viajar al lugar de origen y hablar la lengua quechua en el contexto nativo logra mantener el sentimiento de fidelidad al grupo étnico; hablar el quechua consolida la relación entre la identidad lingüística y la identidad territorial (Gugenberger, 1999, p. 269). Los datos presentados indican que en la comunidad de origen se hablan las dos lenguas: castellano y quechua, con cierta preferencia por el quechua; la elección probablemente depende del tipo de interlocutor y del nivel de confianza entre los coterráneos. En la decisión de utilizar el quechua, se compromete cierta dosis de lealtad hacia la lengua nativa (Tabla 6).
Lealtad lingüística
Respecto a tu comunidad de origen
Sí
No
No responde
Total
¿Viajas a tu pueblo de origen?
141
42
8
191
74%
22%
4%
100%
¿Hablas quechua en tu pueblo de origen?
139
24
28
191
73%
13%
15%
100%
¿Hablas castellano en tu pueblo de origen?
110
47
34
191
58%
25%
18%
100%
Más de una vez
Nunca
No responde
Total
¿Con qué frecuencia viajas a tu pueblo de origen?
114
42
35
191
60%
22%
18%
100%
4.3. Uso de lenguas
En cuanto a la pregunta acerca de la lengua que se emplea en la comunicación diaria (Tabla 7), la mayoría refirió que emplea el castellano (71%); un escaso número de personas admitió que emplea el quechua (4%); el porcentaje de personas que emplea el quechua y el castellano alternadamente fue de 23%.
Uso de lenguas
¿Qué lengua empleas en tu comunicación diaria?
Frecuencia
Porcentaje
Quechua
7
4%
Castellano
136
71%
Quechua y castellano
43
23%
No responde
5
3%
Total
191
100%
Cabe precisar que la alternancia, en este caso, no se debe a la simple decisión de emplear indistintamente una u otra lengua en la comunicación diaria, sino que está condicionada por factores extralingüísticos, como el lugar o el contexto situacional, si el interlocutor es una autoridad local o vecino de confianza, el momento, el tema y otras circunstancias que se vinculan con el esquema actitudinal diglósico y la relación de valor social. Los usos idiomáticos están influidos por la presión social. El escaso valor social del quechua y el sentimiento de inferioridad asociado afectan su poca preferencia de uso, sobre todo en la ciudad, donde no puede competir con el predominio de la lengua oficial.
Al respecto, Koc-Menard (2017, pp. 143-144) comenta que Nelly, una usuaria de la lengua quechua, es estigmatizada cuando habla quechua en la ciudad. A pesar de que una persona de una ciudad como Ayacucho también puede ser considerada como serrana, hablar quechua en un contexto urbano es un marcador racial fuerte en dicho lugar. Como dijo Nelly, ella se vuelve más serrana, es decir, más «india» si habla quechua en la ciudad.
4.4. Valoración de las lenguas
En lo que se refiere a la valoración afectiva de las lenguas castellano y quechua, el 60% refirió que la lengua quechua tiene sonidos más agradables con respecto a la lengua castellana (9%). Esto es un fuerte indicio de la afectividad que el bilingüe le dispensa a la lengua materna (Tabla 8).
Características y empleo de la lengua
Castellano
Quechua
Castellano y quechua
Total
¿Qué idioma te parece que tiene sonido más agradable?
17
115
59
191
9%
60%
31%
100%
¿En qué lengua puedes expresar mejor lo que piensas y lo que sientes?
96
19
76
191
50%
10%
40%
100%
¿En qué idioma cuentas mejor chistes, cuentos, adivinanzas, leyendas?
82
73
36
191
43%
38%
19%
100%
Cuando regañas (discutes, peleas, defiendes), ¿con qué lengua te sientes más cómodo?
118
25
48
191
62%
13%
25%
100%
¿En qué idioma te gusta hablar más?
79
35
77
191
41%
18%
40%
100%
A pesar de hallarse en un contexto ajeno al lugar de origen, el quechuahablante mantiene una actitud favorable con respecto a su lengua materna. Al margen del escaso valor instrumental del quechua, la mayoría de los entrevistados la valora emocionalmente. Este sentimiento de lealtad hacia la lengua minoritaria en un contexto de diglosia desfavorable a ella revela el conflicto sociolingüístico que enfrentan los quechuahablantes, quienes, por un lado, buscan el interesado control de la lengua castellana por su valor social; y por otro, mantienen el sentimiento afectivo hacia su lengua y su cultura. Un grupo minoritario (31%) estimó que ambas lenguas tienen sonidos agradables. A propósito, Escobar (1978) y Wölck (1977), mostraron en trabajos pioneros que «mientras que el español era juzgado sistemáticamente de forma más favorable en sus dimensiones relacionadas con el estatus y el prestigio social, el quechua superaba al español en su valoración afectiva» (Blas, 2012, p. 354).
Pero cuando se trata de responder a la pregunta: ¿En qué lengua puedes expresar mejor lo que piensas y lo que sientes?, afloró un apego a la lengua predominante y los hablantes manifestaron que su mayor competencia para expresar lo que piensan y lo que sienten lo muestran con el empleo del castellano (50%); otro grupo ligeramente menor optó por ambas lenguas (40%) y un grupo minoritario (10%) mantuvo su lealtad al quechua.
Según los datos expuestos, la mayor competencia lingüística en castellano, en desmedro de su lengua nativa, no solo se redujo a aspectos subjetivos, sino que se proyectó incluso a otras instancias, como contar chistes, cuentos, adivinanza y leyendas (43% a favor del castellano y 38% a favor del quechua); o cuando de regaños se trata (62% a favor del castellano y 13% a favor del quechua); otro grupo refirió utilizar ambas lenguas (25%). En un contexto de bilingüismo con lenguas socialmente desequilibradas, como es el caso estudiado, no es raro que al lado de manifestaciones de lealtad lingüística y sentimientos proquechuas convivan grupos identificados con la lengua castellana.
A la pregunta: ¿en qué lengua te gusta hablar más?, la cual tiene un carácter psicológico dirigido a revelar la afectividad por la lengua utilizada para desarrollar su actividad comunicativa, la respuesta mantuvo la situación de grupos contrariados. Por un lado, el 41% eligió el castellano, por otro lado, el 18% manifestó su afecto por el quechua. Otro grupo, al cual le es indiferente la elección, obtuvo la significativa proporción de 40%.
4.4.1. Valoración del quechua
En cuanto a la facilidad o dificultad para escribir la lengua quechua en relación con el factor utilitario, la mayoría de los encuestados consideró que la lengua quechua no es fácil de escribir, pero es útil (32%). Otro grupo mayoritario opinó que es fácil de escribir, además de que es útil (Tabla 9).
Valoración del quechua
La lengua quechua
Frecuencia
Porcentaje
Es fácil de escribir
19
10%
No es fácil de escribir
26
14%
No es útil
2
1%
Es útil
30
16%
Es fácil de escribir y es útil
48
25%
No es fácil de escribir y no es útil
5
3%
No es fácil de escribir, pero es útil
61
32%
Total
191
100%
Como se aprecia, no hay consenso acerca de la facilidad o dificultad para la escritura del quechua. Esto puede deberse a la escasa promoción de su escritura en los entornos escolar y universitario, pero la utilidad o el valor funcional del quechua en sus funciones comunicativa y social dentro de la comunidad es indudable, por lo que los encuestados la valoraron significativamente (57%), en su totalidad. La lengua quechua pervive afectivamente en la conciencia de los hablantes.
Sin embargo, a la pregunta sobre si la lengua quechua es fácil o difícil de aprender (Tabla 10), la mayoría de los entrevistados opinó favorablemente y consideró que el quechua es una lengua fácil de aprender (52%). Un buen porcentaje de ellos (29%) la consideró una lengua de difícil aprendizaje.
Valoración del quechua
La lengua quechua es
Frecuencia
Porcentaje
Difícil de aprender
55
29%
Fácil de aprender
99
52%
Ni fácil ni difícil de aprender
36
19%
Muy difícil de aprender
1
1%
Total
191
100%
Las opiniones a esta pregunta, aunque resultaron contrastantes, favorecieron a la lengua quechua. En situaciones de conflicto por la exigencia de una impresión valorativa con respecto a la lengua quechua en la comunidad, la respuesta fue siempre favorable a la lengua nativa, depositaria del orgullo del grupo étnico. Un tercer grupo, también significativo (19%), prefirió un discurso neutral. No opinó ni a favor ni en contra de su lengua nativa y asumió una actitud expectante con respecto al desarrollo de este conflicto. Solo el 1% expresó un sentimiento opaco por el quechua.
4.4.2. Valoración del castellano
La misma pregunta enfrentada a la lengua castellana (Tabla 11) suscitó discursos contundentes y compatibles con una situación de internalización de la ideología diglósica.
Valoración del castellano
La lengua castellana es
Frecuencia
Porcentaje
Difícil de aprender
20
10%
Fácil de aprender
152
80%
Ni fácil ni difícil de aprender
19
10%
Muy difícil de aprender
0
0%
Total
191
100%
La valoración positiva del castellano en una comunidad bilingüe tiene que ver con los valores y prejuicios imperantes. El 80% opinó que la lengua castellana es fácil de aprender. Ninguno consideró su posible dificultad (0%). Estos resultados van de la mano con los valores dominantes en la sociedad, donde la «lengua castellana es la lengua mejor valorada por la enorme mayoría de personas y las lenguas originarias del Perú son consideradas inferiores» (Pérez Silva, 2004, p. 74). La valoración positiva recae en el castellano: es una lengua formal, de la ciudad, con acceso escolar para su aprendizaje y de proyección mundial; en contraposición, la lengua quechua representa la suma de la valoración negativa: es una lengua socialmente disminuida, de empleo restringido, propia de un grupo minoritario y de escasa proyección mundial.
4.4.3. Importancia y uso de las lenguas
Acerca de la importancia y uso de las lenguas quechua y castellana (Tabla 12), el análisis de los resultados muestra que cuando se relacionan las variables importancia y uso de la lengua, las respuestas reiteraron la evidencia de una situación de identidad en conflicto. Esto se debe a que, si bien los colaboradores expresan respuestas deseables con verbos conjugados en condicional (debería), sus comportamientos y conductas idiomáticas vigentes están polarizados, pues muestran lo contrario.
Importancia y uso de las lenguas quechua y castellana
Sí
No
Total
Todas las personas andinas deben saber bien la lengua quechua
182
9
191
95%
5%
100%
Todas las personas de procedencia andina deben saber y hablar la lengua castellana
174
17
191
91%
9%
100%
La lengua quechua se debería usar en todas las escuelas
188
3
191
98%
2%
100%
La lengua quechua debería usarse en las redes sociales
182
9
191
95%
5%
100%
Deberían escribirse libros, periódicos y revistas en lengua quechua
184
7
191
96%
4%
100%
La lengua quechua debería emplearse en programas de televisión y de radio
186
5
191
97%
3%
100%
El Estado debe emplear más profesionales que hablen la lengua quechua
179
12
191
94%
6%
100%
Las preguntas referidas en este punto aluden a situaciones deseables, futuristas, a un «deber ser», que generan respuestas que en la práctica colisionan con actitudes y conductas contradictorias. Así, expresaron que «todas las personan andinas deberían saber la lengua quechua (95%) y también la lengua castellana (91%)», aunque en la práctica no se advierte la transmisión intergeneracional de la lengua quechua; Del mismo modo, se señala que la lengua quechua debería emplearse en la escuela (98%), en las redes sociales (95%), en los periódicos y revistas (96%) y en la radio y televisión (97%).
Todas esas expresiones colisionan con la realidad, pues el quechua solo se usa en el contexto familiar o con los vecinos de confianza. Su uso se limita siempre a personas mayores por temor a la exclusión social. En esas conductas, se percibe un desdoblamiento de la conciencia lingüística del hablante, que cuando expresa respuestas a situaciones anheladas en el futuro asume una identidad proquechua, aunque en la práctica asuma una identidad negativa con respecto a la lengua aborigen. Este hecho es explicable, porque en una situación como esta se impone la ideología dominante y se opta por la lengua mejor valorada socialmente.
Los hablantes de una lengua amerindia, vista por los demás, son considerados inferiores por el valor negativo que proyecta la lengua aborigen. Este hecho despierta en los usuarios un sentimiento de rechazo hacia su grupo étnico y la propia lengua que les sirve de comunicación. En esta situación de conflicto, el entrevistado participa con puntos de vista alternativos, aparentemente contradictorios. En esta orientación, se asevera que «existe una dimensión metadiscursiva de estos intercambios que reflexionan sobre la realidad más que vivirla» (Howard, 2007, p. 78); esta postura se refiere el hecho contrastante de que incluso los profesionales bilingües que hablan una lengua indígena como lengua materna y trabajan en el área de la educación bilingüe intercultural no trasmiten la lengua a sus hijos.
5. Conclusiones
De acuerdo con los hallazgos de esta investigación se concluye que:
Desde la dimensión afectiva, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, se destaca el uso, la promoción y una valoración muy positiva hacia la lengua quechua, sobre todo de grupos etarios de 31 a más años; mientras que, desde la dimensión cognoscitiva, la gran mayoría de la población (95%) prefiere valorativamente el castellano. Esta situación de ideología diglósica pondera el castellano como lengua de mayor uso y funcionalidad en los diferentes actos comunicativos. En cambio, el empleo del quechua está restringido a contextos familiares y al trato con algunos vecinos de confianza. No escapan situaciones de bilingüismo encubierto, aunque en un porcentaje bastante menor, en las que algunos bilingües niegan y reniegan de la lengua originaria con el claro propósito de despojarse del estigma social que ella representa. Así, trasladan su preferencia lingüística absoluta hacia la lengua castellana, porque consideran que representa los valores positivos imperantes.
Si bien la mayoría de los pobladores del A. H. Villa Huanta son bilingües (quechua-castellano) y la actitud lingüística, desde la dimensión afectiva, es muy positiva hacia la lengua quechua, esta actitud se fortalece, sobre todo, en grupos etarios por encima de los 46 años en las interacciones con sus pares en las comunidades de origen cuando las visitan, lo que crea un escenario de mayor identificación y lealtad lingüística con la lengua originaria. El castellano, en cambio, desde la dimensión cognoscitiva, ostenta una aceptación contundente de la población en el marco del valor funcional y prestigio social que tiene la lengua. En esa orientación, el enfoque teórico mentalista, conduce a un tratamiento, si bien subjetivo, de mayor profundidad y detalle, pues el foco de atención es el proceso interno de percepción y valoración de lenguas, que no necesariamente son exteriorizadas en interacciones directas con agentes externos cuando se trata de lenguas minorizadas.
Los resultados de las entrevistas y la observación participativa aplicadas a los colaboradores dejaron entrever situaciones de conflicto actitudinal, especialmente en el grupo etario de 16 a 30 años, quienes por un lado expresaron juicios y afirmaciones favorables al quechua con la finalidad de satisfacer las expectativas del entrevistador y, por otro, en la vida cotidiana, asumieron una conducta lingüística negativa hacia la lengua originaria. De esta manera, se advierte que las actitudes lingüísticas vinculadas con la identidad del grupo en el asentamiento humano Villa Huanta evidencian, especialmente en la población joven, rasgos de identidad de grupo bastante débiles que, de no mediar factores de influencia o programas de intervención sobre la valoración identitaria y lingüística, estos rasgos de identidad lingüística serán desplazados sistemáticamente por otros, ajenos a la práctica tradicional de este sector de la población.
El contacto de lenguas en Lima Metropolitana, en particular, en el A. H. Villa Huanta, configura condiciones sociolingüísticas no igualitarias entre la lengua originaria y el castellano, hecho que evidentemente contribuye a reforzar las actitudes negativas hacia la lengua quechua y una muy alta valoración hacia el castellano. Así, la variable edad, de relativa influencia en la valoración de lenguas desde el enfoque cuantitativo, destaca sustancialmente desde la óptica cualitativa, pues se advierte una mayor valoración cognoscitiva y sociocultural hacia la lengua castellana, incluso en la dimensión afectiva, con mayor incidencia en los jóvenes migrantes e hijos de migrantes andinos. Desde una perspectiva cognoscitiva, las actitudes lingüísticas positivas hacia el castellano, si bien se dan en la población en general, se puede afirmar que afectivamente también se producen entre la población joven (16 a 30 años) y que hay una orientación sostenida de este segmento de la población hacia una actitud negativa de la lengua quechua.
Los contextos comunicativos de la lengua quechua son menos funcionales que los del castellano, debido a la naturaleza instrumental de mayor alcance de este último. Si bien ambas lenguas adquieren capital importancia entre los usuarios bilingües, principalmente entre los mayores, la valoración afectiva conducirá a la identificación con la lengua originaria; sin embargo, en cuanto a las acciones pragmáticas de los pobladores migrantes andinos usuarios de la lengua quechua, el castellano tendrá una mayor ponderación por su estatus y prestigio. Estos hallazgos, obtenidos desde la perspectiva teórica mentalista, permiten sostener que las actitudes hacia la lengua quechua se materializan positivamente desde el enfoque cuantitativo; sin embargo, desde el enfoque cualitativo, en interacciones familiares e intracomunales, más entre los jóvenes (16 a 30 años), la valoración afectiva es contraria, con muy alta valoración del castellano. En esta perspectiva, adquiere importancia la necesidad de profundizar en el enfoque cualitativo para evaluar fenómenos similares, pues explora con más detalle el procesamiento de la construcción de las actitudes lingüísticas, las que no se evidencian necesariamente en la cuantificación de los datos.
6. Referencias
- Agheyisi, R. & Fishman, J. (1970). Language attitude studies: A brief survey of methodological approaches. Anthropological Linguistics, 12, 137-157. 🠔
- Álvarez, A., Martínez, H., & Urdaneta, L. (2001). Actitudes lingüísticas en Mérida y Maracaibo: otra cara de la identidad. Boletín Antropológico, 2(52), 145-166. 🠔
- Blas, J. (2012). Sociolingüística del español. Desarrollos y perspectivas en el estudio de la lengua española en contexto social (3a. ed.). Cátedra. 🠔
- Castillo, M. (2007). Mismo mexicano pero diferente idioma. Identidades y actitudes lingüísticas en los maseualmej de Cuetzalán. Universidad Nacional Autónoma de México. 🠔
- Cerrón-Palomino, R. (2003). Castellano andino. Aspectos sociolingüísticos, pedagógicos y gramaticales. Fondo Editorial PUCP. 🠔
- Escobar, A. (1978). Variaciones sociolingüísticas del castellano en el Perú. Instituto de Estudios Peruanos. 🠔
- Falcón, P. (2018b). Identidades y actitudes lingüísticas en comunidades bilingües de la selva central. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 🠔
- Fasold, R. (1996). La sociolingüística de la sociedad. Editorial Visor Libros. 🠔
- Godenzzi, J. (2004). Recursos fonético-fonológicos en la construcción de la identidad: retención de la oposición /ʎ/-/y/ en el español de la ciudad de Puno (Perú). Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana, 2(2), 57-67. 🠔
- Gonzáles, J. (2011). ¿Hacia dónde evolucionan las actitudes lingüísticas de Matarranya (Teruel)? Ianua. Revista Philologica Romanica, 11, 155-169. 🠔
- Gugenberger, E. (1999). Entre el quechua y el castellano: manifestaciones del conflicto de identidades etnolingüísticas en un pueblo joven de Arequipa. Lexis, 12(2), 257-300. 🠔
- Hernández Sampieri, R., Fernández Collado, C., & Baptista Lucio, M. P. (2014). Metodología de la investigación. Mc Graw Hill. 🠔
- Koc-Menard, N. (2017). Procesos de racialización después de la violencia política: el discurso de marginalidad en la comunidad de Chapi, Ayacucho. En Zavala, V., & Back, M. (Eds.), Racismo y lenguaje (pp. 115-149). Fondo Editorial PUCP. 🠔
- Labov, W. (1966). The social stratification of English in New York City. Center for Applied Linguistics. 🠔
- López, H. (2015). Sociolingüística (2a. ed.). Gredos. 🠔
- Moreno, F. (2012). Sociolingüística cognitiva. Proposiciones, escolios y debates. Editorial Iberoamericana. 🠔
- Pérez Silva, J. I. (2004). Los castellanos del Perú. Programa de Educación Básica de la Cooperación Alemana al Desarrollo PROEDUCA-GTZ. 🠔
- Zamora, Z. (2015). Las actitudes lingüísticas en Nicaragua. Lo que pensamos los nicaragüenses sobre el español que hablamos. PAVSA. 🠔
7.1. Anexo 1: observación participativa codificada
Leyenda:
Familia (Apellido, número de miembros, parentesco)
Poblador (Nombre, edad, escolaridad)
Códigos
Familia: F1, F2, F3
Edad: 1 (18-30 años), 2 (31-45 años), 3 (46-55 más), 4 (56 a más años)
Escolaridad: P (primaria), S (secundaria), Su (Superior)
Poblador miembro de cada familia: F1P1E1P, F1P2E2S, F2P3E3P, F2P4E1Su
Familia (F1)
Papá (P1E3P)
Mamá (P2E2P)
Hija (P3E1S)
Hija (P4E1S)
Hijo (P5E1S)
Hijo (P6E1S)
Uso de la lengua quechua
Uso del castellano
Valoración de la lengua quechua
Valoración del castellano
Contextos de uso de lengua quechua
Contextos de uso de lengua castellana
7.2. Anexo 2: entrevista semiestructurada
Edad:
Sexo: Masculino ( Femenino (
Escolaridad:
1. Primaria ( 2. Secundaria ( 3. Superior ( 4. Ninguno (
Responde a las siguientes preguntas:
I. Preguntas cognitivas
1. Para el desarrollo de tus actividades laborales prefieres emplear la lengua castellana o la lengua quechua. ¿Por qué?
2. ¿Te gustaría que una persona que habla quechua te diera clases en esa lengua? ¿Por qué?
3. ¿Te gustaría que una persona bilingüe quechua-castellano te diera clases de castellano? ¿Por qué?
4. Las oraciones en quechua te parecen fáciles o difíciles. ¿Por qué?
5. La lengua quechua te parece fácil o difícil de aprender. ¿Por qué?
6. ¿Crees que en la lengua quechua se pueden escribir documentos científicos? ¿Por qué?
II. Preguntas conductuales/socioculturales
1. ¿Solicitarías apoyo a una persona que habla quechua para planificar la fiesta tradicional de Villa Huanta? ¿Por qué?
2. ¿Dejarías que una persona que habla quechua organice las actividades de Villa Huanta? ¿Por qué?
3. ¿Las personas que hablan quechua te parecen honestas? ¿Por qué?
4. Para las actividades más de diversión, paseo, preferirías hablar en lengua castellana o en quechua. ¿Por qué?
5. ¿Quiénes mezclan la lengua castellana y la lengua quechua? Son los mayores, los adultos, los jóvenes. ¿Por qué crees que ocurre ello?
6. ¿Te gustaría pasar tus vacaciones en un sitio donde se hable quechua? ¿Por qué?
¡Muchísimas gracias por tu colaboración!