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2012-07-01

Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales

Palabras clave:

antropología (es)

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  • Isabel C. Jaramillo Universidad de los Andes
En el libro El género: una categoría útil para las ciencias sociales,
las profesoras Luz Gabriela Arango y Mara Viveros reúnen una serie de artículos de autores varios en torno al asunto del uso de la categoría de género para la comprensión y la acción. En particular, a través de los artículos, el libro propone un examen del lugar de las mujeres en la construcción del conocimiento en varias disciplinas dentro de las ciencias sociales y las ciencias naturales. [...]

LUZ GABRIELA ARANGO Y MARA VIVEROS (EDS.)
El género: una categoría útil para las ciencias sociales
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Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2011. 372 páginas.

 

En el libro El género: una categoría útil para las ciencias sociales, las profesoras Luz Gabriela Arango y Mara Viveros reúnen una serie de artículos de autores varios en torno al asunto del uso de la categoría de género para la comprensión y la acción. En particular, a través de los artículos, el libro propone un examen del lugar de las mujeres en la construcción del conocimiento en varias disciplinas dentro de las ciencias sociales y las ciencias naturales. Su aporte principal, en mi opinión, es darle cuerpo, figura, nombre y situación específica a la exclusión y subordinación de las mujeres en la academia colombiana. De otro lado, sin embargo, el libro evidencia, sin superar, dos dificultades de la discusión local sobre el género: la inexistencia de una comunidad académica robusta y el aparente "rezago" en la formulación de los problemas teóricos y políticos que deben enfrentar estudios y acciones que invoquen el género.

Una buena parte de los artículos incluidos en el libro abordan dos preguntas cruciales para dar cuenta del papel del género en la construcción local del conocimiento: ¿cuál es el lugar de las contribuciones de las autoras mujeres? y ¿cómo se representa a las mujeres y a lo femenino en los textos canónicos de las disciplinas? La mayoría de los artículos encuentra que en la academia local no se han incorporado los textos de autoras mujeres dentro de lo que se enseña en las clases y que en cada disciplina es reducida la investigación que adopta la categoría de género como una categoría de análisis.

Es especialmente interesante la revelación de Luz Gabriela Arango sobre la invisibilidad de las grandes sociólogas en la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia; en particular, el silencio sobre contribuciones tan grandes como las de Marianne Weber, Anna Julia Cooper e Ida B. Wells-Barnett. Igualmente son demostrativos los esfuerzos de María Himelda Ramírez, Suzy Bermúdez y Angela Robledo por mostrar no solo la ausencia de las mujeres en la producción y en la representación, en Historia, las dos primeras, y en Literatura, la última, sino las batallas que se han tenido que librar para encontrar un espacio para las mujeres autoras y protagonistas en estas disciplinas. María Himelda Ramírez plantea, por ejemplo, que, a pesar de la importancia de las transformaciones introducidas por la nueva historia, la mujer no aparece como sujeto histórico sino hasta en 1986, con los trabajos de Suzy Bermúdez. Robledo, por su parte, explica cómo muchas autoras colombianas todavía recurren a la "retórica de las 'pobres mujercitas' y la implementan; recrean el masoquismo, muestran el desprecio, vergüenza e inseguridad frente a su trabajo" (p. 54). En su opinión, algunas se resisten, pero a costa de "usar formas impersonales, no designar de manera explícita los temas o personajes mediante nominalizaciones ABSTRACTas; a usar pronombres neutros indefinidos, a usar el modo subjuntivo en lugar del indicativo y el condicional en lugar del presente" (Ibíd.).

El texto de Luz Gabriela Arango da un paso más allá y aborda ya no solamente el aspecto del conocimiento consignado en textos y libros, sino el de la vida cotidiana y la participación institucional de hombres y mujeres como estudiantes dentro de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional. Su interpretación muestra cómo, además del problema de la ausencia, estrictamente hablando, hombres y mujeres viven de manera distinta el llamado de la investigación y la práctica en sociología: mientras que los muchachos encuentran sentido en la investigación orientada por fines y metas sociales, las jóvenes sienten mayor afinidad por el trabajo social y comunitario.

La preocupación por la construcción de la cotidianidad y su influencia en el conocimiento es también la que guía el trabajo de Imelda Arana Sáenz sobre la educación formal básica y media. En su artículo, la autora reporta estudios que muestran que los estudiantes entre 15 y 18 años (grados 8 y 10) opinan que: "hay modalidades para las cuales las mujeres tienen mejores condiciones que los hombres y viceversa: para trabajo social tienen mejores condiciones las mujeres (son más sensibles y más humanas)" y que "las chicas que escogen trabajo social lo hacen 'para ayudar a la gente'; los chicos que optan por dicha modalidad lo hacen para 'ser líderes de la comunidad'" (p. 304).

Ahora bien, tratándose de textos que reportan sobre las disciplinas y sus exclusiones, es llamativo que las autoras no sean críticas sobre la preponderancia entre sus citas de personas que están incluidas en el mismo libro. La profesora Arango, en su artículo sobre sociología, se limita a la Universidad Nacional en la descripción de las características e influencia de la disciplina en Colombia, sin mencionar las características y tendencias de los demás programas, escuelas y facultades que han existido y que existen hoy1. Las referencias en su artículo, no es de sorprender, corresponden exclusivamente a textos extranjeros, de su propia autoría o de sus colegas de la Univer-sidad Nacional: Mara Viveros, Nohra Segura, María Emma Wills y Ochy Curiel (pp. 44-46). Los demás artículos del libro incurren en similares miradas reducidas del entorno al recurrir a las autoreferencias y referencias cruzadas. La tabla ilustra este fenómeno:

Tabla 1.

Aunque la estrategia de las autorreferencias es una estrategia conocida para construir "escuela", resulta excesivo que en el contexto local sea prácticamente imposible citar trabajos de autores nacionales sobre temas similares. Pero me parece que el exceso refleja más una condición sobre la academia local que un fracaso propio de las autoras. En este sentido, el libro es una invitación adicional para fortalecer las vías de comunicación, los momentos de encuentro y las rutas de distribución de los trabajos de autoras que han avanzado en la reflexión sobre los usos de la categoría de género en la investigación y la práctica académica.

Esta misma debilidad puede ser responsable, de otra parte, de que la mayoría del tiempo tengamos que invertir en la tarea de divulgación más que en la de construcción teórica propia y que por eso terminemos haciendo trabajos que, incluso antes de ser publicados, estamos dispuestos a someter a críticas teóricas. Me refiero en particular a la intensa paradoja de seguir hablando de género dentro del binario masculino/femenino, sin cuestionar la categoría de sexo, cuando ya sabemos que la categoría sexo es tan social, como la de género y que, por consiguiente, las mujeres existen tanto como la mujer, es decir, que no existen. En este escenario, el del día después de la identidad, incluso la recurrida respuesta de la interseccionalidad de las categorías de exclusión del liberalismo (clase, raza, origen nacional, origen familiar, etnia, orientación sexual, género) es insuficiente2. Pero, convencidas de que estas categorías siguen atrapando la imaginación de la mayoría en la cotidianidad, nos vemos forzadas a insistir en que las realidades que ellas invocan no están ahí proveyendo otras realidades como escenarios alternativos: no es cierto que hay "muchas" mujeres en la academia; no es verdad que las mujeres "eligen" ganar menores salarios; no es cierto que las mujeres "prefieren" ser madres. Y en el momento de pensar en las realidades paralelas parecemos forzadas a pasar por las mismas categorías que queremos resistir, en un círculo que termina siendo más vicioso, por el desgaste en términos de dinero, energía y sabiduría, que virtuoso, porque entramos en él sabiendo lo limitados de los resultados a los que podemos aspirar.

La paradoja del rezago, como quisiera llamarla, atrapa al libro desde el principio al fin: el título rememora sin sarcasmo un artículo escrito hace casi treinta años, los artículos se refieren a las "mujeres" en la academia, sin calificación de edad, raza, origen regional, familiar o étnico, y el artículo que cuestiona el uso simplificado del género se refiere a textos escritos hace más de 20 años como si fueran el estado actual del debate. Como también lo he señalado, sin embargo, el libro hace aportes invaluables para comprender la investigación y la práctica académica en Colombia. La cuestión, creo, es que necesitamos llegar a un punto de masa crítica que nos permita sentir que efectivamente estamos en conversación y que no tenemos que seguir haciendo análisis que pensamos que deberíamos haber superado o, por lo menos, que ya no es irresponsable hacer el tipo de análisis que teóricamente nos resultan creíbles. Estoy convencida de que este libro es una invitación más a fortalecer la comunidad académica, atribuyo esa intención a la selección del título, y espero que los y las investigadoras sociales y que los y las investigadoras preocupadas por el lugar del género en la construcción del conocimiento lo lean y dialoguen con sus argumentos.

ISABEL C. JARAMILLO
Universidad de los Andes, Colombia


1  El blog de la estudiante de la Universidad ICESI, Diana Henao, sobre la sociología en Colombia revela que existen hoy en día cinco programas de Sociología (en la Universidad Santo Tomás, la Universidad ICESI, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Rosario y la Universidad Nacional). Dos de estos programas cuentan con un cuerpo docente formado por la mitad o más de mujeres jóvenes: la Universidad Javeriana y la Universidad del Rosario. Tomar en consideración estos programas, cuerpos docentes e investigaciones ilustraría otras tendencias ideológicas y otros lugares desde los que se dice la sociología en nuestro país, y cómo el género puede haberse modelado distinto en estos escenarios. Véase Henao (2009).

2  Véase el sugestivo y no muy reciente conjunto de artículos compilado por Engle y Danielsen (1995) sobre la posibilidad de tener proyectos políticos después de la identidad.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Danielsen, D. y Engle, K. (1995). After Identity. Nueva York: Routledge.

Henao, D. (2009). La sociología en Colombia. Recuperado de http://sociocolombia.blogspot.com/

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Jaramillo, I. C. (2012). Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales. Maguaré, 26(2), 267–271. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922

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[1]
Jaramillo, I.C. 2012. Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales. Maguaré. 26, 2 (jul. 2012), 267–271.

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(1)
Jaramillo, I. C. Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales. Maguaré 2012, 26, 267-271.

ABNT

JARAMILLO, I. C. Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales. Maguaré, [S. l.], v. 26, n. 2, p. 267–271, 2012. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922. Acesso em: 17 feb. 2025.

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Jaramillo, Isabel C. 2012. «Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales». Maguaré 26 (2):267-71. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922.

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Jaramillo, I. C. (2012) «Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales», Maguaré, 26(2), pp. 267–271. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922 (Accedido: 17 febrero 2025).

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[1]
I. C. Jaramillo, «Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales», Maguaré, vol. 26, n.º 2, pp. 267–271, jul. 2012.

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Jaramillo, I. C. «Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales». Maguaré, vol. 26, n.º 2, julio de 2012, pp. 267-71, https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922.

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Jaramillo, Isabel C. «Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales». Maguaré 26, no. 2 (julio 1, 2012): 267–271. Accedido febrero 17, 2025. https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922.

Vancouver

1.
Jaramillo IC. Luz Gabriela Arango y Mara Viveros (Eds.). El género: una categoría útil para las ciencias sociales. Maguaré [Internet]. 1 de julio de 2012 [citado 17 de febrero de 2025];26(2):267-71. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/view/37922

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