Materialismo y su relación con soledad y maquiavelismo

Materialism and its relation with loneliness and machiavellianism

Roberto Melipillán
Universidad del Desarrollo, Concepción, Chile
Félix Cova*
Universidad de Concepción, Chile
* Correspondencia: Roberto Melipillán: Facultad de Psicología, Ainavillo 456, Concepción, Chile. Teléfono: (41) 2268773.
E-mail: rmelipillan@udd.cl
Félix Cova: Dpto. de Psicología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, correo 3, Concepción, Chile. Teléfono: (41)203948. Fax: (41)210266.
Fecova@udec.cl

Recibido: 7 de abril del 2010 -Aceptado: 8 de junio del 2010


Resumen

Este estudio analizó la relación entre materialismo, soledad y maquiavelismo. La muestra estuvo compuesta por 248 trabajadores chilenos (135 mujeres y 113 varones) con edades comprendidas entre los 18 y 70 años. Los resultados de los análisis de regresión lineal múltiple jerárquica muestran que el materialismo presenta relaciones tanto con la soledad como con el maquiavelismo, aun cuando se controlan variables sociodemográficas. De acuerdo con lo hipotetizado, se observó que los participantes más materialistas se caracterizaron por presentar mayores niveles de soledad y maquiavelismo.

Palabras clave: maquiavelismo, materialismo, soledad.


Abstract

This research analyzes the relation between materialism, loneliness and machiavellianism. The sample was conformed by 248 workers (135 females and 113 males) whose ages ranged from 18 to 70 years old. A hierarchical multiple lineal regression shows that materialism had a relation with both loneliness and machiavellianism, even when socio-demographic variables are controlled. According to was hypothesized, more materialistic participants are characterized by higher levels of loneliness and machiavellianism.

Keywords: loneliness, machiavellianism, materialism.


Dentro de las conceptualizaciones que se han realizado del constructo materialismo, aquella que ha recibido mayor aceptación corresponde a la formulada por Richins y Dawson (1992), quienes lo conceptualizan como “un valor que guía las conductas y elecciones de las personas en una variedad de situaciones, incluyendo, pero no limitándose, al ámbito del consumo” (p. 307). En la formulación de estos autores, se destaca la idea de que el materialismo expresa la importancia que una persona “le asigna a las posesiones y a su adquisición, como una forma necesaria y deseable de conducta para lograr estados finales deseados, incluyendo la felicidad” (Richins & Dawson, 1992, p. 307). En su propuesta, estos autores señalan tres aspectos que definirían o se asociarían al materialismo. En primer lugar, la centralidad que adopta la adquisición de posesiones, en comparación con otras metas personales. En segundo lugar, se señala la importancia de la adquisición y tenencia de posesiones como medio para alcanzar la felicidad. En tercer lugar, se puede señalar el criterio empleado para la definición del éxito en la vida. Al respecto, se puede sostener que las personas materialistas tienen la tendencia a juzgar el éxito propio y el de los demás con base en la cuantía de dinero y posesiones de los que se dispone.

Una de las áreas de investigación que ha recibido mayor atención por parte de los investigadores interesados en el estudio del materialismo, lo constituye la comprensión de sus relaciones con indicadores de bienestar subjetivo y calidad de vida. Al respecto, se puede sostener que un creciente cuerpo de evidencias obtenidas en diferentes investigaciones muestra que aquellas personas que se orientan fuertemente hacia la obtención de dinero, posesiones, imagen y estatus tienden a reportar, sistemáticamente, menores niveles de bienestar (ahuvia & Wong, 1995, 2002; Belk, 1984, 1985; Kashdan & Breen, 2007; Kasser, Cohn, Kanner & Ryan, 2007; Kasser & Ryan, 1993; Richins, 1994).

Kasser y Ryan (1993), a partir de los resultados obtenidos en una muestra de estudiantes universitarios, concluyeron que aquellos participantes que valoraban en mayor medida el logro de éxito económico reportaron menores niveles de vitalidad y autoactualización, así como mayores niveles de depresión y ansiedad. De igual modo, al ser evaluados por clínicos entrenados, presentaban menores niveles de funcionamiento global y productividad social, y mayores síntomas de problemas conductuales.

En un estudio posterior, Kasser y Ryan (1996) replicaron en una muestra de adultos los hallazgos obtenidos en cuanto a la asociación negativa de materialismo y bienestar. Un resultado especialmente interesante fue la relación positiva detectada entre el reporte de síntomas físicos (dolores de cabeza, dolores de espalda, molestias musculares) y la valoración de metas materialistas. Resultados similares han sido reportados en muestras de estudiantes universitarios alemanes (Schmuck, Kasser & Ryan, 2000) y rusos (Ryan et al., 1999). Williams, Cox, Hedberg y Deci (2000) reportaron que los mayores niveles de materialismo se asociaban a un mayor involucramiento en consumo de cigarrillos, alcohol, marihuana y actividad sexual precoz.

Cohen y Cohen (2001) condujeron un estudio longitudinal en el que participaron 700 adolescentes y jóvenes de 12 a 20 años de edad. De los resultados obtenidos, se destaca el hecho de que los participantes que evidenciaban una fuerte orientación hacia valores materialistas tendían a mostrar una amplia diversidad de trastornos, tal como fueron evaluados por psicólogos clínicos empleando los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (DSM III–R). Específicamente, el grupo de adolescentes más materialistas evidenciaba una mayor probabilidad de: (a) presentar problemas de atención; (b) mostrar conductas y pensamientos inusuales, y (c) problemas con la expresión de emociones y el control de los impulsos.

Se han reportado menores niveles de satisfacción con la vida en aquellos participantes con mayores niveles de materialismo (Kasser & ahuvia, 2002; la Barbera & Gürhan, 1997; Richins & Dawson, 1992). Esta misma asociación negativa se ha replicado cuando se relacionan los niveles de materialismo con la satisfacción experimentada en dominios específicos de la vida tales como: (a) ingresos, (b) familia, (c) pareja, (d) amigos y (e) posesiones (ahuvia & Wong, 1995, 2002; Keng, Jung, Jiuan & Wirtz, 2000; Richins & Dawson, 1992). Esta asociación negativa entre materialismo y bienestar ha sido observada en otras investigaciones (Mehta & Keng, 1985; Saunders & Munro, 2000; Swinyard, Kau & Phua, 2001, 2002), aun cuando se controlan variables sociodemográficas tales como el género, la edad y el nivel socioeconómico de los participantes (Ryan & Dziurawiec, 2001).

Un área que ha recibido una menor atención, en cuanto a las consecuencias postuladas para el materialismo, corresponde a sus posibles conexiones con las diferentes características de las relaciones interpersonales que exhibirían sujetos con distintos niveles de materialismo.

Solberg, Diener y robinson (2004) concluyeron que aquellos participantes que obtuvieron altos puntajes de materialismo se caracterizaban por presentar familiares y amigos que evaluaban la calidad de su relación como poco satisfactoria. Por su parte, Cohen y Cohen (2001) observaron que aquellos adolescentes y jóvenes que evidenciaban una fuerte orientación hacia valores materialistas, tendían a caracterizarse, en mayor medida que los menos materialistas, por: (a) aislarse socialmente; (b) pensar que los otros tienen intenciones perjudiciales; (c) ser muy dependientes o muy evitativos de los otros, y (d) mostrar un estilo de relación pasivo-agresivo hacia los demás.

Richins y Dawson (1992) condujeron un estudio en el que solicitaron a los participantes que imaginaran que repentinamente obtenían una cantidad importante de dinero. A continuación, se les ofrecieron seis alternativas posibles a las cuales podían destinar dicho dinero y se les pidió que señalaran qué cantidad estarían dispuestos a gastar en cada alternativa. Los resultados mostraron que las personas más materialistas manifestaban una menor disposición a asignar dinero a obras de caridad, así como a compartir el dinero con amigos o parientes. Por su parte, Hendrickson y Morrisette (1992), al analizar la relación entre materialismo y voluntariado, observaron que los participantes que puntuaban más alto en una escala de materialismo se mostraban menos dispuestos a dedicar tiempo a actividades tales como “trabajar en proyectos comunitarios” o “ser miembro de una organización de ayuda”. En una veta similar, se ha reportado que aquellas personas que puntúan más alto en medidas de materialismo tendían a asignarle menor importancia a valores colectivos (importancia de la comunidad, importancia de la familia, importancia de la religión) (Burroughs & rindfleisch, 2002).

No obstante los resultados anteriores, trabajando con una muestra de estudiantes universitarios de Nueva Zelandia, Williams y Bryce (1992) no encontraron evidencia que apoyara la relación negativa hipotetizada entre conducta de ayuda y materialismo. De igual modo, tampoco recibió apoyo la hipótesis de que los estudiantes más egoístas, comparados con los estudiantes menos egoístas, presentarán mayores niveles de materialismo.

En un estudio con adolescentes se indagó la relación entre los niveles de materialismo y la atribución de causas para el desempleo y la pobreza (Flanagan & Jenkins, 1999). Los resultados mostraron que los adolescentes más materialistas tendían a atribuir en mayor medida la causa de estas condiciones a los propios individuos (por ejemplo, “los desempleados no intentan buscar trabajos”, “las personas son pobres porque tienen problemas con el manejo de su dinero”), mientras que los adolescentes menos materialistas atribuían estas situaciones en mayor grado a factores sociales (por ejemplo, “las malas políticas del gobierno”, “las personas no tienen trabajo porque las empresas se están trasladando a otros lugares”). Muncy y eastman (1998) condujeron una investigación con el propósito de explorar la relación entre los niveles de materialismo exhibidos por estudiantes de carreras de negocios y sus creencias éticas. Los resultados del estudio mostraron que aquellos estudiantes que exhibían mayores niveles de materialismo exhibían, al mismo tiempo, menores estándares éticos.

Finalmente, cabe mencionar en esta línea de investigación sobre la relación entre materialismo y actitudes y valores prosociales un estudio particularmente interesante llevado a cabo por Sheldon, Sheldon y osbaldiston (2000). En su investigación, dichos autores solicitaron a estudiantes que contactaran a tres amigos/as para participar en una tarea en la cual podrían obtener como beneficio entradas para el cine. La tarea asignada consistía en elegir para cada una de cinco actividades posibles la forma en que preferían abordarla: (a) cooperando con los otros tres miembros de su grupo (lo cual permitía obtener el máximo beneficio grupal) y (b) actuando sin cooperar con los otros miembros del grupo (lo cual permitía obtener el máximo beneficio individual, a costa de una disminución en los beneficios de los restantes miembros del grupo). El estudio se llevó a cabo implementando una modalidad del dilema del prisionero, por lo que cada uno de los integrantes del grupo realizó la tarea en completo desconocimiento de las decisiones adoptadas por los restantes miembros de su grupo. Al analizar los resultados del estudio, se observó que los participantes más materialistas tendieron a seleccionar con mayor frecuencia la opción que les permitía obtener el mayor puntaje individual, aun cuando esta opción generaba un perjuicio para los restantes miembros de su grupo.

En línea con los hallazgos de la mayoría de las investigaciones antes reportadas, en el presente estudio indagamos en torno a la existencia de una relación negativa entre el materialismo y las características de las relaciones interpersonales, actitudes y valores prosociales (Kasser et al., 2007).

La primera hipótesis del estudio plantea que las personas con mayores niveles de materialismo, dada la menor importancia asignada al establecimiento de relaciones interpersonales satisfactorias, mostrarán un menor involucra-miento y esfuerzo en la construcción de una red social caracterizada por grados importantes de intimidad y cercanía. Como consecuencia de lo anterior, las personas materialistas deberían experimentar mayores sentimientos de soledad, es decir, mayores niveles de insatisfacción con la calidad y cantidad de sus relaciones interpersonales (Cacioppo & William, 2009).

La segunda hipótesis del estudio plantea que las personas más materialistas, dada la menor importancia que le atribuyen a las metas de naturaleza prosocial, al momento de establecer relaciones interpersonales, tenderían a instrumentalizar dichas relaciones con miras a lograr sus metas más anheladas de éxito económico, apariencia física y estatus social. Se espera, entonces, que la percepción que las personas más materialistas desarrollen de los otros tienda a adoptar la forma, ya sea de “medios”, o bien de “obstáculos” para el logro de sus propias metas y, en consecuencia, las personas materialistas deberían evidenciar actitudes más negativas hacia los otros. Estas características se corresponden con lo que diversos autores han conceptualizado en el constructo maquiavelismo, que correspondería a la tendencia de las personas a mostrarse desconfiadas, egoístas y manipuladoras de los otros (Dahling, Whitaker & levy, 2009). Por lo anterior, planteamos que las personas que evidencien mayores niveles de materialismo se caracterizarán por exhibir mayores niveles de maquiavelismo.

Método

Participantes

El número de personas que participaron en el estudio correspondió a 248 trabajadores, seleccionados mediante un muestreo no probabilístico por accesibilidad a diversas empresas y organizaciones de diferentes comunas de la región del Biobío (Chile). El rango de edad de los participantes varió entre los 18 y los 70 años, con un promedio de 37.52 años (DE = 12.01). De estos, el 54.4% (n = 135) eran mujeres, mientras que el 45.6% (n = 113) eran hombres.

Instrumentos

Se empleó un cuestionario de antecedentes sociodemográficos en el que se consultaba sobre las siguientes variables: edad, género, ingreso y escolaridad; así como las escalas que se describen a continuación.

Escala de Materialismo Abreviada. Este instrumento es una revisión elaborada por Richins (2004) de la escala de materialismo original desarrollada por Richins y Dawson (1992). Esta versión abreviada está formada por 15 ítems con cinco alternativas de respuestas cada uno (1 = muy en desacuerdo a 5 = muy de acuerdo), que indagan sobre tres aspectos considerados distintivos de una persona materialista: (a) el uso de las posesiones como indicadores del éxito en la vida; (b) la importancia atribuida a la adquisición y posesión de bienes, y (c) la creencia de que las posesiones son necesarias para el logro de la felicidad personal.

Debido a la baja capacidad discriminativa que mostró uno de los ítems en la presente investigación, la escala definitiva quedó conformada por catorce ítems. En cuanto a los antecedentes de validez de la escala en población chilena, esta ha mostrado correlaciones significativas positivas con actitudes hacia el dinero y metas materialistas (Melipillán, 2007). La confiabilidad de la escala obtenida en el presente estudio correspondió a un valor de .81 en el coeficiente alfa de Cronbach.

Escala de Soledad UCLA-III. Esta escala solicita a los participantes que indiquen con qué frecuencia se han sentido de la forma descrita por cada uno de los veinte ítems que la componen. El contenido de los ítems indaga sobre los sentimientos asociados al tipo de relaciones que se establecen con las otras personas. El formato de respuesta es de tipo likert con cuatro alternativas (1 = nunca a 4 = siempre) (russell, 1996). En cuanto a los antecedentes de validez de la escala en población chilena, esta ha mostrado correlaciones significativas negativas con apoyo social y positivas con depresión (Grant, Sáenz & Sifri, 2009). En la presente investigación, esta escala alcanzó una confiabilidad con base en el coeficiente alfa de Cronbach de .90.

Escala de Maquiavelismo MACH IV. Es una escala tipo likert, compuesta de veinte ítems con cinco alternativas de respuesta cada uno (1 = muy en desacuerdo a 5 = muy de acuerdo) (Corral & Calvete, 2000). El contenido de los ítems apunta a evaluar la existencia de desconfianza en la relación con los otros; de cinismo, entendido como sostener opiniones en las que no se cree con objetivos manipulatorios, y de una disposición a realizar conductas en beneficio personal sin considerar su perjuicio a los demás. En cuanto a los antecedentes de validez de la escala, en una aplicación piloto realizada por uno de los autores del presente estudio, la escala mostró correlaciones significativas negativas con confianza social y disposición al voluntariado. Sin embargo, dada la baja confiabilidad observada en dicho estudio (coeficiente alfa de Cronbach de .59) en la presente investigación, se procedió a seleccionar para su aplicación un subconjunto de 10 de los ítems originales, empleando como criterios de selección su mayor facilidad de comprensión y que mostraran mayores valores en las correlaciones ítem-total corregido. En la presente investigación, esta escala de 10 items alcanzó una confiabilidad con base en el coeficiente alfa de Cronbach de .64.

Procedimiento

La aplicación de los instrumentos se llevó a cabo de forma grupal en los mismos lugares de trabajo de los participantes en el estudio.

Previo a que los participantes completaran los instrumentos, se procedió a obtener su consentimiento informado, expreso y por escrito.

Análisis de datos

Antes de la realización de los análisis directamente relacionados con las hipótesis del estudio, se procedió al análisis exploratorio/descriptivo con el objeto de identificar las características de distribución de las diversas variables bajo estudio, presencia de valores atípicos, determinación de estadísticos de tendencia central y variabilidad. Como criterio para determinar la significación estadística de los resultados, se empleó el valor α = .05.

Resultados

Inicialmente, se procedió a analizar las características distribucionales de las variables materialismo, soledad y maquiavelismo. Los resultados mostraron que las tres variables exhibían una distribución normal. En la tabla 1 se presentan los estadísticos de tendencia central, variabilidad y forma de dichas variables.

 

Para determinar el grado de relación bivariado entre materialismo y las variables soledad y maquiavelismo, se procedió a calcular el coeficiente de correlación producto-momento de Pearson. Los resultados obtenidos indicaron que aquellos participantes que presentaron mayores niveles de materialismo se caracterizaban por exhibir mayores niveles de soledad, r(246) = .29, p < .001, así como mayores niveles de maquiavelismo, r(246) = .43, p < .001.

Si bien estos resultados proporcionan evidencia que apoyan las hipótesis del presente estudio, no permiten eliminar el posible efecto de factores de confusión, en particular, el posible efecto de variables sociodemográficas. Debido a ello, se complementó el análisis bivariado recién expuesto, con la realización de dos análisis de regresión lineal múltiple jerárquica, en las que se analizó la relación de las variables soledad y maquiavelismo (ingresadas como variables criterio) con la variable materialismo (ingresada como predictor), controlando el efecto de variables sociodemográficas.

En los dos análisis de regresión lineal múltiple jerárquica, en el paso 1 se introdujeron las variables sociodemográficas: edad, género (codificada: 0 = masculino y 1 = femenino), escolaridad e ingreso, mientras que en el paso 2 se introdujo la variable principal del estudio: materialismo. La tabla 2 muestra los resultados correspondientes a la regresión lineal múltiple jerárquica empleando como variable criterio los puntajes de soledad. Se muestran en la tabla el intercepto y los coeficientes de regresión no estandarizados (B), el error estándar (EE), los coeficientes de regresión estandarizados (β), las correlaciones semiparciales al cuadrado (sr2), R, R2 y R2 ajustado obtenidos luego del ingreso de todos los predictores al modelo.

 

Como se observa en la tabla 2, el ingreso de las variables sociodemográficas en el primer paso no contribuyó de manera significativa a la predicción de los puntajes de la variable soledad, ΔR2 = .03, Finc(4, 242) = 1.91, p > .05. Al incorporar en el paso 2 la variable materialismo al modelo inicial, se observa un ΔR2 = .08, Finc(1, 242) = 20.59, p < .001. De este modo, la inclusión de la variable materialismo resulta en un incremento estadísticamente significativo, t(243) = 4.54, p < .001, del 8% en la capacidad explicativa de la variabilidad de los puntajes de soledad. Específicamente, se observa que aquellas personas que exhiben mayores niveles de materialismo tienden a presentar mayores niveles de soledad (β = .28, sr2 = .08). En consecuencia, estos resultados constituyen un apoyo a la primera hipótesis del presente estudio.

Finalmente, la tabla 3 presenta los resultados correspondientes a la regresión lineal múltiple jerárquica empleando como variable criterio los puntajes de maquiavelismo.

 

Los resultados presentados en la tabla 3 muestran que el coeficiente R resultó estadísticamente diferente de cero al final de cada paso. Después del paso 1, tras el ingreso de las variables sociodemográficas al modelo, ΔR2 = .07, Finc(4, 242) = 4.80, p < .001. Después del paso 2, al ingresar al modelo la variable materialismo se observa un ΔR2 = .16, Finc(1, 242) = 50.84, p < .001. De este modo, el ingreso de la variable materialismo al modelo que ya contiene las variables sociodemográficas, contribuye a la explicación de un 16% adicional en la variabilidad de los puntajes de maquiavelismo. Finalmente, al considerar la capacidad explicativa global del modelo final, se observa un R2 = .23, F(5, 242) = 14.80, p < .001, con un valor R2 ajustado de .22, lo cual indica que aproximadamente el 22% de la variabilidad de los puntajes de maquiavelismo son predichos por el conjunto de predictores.

Al analizar el grupo de variables sociodemográficas, se observa que solo la escolaridad muestra una relación significativa con la variable criterio, t(243) = -2.46, p < .05; las personas con menor escolaridad tendieron a presentar mayores niveles de maquiavelismo (β = -.15, sr2 = .02). Junto a la escolaridad, también se aprecia una relación significativa por parte del materialismo, t(243) = 7.13, p < .001. Al analizar la forma de dicha relación, se observa que aquellas personas que exhibieron mayores niveles de materialismo presentaron mayores niveles de maquiavelismo (β = .41, sr2 = .16). En consecuencia, estos resultados constituyen un apoyo a la segunda hipótesis del presente estudio.

Discusión

El conjunto de resultados obtenidos constituye un claro apoyo a las hipótesis formuladas en la presente investigación.

En primer lugar, se observa que las personas más materialistas se caracterizaron por presentar mayores puntajes en la escala de soledad. De este modo, en la medida en que una persona dedique sus esfuerzos y energías, fundamentalmente, a la adquisición de dinero y posesiones, en esa misma medida dicha persona disminuye sus posibilidades de dirigir sus esfuerzos y energías hacia el establecimiento de relaciones interpersonales significativas (Kasser, 2002; Solberg et al., 2004), disminuyendo, en consecuencia, la posibilidad de acceder a las gratificaciones que las experiencias ligadas a la interacción afectiva con otros pudieran proporcionar, e incrementando, en consecuencia, su sentimiento de soledad.

Un segundo resultado de interés del presente estudio se relaciona con que las personas más materialistas presentaron mayores niveles de maquiavelismo, lo cual resulta concordante con los resultados arrojados en otras investigaciones (Burroughs & rindfleisch, 2002; Cohen & Cohen, 2001; Kasser, 2002; Solberg et al., 2004) que indican una mayor desconfianza en los demás de las personas con valores materialistas, y una mayor disposición a establecer relaciones sociales instrumentales priorizando los propios objetivos personales. Ello es concordante con un mayor sentimiento de soledad derivado de una menor atención y cuidado a los vínculos con los otros.

Como hipótesis explicativa de la relación observada entre materialismo y maquiavelismo, se podría plantear que, para las personas fuertemente materialistas, la gratificación asociada a las metas de dinero, bienes, popularidad y apariencia física estaría condicionada, en gran medida, por los niveles de “exclusividad” en cuanto a su posesión. Esto es, la valoración otorgada a este tipo de metas sería el resultado de su percepción como “bienes escasos”. En consecuencia, la obtención de estas metas por parte de una persona fuertemente materialista implica entrar en una lógica de competencia con las otras personas por su adquisición.

En concordancia con esta interpretación se pueden mencionar los resultados del estudio realizado por Sheldon et al. (2000), en el que se pudo observar que los participantes más materialistas se caracterizaban por privilegiar su interés personal aun cuando esto perjudicaba las opciones de éxito de los integrantes de su grupo social cercano. De este modo, se podría sostener que las personas más materialistas se verían a sí mismas participando en un tipo de juego de “suma cero”, en el que el “ganador” se lleva todo y el “perdedor” nada. Debido a ello, a las personas más materialistas se les haría más difícil cultivar relaciones interpersonales adecuadas.

En cuanto a la relevancia de estos hallazgos, se puede mencionar el hecho de que replican, en el contexto de un país en vías de desarrollo, resultados similares obtenidos en investigaciones llevadas a cabo en países desarrollados, contribuyendo de este modo a proporcionar evidencia transcultural de los efectos negativos asociados al mayor énfasis otorgado a la prosecución de valores materialistas por contraposición a valores no materialistas.

Ahora bien, los hallazgos recién descritos deben ser evaluados en el marco de ciertas limitaciones del presente estudio. En primer lugar, si bien el tamaño de la muestra es similar al empleado en otras investigaciones que han abordado la temática del materialismo, su naturaleza no probabilística sugiere tomar con cautela la generalización de los resultados observados a la población más amplia. En segundo lugar, la naturaleza correlacional del diseño de investigación empleado no permite aseverar de manera concluyente la dirección causal de las relaciones identificadas en la presente investigación. Si bien, en la perspectiva de los autores de este trabajo, son los mayores niveles de materialismo los que explicarían los mayores niveles de soledad y maquiavelismo, puede resultar igualmente plausible que la dirección de la relación sea en sentido opuesto.

Finalmente, a partir de los hallazgos obtenidos en la presente investigación, se sugiere seguir avanzando en futuras investigaciones con el fin de proporcionar un mayor conocimiento de las relaciones en las que participa el materialismo. En relación con este punto, y con el propósito de dar cuenta de una de las limitaciones reportadas en esta investigación, se sugiere abordar las hipótesis de este estudio, ya sea mediante diseños longitudinales o experimentales, al objeto de proporcionar evidencia más concluyente en cuanto a la naturaleza causal del materialismo como antecedente de las variables soledad y maquiavelismo. Otra línea de investigación que se desprende naturalmente de los resultados observados corresponde a la relación negativa que el materialismo debiera exhibir con características de las relaciones interpersonales y, en un plano más general, con el bienestar de las comunidades en las que las personas se desenvuelven.


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