Revista Facultad Nacional de Agronomía Medellín
0304-2847
2248-7026
Facultad de Ciencias Agrarias - Universidad Nacional de Colombia
https://doi.org/

Una historia de compromiso con la agricultura y el saber: más de un siglo cultivando saberes entre surcos y letras, en los 111 años de la Facultad de Ciencias Agrarias y los 85 años de su Revista

A History of Commitment to Agriculture and Knowledge: Over a Century of Cultivating Wisdom Among Furrows and Letters, Celebrating 111 Years of the Faculty of Agrarian Sciences and 85 Years of Its Journal

O. Córdoba Gaona,

Decano, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, ojcordobag@unal.edu.co Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Agrarias Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín Colombia

La historia de la Facultad de Ciencias Agrarias es una narración de esfuerzo colectivo, visión educativa y contribución constante al desarrollo agrícola de Colombia. Sus raíces se remontan a la creación de la Escuela de Agricultura Tropical y Veterinaria, establecida mediante la Ordenanza N° 11 de la Asamblea Departamental de Antioquia el 23 de marzo de 1914. Esta institución nació de la convicción de que la agricultura constituía la base del progreso genuino de la nación, respondiendo al llamado de modernizar los métodos agrícolas y formar profesionales comprometidos con la transformación del campo.

La apertura oficial de la Escuela se llevó a cabo el 10 de octubre de 1916, iniciando labores con 104 estudiantes matriculados. Esta cifra pronto descendió a 84, reflejando las dificultades iniciales de consolidar una oferta educativa sólida y atractiva en un contexto social donde la migración hacia profesiones "de guante blanco" era una tendencia marcada. A pesar de ello, la Escuela mantuvo su propósito firme: formar profesionales capaces de extraer del suelo colombiano toda su riqueza mediante el empleo de los modernos procedimientos de la ciencia agrícola, como lo expresó el diario El Colombiano en su edición del 7 de octubre de 1916.

El espíritu de la Escuela no tardó en traducirse en iniciativas estudiantiles. En 1920, surgió el primer número de El Agrónomo, una revista dirigida por los propios alumnos, entre ellos Juvenal Posada, que reflejaba el entusiasmo académico y la necesidad de crear espacios de divulgación científica.

El año de 1926 marcó un punto de inflexión con la propuesta de reorganización liderada por el científico puertorriqueño Carlos Chardón, se impulsó un proyecto de desarrollo agrícola que incluía la compra de una nueva propiedad para la Escuela y la construcción de un edificio moderno, adecuado a las necesidades de la enseñanza agrícola contemporánea. La búsqueda de nuevos terrenos, que se extendió desde Itagüí hasta Girardota, y la activa participación de la Escuela en eventos como la Exposición Agropecuaria de Medellín, evidenciaron el esfuerzo por consolidar una infraestructura física y académica acorde con sus ideales de excelencia. Paralelamente, se cedieron terrenos de la Granja de Fontidueño para la creación de la Colonia Agrícola de la Casa de Menores, reafirmando el compromiso social de la institución.

El periodo de la denominada "Misión Chardón" en 1927 puso en evidencia una reflexión crucial sobre las tendencias sociales: el abandono del campo por parte de la juventud, en busca de profesiones urbanas consideradas más prestigiosas. La Escuela, no obstante, persistió en su misión de dignificar las labores agrícolas, destacando su valor fundamental para el progreso colectivo.

Los años treinta trajeron nuevos desafíos. En 1930, la Escuela debió cambiar de sede, abandonando la propiedad de Joaquín Santamaría y realizando los arreglos pertinentes para su devolución. Este mismo año, se incorporaron técnicos expertos internacionales quienes contribuyeron a fortalecer las capacidades técnicas de la Escuela. Sin embargo, las dificultades presupuestales obligaron en 1931 a sustituirlos por profesionales nacionales formados en la propia institución, como Francisco Luis Gallego y Ramón Mejía Franco.

La consolidación académica de la Escuela se vio reflejada en 1934 con su anexión a la Universidad de Antioquia mediante la Ordenanza N° 34 de la Asamblea Departamental. Esta incorporación significó un respaldo institucional y financiero que permitió a la Escuela y a la Estación Experimental Tulio Ospina articularse de manera más eficiente con otros programas de la Universidad, enriqueciendo su capacidad de investigación y formación.

En 1937, el proceso de expansión educativa alcanzó una dimensión nacional. La incorporación del Instituto Agrícola Nacional a la Universidad Nacional de Colombia, donde se convirtió en la primera Facultad de presencia nacional, sentó las bases de un sistema de educación agronómica de amplio alcance, que trascendía las fronteras departamentales.

El entusiasmo y la inquietud científica de los estudiantes no se detuvieron. En 1939, José Vicente Lafaurie Acosta y Jesús Atehortúa propusieron la creación de una revista científica que sirviera como órgano de divulgación académica de la Escuela. Esta iniciativa se concretó en 1940 con la fundación de la Revista Facultad Nacional de Agronomía, bajo la dirección de los mismos estudiantes.

La revista nació con el propósito de ser un vehículo de comunicación científica, reflejando el quehacer investigativo y académico de la Facultad. Desde sus primeros números, se caracterizó por su rigor técnico y su enfoque en problemáticas agrícolas relevantes para el país, contribuyendo significativamente a la consolidación de una cultura científica en el sector agrario.

Este recorrido histórico desde 1914 hasta 1940 no solo da cuenta de la evolución institucional de la actual Facultad de Ciencias Agrarias, sino que también ilustra un esfuerzo constante por responder a las necesidades del país, formar profesionales de excelencia, impulsar la investigación y promover el desarrollo rural. La creación de la Revista Facultad Nacional de Agronomía representa el cierre de una etapa de maduración institucional y el inicio de una nueva era en la divulgación del conocimiento agrícola en Colombia.

Hoy, al rememorar estos primeros pasos, se reafirma el compromiso de la Facultad y su revista con la construcción de una sociedad más justa, próspera y sustentable, enraizada en el conocimiento y la innovación agropecuaria.