Relaciones y divergencias entre los estudios ambientales y los estudios
urbanos
M.
Gonzalo Andrade-C.
Magíster en Biología
de la Universidad
Nacional de Colombia,
profesor asociado y
director del Instituto
de Ciencias Naturales
de la misma
universidad. Colombia, Bogotá.
Correo
electrónico: mgandradec@unal.edu.co
En
esta nueva edición
de la Revista
Ciudades, Estados y
Política, del Instituto
de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de
Colombia, se presentan artículos
que se enmarcan
en las relaciones
y las divergencias
entre los estudios
ambientales y los
estudios urbanos, por lo
que se desarrollan temas como los procesos de cambio de las coberturas
vegetales sobre la cuenca alta del río Bogotá, la renovación urbana y
desterritorialización, el modelo
para medir la
incidencia de las
formas de apropiación
del territorio en
la transformación del
espacio construido en sectores de
origen informal, una caracterización
de los predios
del borde urbano-rural
de Bogotá, políticas
de regularización de
asentamientos informales en
los gobiernos urbanos de América Latina y una reseña sobre
la ciudad hispana en la primera globalización.
Lo ambiental y lo urbano deben estar
articulados con la Estructura Ecológica Principal (EEP), que no es un concepto
de las ciencias naturales, sino una
decisión social sobre
una forma de
manejar el territorio con objetivos específicos. Si bien su definición
específica en un territorio requiere de
un sustento científico,
su diseño rebasa el alcance de la ciencia.
La EEP representa la
llegada del concepto
de fragmentación-conectividad a
la planificación territorial
municipal. Es un instrumento de
gestión originalmente definido
para la biodiversidad, y solo de manera posterior fue
extendido hacia la conectividad funcional de los servicios ecosistémicos. Sin
embargo, tiene una limitación dado que las acciones de gestión de la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos no coinciden siempre teórica y
metodológica-mente, porque en cualquier discusión
sobre conectividad se
impone responder qué
es lo que se desea conectar y con qué fin.
La EPP tiene
objetivos múltiples, pero
no resuelve todo. Es necesario asociarla
con objetivos específicos relacionados con los atributos sociales y
ecológicos que se
desean mantener o
mejorar en el
territorio, con indicadores
de seguimiento. Se trata
de un instrumento
fundamental en la
ordenación del territorio,
pero en su implementación se perciben
limitaciones o vacíos institucionales, en
especial, aquellos que
tienen que ver
con la gestión
de las áreas
protegidas o especiales en las ciudades y en sus entornos rurales.
La concentración de la población ha
llevado a que se generen grandes aglomeraciones urbanas. El reto es crear
ciudades sostenibles, pero es
importante decir que
una ciudad no
puede ser sostenible
si el territorio
donde se asienta
no es sostenible y eso implica que esas grandes concentraciones de población
generen impactos ambientales muy fuertes sobre el agua, el aire y sobre la
biodiversidad, por lo que tenemos que entender el territorio como una unidad
que tiene componentes urbanos y rurales interdependientes en los cuales la
relación urbana con el entorno es una relación de dependencia.
En
Colombia, adolecemos
de una visión
regional para afrontar los temas de planificación territorial y de
buscar la sostenibilidad del territorio. Debemos tener en cuenta la necesidad
de ver el desarrollo municipal, el desarrollo urbano, el desarrollo
territorial, con una perspectiva regional, con el propósito de poder construir
territorios sostenibles, entendiendo que hay una relación simbiótica entre lo
urbano y lo rural y que esa relación
tiene que ser respetuosa del medio ambiente, de las obligaciones de las
ciudades con respecto al territorio,
por lo que
tenemos que respetar el entorno en el que se ubica la
ciudad si queremos que esta sea sostenible.
El número que tiene en sus manos de la Revista
Ciudades, Estados y Política presenta
tres artículos de
investigación, un artículo
de reflexión, un
ensayo y una
reseña. En el
primer artículo de
investigación, titulado Identificación y cuantificación de los
procesos de cambio
de las coberturas
sobre el territorio de la cuenca alta del río Bogotá,
entre 1977 y 2015, Sandra Pilar Cortés Sánchez, máster en Planificación
Territorial y Gestión Ambiental de la Universidad de Barcelona, España,
mediante la interpretación visual de imágenes de satélite de la cuenca alta del
río Bogotá, identificó unidades de cobertura vegetal y analizó su cambio en un
periodo de 38 años. La investigadora cuantificó los procesos; calculó las tasas
de cambio, de deforestación y de pérdida de coberturas vegetales naturales.
Como resultado, obtuvo que para el periodo de t1 (1977) a t2 (2015) el 70,54 %
del territorio está transformado, el 1,93 % está alterado, el 0.53 % está en degradación y el 26,72 % presenta
aún conservación de
áreas naturales. Para dicho
lapso, las coberturas
de bosques naturales disminuyeron cerca de 38.681,39 ha,
siendo la cobertura que más pérdida muestra en la región,
seguida por matorrales
y vegetación subxerófita. Además,
encontró que la
tasa de deforestación
de bosques nativos
de acuerdo con el cálculo entre t1 y t2 en la cuenca
alta del río Bogotá es de -1,54 %. La
deforestación total anual promedio en el periodo de 38 años fue de 1.017,93
ha/año para el bosque nativo. La tasa de pérdida de vegetación de páramo es de
-0,16 %. Son
los matorrales y vegetación subxerófita los que tienen mayores
valores de pérdida
en sus coberturas
con un valor
de -3,03 %
y -1,56 %,
respectivamente.
En el segundo artículo de
investigación, Pedro Enrique Palacios Roberto, magíster en Geografía de la
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, presenta su trabajo sobre
Renovación urbana y desterritorialización. Análisis del Plan Parcial Estación
Central Bogotá, donde sostiene que el deterioro físico, económico y social de
las áreas centrales de las ciudades es consecuencia de la dinámica urbana y de
la poca inversión, aunado a ello, los procesos de densificación que buscan
configurar ciudades compactas, competentes y acordes con las dinámicas de la
globalización. El autor indica, además, que la Renovación Urbana (RU) es una
herramienta pertinente para mitigar los aspectos negativos y potencializar las
ciudades. Describe que la RU inicia con el desplazamiento de grupos
de habitantes que
ocupan el lugar
a intervenir ‘segregación
urbana’, para posteriormente emprender
con los cambios
físicos de inmuebles,
infraestructura, el uso del suelo y
el paisaje urbano,
sin que sea
una prioridad que los ocupantes se mantengan o retornen al
sitio después de
intervenido. La metodología utilizada
en el trabajo
incluyó variables cuantitativas y cualitativas que permitieron
analizar la medida en que la segregación socioespacial y la
desterritorialización son consecuencias de la renovación urbana,
teniendo como referencia
el Plan Parcial
de Renovación Urbana
Estación Central Bogotá.
El período de
estudio fue durante el 2008 y mediados de 2015. Palacios
se basó en la caracterización y análisis de variables como la
ocupación del suelo,
la densificación poblacional,
la tenencia de
la tierra, el
valor del suelo, la morfología
urbana, la complejidad urbana y la cohesión social, lo que le permitió obtener
indicadores de ocupación e intensidad en consumo
del uso del
suelo, gentrificación, líneas
de fuga y de segregación
socioespacial que permitieron evidenciar un incremento en la
densidad poblacional y en el valor del suelo, además de
una baja densidad
de la vivienda
y fraccionamiento social, configurando
en dicho espacio una palpable segregación
socioespacial y aportando importantes elementos que contribuyen a dar respuesta
al problema de investigación.
La
sección de
investigación cierra con el artículo Modelo para medir la incidencia de
las formas de apropiación del
territorio en la
transformación del espacio construido en sectores de origen
informal, trabajo realizado por Oscar Francisco Benavides Acosta, magíster en
Geomática de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. La investigación
analizó la incidencia que tienen las formas de apropiación del territorio en
el grado de
transformación urbana desde las
relaciones de poder que tejen las comunidades en barrios de origen informal. El
objetivo del trabajo fue proponer un modelo de incidencia entre
las transformaciones del
espacio construido y las formas de apropiación del territorio. El autor
aplicó técnicas combina-das de análisis espacial y métodos estadísticos para
datos espaciales con el fin de identificar si existe algún tipo de
interrelación espacial entre las variables. El sector de estudio fue la unidad de planeamiento zonal
69 de Ciudad
Bolívar, localidad de Bogotá, con
marcada presencia de asentamientos informales. Benavides indica que el modelo
de dependencia espacial logra medir la incidencia de las formas de apropiación
territorial sobre la transformación del espacio construido, identificando las
variables que caracterizan las formas de apropiación territorial y su nivel de
incidencia positiva o negativa acorde a la lógica instaurada en el discurso de
la organización social.
En la Sección de Reflexiones, Carlos
Alberto Rodríguez Beltrán, magíster en Geografía de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia y del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC,
presenta Una caracterización de los predios del borde urbano-rural de Bogotá
D. C., desde sus variables catastrales.
A través del análisis de la información de la base catastral con corte al año
2015 de 73.868 predios ubicados en un buffer de 400 metros, 200 metros a cada
lado de la línea de borde de la ciudad. El trabajo tuvo como objetivo
caracterizar los predios del borde urbano-rural de Bogotá D. C. El investigador aplicó a cada uno de los
predios 23 variables (10 continuas y 13 categóricas), y mediante un análisis
multivariado examinó las relaciones de las variables con la reglamentación del
uso del suelo. Entre los principales resulta-dos, el autor evidencia que los
predios rurales ubicados en el borde urbano-rural son cada vez más urbanos como
consecuencia del tamaño,
del valor del metro cuadrado del terreno, de su área construida o la
afectación por amenazas de remoción
en masa, situación
que se evidencia
especialmente en las localidades de Usme, Ciudad Bolívar, Suba, Bosa y
Usaquén. En conclusión, el magíster en geografía afirma que el avance de las
características urbanas sobre el territorio rural de Bogotá es una realidad,
dice que se comprueba porque las variables catastrales esperadas en los predios
rurales adquieren características urbanas justo en las áreas de contacto,
situación que no solo transforma el territorio, sino que consume los espacios rurales
e introduce nuevos
usos propios de
las ciudades, justo
en las zonas
de contacto. Finalmente, el
investigador reflexiona sobre la necesidad de tener un instrumento de
planeación para las áreas de borde urbano-rural.
Además de los trabajos derivados de
ejercicios de investigación, la Revista comparte con sus lectores el ensayo Políticas
de regularización de asentamientos informales en los gobiernos urbanos de
Bogotá, Brasilia y Buenos Aires, el cual presenta una posición personal,
original e inédita, que indaga sobre ¿cómo la estructura del gobierno
metropolitano incidió en las políticas de regularización de asentamientos
informales en Bogotá, Brasilia y Buenos Aires en la última década? Sus autores,
Angélica Moreno Calderón, candidata a magíster en Estudios Urbanos de FLACSO,
Quito, Ecuador, y Nicolás Garzón Rodríguez, también candidato a magíster en
Política Científica y Tecnológica de Universidad de Estadual de Campinas, UNICAMP,
São Paulo, Brasil, plantean la hipótesis de que la fragmentación
de las formas
de gobierno urbano
en las tres
áreas metropolitanas ha
incrementado un déficit de ciudadanía en los asentamientos informales,
en la medida que se profundiza el proceso de segregación urbana y la falta de
acceso a servicios y bienes públicos. Al lado de ello, los ensayistas sostienen
que las políticas
públicas frente a
la ciudad informal generan formas fragmentadas de
gobierno metropolitano, que de cierta forma impiden una amplia articulación de
los diferentes niveles de gobierno para tratar los asentamientos informales
como problemas metropolitanos. Así, hay una ruptura entre
Buenos Aires y
los municipios vecinos de la Provincia, mientras que en
Bogotá se impone la primacía de la capital y un proceso de integración
regional, y no
metropolitano, hecho que
impide el papel
dominante de los
gobiernos municipales; por su parte, Brasilia ha formalizado un gobierno
metropolitano, pero el poder político y administrativo se concentra en la
ciudad central. Este escenario profundiza la segregación de los habitantes de
asentamientos informales en áreas metropolitanas de las ciudades estudiadas.
La Revista cierra con la reseña del
libro Extremo Occidente. Ensayos sobre la ciudad hispana en la primera
globalización (2016), de autoría de Manuel Lucena
Giraldo, doctor en
Historia de América e investigador del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas de
España, CSIC. La
reseñista, María Elvira Cárdenas Sánchez, magíster en Seguridad y
Defensa Nacionales de la Escuela Superior
de Guerra y
candidata a magíster
en Trabajo Social
de la Pontificia
Universidad Católica de Chile,
describe que el texto, a pesar de estar compuesto por diferentes ensayos,
guarda un cuidadoso orden cronológico que aborda un periodo comprendido desde
el siglo XV, con el descubrimiento de América, hasta el siglo XIX, con los
movimientos revolucionarios que se dieron en el continente. Además, Cárdenas
nos cuenta que cada uno de los ensayos contenidos en este libro van llevando al
lector por un recorrido que permite analizar aspectos que hoy vemos en las
ciudades latinoamericanas y que están directamente ligados con la historia que en
el texto se narra, ciudades con murallas como Cartagena, el culto a la Virgen
de Guadalupe en México, entre otros, son ejemplos de aquella historia que el
libro permite comprender. Conocer el pasado de las ciudades y cuál fue su
origen es un paso clave para percibir hoy los aspectos que ofrecen aquellas urbes
y entender mejor cómo
abordarlos. No solo el espacio
físico y la historia son relevantes allí, sino también el papel de diferentes
actores e instituciones (monarquía, cabildo, habitantes de las ciudades, etc.),
el papel del suelo y las leyes que han ido cambiando con el paso del tiempo,
los cuales reflejan factores importantes en este análisis, indica la reseñista.
Ciudades, Estados y Política agradece
la valiosa colaboración de
los pares académicos
que fueron evaluadores,
provenientes de diferentes países, quienes realizaron el proceso de revisión y
valoración del mérito académico y científico de
los manuscritos sometidos,
que luego de
dicho proceso integran el presente número. Invitamos a la comunidad
académica a contribuir en el análisis e investigación de los fenómenos y
relaciones entre las ciudades, los Estados y la conformación política de la
ciudadanía, postulando sus manuscritos.