Condición de vida y movilidad cotidiana de
la población inquilina en zonas periféricas y pericéntrales de Bogotá
Hernando
Sáenz Acosta. Economista de la Universidad Nacional
de Colombia, con estudios de Maestría en Planificación y Administración del
Desarrollo Regional, del CIDER-Universidad de los Andes, y doctorado en Planeación
Urbana y Regional, del Instituto de Pesquisa e Planeamiento Urbano e Regional
de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (IPPUR-UFRJ), Brasil. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4166-317X. Correo electrónico:
hernandosaenz@gmail.com
Florent
Demoraes. Doctor en Geografía
de la Université de Savoie, Francia. Docente investigador en el Laboratoire ESO-Rennes UMR 6590 CNRS, de la Université
Rennes 2, Francia. Actualmente se desempeña en el Instituto Frances de Estudios
Andinos (Sede Bogotá). ORCID: https://orcid.org/0000-0001-6113-9960. Correo electrónico:
florent.demoraes@univ-rennes2.fr
Ángela
Lucía Rozo Álvarez. Estudiante de Sociología y Estadística
de la Universidad Santo Tomas. Integrante de los Semilleros de Investigación Maleiwa y Territorio Entropía, de la misma universidad. ORCID:
https://orcid.org/0000-0001-5902-8460. Correo electrónico: angelarozo@usantotomas.edu.co
Recibido:
30 de noviembre de 2020. Aceptado: 25 de febrero de 2021. Publicado: 9 de noviembre de 2021.
Resumen
El presente
articulo tiene como objetivo presentar un análisis de las condiciones de vida
de los hogares, según la tenencia de la vivienda en zonas periféricas y pericéntrales
de Bogotá. De manera más especifica, trata de comprobar la existencia de
diferencias entre los inquilinos y los propietarios. Si bien consideramos
criterios habituales para describir las condiciones de vida de los hogares,
tales como su nivel socioeconómico, el déficit cualitativo de la vivienda, el
hacinamiento y la provisión de servicios públicos, también incluimos
indicadores menos comunes que remiten a las prácticas de movilidad cotidiana de
los individuos. Las principales fuentes de datos utilizados provienen de la
Encuesta Multipropósito de 2017 y la Encuesta de Movilidad Urbana de 2019.
Entre las principales conclusiones se observa que las características de la
vivienda y el acceso a servicios públicos son muy parecidos entre los
arrendatarios y propietarios, lo que implica condiciones de vida bastante
similares entre los dos grupos, desde este punto de vista, salvo el
hacinamiento, que es mayor entre los inquilinos. Se evidencia también una
cierta homogeneidad entre ambos grupos en lo que se refiere a sus movilidades
cotidianas, siendo las diferencias asociadas, ante todo, a su localización en el
espacio metropolitano.
Palabras
clave: condiciones de vida,
movilidad cotidiana, estatus residencial, inquilino, propietario, periferia, Bogotá.
Living
conditions and daily mobility of the tenant population in peripheral and pericentrals areas of Bogotá
Abstract
The aim of this article is to present an analysis of
the living conditions of households according to the dwelling occupancy status
in peripheral and pericentral areas of Bogota. More specifically, it seeks to
verify the existence of differences between tenants and the owners. While we
consider common criteria for describing the living conditions of households
such as their socioeconomic level, the qualitative deficit of housing,
promiscuity, the provision of public services, we also include less common indicators that refer to the daily mobility practices.
The main sources of data used come from the 2017 Multipurpose Survey and the
2019 Survey of Urban Mobility. Among the main conclusions, it can be observed
that the characteristics of housing and access to public services are very
similar among tenants and owners, which implies quite similar living conditions
between the two groups from this point of view, except for the promiscuity
which is greater among the tenants. There is also evidence of a certain
homogeneity between both groups with regard to their
daily mobility, the differences being primarily associated with their location
in the metropolitan area.
Key words: living
conditions, daily mobility, dwelling occupancy status, tenants, owners,
periphery, Bogotá.
Condição de vida
e mobilidade diária da população arrendatária em áreas periféricas e
pericentrais de Bogotá
Resumo
O presente artigo visa apresentar uma análise das condições
de vida das famílias locatárias e proprietárias de moradia nas zonas periféricas
e pericentrais de Bogotá. Tenta-se, de forma específica, comprovar a existência
de diferenças além das condições tradicionais usadas para descrever o seu nível
de vida. Investigam-se aspectos vinculados ao nível socioeconômico, o déficit
qualitativo de moradia, o adensamento, a provisão de serviços domiciliares,
assim como indicadores pouco estudados, como as práticas de mobilidade cotidiana
dos indivíduos. As principais fontes de dados usadas foram tomadas da Enquete Multipropósito
2017 e da Enquete sobre Mobilidade Urbana 2019. Entre as conclusões,
destacam-se as semelhanças entre locatários e proprietários em termos de
qualidade de vida; no entanto, existe maior presença de superlotação entre os
primeiros. Evidencia-se, também, certa homogeneidade em relação as mobilidades
cotidianas, sendo as diferenças marcadas pela localização no espaço metropolitano.
Palavras-chave: condições de
vida, mobilidade cotidiana, estatuto residencial, locatário, proprietários periferia,
Bogotá.
Introducción
Una de las
principales formas de acceso a la vivienda en Colombia es el alquiler. Según
cifras publicadas en el Anuario Estadístico de la CEPAL, el porcentaje de
hogares que vivían en arriendo en Colombia pasó del 33 % al 37.8 % entre 2008 y
2017. La práctica del arrendamiento se presenta principalmente en las zonas
urbanas y se sitúa por encima de las cifras nacionales. Para 2017, por ejemplo,
el 45.2 % de los hogares que vivían en las ciudades colombianas eran arrendatarios
(CEPAL, 2018). En el caso de Bogotá, esta proporción alcanzaba el 41.4 %, según
Torres (2012). Mas recientemente, la Encuesta Multipropósito de 2017 señalaba
un 44.7 % de hogares con este estatus residencial en Bogotá (DANE, 2018).
Estudios detallados
sobre la caracterización socioeconómica de los arrendatarios y sus condiciones de
vida, y en particular en ciudades como Bogotá son relativamente escasos. Cabe destacar
un estudio realizado por el Centro de Estudios de la Construcción y el
Desarrollo Urbano y Regional (CENAC) a partir de la Encuesta Multipropósito de
2011. Este trabajo resaltó que el 23.5 % de los hogares arrendatarios se encontraban
en situación de pobreza, proporción que era muy superior a aquella observada entre
los hogares propietarios (14.9 %). En cuanto al tipo de vivienda, se mencionaba
que la forma predominante entre los inquilinos era el apartamento. En lo que se
refiere al déficit habitacional, este afectaba al 19.1 % de estos hogares. Se
observaba también en este grupo gastos altos destinados a la vivienda, los
cuales oscilaban entre el 30 % y 40 % de los ingresos mensuales, situación que comprometía
el consumo de otros bienes y servicios indispensables (CENAC, 2012). En lo que atañe
a su localización en la ciudad, se señalaba que los hogares arrendatarios de
bajos ingresos residían en la periferia sur, en las localidades de Usme y
Ciudad Bolívar, así como al suroriente en la localidad de San Cristóbal Sur. En
estas zonas predominan ocupaciones del suelo y producción de vivienda
informales que en la mayoría de los casos son luego objeto de procesos de legalización
por parte del gobierno de la ciudad (CENAC, 2012).
Si bien el estudio
del CENAC aporta aspectos importantes en el análisis de las condiciones de vida
de la población arrendataria en Bogotá, se considera necesario contemplar
criterios adicionales para completar el análisis. En el presente texto
proponemos tomar en cuenta también las prácticas de movilidad cotidiana de los
individuos, ya que permiten evidenciar formas de desigualdades que afectan las
condiciones de vida. Según Gouëset et al.
(2015), las prácticas de movilidad cotidiana “pueden ser reproductoras de las
desigualdades sociales ya que mientras unos grupos se desplazan a menudo y
lejos por necesidad o por elección otros enfrentan dificultades para
desplazarse bien sea por discapacidad física, por restricciones de tipo económico
o por elección también. Mientras algunos se desplazan de forma confortable en vehículos
particulares (aunque enfrentan trancones) otros se desplazan a pie o en
transportes públicos colectivos congestionados y en pésimas condiciones”.
En el caso de Bogotá,
un estudio reciente (Demoraes, Gouëset y Moreno, 2020) resalta claramente las
diferencias agudas que existen entre el centro y la periferia en cuanto al uso
de los diferentes modos de transporte, la duración de los trayectos y la
experiencia de los viajes. Según este mismo estudio, los bogotanos que viven en
los barrios periféricos populares tardan en promedio más de 80 minutos para ir
al trabajo. Muchos dependen del SITP y del Sistema Transmilenio, los cuales, a
su vez, son los modos con la peor calificación por parte de los usuarios, según
la Encuesta de Movilidad Urbana (EMU) 2019. Las condiciones de movilidad representan
así un componente esencial a considerar para indagar las condiciones de vida de
los hogares de bajos ingresos que viven en los sectores periféricos y pericéntrales
de Bogotá. En ese sentido, se plantea los siguientes interrogantes: ¿cuáles son
las condiciones de movilidad cotidiana de los hogares arrendatarios de bajos
ingresos y como se diferencian estas condiciones de aquellos que son
propietarios de sus viviendas? ¿Difieren también dichas condiciones dependiendo
de la localización residencial en la ciudad?1
Metodología
Para responder a
estas preguntas procesamos los datos de la Encuesta Multipropósito (EM) de 2017
y de la EMU-2019. A partir de la primera fuente es posible caracterizar la
calidad de vida de los hogares con base en criterios habituales, tales como las
características de la vivienda, el entorno inmediato, la composición del hogar
y la provisión de servicios públicos, mientras que la segunda nos permitió
enriquecer el análisis al describir las prácticas de movilidad cotidiana con
criterios como los medios de transporte usados, la duración de los viajes y los
lugares de destino. Otro aspecto que justifica la elección de estas fuentes es
que ambas remiten a las mismas unidades territoriales a las que se refieren,
tanto a Unidades de Planeación Zonal (UPZ) en la EM-2017, como a Unidades
Territoriales de Análisis de la Movilidad (UTAM) en la EMU 2019.
Las UPZ se definen
con el propósito de planificar el uso del suelo urbano, en aras de mejorar la
calidad de vida de las poblaciones que residen en ellas, y se rigen por lo
dispuesto en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (artículo 49 del Decreto
190 de 2004). De un total de 92 UPZ identificadas en el Distrito Capital de Bogotá,
29 de ellas corresponden al Mejoramiento Integral de Barrios. Según el Decreto
159 de 2004, se define el tratamiento de mejoramiento integral como aquel que
orienta las acciones en los sectores que tuvieron un origen informal o ilegal.
Generalmente se localizan en las periferias, en donde hay una mayor concentración
de barrios de este tipo (artículos 21, 22 y 23 del Decreto 159 de 2004).
Si bien es cierto
que los hogares arrendatarios de bajo ingreso no solamente se encuentran en la
periferia, es allí donde residen principalmente, en barrios de origen informal,
lo que nos orientó a seleccionar nuestras zonas de estudio entre las UPZ de
Mejoramiento Integral de Barrios. En primera instancia se tomó el conjunto de
las 29 UPZ de mejoramiento integral y se clasificaron según el porcentaje de hogares
arrendatarios que residen en ellas. Estos datos se compararon, para lo que se
tuvo en cuenta el promedio observado en la ciudad y la localización de la UPZ
en el espacio metropolitano.
Para buscar
diversidad en términos de localización, se seleccionaron cuatro UPZ que se
describen a continuación: la primera, la UPZ Suba El Rincón, se encuentra en la
periferia noroccidental; la segunda, la UPZ Bosa Occidental, en la periferia
suroccidental; la tercera, la UPZ San Cristóbal Norte, en la periferia
nororiental, y la cuarta, la UPZ 20 de Julio, en el pericentro
sur (tabla 1 y figura 1).
Tabla 1. Distribución de los hogares según
tipo de tenencia de la vivienda
|
UPZ 11
San Cristóbal |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84 Bosa |
Bogotá |
|||||
Tenencia |
||||||||||
|
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Propia |
9971 |
43.4 |
45 933 |
37.6 |
9888 |
37.5 |
31 132 |
45.8 |
1 148 707 |
43.3 |
Está pagando |
1793 |
7.8 |
8379 |
6.9 |
2460 |
9.3 |
5053 |
7.4 |
207 481 |
7.8 |
En arriendo |
9992 |
43.5 |
60 052 |
49.2 |
12 485 |
47.3 |
27 045 |
39.8 |
1 136 775 |
42.9 |
En usufructo |
743 |
3.2 |
4721 |
3.9 |
947 |
3.6 |
2415 |
3.5 |
87 845 |
3.3 |
Total de hogares |
22 953 |
|
122 137 |
|
26 368 |
|
68 009 |
|
2 650 177 |
|
Densidad Hab/ha* |
262 |
|
522 |
|
336 |
|
519 |
|
212 |
|
Fuente.
Elaboración propia con base en EM-2017.
Los datos de densidad son tomados de monografías de las localidades de Usaquén,
Suba, Bosa y San Cristóbal (SDP, 2017).
Figura 1. Localización de las Unidades de Planeación
Zonal (UPZ)
Fuente. Elaboración propia con base en IDECA.
En cuanto a los
datos de la EMU-2019, se usaron aquellos de los capítulos hogares, personas y
viajes. Como lo vimos antes, la EMU- 2019 maneja una unidad espacial que se
llama UTAM, cuyos límites corresponden a las UPZ. De esa forma es posible
conservar el mismo nivel geográfico que aquel de la EM-2017. Para caracterizar los
viajes se georreferencio en un SIG, en una primera etapa, los lugares de origen
con base en el código de manzana de residencia de los hogares y, en una segunda
etapa, los lugares de destino con base en el código de las Zonas de Análisis de
Transporte (ZAT), a donde acuden las personas por motivo de trabajo.
Resultados
Características
del hogar y la vivienda
Si bien la elección
de cuatro UPZ de mejoramiento integral nos da una primera idea del nivel socioeconómico
de los hogares que residen allí, una segunda aproximación deriva del sistema de
estratificación de las viviendas y sus entornos para el cobro de las tarifas de
los servicios públicos definido por el Departamento Administrativo de Planeación
Distrital (DAPD). A medida que el estrato aumenta, las condiciones urbanísticas
mejoran y se supone que los hogares que habitan allí tienen mejores condiciones
socioeconómicas (Salas, 2008, pp. 242-243). La tabla 2 nos permite cruzar la información
de UPZ y de estrato, lo que arroja diferencias en cada una de las zonas analizadas,
tanto para los hogares en situación de arriendo como para los propietarios.
Tabla 2. Distribución de los hogares
arrendatarios y propietarios por UPZ y estrato
Arrendatarios /UPZ |
Estrato 0 |
Estrato 1 |
Estrato 2 |
Estrato 3 |
Estrato 4 |
Estrato 5 |
Estrato 6 |
Total |
11-San Cristóbal Norte |
0 |
14.6 |
11.1 |
72.1 |
0.6 |
1.6 |
0 |
100 |
28-Suba Rincón |
0 |
0 |
65.9 |
32.8 |
0.2 |
0 |
1.1 |
100 |
34-20 de Julio |
0 |
0.3 |
70.6 |
29.1 |
0 |
0 |
0 |
100 |
84-Bosa Occidental |
0.4 |
1.7 |
97.9 |
0 |
0 |
0 |
0 |
100 |
Propietarios /UPZ |
Estrato 0 |
Estrato 1 |
Estrato 2 |
Estrato 3 |
Estrato 4 |
Estrato 5 |
Estrato 6 |
Total |
11-San Cristóbal Norte |
0 |
16.1 |
13.7 |
67.5 |
1.5 |
1.2 |
0 |
100 |
28-Suba Rincón |
0 |
1 |
71.4 |
27.7 |
0 |
0 |
0 |
100 |
34-20 de Julio |
0 |
0.5 |
83.1 |
16.4 |
0 |
0 |
0 |
100 |
84-Bosa Occidental |
0 |
1.7 |
98.3 |
0 |
0 |
0 |
0 |
100 |
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
En tres UPZ (Suba
El Rincón, 20 de Julio y Bosa Occidental), la mayoría de los inquilinos vive en
estrato dos, lo que equivale a ingresos bajos. Ello es consistente con la afirmación
realizada en CENAC (2012) de una localización periférica de los hogares en
arriendo y con recursos financieros limitados. Inclusive, en el caso de la UPZ
Bosa Occidental, la casi totalidad de hogares arrendatarios vive en estrato
dos. Cabe notar que en las UPZ de 20 de Julio y de Suba Rincón existe una mayor
presencia de hogares en sectores de estrato tres. En el caso de San Cristóbal
Norte, la presencia de hogares en estrato tres es mayor al 70 %.
Si bien se
cuestiona la efectividad de estos sistemas de estratificación para la identificación
de los hogares que están en situación de pobreza, también se pueden mencionar diferencias
en cuanto a la localización en el espacio metropolitano. La composición socioeconómica
de los hogares, según su estrato, es bastante parecida entre los inquilinos y los
propietarios dentro de una misma UPZ, y las diferencias se observan ante todo
entre las UPZ, según su ubicación en la urbe. Ello deriva de un esquema de segregación
socioespacial muy marcado (Dureau, 2000; Dureau et
al.,
2015; Salas, 2008; Demoraes et al.,
2021). Bogotá tiene un cono de alta renta que surge del centro histórico en dirección
nororiente, lo cual ocasiona que en este frente se tenga una mayor
heterogeneidad social, mientras que frentes como el suroccidental son más homogéneos
y particularmente por grupos de medios y bajos ingresos. En el caso de Suba, al
localizarse al norte, presenta también una mayor heterogeneidad respecto de
Bosa o del 20 de Julio.
Una alternativa que
permite aproximar el nivel socioeconómico de los hogares es el Índice de Condición
Social de los hogares (ICS), un indicador compuesto que ya fue utilizado en
varios estudios anteriores sobre Bogotá (Dureau et
al.,
2007; Salas, 2008; Le Roux, 2015) y que fue actualizado recientemente con base
en los datos del último censo de 2018 (Demoraes, Gouëset y Sáenz, 2020). Este índice
se calcula al dividir el nivel educativo del hogar por el índice de
hacinamiento del hogar. En función del valor del ICS, cada hogar forma parte de
una categoría, que refleja su posición en la jerarquía social de 2018 (tabla
3).
Tabla 3. Cuartiles utilizados para las seis categorías
de ICS de los hogares
Categoría |
Posición |
Cuartiles utilizados |
ICS 1 |
Muy baja |
10 % de los hogares con los ICS más bajos |
ICS 2 |
Baja |
15 % |
ICS 3 |
Media baja |
25 % |
ICS 4 |
Media |
25 % |
ICS 5 |
Media alta |
15 % |
ICS 6 |
Alta |
10 % de los hogares
con los ICS más altos |
Fuente. Demoraes, Gouëset y Sáenz (2020).
La figura 2 muestra
la distribución de los hogares según su clase de ICS por UTAM. Confirma un
esquema de división muy marcado entre los hogares más pobres que residen en las
zonas periféricas, especialmente al suroccidente y occidente de la ciudad, y
los hogares más ricos que se concentran en el eje nororiental de la ciudad.
Figura 2. Distribución de los hogares, según ICS,
en el área Metropolitana de Bogotá, en 2018
Fuente. Demoraes, Gouëset y Sáenz (2020).
La tabla 4 recoge
los datos del ICS de las zonas de estudio. Tanto la UPZ San Cristóbal Norte
como Suba El Rincón poseen mayor heterogeneidad, en tanto la presencia de los hogares
con mejores condiciones sociales se encuentra en estas dos zonas, en
comparación con aquellas localizadas al sur del centro histórico (20 de Julio)
y en la periferia suroccidental (Bosa). En cuanto a la presencia de hogares con
condiciones muy malas (ICS1), no hay mayores diferencias a pesar de la localización
de las cuatro UPZ en distintos sectores de la ciudad.
Tabla 4. Distribución de los hogares de las UPZ
de estudio, según el índice de Condición Social (ICS)
UTAM |
Hogares ics1 % |
Hogares ics2 % |
Hogares ics3 % |
Hogares ics4 % |
Hogares ics5 % |
Hogares ics6 % |
San Cristóbal Norte UTAM 11 |
13.5 |
17.3 |
27.8 |
22.7 |
12.6 |
6.1 |
Suba El Rincón UTAM 28 |
12.1 |
19.0 |
31.3 |
22.0 |
11.0 |
4.7 |
20 de Julio
UTAM 34 |
12.8 |
20.7 |
32.8 |
20.5 |
9.8 |
3.3 |
Bosa Occidental UTAM 84 |
14.4 |
22.8 |
34.1 |
17.8 |
8.6 |
2.3 |
Fuente. Elaboración propia con base en los
datos del censo de 2018.
Los datos de la
tabla 1 nos muestran diferencias en materia de densidad poblacional entre las cuatro
zonas de estudio. Alfonso (2016) señalaba que en Bogotá tenían lugar procesos
de densificación de tipo informal y que respondían a las necesidades de los
hogares de bajos ingresos que no podían acceder a la vivienda por mecanismos formales.
Esta densificación está asociada también con la generación de vivienda en
arriendo y, como menciona el autor, las diferencias en densidades urbanas
afectan también la calidad de vida. Aquellas zonas más densas presentan la peor
calidad de vida. En el caso de las zonas periféricas de Suba y Bosa encontramos
cifras superiores a los 500 habitantes por hectarea2.
San Cristóbal
Norte, por el contrario, tiene la menor de las densidades y goza adicionalmente
de ventajas de localización, por su proximidad con zonas donde residen grupos
de ingresos medios y altos. Un aspecto que Alfonso (2016) destaca es que los
hogares de altos ingresos prefieren localizarse en zonas de baja densidad
bruta, con ventajas dotacionales y próximas a aglomeraciones de actividades
terciarias. La proximidad a estos grupos podría explicar entonces la composición
socioeconómica bastante diferente de San Cristóbal Norte, que se ubica en el
frente de concentración de los hogares de altos ingresos de la ciudad.
Las tablas 5 y 6
muestran información acerca de las características de la vivienda ocupada por
los hogares arrendatarios y propietarios, que complementan las consideraciones
realizadas sobre densidad. En términos generales, el tipo de vivienda que se
arrienda es el apartamento que se compone de uno o dos dormitorios. Este es un
tipo de vivienda que responde generalmente a los procesos de autoconstrucción progresiva
que tienen lugar en los barrios de origen informal, y que fruto de ese proceso
de densificación tendería a aumentar. No obstante, también se observa un
aumento significativo de Vivienda de Interés Social (VIS) en altura
(edificios), en las periferias. De hecho, al comparar con los datos de CENAC
(2012), el apartamento es un tipo de vivienda que aumento y en zonas como Bosa alcanzaría
ya un 79 % de los hogares que pagan arriendo y un 73 % de quienes son
propietarios3, lo que indica que hay pocas diferencias entre los dos
grupos.
Tabla 5. Tipo de vivienda, tamaño del hogar y
dormitorios ocupados por los hogares arrendatarios en las zonas de estudio
|
Tipo de vivienda del hogar arrendatario |
|||||||||
UPZ 11
San Cristóbal |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84 Bosa |
Bogotá |
||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Casa |
3282 |
32.8 |
14 967 |
24.9 |
4596 |
36.8 |
5507 |
20.4 |
329 865 |
29 |
Apartamento |
6486 |
64.9 |
39 655 |
66 |
7435 |
59.6 |
20 685 |
76.5 |
777 467 |
68.4 |
Cuarto |
224 |
2.2 |
5430 |
9 |
454 |
3.6 |
853 |
3.2 |
29 418 |
2.6 |
Otro |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
25 |
0 |
Total |
9992 |
100 |
60 052 |
100 |
12 485 |
100 |
27 045 |
100 |
1 136 775 |
100 |
|
Número de personas que componen el hogar arrendatario |
|||||||||
UPZ 11
San Cristóbal |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20 de Julio |
UPZ 84 Bosa |
Bogotá |
||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Una persona |
1179 |
17.8 |
10 818 |
18 |
2177 |
17.4 |
3635 |
13.4 |
212 779 |
18.7 |
Dos personas |
2283 |
22.9 |
16 092 |
26.8 |
3241 |
26 |
5530 |
20.5 |
281 737 |
24.8 |
Tres personas |
2902 |
29 |
13 075 |
21.8 |
3583 |
28.7 |
8037 |
29.7 |
285 833 |
25.1 |
Cuatro personas |
1775 |
17.8 |
12 091 |
20.1 |
2243 |
18 |
6239 |
23.1 |
217 500 |
19.1 |
Más
de cinco personas |
1853 |
12.5 |
7976 |
13.3 |
1241 |
9.9 |
3604 |
8.4 |
138 926 |
12.3 |
|
Número de cuartos en los que duermen los miembros del hogar |
|||||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Un cuarto |
3459 |
34.6 |
20 427 |
34 |
4176 |
33.5 |
8677 |
32.1 |
349 153 |
34.7 |
Dos cuartos |
4095 |
41 |
26 591 |
44.3 |
5868 |
47 |
11 944 |
44.2 |
471 338 |
41.5 |
Tres cuartos |
2075 |
20.8 |
10 983 |
18.3 |
2058 |
16.5 |
5181 |
19.2 |
233 466 |
20.5 |
Más
de tres cuartos |
363 |
3.6 |
2051 |
3.4 |
383 |
3 |
1243 |
4.5 |
82 818 |
3.3 |
Fuente. Elaboración
propia con base en EM-2017.
Tabla 6. Tipo de vivienda, tamaño del hogar y
dormitorios ocupados por los hogares arrendatarios en las zonas de estudio
|
Tipo de vivienda del hogar propietario |
|||||||||
UPZ 11
San Cristóbal |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84 Bosa |
Bogotá |
||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Casa |
3035 |
30.4 |
11 804 |
25.7 |
3561 |
36 |
7451 |
23.9 |
330 689 |
28.8 |
Apartamento |
6783 |
68 |
30 596 |
66.6 |
5978 |
60.5 |
22 714 |
73 |
790 499 |
68.8 |
Cuarto |
153 |
1.5 |
3533 |
7.7 |
349 |
3.5 |
967 |
3.1 |
27 451 |
2.4 |
Otro |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
68 |
0.01 |
Total |
9971 |
100 |
45 933 |
100 |
9888 |
100 |
31 132 |
100 |
114 8707 |
100 |
|
Número de personas que componen el hogar propietario |
|||||||||
UPZ 11
San Cristóbal |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84 Bosa |
Bogotá |
||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Una persona |
1555 |
15.6 |
5933 |
12.9 |
1348 |
13.6 |
4580 |
14.7 |
195 465 |
17 |
Dos personas |
2652 |
26.6 |
14 015 |
30.5 |
3163 |
32 |
7099 |
22.8 |
319 479 |
27.8 |
Tres personas |
2330 |
23.4 |
10 968 |
23.9 |
2461 |
24.9 |
8517 |
27.4 |
270 644 |
23.6 |
Cuatro personas |
1917 |
19.2 |
9718 |
21.2 |
1907 |
19.2 |
6229 |
20 |
216 934 |
18.9 |
Más de cinco personas |
1517 |
15.2 |
5299 |
11.5 |
1009 |
10.3 |
4707 |
15.1 |
146 185 |
12.7 |
|
Número de cuartos en los que duermen los miembros del hogar |
|||||||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Un cuarto |
2289 |
23 |
10 424 |
22.7 |
2359 |
23.9 |
6781 |
21.8 |
296 618 |
25.8 |
Dos cuartos |
2990 |
30 |
16 246 |
35.4 |
3721 |
37.6 |
11 471 |
36.8 |
386 098 |
33.6 |
Tres cuartos |
3507 |
35.2 |
16 115 |
35.1 |
3090 |
31.2 |
9005 |
28.9 |
359 282 |
31.3 |
Más de tres cuartos |
1185 |
11.8 |
3148 |
6.8 |
718 |
7.3 |
3875 |
12.5 |
106 709 |
9.3 |
Fuente. Elaboración
propia con base en EM-2017.
En cuanto al número
de cuartos en donde duermen los miembros del hogar, se observa que predominan
los dos cuartos, mientras que entre los hogares propietarios se dispone de más
espacio, ya que una mayor proporción de ellos cuenta con tres o más cuartos. En
CENAC (2012) se mencionaba que el promedio de dormitorios para los
arrendatarios era de 1.9 por hogar, y que ellos usaban menos cuartos y
dormitorios, lo cual significaba prácticas de cohabitación y hacinamiento que
afectaban su calidad de vida.
Otro aspecto típicamente
asociado con la calidad de vida corresponde al acceso a los servicios públicos
domiciliarios. Si bien la cobertura en una ciudad como Bogotá es alta,
independiente del estatus residencial, cuando se trata de la población que vive
en arriendo es importante señalar la existencia de problemas de acceso
generados por los conflictos que se tengan con el propietario o subarrendador
en relación con los montos a pagar. La Encuesta Multipropósito incluye una
pregunta que nos muestra la practica muy extendida del pago por separado de los
consumos de energía eléctrica y/o de agua, y el poco peso que tienen
estrategias de incluir estos gastos en el pago de alquiler del inmueble
(figuras 3 y 4).
Figura 3. Porcentaje de hogares arrendatarios
que pagan por separado el servicio público de acueducto, alcantarillado y recolección
de basuras en las UPZ de análisis y en Bogotá
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Figura 4. Porcentaje de hogares arrendatarios
que pagan por separado el servicio de energía y gas natural en las UPZ de
estudio y en Bogotá
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Como menciona Sáenz
(2018; 2019), una de las principales fuentes de conflicto entre arrendatarios y
arrendadores tiene que ver con los consumos y pagos por concepto de los
servicios públicos. Entre las estrategias que se han desarrollado por parte de
los arrendadores ha sido la instalación de varios contadores para medir los consumos
de cada hogar. Los datos de las figuras 3 y 4 mostrarían que, aunque no es muy
extendida, también puede darse la situación de incluir ya el pago de servicios públicos
en el canon de arrendamiento que paga el arrendatario.
Si bien las
coberturas en servicios como acueducto, alcantarillado, energía y recolección de
basuras son tomadas en cuenta para analizar el déficit cualitativo de vivienda,
junto con aspectos relacionados con hacinamiento y cohabitación, se considera
importante revisar las coberturas en materia de acceso a Internet. Al respecto,
no parecen existir diferencias entre las cuatro UPZ de estudio con lo observado
para el total de la ciudad, pero si resalta globalmente una mayor conexión a
Internet entre los propietarios, cualquiera sea la UPZ.
Figura 5. Porcentaje de hogares arrendatarios
y propietarios que cuentan con servicio de Internet en las zonas de estudio
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Esta situación de
conectividad cobró relevancia, especialmente a partir de la emergencia sanitaria
provocada por el coronavirus, lo que llevó a muchos hogares a cambiar sus
patrones de movilidad cotidiana. La implementación de prácticas de teletrabajo
y la realización de clases de primaria, secundaria y de universidad a partir de
los recursos virtuales expuso las deficiencias que los grupos de menores
ingresos presentaban en materia de conectividad y de la existencia de brechas
digitales.
Movilidad
residencial y cotidiana
Dos aspectos no
abordados en el informe CENAC (2012) se refieren a la movilidad tanto
residencial como cotidiana de los hogares. Consideramos que estos aspectos son
importantes, ya que permiten comprender otras facetas de la desigualdad social
y por ende las condiciones de vida de los citadinos.
Movilidad
residencial y condiciones de vida
La figura 6 muestra
información sobre el lugar en donde vivía la población arrendataria cinco años
antes de la aplicación de la Encuesta Multipropósito de 2017. Se confirma así
lo que estudios como el de Parias (2008) o el de Sáenz (2017; 2018) señalaban
acerca de una baja movilidad residencial de los arrendatarios, ya que tienden a
vivir por periodos prolongados en una misma localidad, barrio e incluso
vivienda.
Figura 6. Distribución de los hogares
arrendatarios que vivían o no vivían hace cinco años en el barrio. Datos como
porcentajes para las UPZ de estudio y para Bogotá
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Estos datos señalan
una permanencia de los inquilinos en el mismo barrio, que parece justificarse por
un mejoramiento en sus condiciones de vida. Las tablas 7 y 8 nos muestras las principales
razones, entre las cuales figuran, en primer lugar, las posibilidades de
mejorar de vivienda o de localización, lo cual supone entonces una posible
movilidad ascendente percibida por esta población. En segundo lugar, se
encuentran razones asociadas con la conformación de nuevos hogares, y, en
tercer lugar, los motivos vinculados con oportunidades laborales o por la conformación
de negocios.
Tabla 7. Razón principal por la cual llegaba
ese barrio (población arrendataria)
|
UPZ 11 San Cristóbal Norte |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20 de Julio |
UPZ 84
Bosa Occidente |
Bogotá |
|||||
Educación, ingresos, salud |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Laborales
u oportunidad de negocio |
220 |
15.6 |
2037 |
15.8 |
358 |
14.2 |
966 |
17.6 |
37 166 |
16 |
Más oportunidades de educación |
45 |
3.2 |
1084 |
8.4 |
70 |
2.7 |
216 |
3.9 |
10 465 |
4.5 |
Motivos de salud |
48 |
3.4 |
886 |
6.8 |
0 |
0.0 |
95 |
1.7 |
5275 |
2.3 |
Motivos económicos |
61 |
4.3 |
1021 |
7.9 |
315 |
12.5 |
135 |
2.8 |
15 034 |
6.5 |
Hogar |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Matrimonio
o conformación de un nuevo
hogar |
215 |
15.3 |
914 |
7.1 |
294 |
11.7 |
1137 |
20.7 |
32 096 |
13.8 |
Problemas
o conflictos
con su pareja |
110 |
7.8 |
0 |
0.0 |
77 |
3.1 |
153 |
2.8 |
3590 |
1.5 |
Acompañar
a otro miembro del
hogar |
175 |
12.4 |
1205 |
9.4 |
223 |
8.9 |
396 |
7.2 |
27 791 |
11.9 |
Vivienda |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Compra de vivienda |
87 |
6.2 |
2072 |
16.1 |
472 |
18.8 |
996 |
18.2 |
38 038 |
16.3 |
Mejorar
vivienda o localización |
409 |
29.1 |
2767 |
21.5 |
612 |
24.3 |
1177 |
21.4 |
51 941 |
22.3 |
Desplazamiento |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Riesgo
o consecuencia de desastre natural |
0 |
0.0 |
0 |
0.0 |
0 |
0.0 |
0 |
0.0 |
743 |
0.3 |
Amenaza
o riesgo para su vida,
su libertad o su integridad física, ocasionada por la violencia |
21 |
1.5 |
0 |
0.0 |
58 |
2.3 |
0 |
0.0 |
3473 |
1.5 |
Otra |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Otra razón |
17 |
1.2 |
880 |
6.8 |
35 |
1.4 |
215 |
3.9 |
7184 |
3.1 |
Fuente. Elaboración
propia con base en EM-2017.
Tabla 8. Razón principal por la cual llega a
ese barrio (propietarios)
|
UPZ 11 San
Cristóbal Norte |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84
Bosa Occidente |
Bogotá |
|||||
Educación, ingresos, salud |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Laborales
u oportunidad de negocio |
694 |
49.8 |
1900 |
37.7 |
139 |
27.5 |
988 |
33 |
40 384 |
42.9 |
Más oportunidades de educación |
102 |
7.3 |
700 |
13.9 |
59 |
11.7 |
709 |
23.7 |
11 566 |
12.3 |
Motivos de salud |
23 |
1.7 |
0 |
0 |
0 |
0 |
80 |
2.7 |
3037 |
3.2 |
Motivos económicos |
200 |
14.4 |
103 |
2.0 |
133 |
26.3 |
0 |
0 |
3844 |
4.1 |
Hogar |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Matrimonio
o conformación de un nuevo
hogar |
69 |
4.9 |
498 |
9.9 |
25 |
4.9 |
463 |
15.4 |
8760 |
9.3 |
Problemas
o conflictos
con su pareja |
19 |
1.4 |
0 |
0 |
0 |
0 |
62 |
2.1 |
1077 |
1.1 |
Acompañar
a otro miembro del
hogar |
199 |
14.3 |
996 |
19.8 |
102 |
20.2 |
208 |
6.9 |
14 501 |
15.4 |
Vivienda |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Compra de vivienda |
0 |
0 |
151 |
3 |
19 |
3.7 |
232 |
7.7 |
2414 |
2.6 |
Mejorar
vivienda o localización |
36 |
2.6 |
434 |
8.6 |
29 |
5.7 |
256 |
8.5 |
3627 |
3.9 |
Desplazamiento |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Riesgo
o consecuencia de desastre natural |
0 |
0.0 |
0 |
0.0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
3 |
0.1 |
Amenaza
o riesgo para su vida,
su libertad o su integridad física, ocasionada por la violencia |
51 |
3.6 |
0 |
0.0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
3032 |
3.2 |
Otra |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
otra razón |
0 |
0 |
259 |
5.1 |
0 |
0 |
0 |
0 |
1827 |
1.9 |
Fuente. Elaboración
propia con base en EM-2017.
Aunque es un valor
muy bajo, es importante destacar la presencia de hogares arrendatarios que han
llegado a las UPZ localizadas al oriente de la ciudad por razones asociadas con
la violencia, amenazas o situaciones de riesgo para su vida.
En el caso de los
propietarios, la principal razón estaba asociada con las oportunidades de
negocio o laborales, y con acompañar a otro miembro del hogar. En tercer lugar,
aparece también en UPZ como El Rincón y Bosa, el mejorar de localización.
Por último, la EM-2017
trae una pregunta acerca de planes a dos años para la compra de una vivienda
que sea ocupada por el hogar. Como se puede apreciar en la tabla 9, una vez más
se confirma que a pesar de que las políticas habitacionales se enfocan en
acceder a la vivienda en propiedad, más de la mitad de los hogares
arrendatarios que viven en estas zonas continuara con el pago de un alquiler.
Tabla 9. Tiene planes para adquisición de
vivienda en los próximos dos años (hogares y porcentaje)
|
UPZ 11
San Cristóbal Norte |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ 84
Bosa Occidente |
Bogotá |
|||||
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
Hogares |
% |
|
Sí |
4259 |
42.6 |
27 827 |
46.3 |
5248 |
42 |
12 769 |
47.2 |
461 087 |
40.6 |
No |
5733 |
57.4 |
32 225 |
53.7 |
7237 |
58 |
14 276 |
53.0 |
675 688 |
59.4 |
Fuente. Elaboración
propia con base en EM-2017.
Movilidad
cotidiana y condiciones de vida
Si bien muchos
estudios (Avellaneda y Lazo, 2011; Demoraes, Gouëset, et
al.,
2013; Dureau y Gouëset, 2012; Jirón y Mansilla, 2013; Jouffe, 2011; Oviedo y
Titheridge, 2016; Robert et al.,
2020; Vecchio, 2018) demuestran que las personas que residen en las periferias
populares de las metrópolis latinoamericanas experimentan las peores
condiciones tanto sociales como de movilidad, trabajos que abarcan las prácticas
de movilidad según el estatus residencial son menos comunes. Podemos mencionar
los análisis de Demoraes, Contreras y Pirón (2016) y Demoraes, Souris y
Contreras (2020) que indagan sobre las practicas cotidianas de movilidad y la configuración
de los espacios de acción de los individuos, según el lugar de residencia, la posición
de los individuos en la jerarquía social y el ciclo de vida en Santiago de
Chile. El estatus de ocupación de la vivienda es considerado como una variable,
entre otras (antigüedad en la vivienda, nivel de educación, nivel de ingreso, etc.),
para explicar las disparidades tanto en el uso de los modos de transporte, como
en los lugares de destino.
De las figuras 7 y
8, basadas en la EM-2017, se puede observar, en primer lugar, que la posesión de
un auto particular es mayor entre los propietarios que entre los arrendatarios,
y, en segundo lugar, que independiente del estatus residencial, la posesión de
una bicicleta es extendida y alcanza en la mayoría de las UPZ más del 30 % de
los hogares. En cuanto a la posesión de motocicleta, los porcentajes oscilan
alrededor del 10 %, sin mayores diferencias por estatus residencial.
Figura 7. Posesión de carro, bici y moto en
hogares arrendatarios, en las UPZ de estudio (datos como porcentajes)
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Figura 8. Posesión de carro, bici y moto en
hogares de propietarios, en las UPZ de estudio
Fuente. Elaboración propia con base en EM-2017.
Con el fin de
complementar información sobre las condiciones de movilidad de los hogares arrendatarios,
se tomaron datos de la Encuesta de Movilidad Urbana de 2019. Se seleccionaron de
esta encuesta los hogares que residen en las UPZ de análisis y se identificaron
las personas de estos hogares que habían realizado al menos un viaje por motivo
trabajo4. La figura 8 es un mapa que muestra el destino de los
viajes realizados por los inquilinos y propietarios, a partir de cada una de
las UPZ de estudio. Las áreas de destino, también llamadas “espacio de acción”,
fueron delineadas según el método propuesto por Demoraes y Gouëset (2020). La hipótesis
que tratamos de comprobar fue ver si los dos grupos mantienen relaciones a
diario, especificas con el espacio metropolitano, lo que podría reflejar, por
ejemplo, un acceso diferenciado a empleos con diversos niveles de calificación,
que no están distribuidos de manera uniforme en la urbe. De manera
complementaria, la representación cartográfica de las áreas de destino permite
comprobar el desfase entre los lugares de residencia y de trabajo, y ver si
este desfase esta más pronunciado para un grupo dado, lo que implicaría recorridos
más largos.
Si bien los
espacios de acción de los inquilinos que aparecen en la figura 9 son un poco más
extensos respecto a aquellos de los propietarios, tienen una forma bastante
similar y se superponen bastante bien para los dos grupos, cualquiera sea su UTAM
de residencia, por lo que no parece existir una diferencia en los lugares de
destino, según la tenencia de vivienda. En el caso de la UTAM San Cristóbal
Norte, las trayectorias giran alrededor del eje nororiente-centro y se
diferencian de las otras tres UTAM analizadas, en donde los viajes son más
dispersos: en el caso de la UTAM Bosa, por ejemplo, se observan desplazamientos
que parten del suroccidente hacia el centro, y también hacia el norte y otras
zonas del occidente. En el caso de la UTAM 20 de Julio, localizada al
suroriente, se observa una dispersión de los lugares de trabajo, especialmente
hacia el occidente y el noroccidente. Por último, tanto inquilinos como
propietarios residentes en la UTAM Suba El Rincón realizan trayectos por motivo
de trabajo hacia el resto de la ciudad.
Figura 9. Mapa de áreas de delimitación de los
lugares de destino con motivo trabajo, según tenencia de la vivienda (primer
viaje desde la casa)
Fuente. Elaboración propia con base en EMU-2019
Ahora bien,
realizar desplazamientos hacia las mismas zonas de la ciudad por motivos de trabajo
puede ocultar diferencias en cuanto a las experiencias de los viajes, lo que
depende del modo de transporte usados. En el caso de la UTAM San Cristóbal
Norte, que goza de la localización en el eje nororiental, es mas alto el uso de
vehículos particulares entre la población propietaria e incluso arrendataria,
si se compara con las otras tres UTAM. En cuanto al uso del transporte público,
hay que diferenciar entre Transmilenio y el servicio provisional de transporte público,
que corresponde a la oferta antigua de buses y rutas que aún sigue en operación.
El peso que tiene Transmilenio en todas las UTAM, excepto en San Cristóbal
Norte, puede explicarse por la proximidad de las UPZ de estudio a los
corredores exclusivos como el de la NQS, la Carrera Decima, la Avenida Caracas y
Las Américas. En cuanto al SITP provisional, su uso es menor en casi todas las UTAM
y sin mayores diferencias entre arrendatarios y propietarios, a excepción, una
vez más, de San Cristóbal Norte, donde ya se mencionó el peso que tienen otros
modos de transporte usados entre la población que es propietaria.
Tabla 10. Modos de transportes usados para el
primer viaje desde la casa con motivo de trabajo (población arrendataria 3; población
propietaria 1)
|
UTAM 11 San Cristóbal Norte |
UTAM 28 El Rincón |
UTAM 34 20
de Julio |
UTAM 84 Bosa Occidente |
||||
1 |
3 |
1 |
3 |
1 |
3 |
1 |
3 |
|
A pie |
4.1 |
11.4 |
14.8 |
12.2 |
17.6 |
26.4 |
4.1 |
17.4 |
Alimentador |
0 |
2.1 |
0 |
1.4 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Auto |
25.5 |
13.4 |
6.6 |
5.7 |
7.6 |
5.5 |
2.6 |
4.1 |
Bicicleta |
1.9 |
7.3 |
3.2 |
13.1 |
0.9 |
2.1 |
17.5 |
13.1 |
Bicitaxi |
0 |
0 |
0 |
0.6 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Moto |
13.7 |
28.1 |
8.3 |
11.9 |
7.8 |
9.3 |
20.1 |
7.7 |
SITP provisional |
1.9 |
15.6 |
18.2 |
15.5 |
21.2 |
12.1 |
7.4 |
5.7 |
TM (Transmilenio) |
11.3 |
13.4 |
26.3 |
24.5 |
27.6 |
28 |
21.3 |
32.1 |
Informal |
1.9 |
0.1 |
4.5 |
3.9 |
1.3 |
0 |
1 |
2.4 |
Público Individual |
7.6 |
0.1 |
2.3 |
5.4 |
4.8 |
4.5 |
0 |
1.7 |
Fuente. Elaboración propia con base en EMU-2019.
Otro modo que
interesa en este análisis es la moto, que, si bien es de uso extendido en la
ciudad y en las áreas analizadas, tiene como ventaja el ser más asequible que
un carro particular. Los usos más altos de la moto se evidencian entre los
arrendatarios, salvo en la UTAM Bosa.
En cuanto a modos más
sostenibles, como la bicicleta, su uso es también más alto entre los arrendatarios,
salvo en la UTAM Bosa. Pero su uso es globalmente menor en las UTAM empinadas (San
Cristóbal Norte y 20 de Julio). En el caso de Bosa, al suroccidente, no hay
mayores diferencias entre los dos grupos, al ser esta una zona en donde está más
extendido el uso de este modo de desplazamiento. Destacamos el peso de los desplazamientos
realizados a pie, que superan el 11 % de los viajes, en casi todas las UTAM e
independiente del tipo de estatus residencial. Salvo lo observado entre la población
propietaria que vive en las UTAM San Cristóbal Norte y Bosa Occidental, se presentan
los mayores porcentajes en la UTAM 20 de Julio, localizada al sur del centro histórico
de la ciudad.
Otro aspecto que
puede ayudar para identificar las posibles diferencias entre inquilinos y
propietarios se refiere a la duración promedio de los viajes. En términos
generales, los hogares que viven en arriendo se enfrentan a los tiempos
promedio de desplazamiento más bajos. Una posible explicación puede guardar relación
con el uso mayor del carro particular entre los propietarios, más sujeto a los
trancones, lo que no pasa con la moto, cuyo uso es más frecuente entre los
inquilinos (salvo en Bosa). Sin embargo, al comparar entre UTAM se aprecia que
no es igual vivir como inquilino en San Cristóbal Norte y durar 52 minutos en
un viaje, mientras que otras personas, también arrendatarias, gasten más de 72
minutos si se encuentran al noroccidente, en Suba. En efecto, las UTAM localizadas
en los extremos suroccidente y noroccidente implican mayores tiempos de desplazamiento,
si se comparan con las UTAM localizadas al nororiente y suroriente de la
ciudad.
Tabla 11. Duración promedio de los viajes
realizados, según estatus residencial
|
UPZ 11 San Cristóbal Norte |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ
84 Bosa Occidente |
Duración promedio |
Duración Promedio |
Duración Promedio |
Duración Promedio |
|
Propietario |
73.3 |
87.4 |
62.4 |
82.1 |
Está pagando la vivienda |
59.5 |
81.7 |
62.4 |
77.4 |
Arriendo |
51.9 |
72.3 |
60.7 |
67.3 |
Promedio por UPZ |
59.8 |
78 |
61.6 |
74.3 |
Total de las cuatro UPZ |
73.6 |
Fuente. Elaboración propia con base en EMU-2019.
Un penúltimo
aspecto que mostramos en este análisis relaciona el número de destinos según
propietarios y arrendatarios, versus el tamaño del área de destino (tabla 12 y
figura 10). Con ello se confirma la información de la figura 9, en donde se
observa una dispersión ligeramente mayor de las áreas de destino de los
inquilinos de las cuatro UPZ de origen. Ello se debe a la mayor cantidad de
hogares en arriendo, lo que implica, a su vez, un mayor número de destinos para
este grupo.
Tabla 12. Número de destinos por UTAM de
origen y según tenencia de vivienda
|
UPZ 11 San
Cristóbal Norte |
UPZ 28
El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ
84 Bosa Occidente |
||||
Número
de destinos |
Superficie área
destino km2 |
Número de destinos |
Superficie área
destino km2 |
Número de destinos |
Superficie área
destino km2 |
Número de destinos |
Superficie área
destino km2 |
|
Propietario |
40 |
80.2 |
67 |
149.8 |
67 |
139.6 |
62 |
135.9 |
Arriendo |
71 |
112 |
127 |
197.6 |
105 |
167.2 |
84 |
185.7 |
Fuente. Elaboración propia con base en EMU-2019.
Figura 10. Relación entre el número de destinos
y la superficie de las áreas de los destinos
Fuente. Elaboración propia a partir con base
en EMU-2019.
Para terminar, se
calcularon las distancias en km de estos viajes realizados, sin embargo, el
resultado no arroja mayores diferencias según el estatus residencial (tabla
13).
Tabla 13. Distancias en km de los viajes realizados,
según estatus residencial en las UPZ de estudio
|
UPZ 11 San
Cristóbal Norte |
UPZ
28 El Rincón |
UPZ 34 20
de Julio |
UPZ
84 Bosa Occidente |
||||
Longitud media
(km) |
Longitud media
ponderada |
Longitud media
(km) |
Longitud media
ponderada |
Longitud media
(km) |
Longitud media
ponderada |
Longitud media
(km) |
Longitud media
ponderada |
|
Propietario |
8.4 |
9.0 |
8.0 |
7.9 |
7.5 |
7.4 |
10.2 |
10.5 |
Arriendo |
8.1 |
7.8 |
7.0 |
6.9 |
8.4 |
9.0 |
8.3 |
8.6 |
Fuente. Elaboración propia con base en EMU-2019.
Conclusiones
Esta investigación
presentó un análisis de las condiciones de vida de los hogares, según la tenencia
de la vivienda en zonas periféricas y pericéntrales de Bogotá. Para describir
las condiciones de vida de los inquilinos y propietarios consideramos criterios
habituales, tales como su nivel socioeconómico, el déficit cualitativo de la
vivienda, el hacinamiento, la provisión de servicios públicos, etc. También
incluimos variables adicionales relacionadas con la movilidad residencial y
cotidiana, partiendo de la hipótesis de que la desigualdad se manifiesta también
en la forma como los hogares eligen el lugar en donde residen y se desplazan
cada día.
Entre las
principales conclusiones se observa que las características de la vivienda y el
acceso a servicios públicos son muy parecidos entre los arrendatarios y
propietarios, por lo que se pueden asumir condiciones de vida bastante similares
entre los dos grupos, desde este punto de vista, salvo el hacinamiento que es
mayor entre los inquilinos. Se evidencia también una cierta homogeneidad entre
ambos grupos en lo que se refiere a sus movilidades cotidianas, pero las
diferencias están asociadas ante todo a la tasa de motorización, que es mayor
entre los propietarios, y la duración de los viajes, que es menor para los
arrendatarios, debido a su mayor uso de la moto, menos sensible a los
trancones. Otro contraste en la movilidad cotidiana tiene que ver con la localización
del lugar de residencia en el espacio metropolitano. Mientras vivir en la
periferia noroccidental y suroccidental implica mayores tiempos de
desplazamiento tanto para los inquilinos como para los propietarios, para
quienes viven en el nororiente y el suroriente los tiempos son menores,
cualquiera sea el estatus de ocupación de la vivienda. En cuanto a los modos de
transporte, también se observan diferencias entre zonas, porque el uso del auto
es más importante en San Cristóbal Norte y particularmente para los
propietarios. El uso de medios de transporte público es extendido y explicado por
la cercanía a las troncales de Transmilenio. Un modo de transporte más
sostenible, como la bicicleta, se encuentra mayormente en Bosa.
A raíz de este
trabajo surgen varias propuestas de investigación, con el fin de mejorar la comprensión
de las condiciones de vida en toda su complejidad. Una primera propuesta remite
a la necesidad de caracterizar con mayor detalle el nivel socioeconómico de los
hogares, que es un elemento clave de sus condiciones de vida, ya que determina
tanto su localización al interior de la urbe y sus condiciones de movilidad cotidiana,
como la posibilidad de acceso a la vivienda. En el presente trabajo se infirió
el nivel de riqueza de los hogares por medio de los estratos del DAPD y del Índice
de Condición Social (ICS). Sin embargo, los datos disponibles solo permitieron
considerar estos indicadores de forma agregada por manzana o por UPZ y no para
cada hogar encuestado en la EM-2017 o en la EMU-2019. Además, como lo señalamos,
la estratificación del DAPD se calcula a partir de una serie de características
de las viviendas y el entorno urbanístico, y por lo tanto no refleja con
exactitud el nivel de riqueza de los hogares. Así mismo, tampoco es
satisfactorio considerar la delimitación de las UPZ de Mejoramiento Integral de
Barrios para identificar hogares de bajos ingresos. De hecho, el tipo de urbanización
de origen mayormente informal puede ocultar una gran heterogeneidad socioeconómica,
como lo vimos en el caso de San Cristóbal Norte puede ocultar una gran
heterogeneidad socioeconómica. Por estos motivos, una segunda propuesta seria
la de incorporar las tres variables necesarias para el cálculo del ICS (número de
personas que componen el hogar, numero de cuartos en la vivienda, número de años
de estudio de cada miembro del hogar mayor a 15 años) en los instrumentos de recolección
de datos, como las encuestas multipropósito o las encuestas de movilidad
urbana.
Una vez sea posible
calcular el ICS se podrá tener una jerarquización más precisa que permita validar
hipótesis tales como la incidencia del nivel socioeconómico en el estatus de ocupación
residencial (pobres inquilinos-propietarios no pobres), de localización (pobres
en periferias- no pobres en centros) o de movilidad (pobres con peores
condiciones-no pobres con mejores condiciones). Estos son algunos aspectos que
sumados a los análisis de calidad de vida podrían dar cuenta de un cuadro más
complejo de las desigualdades manifiestas en un área metropolitana como Bogotá.
Notas
1.
Esta investigación tiene lugar en el
marco del proyecto titulado Las prácticas de movilidad
sostenible en las metrópolis de América Latina: estudio comparado de Bogotá
(Colombia) y Lima (Per·), que inició en 2020 y es coordinado
por los docentes investigadores Vincent Gouëset y Florent Demoraes, de la
Université Rennes 2 y el Instituto Frances de Estudios Andinos (IFEA).
2.
En el estudio de Alfonso (2016), la UPZ
82 Patio Bonito presentaba uno de los mayores valores de densidad bruta con 622
Hab/ha, comparable a la de ciudades como Manila
(Filipinas). Los datos de Bogotá que se estimaron para 2015 por parte de este autor
eran de 20 691 Hab/km2.
3.
Según el CENAC (2012), en el 2011, el
64.7 % de los arrendatarios vivía en un apartamento.
4.
Los porcentajes de hogares
propietarios no difieren mucho de lo identificado en la EM de 2017. En el caso
de los arrendatarios, se observa un aumento, especialmente en la UPZ Bosa,
donde este tipo de tenencia habría aumentado a un 47 %. Aplicados los factores
de expansión, se cuenta con un total de 188 652 hogares en las cuatro UPZ.
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