Editorial
Fernando
Montenegro Lizarralde. Arquitecto y profesor pensionado de la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Correo electrónico:
fmontenegrol@unal.edu.co
En
América Latina, los procesos urbanos gestados a partir de la Conquista y la
Colonia por los imperios español y portugués, generaron un mosaico muy diverso
de situaciones políticas, económicas y espaciales, en la construcción de los
ámbitos urbanos; diversidad que se sigue acentuando, en la medida que las
ciudades crecen, se tornan más complejas y construyen territorios más regionalizados,
superando la visión simplista que definía, en forma genérica, los centros
urbanos pobres del tercer mundo. Sin embargo, esa historia común señala, en
forma relativamente homogénea y clara, la irrupción de la economía global en
los procesos de crecimiento metropolitano. Inicialmente, mediante todo el
proceso de formación de los imperios a partir del siglo XVI; posteriormente, en
la inclusión determinada por las metrópolis, en los mercados y dependencias
generadas por el capitalismo a partir del siglo XVIII; y más recientemente, en
la globalización de la producción, que ha conducido a la fase final de los
procesos de urbanización y conformación de las grandes aglomeraciones urbanas
en el continente.
Estos
procesos de crecimiento y modernización que se sucedieron uno o dos siglos
atrás en Europa, en parte de Asia, en Norteamérica y en dos o tres urbes
latinoamericanas, se replican hoy en día en todo el continente, con tintes y
matices muy variados, mediados por importantes avances en la tecnología de
construcción y en la capacidad administrativa del capital. Avances que permiten
el acceso a una mejor calidad de vida, la construcción de ámbitos más amables e
incluyentes y el mejoramiento sustancial de la función urbana, pero que
también, llevan a una mayor dependencia del capital y, con ello, a la
multiplicación de los abusos, al aprovechamiento desequilibrado de la
planificación y a cierta marginalidad intencionalizada
desde algunos sectores de la economía.
Las
preocupaciones de la investigación urbana, del urbanismo, de la planificación y
de la literatura especializada, se han ampliado más allá de la materialización
del espacio y de los roles prioritarios que ocupó la arquitectura como medio de
solución. Hoy, tal condición, sin duda fundamental, se relaciona con las
cualidades sociales, la construcción de los territorios urbanos y, sin duda,
con el desarrollo de la economía urbana y con los comportamientos espaciales
derivados o condicionantes de ella.
A
propósito de los fenómenos y dinámicas descritas en los párrafos anteriores, en
este nuevo número, la Revista Ciudades, Estados y Política tiene el
gusto de compartir, con la comunidad académica, cinco artículos: uno de
investigación, dos de reflexión, un ensayo y una reseña de un libro de
investigación. Artículos, eso sí, enfocados en la investigación sobre las
preocupaciones arriba descritas, que relacionan de forma directa los
comportamientos sociales de las comunidades, con las soluciones espaciales que
ellas formalizan, habitan y desarrollan.
Los
cinco temas se fundamentan en una de las cualidades más importantes del
crecimiento de las ciudades latinoamericanas: la densificación, la utilización
de la tecnología en la multiplicación del capital y la intensa preocupación por
el suelo, como medio central de la planificación. Son cinco cuestiones que
muestran, desde distintas aristas, el comportamiento de las comunidades urbanas
y la transformación de los espacios de la ciudad:
la
modificación de los patrones de vida urbana, en beneficio del mejoramiento
espacial destinado a ciertos grupos sociales, la intervención de los ámbitos
espaciales como medio para representar los deseos de la ciudad contemporánea
latinoamericana y la visión central de lo que debe ser la sociedad urbana, o la
inclusión de la dimensión ambiental y del medio natural, como alternativa
fundamental frente a los procesos de cualificación, mediante la multiplicación
del capital.
Los
artículos del presente número plantean exigencias conceptuales que trascienden
y que abren oportunidades disciplinares con las que, tradicionalmente, ha
tratado el urbanismo. Es parte de la intención de comprender la dimensión de la
política urbana, en sus diversas manifestaciones disciplinares, así como la
interrelación necesaria con la que se deben comprender los aspectos urbanos del
espacio y la forma, la sociedad, la economía y la historia, y el contexto
natural, tan importante hoy en día.
En
el primer artículo Impactos sociales del proceso de gentrificación en barrios
de origen informal. Caso localidad de Chapinero, Bogotá, el Magíster en Gestión
Urbana de la Universidad Piloto de Colombia, Julián Ricardo Ruiz Solano,
mediante un estudio de caso, identifica la configuración de un proceso de
gentrificación en la localidad de Chapinero, analizando y caracterizando los
impactos y consecuencias sociales causadas por el fenómeno, dentro del
territorio. Indaga cómo las disímiles condiciones socioeconómicas de la
población encontradas en la localidad de Chapinero, sobre un suelo de alta
renta, propiciaron el surgimiento de un proceso gentrificador;
como respuesta a la escasez de suelo urbanizable, en un cono de alta renta de
la ciudad y la presencia de una amplia franja de barrios, de origen informal,
contiguos a dicho cono; situación que da inicio a una ardua labor logística,
por parte de promotores privados, para la adquisición de suelo urbanizable,
hábil para la densificación y el desarrollo en aquellos asentamientos de origen
informal, localizados estratégicamente junto a sectores de alta renta. El
investigador describe la presión y la especulación inmobiliaria, sobre una
amplia zona de barrios populares de la localidad de Chapinero, la cual fue
gestada desde hace 20 años, causando la desaparición paulatina de múltiples
asentamientos consolidados, sin discriminar su condición legal (formal o
informal); siendo las constructoras y los promotores privados, los gestores de
grandes adquisiciones de suelo a muy bajo costo que, posteriormente,
desarrollan en condiciones de alta rentabilidad.
La
investigación concluye mostrando las consecuencias sociales que esta mutación
urbana ha traído, para las comunidades de los barrios de origen informal del
sector, evidenciando las implicaciones sociales que genera el proceso de
gentrificación que vive la localidad de Chapinero, exponiendo las alteraciones socio-espaciales creadas por el mercado de suelos y
planteando posibles estrategias de gestión social que favorezcan la mitigación
de dicho fenómeno urbano.
En
el segundo artículo de la edición, Jimena Ramírez Casas, antropóloga de la
Universidad de los Andes de Colombia y candidata a doctora en Ciencias Sociales
de la Universidad de Buenos Aires, reflexiona sobre Puerto Madero, entendido
como ícono de la Buenos Aires contemporánea (1991-2012). El trabajo reconstruye
la configuración urbana del barrio Puerto Madero (Buenos Aires), bajo el
proyecto de renovación y rehabilitación, haciendo especial énfasis en la
retórica del patrimonio, asociada a la recuperación del espacio público. El
propósito es dar cuenta del proceso de transformación urbana que se convirtió
en emblema del urbanismo neoliberal, en Buenos Aires y su área metropolitana,
señalando los cambios en las políticas de planificación, de gestión del suelo
urbano y de sus evidentes efectos en el territorio. La investigadora analiza la
construcción social del espacio público en la capital argentina, a través de
una investigación de corte cualitativo, partiendo del caso particular del
barrio porteño.
En
el tercer artículo, que es de reflexión, titulado Impacto socioambiental en la
creación de nuevas áreas urbanas en la ciudad de Rosario, Argentina: 2005-2017,
las autoras, Cintia Ariana Barenboim, Doctora en Geografía Urbana del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Centro Universitario
Rosario de Investigaciones Urbanas y Regionales de Argentina; y Daiana Zamler, arquitecta del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas, Centro de Altos Estudios en Arquitectura y Urbanismo
del mismo país, evalúan el impacto socioambiental que provoca la creación de
suelo urbano sobre una parte de las áreas de reserva de la ciudad de Rosario.
El estudio se divide en dos partes: por una parte, se describen las políticas
públicas para la Zona IV, junto a los dos planes especiales: Parque
Habitacional Bouchard, desarrollo residencial y recreativo; y Parque
Empresarial Rosario, industrias y áreas logísticas. Por la otra, se analizan
los efectos provocados a partir de tres dimensiones: socioeconómica (conflictos
sociales, características poblacionales, actores influyentes, actividades
predominantes), física (dotación de infraestructuras y servicios) y ambiental
(contaminación sonora, residuos urbanos, calidad del espacio público). La
metodología se basa en el análisis del contenido de documentos escritos y de
gráficos, de entrevistas semiestructuradas y de recorridos efectuados en el
lugar. Entre los principales resultados, se evidencia que las urbanizaciones se
definen por los intereses del sector inmobiliario y que no responden a las
necesidades de la ciudad. El Estado rehabilita los espacios verdes y el arroyo,
valorizando aún más estos emprendimientos, pero está ausente en el
abastecimiento de infraestructuras y de servicios, como así también en
considerar a los antiguos habitantes y frente al traslado de las pymes. En
conclusión, el territorio periurbano requiere un enfoque interdisciplinario, en
donde el municipio tome mayor protagonismo, pudiendo contribuir a un desarrollo
equitativo y sostenible.
Para
este número de Ciudades, Estados y Política, contamos con la publicación del
primer trabajo incluido en la sección de Ensayos: Ernesto Guhl
Nannetti, ingeniero civil de la Universidad de los
Andes de Colombia, profesor universitario, ex viceministro del Medio Ambiente y
miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales, exdirector
e investigador del instituto Quinaxi, presenta su
punto de vista en el ensayo ¿Qué territorio queremos? El reto de los nuevos
planes de ordenamiento territorial en Colombia. El análisis de Gulh explica, en el inicio, la tendencia a la urbanización
que existen en la población del mundo, a partir de la revolución industrial y
frente a la continuidad de este proceso. Además, plantea la falsedad de la
dicotomía entre lo rural y lo urbano, generalmente aceptada, pues ambos espacios
son constituyentes del territorio, entendido este como una unidad integral en
la que ambos sectores son interdependientes e intercambian servicios
ecosistémicos e impactos socioambientales. El autor propone la idea de que la
tradicional separación de lo urbano y lo rural ha generado territorios
insostenibles, principalmente derivados de las grandes concentraciones urbanas,
y explica el paradigma surgido para superar esta situación, que es el de los
territorios sostenibles, entendidos como una creación social basada en el
principio de que para que el desarrollo sea sostenible, es necesario que el
territorio en que este se asienta también lo sea. Se afirma que es necesario
cambiar las formas vigentes de gestión del territorio, pues llevan hacia la insostenibilidad,
y propone que los nuevos planes de ordenamiento territorial se enmarquen en una
visión integral y regional del territorio, y asuman el reto de lograr la
sostenibilidad territorial. Por último, el autor se refiere a los logros y a
las dificultades encontradas en los planes de ordenamiento que se han
formulado, haciendo una serie de sugerencias para utilizarlos como un
instrumento que oriente la construcción de territorios sostenibles en Colombia,
como condición necesaria para lograr la paz.
El
número cierra con la reseña del libro Forma y política de lo urbano. La ciudad
como idea, espacio y representación, publicado en 2016 por Editorial Planeta y
por la Editorial de la Universidad Nacional de Colombia. La reseñista, María
Elvira Cárdenas Sánchez, socióloga de la Universidad Nacional de Colombia e
investigadora del Instituto de Estudios Urbanos de la misma institución,
describe cómo el libro aporta diferentes perspectivas sobre el análisis de la
ciudad, reconociendo, por un lado, el orden político de lo urbano, y por el
otro, los imaginarios sociales que se construyen a partir de su estética.
También resalta cómo el significado que han ido adquiriendo las ciudades, a lo
largo de la historia, permite comprender las ideas que allí surgen, además de la
imagen que se proyecta, lo que vuelve fundamental el conocimiento de la
historia de lo urbano, para poder comprender lo que caracteriza a aquellas
ciudades en el plano más profundo.
Esto,
aun sabiendo que actualmente las ciudades han adquirido un rol cada vez más
importante, a nivel global, en donde el Estado ha dejado de tener control
absoluto sobre ellas, lo que les ha permitido acceder a mayor autonomía,
incluso convirtiéndose en las responsables de la creación de las naciones. Es
importante dimensionar que, para comprender la ciudad en la actualidad, no
puede pensarse que su estudio debe ser abordado únicamente a partir de la
segunda mitad del siglo pasado, cuando comenzó un momento de gran
transformación de lo urbano, propiciado por una gran migración de personas,
provenientes del campo, hacia las ciudades y, en consecuencia, el crecimiento
exponencial de la proporción de personas que viven en las áreas urbanas, a
nivel mundial. Por lo tanto, el texto realiza un aporte importante frente al
estudio de las ciudades, en el proceso de transformación de lo urbano y su
recorrido histórico, a partir de características –físicas, culturales y
políticas– que permiten entender la experiencia actual, a la luz de la
experiencia clásica.
El
libro se convierte, entonces, en un aporte fundamental para el estudio de las
ciudades, entre otras cosas porque logra enriquecer el debate académico y la
reflexión sobre lo urbano, teniendo en cuenta que se escribe desde diferentes
puntos de vista, al ser un compendio de ensayos escritos por once autores
distintos, cada uno con una visión particular respecto al tema, mediante una
contribución que da cuenta de que aquella experiencia histórica, que surge en
las ciudades, es lo que posibilita la existencia de las mismas; la comprensión
de lo que ha sucedido allí es lo que nos permite profundizar en ellas, a la luz
de lo que existe en la actualidad.
Finalmente,
vale la pena agradecer la valiosa colaboración de los pares evaluadores,
provenientes de diferentes países, quienes realizaron el proceso de revisión y
valoración del mérito académico y científico de los manuscritos sometidos, que
luego de dicho proceso integran el presente número de la Revista. En tal
sentido, se invita a los lectores a postular sus manuscritos, teniendo en cuenta
que, para el próximo número, está abierta la convocatoria de recepción de
manuscritos de investigación, reflexión, revisión, ensayos, reseñas e
infografías sobre Ordenamiento territorial e instrumentos para el desarrollo
urbano. Además del tema central, la Revista recibirá trabajos de tema libre que
contribuyan al conocimiento técnico, académico o científico, al debate de los
fenómenos y las relaciones entre las ciudades, los Estados y la conformación
política de la ciudadanía; a las transformaciones económicas, culturales y
sociales de las áreas urbanas, junto con los más novedosos elementos de la
investigación en análisis territorial, de seguridad y de cambio de las áreas
urbanas contemporáneas, y sus impactos en los países de América Latina y del resto
del mundo. La recepción de manuscritos, para esta convocatoria, tiene como
fecha límite el 30 de octubre de 2017.
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