Impactos socio ambientales de los asentamientos humanos irregulares en zonas y áreas naturales protegidas: Chetumal, Quintana Roo, México
Socio-environmental impacts of irregular human settlements in in zones and natural protected areas: Chetumal, Quintana Roo, México
Impactos sócio-ambientais de assentamentos humanos irregulares em zonas e áreas naturais protegidas: Chetumal, Quintana Roo, México
DOI:
https://doi.org/10.15446/cep.v8n1.85013Palabras clave:
asentamiento humano, impacto socioambiental, ocupación irregular, áreas naturales, suelo urbano (es)assentamento humano, impacto socio-ambiental, ocupação irregular, áreas naturais, terreno urbano (pt)
Settlement, environmental partner, irregularity, protected areas, urban land (en)
Una característica de las ciudades costeras en México es el alto potencial de recursos naturales; no obstante, el crecimiento demográfico y el potencial turístico y económico de estas ciudades han originado vedas y decretos para su preservación; en el caso del centro de población de Chetumal, perteneciente al municipio de Othón P. Blanco, Estado de Quintana Roo, el crecimiento y expansión de la mancha urbana se ha dado sobre las áreas naturales y que, a pesar de que han sido sujetas a restricciones, han sido ocupadas por asentamientos humanos irregulares. En la medida en que se incrementa el numero de la población, las áreas con potencial para el desarrollo urbano escasean, por lo que la población inicia un proceso de ocupación de zonas y áreas naturales con asentamientos humanos, mediante mecanismos ilegales e irregulares; los resultados muestran que este proceso de ocupación con asentamientos humanos irregulares impactan de manera importante sobre los recursos naturales.
A characteristic of the coastal cities in Mexico is the high potential of natural resources. However, despite the demographic growth and the tourist and economic potential that these cities have originated, these zones have been forbidden for their occupation and decrees for their preservation, decreeing them as protected natural areas. In the case of the Chetumal population center, belonging to the municipality of Othón P. Blanco, Quintana Roo state, the growth and expansion of the urban area has occurred over natural and protected areas, therefore, despite the fact that they have been subject to restrictions, these have been occupied by irregular human settlements with urban uses. As the population increases, the areas with potential for urban development become scarce, so the population begins a process of occupation of protected natural areas and the areas with illegal and irregular human settlements increase. The results of the work show that this process of occupation through irregular human settlements has a significant impact on natural resources and ecosystems.
Uma característica das cidades costeiras no México é o alto potencial de recursos naturais; no entanto, o crescimento demográfico e o potencial turístico e econômico destas cidades têm gerado vedas e decretos para sua preservação. No caso do centro populacional de Chetumal, pertencente ao município de Othón P. Blanco, Estado de Quintana Roo, o crescimento e expansão da mancha urbana têm acontecido sobre as áreas naturais que, apesar de estarem sujeitas a restrições, têm sido ocupadas por assentamentos humanos irregulares. Ao passo que aumenta o número da população, as áreas com potencial para o desenvolvimento urbano escasseiam, pelo qual a população inicia um processo de ocupação de zonas e áreas naturais com assentamentos humanos, mediante mecanismos ilegais e irregulares; os resultados mostram que este processo de ocupação com assentamentos humanos irregulares impacta de maneira importante nos recursos naturais.
Impactos
socioambientales de los asentamientos humanos irregulares en zonas y áreas
naturales protegidas: Chetumal, Quintana Roo, México
Pedro Leobardo Jiménez
Sánchez. Doctor en
Ciencias Sociales, Facultad de Planeación Urbana y Regional Universidad Autónoma
del Estado de México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6426-7295. Correo electrónico:
pljimenezs@uaemex.mx
María Ánglica González
Vera. Doctora, División
de Ciencias e Ingeniería, Universidad de Quintana Roo, México. ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-0579-3690. Correo electrónico: magv@uqroo.edu.mx
Francisco
Javier Rosas Ferrusca. Doctor en Administración
Publica, Facultad de Planeación Urbana y Regional, Universidad Autónoma del
Estado de México. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8655-9566. Correo electrónico:
fjrosasf@uaemex.mx
Juan Roberto Calderón
Maya. Doctor en
Urbanismo, Facultad de Planeación Urbana y Regional, Universidad Autónoma del
Estado de México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6584-8868. Correo electrónico:
jrcalderonm@uaemex.mx
Recibido: 7 de febrero
de 2020. Aceptado: 6 de diciembre de 2020. Publicado: 9 de
noviembre de 2021.
Resumen
Una característica de las ciudades costeras en México
es el alto potencial de recursos naturales; no obstante, el crecimiento demográfico
y el potencial turístico y económico de estas ciudades han originado vedas y
decretos para su preservación; en el caso del centro de población de Chetumal,
perteneciente al municipio de Othón P. Blanco, Estado de Quintana Roo, el
crecimiento y expansión de la mancha urbana se ha dado sobre las áreas
naturales y que, a pesar de que han sido sujetas a restricciones, han sido
ocupadas por asentamientos humanos irregulares. En la medida en que se
incrementa el numero de la población, las áreas con potencial para el
desarrollo urbano escasean, por lo que la población inicia un proceso de ocupación
de zonas y áreas naturales con asentamientos humanos, mediante mecanismos
ilegales e irregulares; los resultados muestran que este proceso de ocupación
con asentamientos humanos irregulares impacta de manera importante sobre los
recursos naturales.
Palabras clave: asentamiento
humano, impacto socioambiental, ocupación irregular, áreas naturales, suelo
urbano.
Socio-environmental
impacts of irregular human settlements in in zones and natural protected areas:
Chetumal, Quintana Roo, México
Abstract
A characteristic of the coastal cities in México is the
high potential of natural resources. However, despite the demographic growth
and the tourist and economic potential that these cities have originated, these
zones have been forbidden for their occupation and decrees for their
preservation, decreeing them as protected natural areas. In the case of the
Chetumal population center, belonging to the municipality of Othon P. Blanco,
Quintana Roo state, the growth and expansion of the urban area has occurred
over natural and protected areas, therefore, despite the fact
that they have been subject to restrictions, these have been occupied by
irregular human settlements with urban uses. As the population increases, the
areas with potential for urban development become scarce, so the population begins
a process of occupation of protected natural areas and the areas with illegal
and irregular human settlements increase. The results of the work show that
this process of occupation through irregular human settlements has a
significant impact on natural resources and ecosystems.
Keywords: human settlement, socio-environmental impact,
irregular occupation, natural areas, urban land.
Impactos
socioambientais de assentamentos humanos irregulares em zonas e áreas naturais
protegidas: Chetumal, Quintana Roo, México
Resumo
Uma característica das cidades costeiras no Mexico e o
alto potencial de recursos naturais; no entanto, o crescimento demográfico e o
potencial turístico e econômico destas cidades têm gerado vedas e decretos para
sua preservação. No caso do centro populacional de Chetumal, pertencente ao município
de Othon P. Blanco, Estado de Quintana Roo, o crescimento e expansão da mancha
urbana tem acontecido sobre as áreas naturais que, apesar de estarem sujeitas a
restrições, tem sido ocupadas por assentamentos humanos irregulares. Ao passo
que aumenta o número da população, as áreas com potencial para o
desenvolvimento urbano escasseiam, pelo qual a população inicia um processo de ocupação
de zonas e áreas naturais com assentamentos humanos, mediante mecanismos ilegais
e irregulares; os resultados mostram que este processo de ocupação com
assentamentos humanos irregulares impacta de maneira importante nos recursos
naturais.
Palavras-chave: assentamento humano, impacto socioambiental, ocupação irregular,
áreas naturais, terreno urbano.
Introducción
Las zonas costeras del mundo presentan centros urbanos
con poblaciones muy elevadas: ocho de las ciudades más pobladas del mundo se
ubican en estuarios o en la costa y concentran más de 100 000 000 de personas.
El proceso de migración de que son objeto las ciudades costeras de México
genera problemas para satisfacer las necesidades de la población que, junto con
la necesidad de un empleo, también demanda vivienda, infraestructura y
servicios públicos, salud, educación, agua, electricidad, alcantarillado y
actividades de esparcimiento. El Estado de Quintana Roo, México, ha estado sujeto
a la concentración de la población en sus zonas costeras, asentada en las
ciudades turísticas que lo conforman, lo que ocasiona una problemática
socioambiental sobre las zonas y áreas naturales.
En el Estado de Quintana Roo existe la tendencia de
usar cada día más el litoral para fines turísticos, a pesar de que sus áreas
naturales se caracterizan por su alta productividad y complejidad, a la vez que
por su sensibilidad y sus numerosas fronteras. De acuerdo con Restrepo (1995,
citado en Campos, 2007), “se trata de un área frágil, de transición entre la
tierra y el mar, donde las actividades productivas, el consumo e intercambio de
energía se efectúan de manera intensa”.
Algunos centros de población que no se han
desarrollado con fines turísticos, han modificado su tendencia de crecimiento
hacia un proceso de urbanización más marcado, como es el caso de Chetumal,
capital del Estado de Quintana Roo, que concentra una población mayor a 100 000
habitantes y que no presenta mayor auge en la actividad turística, por lo que
es la actividad económica la que ha extendido el efecto de atracción de la población
(INEGI, 2015).
De manera particular, Chetumal goza de una variedad de
recursos naturales, sin embargo, la riqueza de su biodiversidad, paisajes, cuerpos
de agua, playas y franjas costeras, así como la riqueza histórico-arqueológica,
es también susceptible y frágil. A pesar de que se han decretado diversas áreas
protegidas, tanto ecológicas como culturales, la presión de la población y,
especialmente, de la actividad turística en la región cercana a la zona maya
(la denominada “Costa Maya”), ha propiciado que en los instrumentos de planificación
turística se haga mención a la necesidad de conservar, cuidar y preservar, más
que la intención de aprovechar o utilizar los recursos (GM-SEDATU, 2014).
Lezama (2002) señala que las acciones urbanas se
legitiman bajo el supuesto de la aplicación de la planificación, presentándose así
un proceso de expansión económica e ideológica por medio de políticas publicas
implementadas por el Estado para orientar el crecimiento y ordenar el
territorio. Las políticas de planeación urbana implementadas en el Estado de
Quintana Roo se sujetan a instrumentos jurídicos, de planeación y
administrativos, en los que intervienen el gobierno federal, estatal y
municipal (Olivera, 2002); dichos instrumentos deberían asegurar condiciones de
bienestar social y garantizar un uso adecuado de los espacios urbanos y el
funcionamiento de la ciudad como espacio habitable, económica y ecológicamente sustentable.
En Quintana Roo, como en muchas entidades de México,
existe la Ley de
Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado
de Quintana Roo, que tiene
por objeto, entre otros, “Establecer las disposiciones básicas e instrumentos para
ordenar el uso del territorio y la planeación y regulación de los asentamientos
humanos y el desarrollo urbano en el Estado, así como para determinar las
atribuciones de las autoridades competentes para la aplicación de esta ley”.
Respecto a los instrumentos de planeación, se cuenta
con el Programa de Desarrollo Urbano de Chetumal-Calderitas-Subteniente López-Huay-Pix
y Xul-Ha, municipio de Othón P. Blanco, Estado de Quintana Roo, y el Programa de
Desarrollo Urbano del Área Metropolitana de Chetumal, Calderitas, Xul-Ha; a
pesar de ello, las acciones de la sociedad han rebasado estos instrumentos, al
desarrollar acciones de ocupación del suelo mediante asentamientos humanos, por
las vías ilegales e irregulares, en zonas no aptas para el desarrollo urbano.
De acuerdo con Mosquera y Ahumada (2005), el fenómeno
de asentamiento humano irregular corresponde a la forma de calificar un espacio
urbano y a las formas de apropiación del suelo existentes en el mismo, en términos
de incumplimiento de normas jurídicas que regulan las relaciones de propiedad o
las formas de producción del espacio urbano aplicables a cada caso. En
Chetumal, al provenir la población de otros entornos diferentes, tiene poca
identidad con su entorno natural, lo que ocasiona que, en su afán de
transformarlo para adecuarlo a sus necesidades habitacionales, ejerza un fuerte
impacto sobre el medio ambiente, particularmente en zonas y áreas naturales.
El objetivo del presente trabajo es mostrar un estudio
relacionado con los impactos socioambientales a los que están sujetos los
recursos y áreas naturales, derivados del proceso de ocupación del suelo
irregular en las áreas periféricas del centro de población de Chetumal. La intención
de desarrollar un estudio orientado al análisis del proceso de ocupación del
suelo mediante asentamientos humanos irregulares, obedece a dos aspectos: el
primero de ellos se relaciona con la falta de interés, por parte de las
autoridades municipales, estatales y federales, por regular el crecimiento
urbano y/o establecer medidas de planeación urbana, acordes con las necesidades
sociales; a pesar de existir instrumentos de planeación, se observa que las políticas
y estrategias son rebasadas por las acciones de la sociedad. El segundo aspecto
es la falta de investigaciones relacionadas con el fenómeno estudiado; en el ámbito
académico, se han identificado algunos estudios que se dirigen al análisis de
estos procesos irregulares e informales (Ku, 2020) y otros dirigidos al impacto
en los elementos naturales de la zona (Cano, 2020), sin embargo, estos no
logran establecer una congruencia integral entre el fenómeno de ocupación
ilegal y los impactos socioambientales, motivo de este trabajo.
Metodología científica
Para el desarrollo de la investigación se utilizo un
enfoque de tipo geográfico y ambiental, en el que se destaca el contacto
directo con la problemática real, en el ámbito espacial donde se desenvuelve el
fenómeno, donde la observación participante (Gutiérrez y Delgado, 1995) fue
practicada mediante visitas a la zona de estudio, lo que permitió visualizar y
registrar los sucesos territoriales y ambientales (Sánchez, 1997). La técnica
de estudio de caso permitió recabar la información en las diferentes áreas de
estudio y, de esta manera, contar con un panorama más objetivo de lo analizado.
Los asentamientos humanos irregulares que se
identificaron en la zona de estudio, se retomaron de los señalados en el
Programa de Desarrollo Urbano de Chetumal-Calderitas-Subteniente López-Huay-Pix
y Xul-Ha, municipio de Othón P. Blanco, Estado de Quintana Roo; por su parte,
al análisis e identificación de los impactos socioambientales se aplicó un
modelo metodológico desarrollado por Jiménez y otros (2019), cuyos resultados
dirigen su atención a la ocupación de zonas y áreas naturales localizadas en
tierras de origen social, de los núcleos ejidales de Chetumal y Calderitas.
Finalmente, durante las visitas practicadas al área de
estudio en la etapa del trabajo de campo, que se desarrolló durante los meses
de septiembre y octubre del año 2019, se emplearon técnicas de registro
cualitativas y cuantitativas que permitieron visualizar y registrar los sucesos
sociales que ha desarrollado la población en materia de ocupación irregular del
suelo y los impactos socioambientales sobre los recursos y áreas naturales.
Caracterización
urbana del caso de estudio
De acuerdo con los datos del censo de población y
vivienda del año 2010 (INEGI, 2010), Chetumal es la segunda ciudad con mayor número
de habitantes en la entidad, con un total de 151 243 habitantes, que
representan el 10 % de la población estatal, de los cuales 74 273 son hombres y
76 970 son mujeres. Al respecto, 156 569 habitantes se concentran en un área
urbana conformada por las localidades de Chetumal y Calderitas; debido a este
crecimiento de la población, se observa un proceso de urbanización y expansión
de la mancha urbana sobre las áreas periféricas del centro de población de
Chetumal y Calderitas, lo que ha detonado la ocupación de las
mismas con asentamientos humanos irregulares.
Históricamente, la ciudad de Chetumal se consolidó a
partir de un fundo legal y, conforme ocurrió el crecimiento urbano, las tierras
ejidales1 fueron sujetas a sucesivas expropiaciones, primero del
ejido Chetumal y, posteriormente, del ejido Calderitas. Este proceso de
crecimiento de la mancha urbana hacia la periferia ha caracterizado a Chetumal
por un crecimiento de la mancha urbana de manera ordenada y regulada, en su
primer cuadro, sin embargo, también se observa un esquema de crecimiento
informal fuera de la mancha urbana consolidada, en un segundo cuadro.
El proceso de ocupación del suelo, mediante asentamientos
humanos irregulares en las tierras ejidales de Chetumal y Calderitas, presenta una
orientación e inclinación política y social: política, porque ha respondido al
apoyo de autoridades para que la población que necesita suelo pueda ocupar
territorios en zonas no aptas para el uso urbano; social, porque la población, al
tener la necesidad de contar con un pedazo de suelo donde construir su
vivienda, desarrolla acciones de ocupación al margen de la formalidad e
ilegalidad. La zona de estudio analizada en el presente trabajo es el área
urbana conformada por las localidades de Chetumal y Calderitas, dado su
crecimiento urbano y la conurbación que se ha desarrollado entre sí.
Delimitación de
los asentamientos humanos irregulares
Conforme al Programa de Desarrollo Urbano de Chetumal-Calderitas-Subteniente
López-Huay- Pix y Xul-Ha (PDU), publicado por la Dirección de Desarrollo Urbano
del H. Ayuntamiento de Othón P. Blanco y la Secretaria de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (GM-SEDATU, 2014), se identifica la existencia de 14
asentamientos humanos irregulares en las tierras de origen social y privado del
área conurbada de Chetumal y Calderitas (tabla 1 y figura 1):
Tabla 1. Asentamientos
humanos irregulares en Chetumal-Calderitas
No. |
Nombre |
1 |
El Edén |
2 |
Santa Fátima |
3 |
Calderitas 1 |
4 |
Calderitas 2 |
5 |
Palomos |
6 |
Cordobés |
7 |
La Virtud |
8 |
Fraternidad |
9 |
La Franja |
10 |
Espíritu Santo |
11 |
Nuevo Progreso |
12 |
Talmalcab |
13 |
Bordo La Sabana |
14 |
Colonia CTM |
Fuente. Elaboración
propia con base en GM-SEDATU (2014).
Figura 1. Localización
de los asentamientos humanos irregulares en Chetumal-Calderitas
Fuente. Elaboración propia con base en GM-SEDATU (2014).
La ocupación del suelo mediante los 14 asentamientos
humanos irregulares, conforme lo señala Rueda (1999), Rebora (2000) y Jiménez y
otros (2015), se ha realizado a través de cuatro mecanismos: la invasión
paulatina, la invasión violenta, la venta ilegal y la invasión de restricción,
cuya superficie ocupada ha sido de la siguiente manera (tabla 2 y figura 2):
a) La invasión
paulatina. La superficie
ocupada representa el 7.14 % del total de los asentamientos humanos irregulares
existentes, en la que se asienta la Colonia CTM.
b) La invasión
violenta. Bajo este
segundo mecanismo se identifican los asentamientos humanos denominados Espíritu
Santo y Nuevo Progreso, cuya superficie ocupada representa el 14.28 %.
c) La venta
ilegal. Los
asentamientos humanos irregulares que se asentaron mediante este mecanismo son
El Edén, Santa Fátima, Calderitas 1, Calderitas 2, Palomos, Cordobés, La
Virtud, Fraternidad o Gaucho y La Franja, que en su conjunto ocupan el 64.28 % del
total de la superficie irregular.
d) Invasión
de restricción. Este
mecanismo se ejecuta mediante la invasión de la zona de restricción establecida
para los cuerpos de agua, cuyos asentamientos humanos irregulares identificados
son Tamalcab y La Sabana, que ocupan el 14.28 % de la superficie irregular
contabilizada.
Tabla 2. Mecanismos
de ocupación del suelo por asentamientos humanos irregulares
Mecanismo de ocupación |
Nombre |
Invasión paulatina |
Colonia CTM |
Invasión violenta |
Espíritu Santo |
Nuevo Progreso |
|
Venta ilegal |
El Edén |
Santa Fátima |
|
Calderitas 1 |
|
Calderitas 2 |
|
Palomos |
|
Cordobés |
|
La Virtud |
|
Fraternidad o Gaucho |
|
La Franja |
|
Invasión de restricción |
La Sabana |
Tamalcab |
Fuente. Elaboración propia con base en Rueda (1999), Jiménez (2015)
y trabajo de campo (2019).
Figura 2. Asentamientos
humanos irregulares por mecanismo de ocupación del suelo
Fuente. Elaboración propia con base en Rueda (1999).
El proceso de ocupación de tierras de origen social y
privada en Chetumal y Calderitas, por medio de los asentamientos humanos
irregulares, se ha dado sobre la base de las acciones de la sociedad para
obtener un pedazo de suelo. Como puede observarse, la principal forma de
desarrollo de los asentamientos humanos identificados fue por medio de la organización
de los propios ejidatarios, mediante la venta ilegal de sus tierras y por la invasión
violenta. En el caso de la venta ilegal de las tierras, estas se desarrollan
directamente por la población ejidataria, como poseedora de la tierra, con la venta
espontanea de la tierra mediante la subdivisión en pequeños lotes que son
sujetos a la oferta de la población demandante, carente de un lugar donde vivir
o, bien, que busca un lugar más accesible en términos de precio del suelo.
Respecto al mecanismo de ocupación mediante la invasión
de restricción, se refiere particularmente al relleno del litoral y humedales que
se encuentran en el cuerpo de agua denominado La Sabana, con la finalidad de
producir vivienda mediante la autoconstrucción. En lo que se refiere a la invasión
violenta, si bien no es un movimiento que se sustenta sobre conflictos o
confrontaciones con las autoridades, si se desarrolla en contra de la
normatividad y de los decretos de restricción que se establecen en la zona
sobre los cuerpos de agua y áreas naturales.
Finalmente, el mecanismo de invasión paulatina se ha
desarrollado mediante la venta de manera progresiva, como un fenómeno que a las
autoridades y a la población les parece común.
Proceso de ocupación
del suelo de áreas naturales
El PDU (GEM-SEDATU, 2014) identifica en el Estado de
Quintana Roo catorce áreas naturales protegidas, que representan el 25 % de su
superficie. Por su parte, en el municipio de Othón P. Blanco, una gran parte de
su superficie (30 %) esta decretada como áreas naturales protegidas y son las
siguientes:
• Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro, con una extensión
de 144 360 hectáreas (Has).
• Área de Protección de Flora y Fauna de Uaymil, con una
superficie de 89 118 Has.
• Parque Nacional Arrecife de Xcalak, con una superficie
total de 17 972 Has.
• Zona sujeta a Conservación Ecológica Santuario del Manatí,
con una extensión de 281 320 Has.
El proceso de ocupación del suelo se ha manifestado en
la periferia del área urbana conurbada de Chetumal y Calderitas mediante asentamientos
humanos irregulares en tierras de origen ejidal y privado y sobre áreas
naturales existentes, bajo las siguientes características:
a) Tenencia de
la tierra
En la periferia del área urbana de Chetumal y Calderitas
existe un número importante de parcelas de origen ejidal en ubicaciones
suburbanas y periféricas, mismas que han sido regularizadas por medio del Proceder,
lo que ha generado el dominio pleno de la propiedad, por lo que ya deben
considerarse como propiedades privadas. La propiedad privada rural de origen
(que nunca formo parte de un ejido) es relativamente escasa, situada entre los
ejidos Calderitas y Chetumal, en el entorno del cuerpo de agua de La Sabana.
De los catorce asentamientos humanos irregulares, diez
asentamientos humanos irregulares se encuentran asentados en las zonas ejidales
de Chetumal y Calderitas: El Edén, Santa Fátima, Calderitas 1, Calderitas 2,
Palomos, Cordobés, La Virtud, Fraternidad o Gaucho, Tamalcab y La Sabana, sobre
suelo ejidal, con una superficie de 72.5 hectáreas, y La Franja, Espíritu Santo,
Nuevo Progreso y Colonia CTM, sobre suelo de origen privado, con 38.0 hectáreas.
b) Vegetación
Chetumal se encuentra en una región en la que predominan
los humedales y la selva tropical; estos árboles suelen crecer en estas zonas
de suelos que periódica o permanentemente se ven inundados por aguas salobres,
lo que limita el desarrollo de otras especies vegetales. Entre los tipos de vegetación
con los que cuenta, están los siguientes: selva alta subperennifolia, selva
media subcaducifolia, selva baja perennifolia y sabana. En los alrededores de
Chetumal predominan la vegetación típica de la selva baja y los tipos de árboles
son los siguientes: cedro, ceiba, rojo, chechén y chaca, entre otros, y
comestibles como chicozapote, plátano, naranjo y mamey; también se observa el
pastizal cultivado, así como el manglar en el litoral de la Bahía de Chetumal.
En Chetumal, la cobertura vegetal natural ha sido reemplazada por las
construcciones, las vialidades en sus diferentes jerarquías y la estructura e infraestructura
urbana. En la zona de estudio se encuentran al menos dos tipos de vegetación
que tienen predominancia e importancia en las áreas naturales. Al menos trece
asentamientos humanos irregulares ocupan tres tipos de áreas naturales: en
las áreas señaladas como pastizal inducido, se
encuentran seis asentamientos irregulares: Calderitas 1, Palomos, Cordobés,
Fraternidad o Gaucho y La Franja; respecto a las áreas señaladas con otras
coberturas de vegetación, se encuentran los asentamientos humanos irregulares
denominados El Edén, Santa Fátima y Calderitas 2; finalmente, los asentamientos
humanos irregulares denominados Nuevo Progreso, Tamalcab, La Virtud y La Sabana
se encuentran asentados sobre el borde del cuerpo de agua La Sabana, en áreas
conocidas como humedales, los cuales están siendo sustituidos por vivienda
precaria.
c) Cuerpos de
agua
En la zona de estudio se identificó un elemento hídrico
conocido como La Sabana, el cual es afectado de dos maneras: los asentamientos humanos
irregulares denominados Nuevo Progreso, Tamalcab y La Sabana se encuentran asentados
sobre el borde del cuerpo de agua conocido como humedal; de acuerdo con la normatividad
establecida por los ordenamientos federales, los tres asentamientos humanos
irregulares se encuentran asentados sobre las áreas de restricción de construcción
establecido en el borde del cuerpo de agua. Esta situación no solamente afecta
al cuerpo de agua, sino que además pone en riesgo a los habitantes de las viviendas
que se asientan sobre el área de restricción de construcción señalada (figura
3).
Figura 3. Asentamientos
humanos irregulares que afectan cuerpos de agua
Fuente. Elaboración propia con base en el trabajo de campo
(julio de 2019).
d) Edafología
De acuerdo con la información señalada en el PDU (GEM-SEDATU,
2014, p. 23), en Chetumal y Calderitas predominan el suelo reconocido como
tzekel. Este es un suelo formado, según la carta edafológica del INEGI, escala
1 250 000, Bahía de Chetumal E-16-4, por rendzinas con incrustaciones de
litosoles (E+l/3). Se considera que los asentamientos humanos irregulares no
tienen problema alguno, en virtud de que la clasificación edafológica de los
tipos de suelo encontrados en la zona de estudio corresponde a suelo litosol,
el cual es acorde con el desarrollo urbano.
e) Geomorfología
La ciudad de Chetumal está compuesta por dos unidades geomorfológicas:
la Meseta Baja de Zoh-Laguna que se extiende en la porción oeste del municipio
de Othón P. Blanco, en la frontera con el Estado de Campeche, y la
correspondiente a las Planicies del Caribe que abarca el resto del municipio de
Othón P. Blanco. La roca más abundante en Chetumal es la sedimentaria, tanto
del Terciario (89.5 %), como del Cuaternario (10.1 %); ambos periodos
pertenecientes a la era del Cenozoico (63 millones de años). Las más antiguas
son calizas dolomíticas, salificadas, que datan del Paleoceno al Eoceno. Sobre estas
llegan a aflorar, en algunos sitios, calizas fosilíferas eocénicas (PDU. GEM-SEDATU,
2014, pp. 22-23).
Se considera que los asentamientos humanos irregulares
identificados no tienen problema alguno, en virtud de que la clasificación geomorfológica
que se encontró en la zona de estudio corresponde a zonas con planicies
adecuadas para el desarrollo urbano.
Impactos
socioambientales
La tendencia actual del crecimiento de la mancha urbana
hacia el norte y noroeste de Chetumal se caracteriza por la incorporación de
tierras ejidales para el desarrollo de asentamientos humanos irregulares, lo
que propicia la deforestación y el deterioro de recursos y ecosistemas
naturales, la ocupación de zonas bajas e inundables situadas en el área de
influencia del cuerpo de agua La Sabana y de la propia orilla lagunar. Los
rezagos en materia de infraestructura básica, como es el alcantarillado
sanitario, propician que las descargas de aguas domiciliarias sean a fosas sépticas
o, incluso, de manera directa con descargas sanitarias clandestinas que se
infiltran al manto freático para, finalmente, desembocar en el cuerpo de agua
La Sabana sin ningún tratamiento previo, lo que contamina al acuífero.
Si bien no todos los asentamientos irregulares se
localizan en donde hay presencia de cuerpos de agua, es necesario hacer una diferenciación
de ámbito geográfico terrestre y ámbito geográfico acuático: el primero se
refiere a aquellos problemas socioambientales que impactan asentamientos
humanos irregulares donde no existan cuerpos de agua cercanos, y el segundo, a
aquellos problemas socioambientales que impactan asentamientos humanos irregulares
adyacentes o en cuerpos de agua. Los problemas socioambientales de ámbitos
terrestre y acuático, relacionados con los asentamientos humanos irregulares (Jiménez,
2019), son los siguientes:
a)
Ámbito
terrestre
• Deforestación.
La ocupación de áreas naturales provoca que los elementos naturales de la selva
sean desbastados.
• Perdida de
especies de flora. Junto con las especies arbóreas, la perdida de la flora en la
zona es un proceso subsecuente.
• Descarga de
aguas residuales en fosas sépticas. Debido a la carencia de servicios de drenaje,
la población utiliza fosas sépticas en su domicilio.
• Acumulación de
residuos sólidos urbanos. Ante la carencia de un servicio de recolección de
residuos urbanos, la población crea basureros informales y clandestinos en las áreas
aledañas.
• Quema de residuos sólidos urbanos a cielo abierto. Una
práctica que realiza la población es la quema de los residuos urbanos.
• Falta de un sistema de recolección de residuos urbanos.
Su carencia conlleva a la quema de residuos urbanos.
• Contaminación del manto freático. La falta de
infraestructura de drenaje conlleva las descargas de las aguas residuales
domesticas a los cuerpos de agua y mantos freáticos que se localizan en la
zona.
• Problemas de tenencia de la tierra. Un problema fundamental
de la ocupación del suelo es la irregularidad que se presenta al ocuparse áreas
con tenencia de la tierra social o sobre ejidos.
• Queda claro que los asentamientos humanos irregulares
que presentan más problemas socioambientales son los adyacentes al cuerpo de
agua denominado La Sabana.
b) Ámbito acuático
• Elevado
consumo de productos del cuerpo de agua (peces). Una práctica social que se observa
en la zona es la pesca de especies comestibles, por lo que el incremento de la población
genera un mayor consumo.
• Presencia de
residuos sólidos urbanos. La falta de recolección de residuos sólidos provoca
su vertimiento sobre los cuerpos de agua y mantos freáticos.
• Vertimientos
residuales de la planta de tratamiento en el cuerpo de agua. La planta de tratamiento
que existe en la zona presenta una deficiencia en el servicio, dado que muchas
de las aguas residuales se vierten sobre los cuerpos de agua.
• Contaminación
del cuerpo de agua La Sabana con aguas residuales. Siendo el cuerpo de agua más
próximo a los asentamientos humanos irregulares identificados, este ha sido el
principal elemento objeto de contaminación.
• Relleno del cuerpo de agua con diversos materiales. El
relleno que se hace mediante escombros, tierra y/o residuos sólidos urbanos afecta
a algunas zonas del cuerpo de agua La Sabana, incluso sobre humedales, con la
finalidad de ocuparlo para construir vivienda precaria.
• Afectación a
la vegetación que bordea el cuerpo de agua. La ocupación de zonas aledañas al
cuerpo de agua La Sabana conlleva una afectación de la vegetación que existe en
la zona.
• Presencia de
especies con crecimiento atípico (lechuguilla de agua). Como resultado de la contaminación
del cuerpo de agua La Sabana, se observa un cumulo de especies atípicas,
particularmente de la lechuguilla de agua.
• Presencia de especies protegidas por la normatividad ambiental
pero que representan riesgo para la población. Un caso atípico en la zona es la
aparición y presencia de especies protegidas, como es el caso del cocodrilo de
agua dulce.
• Desplazamiento de fauna acuática a otros cuerpos de
agua. Debido a la contaminación y a la ausencia de vegetación, se observa el abandono
de fauna acuática hacia otras zonas y áreas.
• Descarga de aguas residuales de manera clandestina por
pipas en el cuerpo de agua. Un problema que se ha observado en la zona es la
descarga de aguas residuales y/o explotación del agua por parte de empresas que
dan servicios mediante pipas.
• Incendios en la vegetación adyacente al cuerpo de
agua. Durante algunas épocas del ano, se observa la quema clandestina de vegetación,
con la finalidad de dar a estas zonas usos y destinos urbanos.
Los problemas socioambientales detectados, derivados
de los asentamientos humanos irregulares, se concentran en el deterioro de los
recursos naturales adyacentes o cercanos al cuerpo de agua denominado La
Sabana, que cuenta con diferentes especies de aves, iguanas, cocodrilos y
peces, además de dos especies de manglar y está conectada con los manglares de
la Reserva estatal Bahía de Chetumal Santuario del Manatí.
Conclusiones
Con base en los resultados obtenidos en el presente trabajo,
podemos señalar que el proceso de ocupación del suelo por parte de la población
se caracteriza por las acciones derivadas de las relaciones sociales que se
desarrollan entre los ejidatarios y la población que demanda un pedazo de
suelo, cuyo único recurso es la ocupación irregular e incorporación de tierras
ejidales al crecimiento de la mancha urbana, por fuera de la normatividad
establecida en los planes de desarrollo urbano. La ocupación del suelo que se
ha generado en la periferia del área urbana de Chetumal y Calderitas no ha
tenido limites para el desarrollo de asentamientos humanos irregulares,
particularmente en tierras ejidales, como resultado de la demanda y la satisfacción
de necesidades de suelo y vivienda por parte de la población. Los resultados
muestran que el 64.28 % de los asentamientos humanos irregulares se asientan
sobre tierras ejidales, promovidos por los propios ejidatarios.
El proceso de ocupación del suelo tiene una dualidad:
la primera de ellas es la organización de la propia población para obtener, por
sus propios medios, suelo para construir su vivienda en áreas y zonas no aptas
para el desarrollo urbano; la segunda se refiere a la incapacidad de las
autoridades municipales para frenar este proceso o tener la voluntad para su regularización.
Los procesos urbanos en cualquier territorio se
sujetan a las más diversas expectativas que puedan surgir de los esquemas políticos,
demográficos, económicos y territoriales, inimaginables. El territorio, por lo
tanto, es sujeto de las más diversas formas físicas espaciales, que son
determinadas por las acciones de la sociedad, de manera integral o parcial, que
crean formas y diseños acordes con sus necesidades.
En Chetumal se han identificado catorce asentamientos
humanos irregulares, los cuales se caracterizan por haberse asentado en zonas periféricas
que han sido dedicadas a las actividades de tipo agropecuario, particularmente
en tierras de origen social (ejidos) y cuyas condiciones de habitabilidad son
escasas por la carencia de infraestructura pública. Respecto a los procesos de ocupación
del suelo, es ineludible que las acciones de desarrollo de los asentamientos
humanos irregulares identificados en Chetumal-Calderitas obedecen, en primer
lugar, a las necesidades de la sociedad por encontrar un lugar en donde
adquirir un predio y construir su vivienda, y, en segundo lugar, a que el
territorio específico para desarrollar tales acciones se hace sobre terrenos con
tenencia de la tierra social, en los que la gestión por parte de los
ejidatarios para enajenar a otras personas de sus parcelas es un medio muy certero
para ello.
También es de considerar que los mecanismos por medio
de los cuales la población determina donde vivir son importantes para el desarrollo
de los asentamientos humanos irregulares, en el que la invasión paulatina tiene
un lugar primordial y los ejidatarios tienen un papel importante en ello, al
enajenar sus tierras. Para el caso de Chetumal, una segunda variante es la ocupación
de los predios por medio de la invasión, que lejos de estar limitada, es la
forma por la cual muchas de las acciones de la población se posicionan como
prioritarias, al no tener un suelo accesible para adquirirlo con otros medios,
sobre todo los oficiales.
Finalmente, todo este proceso de ocupación del suelo
mediante vías o mecanismos informales determina un impacto en los elementos físicos
del espacio donde se desarrollan y, de manera significativa, en los recursos y
ecosistemas naturales, lo que detona impactos severos sobre el medio ambiente.
Existen retos importantes para las autoridades estatales y municipales, al
tener que considerar una regulación adecuada, no solo del crecimiento urbano y
de las zonas donde existen estos asentamientos humanos irregulares, sino de
todos los esquemas de planeación para dotar a la población de los elementos de
bienestar social.
Notas
1.
De acuerdo con
la Ley Agraria (GR, 2018), “Los núcleos de población ejidales o ejidos tienen
personalidad jurídica y patrimonio propio y son propietarios de las tierras que
les han sido dotadas o de las que hubieren adquirido por cualquier otro título”.
Referencias
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1. Juan Sebastián Gómez-Ochoa, Karen Andrea Largo-Avendaño, Fabio Orlando Cruz-Páez. (2023). Asentamientos humanos legalizados: barrio Cagua primer sector, Soacha, Colombia. Política, Globalidad y Ciudadanía, 9(18), p.114. https://doi.org/10.29105/pgc9.18-7.
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