Publicado

2024-04-19

Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI

Progressive bets at the urban-regional level in Ibero-America in the 21st century

Défis progressistes au niveau urbain-régional dans l’Amérique ibéro-américaine du XXIe siècle

Apostas progressistas a nível urbano-regional na Ibero-América no século XXI

DOI:

https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n1.113588

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Autores/as

  • Carlos Alberto Torres Tovar Universidad Nacional de Colombia
00_113588

Fuente: Imagen ilustrativa generada por IA

Emergencia Climática, Territorios y Vulnerabilidades Sociales

Climate emergency, territories and social vulnerabilities

Emergência climática, territórios e vulnerabilidades sociais

Urgence climatique, territoires et vulnérabilités sociales

Gloria Esperanza Narváez Tafur

Universidad Nacional de Colombia

gloriaesperanzanarvaez@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-2837-744X

Abogada ambientalista, magister en hábitat con énfasis en vivienda, doctorando en estudios políticos. Del grupo de investigación de vivienda, hábitat e informalidad de la Universidad Nacional de Colombia. y experiencia en el trabajo con comunidades. Experta en formulación de Políticas en ordenamiento territorial, con énfasis en agua - acueductos comunitarios, servicios públicos y cambio climático. Autora del libro Asentamientos Humanos, Agua y Territorio en el proceso de expansión de Usme, Ciudad Bolívar y Soacha.

María Dulce Picanço-Bentes-Sobrinha

Universidad Federal de Rio Grande do Norte

dubentes@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-6461-9441

https://orcid.org/

Profesora Titular del Departamento de Arquitectura de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, con Dedicación Exclusiva. Licenciada en Arquitectura y Urbanismo, Universidad Federal de Rio Grande do Norte (1982), maestría en Planificación Urbana y Regional, Universidad Federal de Rio Grande do Sul (1993), Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, Universidad de São Paulo (2001). Trabaja en el Programa de Postgrado en Arquitectura y Urbanismo (PPGAU/UFRN) y en el Programa de Postgrado en Estudios Urbanos y Regionales (PPEUR/UFRN). Coordina el Grupo de Investigación en Estudios del Hábitat Contemporáneo y el Centro Urbano del Proyecto Motyrum de Educación Popular en Derechos Humanos. Es investigadora del Núcleo Natal, Rede INCT Observatório das Metrópoles. Desarrolla actividades de docencia, investigación y extensión con énfasis en la planificació territorial, vivienda social, tierra y conflictos socioambientales.

Cómo citar este artículo:

Picanço-Bentes-Sobrinha D., Narváez-Tafur, G., (2024). Emergencia climática, territorios y vulnerabilidades sociales. Bitácora Urbano Territorial, 34(II): 7-10,
https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n2.116915

ISSN electrónico 2027-145X. ISSN impreso 0124-7913. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá

(2) 2024: -10

Autoras

00_113588

El objetivo de esta investigación es aportar una nueva mirada a los estudios sobre los vacíos, a partir de la comprensión de la acumulación de suelos urbanos vacíos en las urbanizaciones cerradas en la Área Metropolitana de Sevilla.

Desde 1972 se advirtió que los recursos naturales no eran infinitos, que sobre nuestra espalda había un gran agujero que iba creciendo y que amenazaba con destruir a la humanidad. Las declaraciones de Naciones Unidas empezaron a mencionar el aumento de la temperatura en el planeta, debido de la acción antrópica y el modelo productivo. Pero los países del norte, al momento de actuar, han sido tímidos en sus compromisos. Paradójicamente los países que menos emisiones generan serán los primeros en ser afectados; serán los países pobres, ubicados en el hemisferio sur, los más perjudicados.

Los efectos del cambio climático tienen un impacto diferenciado en los grupos poblacionales, de acuerdo con su ubicación espacial, nivel de vulnerabilidad, pobreza y desigualdades sociales. Los cambios afectan a todos, pero de manera diferente.

Por lo tanto, hablar de cambio climático se ha vuelto un lugar común en las grandes cumbres internacionales, las estrategias de los países, las agendas municipales, las investigaciones de la academia, y cientos de experiencias que construyen las comunidades desde sus territorios. Esto ha implicado, también, el seguimiento a los convenios internaciones, los programas de desarrollo, la conservación de la biodiversidad y el agua.

El tiempo avanza, las medidas siguen siendo débiles e insuficientes, tanto por parte de los gobiernos como del sector privado, a tal punto que hoy en día deben enfrentar la emergencia climática, reconocida como esa combinación entre el deterioro de las condiciones ambientales a nivel global y el incremento de eventos climáticos extremos, siendo este uno de los desafíos más urgentes que enfrenta el planeta, con profundas implicaciones en los territorios y las vulnerabilidades sociales.

Es importante reconocer que esta emergencia es derivada de la crisis climática, dado que el ritmo al que el planeta se ha estado calentando en las últimas décadas es alarmante. Este fenómeno, como ha demostrado la ciencia, se debe principalmente a actividades humanas que están directamente relacionadas con el crecimiento económico ilimitado. Se sustenta, además, en combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón; en la agricultura; la ganadería intensiva, y en muchas otras actividades que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono y el metano, que llegan a la atmósfera y atrapan el calor en la Tierra, provocando un aumento excesivo de la temperatura global.

Esta crisis climática ha llevado a una pérdida de la biodiversidad. Aunque durante muchos años la crisis climática y la crisis de la biodiversidad se han tratado como cuestiones separadas, la realidad —como se puso de manifiesto— es que no hay ninguna vía viable para limitar el calentamiento global a 1.5 °C sin proteger y restaurar urgentemente la naturaleza, tal como se debe abordar en la COP 16 de 2024 en Colombia, siendo muy significativo que hoy el país que proporcionalmente tiene más biodiversidad del planeta sea la sede de este importante evento internacional que actualizan los acuerdo del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Este Marco propone detener y revertir la pérdida de la naturaleza, en un contexto de peligroso declive que amenaza la supervivencia de un millón de especies y afecta a la vida de miles de millones de personas. Su objetivo es salvaguardar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad.

Lo lamentable es que este Acuerdo no se esté cumpliendo, que en lugar de avanzar se retrocede. La Biodiversidad enfrenta el cambio climático y contribuye al enfriamiento del planeta. De allí la importancia de aprender a relacionar el bosque con la selva y el agua, para detener el riesgo climático.

Entre las veintitrés metas que deben alcanzarse para 2030 figuran la conservación de al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas, la restauración del 30% de los ecosistemas degradados, la reducción a la mitad de la introducción de especies invasoras y la reducción de US$ 500,000 millones al año en subvenciones perjudiciales. Esto implica enfrentar las tecnologías de la muerte que atacan la biodiversidad, que le ponen precio a la naturaleza para controlarla, lo que no es otra cosa que el camino hacia la privatización de los bienes comunes.

En este contexto, la adaptación de las ciudades a los cambios climáticos es un tema fundamental en los procesos de planificación territorial. Tanto las zonas urbanas, donde vive la mayoría de la población mundial, como los sistemas rurales, son especialmente vulnerables a eventos extremos como inundaciones, olas de calor, sequías y la subida del nivel del mar. Esto requiere un replanteamiento de la planificación, integrando soluciones basadas en la naturaleza, infraestructura resiliente y políticas públicas que promuevan la sostenibilidad con énfasis en la justicia socioambiental.

El tema de la vulnerabilidad social es central en este contexto. Se refiere no sólo a la exposición a riesgos ambientales, sino también a la capacidad de una comunidad o individuo de resistir, recuperarse y adaptarse a estos eventos. La desigualdad socioeconómica que marca el proceso de formación y crecimiento de ciudades y territorios en el sur global agrava esta vulnerabilidad, ya que las personas con menor acceso a educación, salud, vivienda y trabajo adecuado están más expuestas a los desastres climáticos.

Por lo tanto, las políticas públicas sobre cambio climático deben incluir una dimensión de justicia socioambiental. Esto implica no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también implementar políticas de adaptación que consideren las necesidades y capacidades de las poblaciones más vulnerables.

Los acuerdos internacionales han sido importantes, en algún nivel, para orientar las políticas públicas enfocadas en la emergencia climática. En este sentido, entre las diversas iniciativas destaca el gran tratado, la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático” (1992) definido en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro. Además de crear un marco legal para futuras negociaciones, estableció la Conferencia de las Partes (COP), que se celebra anualmente para discutir los avances y nuevos objetivos climáticos. Otro acuerdo importante ha sido el Protocolo de Kioto (1997), que impuso objetivos obligatorios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los países desarrollados. El Acuerdo de París (2015), formulado de forma más integral al incluir a todos los países, busca mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales, buscando limitar este aumento a 1.5ºC. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también han abordado la crisis climática y sus intersecciones con la justicia social y territorial. Como parte de una amplia agenda global adoptada por las Naciones Unidas, su objetivo es erradicar la pobreza, proteger el medio ambiente y el clima y garantizar que las personas en todas partes puedan disfrutar de paz y prosperidad. El ODS 13 aborda específicamente la acción climática, alentando a los países a tomar medidas urgentes contra el cambio climático y sus impactos.

A pesar de los avances en el ámbito de los acuerdos internacionales se han desconocido la participación de las poblaciones que son directamente afectadas por la incidencia de los fenómenos del cambio climático, hay un aumento de las violaciones de los derechos de los habitantes del Sur Global, en particular de las poblaciones económicamente desfavorecidas; generando el agravamiento de las desigualdades sociales y la degradación ambiental en diferentes escalas.

Ante este contexto, el número 34-2 de la Revista Bitácora busca reflexionar sobre las alternativas que se presentan para enfrentar los procesos de desigualdad, cambio climático y vulnerabilidad en su sentido más amplio, abarcando el modelo de desarrollo, que articula lo cultural, étnico, político, económicos, educativos, de salud, entre otros, y crea un hábitat precario y expuesto a riesgos.

Los artículos enumerados en esta edición traen reflexiones sobre las siguientes preguntas: (i) ¿Las políticas públicas adoptadas por los gobiernos locales contribuyen a la mitigación, adaptación y reducción de las vulnerabilidades en las ciudades frente a las amenazas climáticas?; (ii) ¿Cómo se puede mejorar la gobernanza, la participación social, la gestión del conocimiento, a partir de acciones con evidencia técnica, científica y comunitaria para enfrentar la crisis climática?; (iii) ¿Qué pueden hacer los habitantes, los procesos sociales y comunitarios de los territorios para enfrentar el cambio climático y sus consecuencias? ; (iv) ¿Qué propuestas se están construyendo desde la academia y cómo se están poniendo en práctica, en tanto pilotos que contribuyan a la formulación de políticas para el cambio climático?

Abarcando las realidades de países como Colombia, Brasil, México y España, los artículos desarrollan enfoques conceptuales y de estudio de caso que contribuyen en gran medida a visualizar la realidad de los territorios de las comunidades urbanas y rurales, de los pueblos y comunidades tradicionales, en el contexto de la problemática socioambiental y del cambio climático.

Dentro de esta edición, en el enfoque Conceptual y científico se destacan los artículos de Brasil, con el artículo “Revisión de planes para el SLR en C40: cómo los planes acentúan las desigualdades”; México, con el artículo “Percepciones ambientales de la emergencia climática urbana. Del punto ciego al comportamiento sostenible”. De Colombia se destacan tres artículos: “Adaptación al cambio climático desde la perspectiva regional”; “Adaptación basada en comunidades al cambio climático. Abordajes”; “Saneamiento ecológico en áreas urbanas. Enfrentando el cambio climático con soluciones basadas en la naturaleza”.

Desde una perspectiva más Territorial o de estudio de caso se desatacan artículos como: “Gobernanza multinivel y descentralización en la planificación territorial: Análisis de desarrollo sostenible en García Rovira”; “Descolonizar la planificación para la protección socioambiental: una experiencia en la periferia de Fortaleza, Brasil”; “Gestión sostenible del hábitat en gobiernos locales. Capacidades disponibles en municipios pequeños e intermedios de la Región Centro”, de Argentina; “Prácticas participativas y colaborativas en la producción de vivienda: la experiencia formativa de los urbanistas” de Brasil” y, de Colombia, se destacan experiencias como: “Itinerario cultural del río grande de la Magdalena: estrategia técnico-científica para enfrentar la crisis climática”; “Raizales y conflictos ambientales: referentes étnicos para políticas públicas”; “Expediciones Climáticas. Estrategia de apropiación social del conocimiento”, y “Ordenamiento territorial, cambio climático, y género en Medellín”.

Las anteriores experiencias sin duda se constituyen en oportunidades de reflexión y de resistencias para repensar en la biodiversidad de los países y las diversidades culturales como clave para dignificar los territorios y construir la esperanza, en un mundo desestabilizado por un modelo económico basado en los combustibles fósiles y la codicia de la acumulación.

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Fuente: Imagen ilustrativa generada por IA

Emergencia Climática, Territorios y Vulnerabilidades Sociales

Climate emergency, territories and social vulnerabilities

Emergência climática, territórios e vulnerabilidades sociais

Urgence climatique, territoires et vulnérabilités sociales

Gloria Esperanza Narváez Tafur

Universidad Nacional de Colombia

gloriaesperanzanarvaez@gmail.com

https://orcid.org/0009-0007-2837-744X

Abogada ambientalista, magister en hábitat con énfasis en vivienda, doctorando en estudios políticos. Del grupo de investigación de vivienda, hábitat e informalidad de la Universidad Nacional de Colombia. y experiencia en el trabajo con comunidades. Experta en formulación de Políticas en ordenamiento territorial, con énfasis en agua - acueductos comunitarios, servicios públicos y cambio climático. Autora del libro Asentamientos Humanos, Agua y Territorio en el proceso de expansión de Usme, Ciudad Bolívar y Soacha.

María Dulce Picanço-Bentes-Sobrinha

Universidad Federal de Rio Grande do Norte

dubentes@gmail.com

https://orcid.org/0000-0001-6461-9441

https://orcid.org/

Profesora Titular del Departamento de Arquitectura de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, con Dedicación Exclusiva. Licenciada en Arquitectura y Urbanismo, Universidad Federal de Rio Grande do Norte (1982), maestría en Planificación Urbana y Regional, Universidad Federal de Rio Grande do Sul (1993), Doctorado en Arquitectura y Urbanismo, Universidad de São Paulo (2001). Trabaja en el Programa de Postgrado en Arquitectura y Urbanismo (PPGAU/UFRN) y en el Programa de Postgrado en Estudios Urbanos y Regionales (PPEUR/UFRN). Coordina el Grupo de Investigación en Estudios del Hábitat Contemporáneo y el Centro Urbano del Proyecto Motyrum de Educación Popular en Derechos Humanos. Es investigadora del Núcleo Natal, Rede INCT Observatório das Metrópoles. Desarrolla actividades de docencia, investigación y extensión con énfasis en la planificació territorial, vivienda social, tierra y conflictos socioambientales.

Cómo citar este artículo:

Picanço-Bentes-Sobrinha D., Narváez-Tafur, G., (2024). Emergencia climática, territorios y vulnerabilidades sociales. Bitácora Urbano Territorial, 34(II): 7-10,
https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n2.116915

ISSN electrónico 2027-145X. ISSN impreso 0124-7913. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá

(2) 2024: -10

Autoras

00_113588

El objetivo de esta investigación es aportar una nueva mirada a los estudios sobre los vacíos, a partir de la comprensión de la acumulación de suelos urbanos vacíos en las urbanizaciones cerradas en la Área Metropolitana de Sevilla.

Desde 1972 se advirtió que los recursos naturales no eran infinitos, que sobre nuestra espalda había un gran agujero que iba creciendo y que amenazaba con destruir a la humanidad. Las declaraciones de Naciones Unidas empezaron a mencionar el aumento de la temperatura en el planeta, debido de la acción antrópica y el modelo productivo. Pero los países del norte, al momento de actuar, han sido tímidos en sus compromisos. Paradójicamente los países que menos emisiones generan serán los primeros en ser afectados; serán los países pobres, ubicados en el hemisferio sur, los más perjudicados.

Los efectos del cambio climático tienen un impacto diferenciado en los grupos poblacionales, de acuerdo con su ubicación espacial, nivel de vulnerabilidad, pobreza y desigualdades sociales. Los cambios afectan a todos, pero de manera diferente.

Por lo tanto, hablar de cambio climático se ha vuelto un lugar común en las grandes cumbres internacionales, las estrategias de los países, las agendas municipales, las investigaciones de la academia, y cientos de experiencias que construyen las comunidades desde sus territorios. Esto ha implicado, también, el seguimiento a los convenios internaciones, los programas de desarrollo, la conservación de la biodiversidad y el agua.

El tiempo avanza, las medidas siguen siendo débiles e insuficientes, tanto por parte de los gobiernos como del sector privado, a tal punto que hoy en día deben enfrentar la emergencia climática, reconocida como esa combinación entre el deterioro de las condiciones ambientales a nivel global y el incremento de eventos climáticos extremos, siendo este uno de los desafíos más urgentes que enfrenta el planeta, con profundas implicaciones en los territorios y las vulnerabilidades sociales.

Es importante reconocer que esta emergencia es derivada de la crisis climática, dado que el ritmo al que el planeta se ha estado calentando en las últimas décadas es alarmante. Este fenómeno, como ha demostrado la ciencia, se debe principalmente a actividades humanas que están directamente relacionadas con el crecimiento económico ilimitado. Se sustenta, además, en combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón; en la agricultura; la ganadería intensiva, y en muchas otras actividades que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono y el metano, que llegan a la atmósfera y atrapan el calor en la Tierra, provocando un aumento excesivo de la temperatura global.

Esta crisis climática ha llevado a una pérdida de la biodiversidad. Aunque durante muchos años la crisis climática y la crisis de la biodiversidad se han tratado como cuestiones separadas, la realidad —como se puso de manifiesto— es que no hay ninguna vía viable para limitar el calentamiento global a 1.5 °C sin proteger y restaurar urgentemente la naturaleza, tal como se debe abordar en la COP 16 de 2024 en Colombia, siendo muy significativo que hoy el país que proporcionalmente tiene más biodiversidad del planeta sea la sede de este importante evento internacional que actualizan los acuerdo del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Este Marco propone detener y revertir la pérdida de la naturaleza, en un contexto de peligroso declive que amenaza la supervivencia de un millón de especies y afecta a la vida de miles de millones de personas. Su objetivo es salvaguardar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad.

Lo lamentable es que este Acuerdo no se esté cumpliendo, que en lugar de avanzar se retrocede. La Biodiversidad enfrenta el cambio climático y contribuye al enfriamiento del planeta. De allí la importancia de aprender a relacionar el bosque con la selva y el agua, para detener el riesgo climático.

Entre las veintitrés metas que deben alcanzarse para 2030 figuran la conservación de al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas, la restauración del 30% de los ecosistemas degradados, la reducción a la mitad de la introducción de especies invasoras y la reducción de US$ 500,000 millones al año en subvenciones perjudiciales. Esto implica enfrentar las tecnologías de la muerte que atacan la biodiversidad, que le ponen precio a la naturaleza para controlarla, lo que no es otra cosa que el camino hacia la privatización de los bienes comunes.

En este contexto, la adaptación de las ciudades a los cambios climáticos es un tema fundamental en los procesos de planificación territorial. Tanto las zonas urbanas, donde vive la mayoría de la población mundial, como los sistemas rurales, son especialmente vulnerables a eventos extremos como inundaciones, olas de calor, sequías y la subida del nivel del mar. Esto requiere un replanteamiento de la planificación, integrando soluciones basadas en la naturaleza, infraestructura resiliente y políticas públicas que promuevan la sostenibilidad con énfasis en la justicia socioambiental.

El tema de la vulnerabilidad social es central en este contexto. Se refiere no sólo a la exposición a riesgos ambientales, sino también a la capacidad de una comunidad o individuo de resistir, recuperarse y adaptarse a estos eventos. La desigualdad socioeconómica que marca el proceso de formación y crecimiento de ciudades y territorios en el sur global agrava esta vulnerabilidad, ya que las personas con menor acceso a educación, salud, vivienda y trabajo adecuado están más expuestas a los desastres climáticos.

Por lo tanto, las políticas públicas sobre cambio climático deben incluir una dimensión de justicia socioambiental. Esto implica no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también implementar políticas de adaptación que consideren las necesidades y capacidades de las poblaciones más vulnerables.

Los acuerdos internacionales han sido importantes, en algún nivel, para orientar las políticas públicas enfocadas en la emergencia climática. En este sentido, entre las diversas iniciativas destaca el gran tratado, la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático” (1992) definido en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro. Además de crear un marco legal para futuras negociaciones, estableció la Conferencia de las Partes (COP), que se celebra anualmente para discutir los avances y nuevos objetivos climáticos. Otro acuerdo importante ha sido el Protocolo de Kioto (1997), que impuso objetivos obligatorios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los países desarrollados. El Acuerdo de París (2015), formulado de forma más integral al incluir a todos los países, busca mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales, buscando limitar este aumento a 1.5ºC. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también han abordado la crisis climática y sus intersecciones con la justicia social y territorial. Como parte de una amplia agenda global adoptada por las Naciones Unidas, su objetivo es erradicar la pobreza, proteger el medio ambiente y el clima y garantizar que las personas en todas partes puedan disfrutar de paz y prosperidad. El ODS 13 aborda específicamente la acción climática, alentando a los países a tomar medidas urgentes contra el cambio climático y sus impactos.

A pesar de los avances en el ámbito de los acuerdos internacionales se han desconocido la participación de las poblaciones que son directamente afectadas por la incidencia de los fenómenos del cambio climático, hay un aumento de las violaciones de los derechos de los habitantes del Sur Global, en particular de las poblaciones económicamente desfavorecidas; generando el agravamiento de las desigualdades sociales y la degradación ambiental en diferentes escalas.

Ante este contexto, el número 34-2 de la Revista Bitácora busca reflexionar sobre las alternativas que se presentan para enfrentar los procesos de desigualdad, cambio climático y vulnerabilidad en su sentido más amplio, abarcando el modelo de desarrollo, que articula lo cultural, étnico, político, económicos, educativos, de salud, entre otros, y crea un hábitat precario y expuesto a riesgos.

Los artículos enumerados en esta edición traen reflexiones sobre las siguientes preguntas: (i) ¿Las políticas públicas adoptadas por los gobiernos locales contribuyen a la mitigación, adaptación y reducción de las vulnerabilidades en las ciudades frente a las amenazas climáticas?; (ii) ¿Cómo se puede mejorar la gobernanza, la participación social, la gestión del conocimiento, a partir de acciones con evidencia técnica, científica y comunitaria para enfrentar la crisis climática?; (iii) ¿Qué pueden hacer los habitantes, los procesos sociales y comunitarios de los territorios para enfrentar el cambio climático y sus consecuencias? ; (iv) ¿Qué propuestas se están construyendo desde la academia y cómo se están poniendo en práctica, en tanto pilotos que contribuyan a la formulación de políticas para el cambio climático?

Abarcando las realidades de países como Colombia, Brasil, México y España, los artículos desarrollan enfoques conceptuales y de estudio de caso que contribuyen en gran medida a visualizar la realidad de los territorios de las comunidades urbanas y rurales, de los pueblos y comunidades tradicionales, en el contexto de la problemática socioambiental y del cambio climático.

Dentro de esta edición, en el enfoque Conceptual y científico se destacan los artículos de Brasil, con el artículo “Revisión de planes para el SLR en C40: cómo los planes acentúan las desigualdades”; México, con el artículo “Percepciones ambientales de la emergencia climática urbana. Del punto ciego al comportamiento sostenible”. De Colombia se destacan tres artículos: “Adaptación al cambio climático desde la perspectiva regional”; “Adaptación basada en comunidades al cambio climático. Abordajes”; “Saneamiento ecológico en áreas urbanas. Enfrentando el cambio climático con soluciones basadas en la naturaleza”.

Desde una perspectiva más Territorial o de estudio de caso se desatacan artículos como: “Gobernanza multinivel y descentralización en la planificación territorial: Análisis de desarrollo sostenible en García Rovira”; “Descolonizar la planificación para la protección socioambiental: una experiencia en la periferia de Fortaleza, Brasil”; “Gestión sostenible del hábitat en gobiernos locales. Capacidades disponibles en municipios pequeños e intermedios de la Región Centro”, de Argentina; “Prácticas participativas y colaborativas en la producción de vivienda: la experiencia formativa de los urbanistas” de Brasil” y, de Colombia, se destacan experiencias como: “Itinerario cultural del río grande de la Magdalena: estrategia técnico-científica para enfrentar la crisis climática”; “Raizales y conflictos ambientales: referentes étnicos para políticas públicas”; “Expediciones Climáticas. Estrategia de apropiación social del conocimiento”, y “Ordenamiento territorial, cambio climático, y género en Medellín”.

Las anteriores experiencias sin duda se constituyen en oportunidades de reflexión y de resistencias para repensar en la biodiversidad de los países y las diversidades culturales como clave para dignificar los territorios y construir la esperanza, en un mundo desestabilizado por un modelo económico basado en los combustibles fósiles y la codicia de la acumulación.

Referencias

G.O. CDMX (2017). CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO. Gaceta oficial de la ciudad de México, 05 de febrero de 2017 (última reforma 24 de noviembre de 2023). Consultada el día 15 de enero de 2024 en: https://data.consejeria.cdmx.gob.mx/index.php/leyes/constitucion

AA.VV. (2011). CARTA DE LA CIUDAD DE MÉXICO POR EL DERECHO A LA CIUDAD. Comité promotor de la carta de la ciudad de México por el derecho a la ciudad. Rosa luxemburg stiftung- rls, misereor – ihr hilfswerk, Secretaria de Gobierno Ciudad de México. Consultada el día 15 de enero de 2024 en: https://www.right2city.org/es/document/carta-de-la-ciudad-de-mexico-por-el-derecho-a-laciudad/

Cómo citar

APA

Torres Tovar, C. A. (2024). Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI. Bitácora Urbano Territorial, 34(1), 7–12. https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n1.113588

ACM

[1]
Torres Tovar, C.A. 2024. Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI. Bitácora Urbano Territorial. 34, 1 (ene. 2024), 7–12. DOI:https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n1.113588.

ACS

(1)
Torres Tovar, C. A. Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI. Bitácora Urbano Territorial 2024, 34, 7-12.

ABNT

TORRES TOVAR, C. A. Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI. Bitácora Urbano Territorial, [S. l.], v. 34, n. 1, p. 7–12, 2024. DOI: 10.15446/bitacora.v34n1.113588. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/113588. Acesso em: 14 nov. 2025.

Chicago

Torres Tovar, Carlos Alberto. 2024. «Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI». Bitácora Urbano Territorial 34 (1):7-12. https://doi.org/10.15446/bitacora.v34n1.113588.

Harvard

Torres Tovar, C. A. (2024) «Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI», Bitácora Urbano Territorial, 34(1), pp. 7–12. doi: 10.15446/bitacora.v34n1.113588.

IEEE

[1]
C. A. Torres Tovar, «Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI», Bitácora Urbano Territorial, vol. 34, n.º 1, pp. 7–12, ene. 2024.

MLA

Torres Tovar, C. A. «Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI». Bitácora Urbano Territorial, vol. 34, n.º 1, enero de 2024, pp. 7-12, doi:10.15446/bitacora.v34n1.113588.

Turabian

Torres Tovar, Carlos Alberto. «Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI». Bitácora Urbano Territorial 34, no. 1 (enero 18, 2024): 7–12. Accedido noviembre 14, 2025. https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/113588.

Vancouver

1.
Torres Tovar CA. Apuestas progresistas a nivel urbano-regional en Iberoamérica en el siglo XXI. Bitácora Urbano Territorial [Internet]. 18 de enero de 2024 [citado 14 de noviembre de 2025];34(1):7-12. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/113588

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