Publicado

2021-11-19

Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp.

DOI:

https://doi.org/10.15446/cp.v16n32.92571

Palabras clave:

Sorteo, Reseña, Deliberación, Democracia (es)
Democracy, Deliberation, Review (en)

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Autores/as

En un contexto actual de diversas crisis que se manifiestan de forma articulada, el debate sobre el sistema político y la democracia se ha vuelto habitual. La agudización de esas crisis, como a la vez la capacidad de superación, innovación y creatividad para encontrar salidas a la altura de los tiempos, y las problemáticas que deben ser atendidas, muestran tanto las emergencias como la urgencia por las alternativas en el campo democrático. La modernidad tardía, la sociedad posindustrial –o como la queramos denominar– nos traen esta necesidad de conjugación de la urgencia por resolver campos cada vez más complejos y que se manifiestan más agudamente, con las capacidades de la ciudadanía y del conocimiento creativo generado para ser capaces de enfrentar los retos que se imponen.

Resumen

En un contexto actual de diversas crisis que se manifiestan de forma articulada, el debate sobre el sistema político y la democracia se ha vuelto habitual. La agudización de esas crisis, como a la vez la capacidad de superación, innovación y creatividad para encontrar salidas a la altura de los tiempos, y las problemáticas que deben ser atendidas, muestran tanto las emergencias como la urgencia por las alternativas en el campo democrático. La modernidad tardía, la sociedad posindustrial –o como la queramos denominar– nos traen esta necesidad de conjugación de la urgencia por resolver campos cada vez más complejos y que se manifiestan más agudamente, con las capacidades de la ciudadanía y del conocimiento creativo generado para ser capaces de enfrentar los retos que se imponen.

Afortunadamente, en la democracia actual ya se acumulan varias décadas de iniciativas de innovación, de las cuales se anotan muchas buenas prácticas que demuestran, desde ciertas figuras políticas e instituciones, capacidad y voluntad para disputar con la real politik acerca de hasta donde la democracia puede profundizarse para lograr gestionar participativa y deliberativamente las sociedades actuales.

Si el diagnóstico inicial sobre la profundidad democrática puede llegar a ser desolador en términos de temas como la pérdida de influencia de la política en la vida social y la alta influencia en ella de las grandes corporaciones; la corrupción; la falta de capacidad y creatividad de las instituciones tradicionales de la política como los partidos políticos, las tradiciones antidemocráticas en torno a ella como el caudillismo, el clientelismo, etc.; la desafección política; la reducción de la expresión y defensa del bien común; las fakes news entre otras como formas digitales de manipulación del curso político; la elección por vía democrática de figuras que no creen y sabotean la democracia (como el expresidente Donal Trump, más evidente aún tras su derrota en las urnas o los presidentes Bolsonaro o Putin); entre otros.

Sin embargo, a pesar de ese desolador diagnóstico, no se puede dejar de tener en cuenta los esfuerzos en el ámbito local, en distintas escalas, y a nivel de todo el planeta, por poner en marcha múltiples experiencias de democracia participativa, directa, deliberativa, comunitaria y cruces diversos entre ellas. De ese contexto ambivalente surge la obra analizada La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía (Ganuza y Mendiharat, 2020). El libro profundiza y pro-pone cómo revertir la amenaza y depresión democrática mediante la creatividad que se está manifestando en experiencias como el sorteo con deliberación. sobre la que el presente libro profundiza y propone.

La tesis central planteada por los autores es tan sencilla como poderosa: en estos tiempos complejos de la sociedad del conocimiento la posibilidad democrática de participación de la ciudadanía debe ampliarse profunda y cualitativamente (Ganuza y Mendiharat, p. 33). La pregunta fundamental: ¿cómo trataría la gente –un ciudadano cualquiera– un problema si tuviera tiempo y recursos para aprender y deliberar sobre él con el fin de tomar una decisión informada? Abre, así, el análisis de las experiencias por sorteo en tiempos recientes.

El procedimiento utilizado por los autores es claro: seleccionar un grupo de personas aleatoriamente con el objetivo de debatir un problema concreto o una pregunta sobre posibles futuros y ofrecer después medidas políticas orientadas a solucionar ese problema (Ganuza y Mendiharat, p. 24). Lo anterior, desde un diagnóstico que también resulta evidente en el tiempo actual: nunca antes se había contado con tanta información científica y a nuestra disposición ni tantos colectivos ciudadanos organizados en torno a temáticas concretas. Para ello, la recuperación del sorteo pretende hacer converger la reflexión serena de una porción aleatoria de la ciudadanía con la información cualificada y diversa de especialistas sobre la temática que se está abordando.

De esta manera, el libro plantea una respuesta poderosa frente al debate de fondo de la democracia, este es, si los participantes ejercen su derecho formada e informadamente. La propuesta del sorteo con deliberación viene a dar cuenta de cómo resolver la amenaza que los detractores de la democracia han esgrimido con frecuencia, arguyendo que la democracia es inviable porque “las masas no saben”. La ciudadanía podía decidir cosas menores, mientras que las elites políticas y económicas tomaban las decisiones importantes" (Ganuza y Mendiharat, p. 103). De la mano de argumentos como que, según ellos, sería técnicamente inviable ante poblaciones tan amplias como las actuales.

Las imperfecciones mostradas hasta el presente por la democracia representativa, que restringe abiertamente la capacidad de decisión, participación e información de la ciudadanía, quedan claramente superadas por mecanismos como el del sorteo con deliberación al mostrar la senda de la profundización democrática posible. En ese sentido, la constatación de la democracia representativa basada en la elección como la opción menos democrática de todas, permite mediante esta práctica y propuesta dejar abierta su superación. Mediante el sorteo podemos claramente apreciar muestras de lo que podemos denominar “perfeccionamiento democrático” que suma la diversidad y heterogeneidad de la experiencia social al conocimiento experto.

Por lo demás, resulta especialmente ilustrativo comprobar la deriva histórica de la dinámica de las formas democráticas que los autores abordan. Desde una visión cargada de evolucionismo, pudiera creerse que la democracia representativa basada en la elección es la primera expresión desde la que, en la actualidad, se intenta su profundización. Esta creencia está incluso por encima de las referencias históricas en el imaginario colectivo, en el que se piensa que la democracia griega clásica había avanzado más allá de la simple elección. Efectivamente, la obra explica cómo la elección (representación) se habría terminado imponiedo especialmente en el mundo del imperio romano por intereses elitistas que sesgaban la participación a ciertos sectores impidiento prácticas más ampliadas (Ganuza y Mendiharat, p. 88) y, sobre todo, deliberativas, como sí se había realizado en la práctica democrática de la Grecia clásica.

Este análisis de la obra a la Grecia clásica es tan relevante como los problemas que se visualizan en el sistema político instaurado a la hora de tomar decisiones mediante la participación directa de todos. Esta participación provocaba desigualdades, dada la influencia social de los más poderosos, lo que podía determinar que las decisiones que se obtuvieran no fueran precisamente democráticas. Significativamente en los tiempos modernos, desde las revoluciones burguesas, es el liberalismo el que recoje la restricción de la elección, pese al contexto de ampliación de derechos, ya que el pueblo no tendría las capacidades ni la especialización para la decisión. La vinculación de la política a un saber especializado siempre ha sido un argumento antidemocrático que, sin embargo, en la actualidad no aparece en absoluto avalado por recientes investigaciones científicas; además, en las últimas décadas, pensamientos articulados como los de Castoriadis y Rancière han cuestionado abiertamente esa argumentación. Aún así, en el imaginario histórico construido perdura esa visión que resulta paradójica: cualquiera puede llegar a ser político, pero, a la hora de tomar decisiones, se cierra la posibilidad a la lógica meritocrática, de manera que se restringe el acceso a la política a toda la ciudadanía para corresponder solo a los elegidos (electos). Todo esto con el requisito instituido de tener que ser parte de la principal institución de la democracia representativa: los partidos políticos.

Además de la innovación y profundización democrática que estos procesos de sorteo mediante deliberación implican, vale la pena destacar del libro la vigencia de experiencias plenamente actuales y su proliferación a lo largo de diferentes latitudes: Irlanda (Ganuza y Mendiharat,

p. 124), Polonia (p. 118), Oregón (p. 132), Madrid (p. 141), etc. Esto viene a confirmar que el factor fundamental para ponerla en práctica tiene que ver especialmente con la voluntad política y no con factores geográficos, culturales o incluso de tradición política.

Resulta incluso más relevante la diversidad de las temáticas abordadas por los autores. Estas parecen guardar relación directamente con formas democráticas centradas en el sentido más cotidiano, antropológico y social de la política, las cuales se desarrollan en ámbitos como lo público, lo convivencial, lo común y los problemas colectivos de la gente. Los ejemplos más relevantes que los autores destacan y abordan en profundidad dejan claro que los niveles de credibilidad, profundidad, seriedad alcanzados permiten enfrentar temáticas sociales especialmente sensibles y delicadas de abordar. El tema del aborto, abordado mediante “Asambleas Ciudadanas” basadas en sorteo en Irlanda entre 2016 y 2018, resulta un ejemplo al respecto en la medida que venía precedido de un controvertido debate histórico sin una salida satisfactoria.

Tal cual el ejemplo del aborto, son múltiples y diversas las temáticas que son acogidas y resueltas en los espacios mediante deliberación ciudadana por sorteo y que son propuestas por la institución o incluso por la propia ciudadanía (por ejemplo, mediante Iniciativas de Resolución Ciudadana en Oregón). Solo la credibilidad construida en el proceso, la pluralidad, la profundidad informativa que dispusieron las personas sorteadas, incluida la neutralidad sin sesgos ideológicos que expresaban algunos protagonistas del proceso, resultan demostrativos de la fiabilidad y eficiencia para la resolución de debates de compleja solución social. Tal cual señala Ganuza y Mediharat: "Esta paradoja dibuja una tensión que no es nada nueva, entre democracia y eficiencia, entre las opiniones y demandas plurales de la ciudadanía y las responsabilidades que tienen los gobiernos respecto a la gestión del Estado (p. 24).

También es valioso destacar el caso de Órganos de Participacion con un carácter permanente en el que también se ha recurrido al sorteo ciudadano con deliberación. En el libro se analiza el caso reciente de Madrid (Ganuza y Mediharat, p. 104) como superador del marco del sorteo cívico, ya que en la medida en que la ciudadanía marca la agenda sobre qué deliberar, constituye un escenario que trasciende el tratamiento de temáticas definidas desde instituciones públicas. Este caso, parece marcar la senda hacia donde estas prácticas de profundización democrática seguirán avanzando.

Alcances e implicaciones metodológicas de la práctica democrática

Una reflexión relevante del libro surge de la articulación entre la práctica política y unas metodologías que la hagan posible. La democracia defendida como práctica cotidiana de los/as ciudanos/as en todos los espacios sociales debe encontrar los métodos de aplicarla. En ese sentido se hace sustantivo lograr hacerla fluir, canalizarla en sus procedimientos también mediante una metodología que aplique y practique lógicas democrático-participativas. Esto ya nos sitúa en un nuevo escenario para la práctica política más profundamente democrática: no interesan únicamente los resultados, sino más bien y con mayor énfasis aún, los procesos sociales que puedan derivar de ella. Los contenidos sociales, pedagógicos, organizativos de estas prácticas deben ser puestos al centro como las formas que hacen posible una convivencia plural.

En ese sentido, no resulta casual que para la implementación de políticas públicas de democracia participativa los autores hayan recurrido principalmente a metodologías participativas de acción social. Si en los procedimientos, los procesos no son transparentes, inclusivos, cualitativos, universales, formados e informados, difícilmente los objetivos de la democracia participativa-deliberativa-directa mediante mecanismos como el sorteo puedan llevarse adelante. De hecho, el sorteo lo muestra con claridad: lleva implícito en su práctica de forma indispensable requisitos como la participación y la deliberación, además de otros como transparencia, formación, rotación e información.

La propuesta latinoamericana de la Investigación Acción Participativa planteada por Fals Borda y lo que su práctica inició, han aportado con claridad a la consumación actual de procesos complejos y relevantes como los que los autores explican de Asambleas Ciudadanas (AC) (Ganuza y Mendiharat, p. 107), Revisiones de las Iniciativas ciudadanas (RIC)

(p. 133) y Órganos permanentes (p. 143). Junto a ellas ya conocíamos con anterioridad los Jurados Ciudadanos (p. 99) o las encuentas deliberativas que, trabajadas estrictamente desde métodos participativos, son utilizados para la deliberación ampliada de problemáticas sociales por parte de miembros aleatorios de la propia ciudadanía. Análogo a políticas públicas principales en la trayectoria de desarrollo de la democracia participativa, son la Planificación Participativa o los Presupuestos Participativos; buenas prácticas a lo largo del globo han resultado transformadoras de realidades locales y principalmente han sido ejecutadas desde métodos innovadores que canalizan la diversidad de vivencias y pareceres con la creatividad que mediante la deliberación se construya colectivamente.

De esa forma, la mejora de la práctica política democrática aparece directamente vinculada a su canalización mediante métodos y procedimientos participativos que, en términos de organización, toma de decisiones y toma de conciencia de sus participantes, son los que realmente la hacen posible en la vida cotidiana social. Lo que corresponde a los pasos de interrelación desde la democracia política a la denominada democracia social y cultural a la que se refería U. Beck, que los individuos manifiestan en su vida cotidiana.

Metodológicamente los autores apuntan con claridad a que el puro azar no garantiza la pluralidad y, por tanto, es necesario realizar una muestra que sea la que mejor refleje la pluralidad y diversidad social, especialmente respecto a los temas que se tratan. En la misma línea, otro alcance importante de los autores es la intención de poner en valor a toda la ciudadanía y cada uno de sus miembros; ello camina de la mano de la propuesta de Boaventura Santos de rescatar los diferentes saberes, conocimientos y experiencias que portan los distintos grupos sociales e individuos y que componen la sociedad. De ahí que el sorteo conjugue a cualquier ciudadano desde su experiencia de tal con los conocimientos de expertos temáticos que aportan información más sistematizada sobre el tema.

Así, a cualquier ciudadano le puede caer ser parte de un proceso de sorteo, precisamente porque cualquiera puede ser informado y formado en decidir razonadamente sobre los problemas sociales que nos afectan como sociedad. Desde ahí que la premisa que el libro explicita de “obligar a la política” sea un sinónimo pleno de ejercer la práctica del bien común. Superar el elitismo político que concentra el poder en presuntos especialistas, se deconstruye desde un método pormenorizado que forma e informa a su ciudadanía hacia el análisis y construcción de alternativas a sus propias problemáticas.

Por último, constatar que aunque aparezcan como mecanismos estrictamente de acción política no dejan de articularse con un cierto carácter investigativo. La necesidad de construir formada e informadamente diagnósticos que permitan dirimir y proponer medidas de mejora, no es sino una práctica de recogida, análisis e interpretación relevante de información. Así pues, investigación y acción son vinculadas mediante prácticas mejoradamente democráticas como el sorteo cívico y la deliberación hacia la consecución colectiva de mejoras sociales.

La conocida premisa de que las crisis mediante la revisión y la innovación ofrecen oportunidades de mejora para abrir alternativas parece cumplirse de pleno en el contexto actual. La muy perfectible democracia representativa aparece seriamente amenazada desde sus déficits y a partir de ella asistimos a múltiples innovaciones creativas, diversas, inclusivas de la diversidad en proliferación como la del sorteo con deliberación que los autores nos sistematizan y exponen en este libro. Parafraseando el título, nos deja pocas dudas respecto a que la democracia es posible en profundidad en la medida que seamos capaces de dar validez y rescatar el poder de la diversidad y diálogo de la ciudadanía como ejercicio deliberativo para el bien común.

Referencias

Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni.

Cómo citar

APA

Yáñez, P. P. (2021). Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp. Ciencia Política, 16(32), 285–291. https://doi.org/10.15446/cp.v16n32.92571

ACM

[1]
Yáñez, P.P. 2021. Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp. Ciencia Política. 16, 32 (jul. 2021), 285–291. DOI:https://doi.org/10.15446/cp.v16n32.92571.

ACS

(1)
Yáñez, P. P. Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp. Cienc. politi. 2021, 16, 285-291.

ABNT

YÁÑEZ, P. P. Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp. Ciencia Política, [S. l.], v. 16, n. 32, p. 285–291, 2021. DOI: 10.15446/cp.v16n32.92571. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/cienciapol/article/view/92571. Acesso em: 14 ago. 2024.

Chicago

Yáñez, Pablo Paño. 2021. « 176 pp». Ciencia Política 16 (32):285-91. https://doi.org/10.15446/cp.v16n32.92571.

Harvard

Yáñez, P. P. (2021) « 176 pp»., Ciencia Política, 16(32), pp. 285–291. doi: 10.15446/cp.v16n32.92571.

IEEE

[1]
P. P. Yáñez, « 176 pp»., Cienc. politi., vol. 16, n.º 32, pp. 285–291, jul. 2021.

MLA

Yáñez, P. P. « 176 pp». Ciencia Política, vol. 16, n.º 32, julio de 2021, pp. 285-91, doi:10.15446/cp.v16n32.92571.

Turabian

Yáñez, Pablo Paño. « 176 pp». Ciencia Política 16, no. 32 (julio 1, 2021): 285–291. Accedido agosto 14, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/cienciapol/article/view/92571.

Vancouver

1.
Yáñez PP. Ganuza, E. y Mendiharat, A. (2020). La democracia es posible. Sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Bilbao: Consomni. 176 pp. Cienc. politi. [Internet]. 1 de julio de 2021 [citado 14 de agosto de 2024];16(32):285-91. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/cienciapol/article/view/92571

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