Publicado

2011-01-01

Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional

Palabras clave:

Organizaciones, complejidad, ambiente, sustentabilidad, crisis (es)

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Autores/as

  • Andrés Alberto Arias Pineda Profesor de tiempo completo de la Universidad Católica Popular del Risaralda. Magíster científico en Administración de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales.
Los procesos de industrialización de la postguerra favorecen la confi guración de la sociedad de organizaciones gerenciables. En esta forma societal, la lógica administrativa tradicional se institucionaliza y permea la comprensión de los procesos organizacionales al traducir los lenguajes del mundo-de-la-vida en términos de productividad y competitividad. Esta situación favorece la crisis ambiental en la medida en que legitima una visión mecanicista, lineal y antiecológica de la realidad. En este orden de ideas, la investigación realiza reflexiones epistémicas al pensamiento administrativo tradicional en aras de proponer nuevas lecturas ligadas a nuevas visiones de la realidad, a partir de una revisión bibliográfica focalizada en bases de datos y revistas científicas. Así, emergen los conceptos de sustentabilidad y ciudadanía como fundamentales para la comprensión del rol de las organizaciones empresa en un mundo en crisis.

Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional

Environmental and sustainability crisis: emergency in the languages of new administrative-organizational setting

Andrés Alberto Arias Pineda.Profesor de tiempo completo de la Universidad Católica Popular del Risaralda. Magíster científico en Administración de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales. Miembro del Grupo de Investigación “Pensamiento ambient al ” y “Desarrollo empresarial.” arias.aap@gmail.com 

Recibido para evaluación: 20 de Septiembre de 2010 Aceptación: 30 de Marzo de 2011 Recibido versión fi nal: 12 de Abril de 2011 


RESUMEN 

Los procesos de industrialización de la postguerra favorecen la confi guración de la sociedad de organizaciones gerenciables. En esta forma societal, la lógica administrativa tradicional se institucionaliza y permea la comprensión de los procesos organizacionales al traducir los lenguajes del mundo- de- la- vida en términos de productividad y competitividad. Esta situación favorece la crisis ambiental en la medida en que legitima una visión mecanicista, lineal y antiecológica de la realidad. En este orden de ideas, la investigación realiza refl exiones epistémicas al pensamiento administrativo tradicional en aras de proponer nuevas lecturas ligadas a nuevas visiones de la realidad, a partir de una revisión bibliográfi ca focalizada en bases de datos y revistas científi cas. Así, emergen los conceptos de sustentabilidad y ciudadanía como fundamentales para la comprensión del rol de las organizaciones empresa en un mundo en crisis. 

Palabras claves: Organizaciones, complejidad, ambiente, sustentabilidad, crisis 


ABSTRACT 

The processes of industrialization in the postwar favor setting manageable society organizations in this way societal administrative logic is institutionalized and permeates traditional understanding of organizational processes to translate the languages of the world- of- the- life in terms of productivity and competitiveness. This also improves the environmental crisis to the extent that justifi es a mechanistic, linear, anti- ecological reality. In this vein, research done epistemic refl ections to traditional management thinking in order to propose new readings linked to new visions of reality, from a literature review focused on databases and scientifi c journals. Thus emerged the concept of sustainability and citizenship as central to understanding the role of business organizations in a world in crisis. 

Key words: Organizations, complexity, environment, sustainability, crisis 


1. INTRODUCCIÓN 

Los procesos de revolución industrial, mecánica e informática que se desatan en el norte de Europa y América a partir del siglo XVIII, logran su mayor esplendor a fi nales del siglo pasado y principios de éste. Dichos procesos impactan las formas de vida de la especie homo sapiens y en general de toda forma de vida en el planeta. Este impacto se expresa de múltiples maneras: calentamiento global, catástrofes naturales, aumento de la pobreza, mercantilización de la salud y la educación, privatización de los recursos naturales, producción de productos lesivos para la salud humana, etcétera, etcétera, etcétera. Esto lleva a que una multiplicidad de personas de todo credo (fi losófi co, religioso, sociológico, económico, político, científi co) llegue al consenso que vivimos en la época de la Crisis Ambiental (Noguera, 2007a, 2007b, 2009; Leff, 2008; PNUMA, 2006; PNUD, 2007). 

La investigación desde la perspectiva del pensamiento complejo- ambiental “ha asumido la complejidad como el método de investigación y la disolución del sujeto y del objeto de la ciencia moderna, como maneras nuevas de comprensión de los procesos del mundo de la vida.” (Noguera, 2009: 4). Por tanto, esta forma de investigación recurre a vestigios, a huellas, a rastros, a memorias, en aras de mapear un concepto- imagen de la realidad, no buscando categorías dicotómicas morales, sino evidenciando coligaciones, relaciones bucleícas, tejidos, como dirá Capra conexiones ocultas. 

Este texto emerge como rizoma de la tesis de maestría “Responsabilidad organizacional ambiental: nuevos glíglicos para la administración.”1 Esta es una investigación básica y documental que recurre a la consulta de textos científi cos en bases de datos y revistas indexadas alrededor de temas administrativos. 

1. La tesis de maestría “Responsabilidad Organizacional Ambiental: nuevos glíglicos para la Administración” contó con la dirección de la Doctora Ana Patricia Noguera de Echeverri, y se realizó en el marco de la Línea de profundización “Nuevas Epistemes para la Administración.” 

2. LA INDUSTRIALIZACIÓN E INSTITUCIONALIZACIÓN DEL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO EN EL MUNDO- DE- LA- VIDA 

Las teorías del desarrollo y el crecimiento económico de la postguerra adquieren un carácter mesiánico para los países en vía de desarrollo, puesto que plantean que la única ruta para lograr alcanzar los niveles de calidad de vida y bienestar de los países desarrollados es la industrialización. En la lógica de la industrialización, el discurso administrativo encuentra la más adecuada caja de resonancia para difundir sus ideas, lo cual lleva a que, en la sociedad actual, las prácticas administrativas tradicionales favorezcan o ahonden la crisis de la modernidad. 

Para el caso colombiano, y en general para los países latinoamericanos, las políticas de industrialización formuladas con ocasión de la visita de la Misión Económica del Banco Mundial en 1949 generan el marco institucional, en términos económicos, políticos y culturales, que consolida a la empresa de negocios moderna y por supuesto, al pensamiento administrativo occidental, como la forma más racional de actuar en el mundo de la economía. 

En palabras de la misión del Banco Mundial, La industrialización sería la única manera en que los países pobres podrían eliminar la desventaja estructural que enfrentaban en el comercio internacional como productores de bienes primarios en competencia con los mayores precios y productividad de los bienes provenientes de los países industrializados. Mediante la industrialización, los países pobres dejarían de producir “los artículos equivocados” y comenzarán a producir bienes de mayor valor comercial. Resultaba “claro como el agua” que la industrialización era la clave del desarrollo. (Escobar: 148- 149) 

Así, se confi gura la idea que sólo a través de las empresas, de las industrias, se puede alcanzar el progreso, el bienestar social y el éxito personal. Estos supuestos llevan a preguntas de orden macroeconómico con el fi n de planear el desarrollo a nivel de nación. Por supuesto, esto se realiza con la ayuda de organismos internacionales expertos en el tema, lo cual signifi ca la implementación de políticas, estrategias y técnicas de administración al estilo norteamericano. Adicionalmente, este escenario propicia la acumulación de capital, a partir de la explotación del patrimonio natural- culturalhumano de los países llamados tercer mundistas. 

Los procesos de burocratización2 y de institucionalización dan como resultado el posicionamiento de la empresa de negocios moderna, como el tipo ideal de asociación humana y como aquella institución social que caracteriza a este estadio de la sociedad industrial. En este orden de acontecimientos, se institucionaliza el pensamiento administrativo, lo cual signifi ca la adopción de unos supuestos empíricos y teóricos de corte pragmático, utilitarista, mecanicista, antropocentrista, lineales e ideológicos, que derivan en valores y principios economicistas y anti- ecológicos, y se expresan en el lenguaje de la productividad– competitividad– efi ciencia– efi cacia. 

2. “La burocratización implica en particular la posibilidad óptima de poner en práctica el principio de la especialización de las funciones admini s t rat ivas conforme a regulaciones estrictamente objetivas” (Escobar, p. 57), es decir, en normas calculadas sin tomar en cuenta a las personas (objetivas), puesto que “Sólo la burocracia ha puesto el fundamento para la administración de una ley racional, conceptualmente sistematizada, sobre la base de estatutos” (ibidem, p. 59) proferidos por el perito experto preparado racionalmente. 

Así las cosas, el marco económico que surge tras el fi nal de la Segunda Guerra Mundial, crea las condiciones para la consolidación de las formas corporativas y empresariales actuales. En este escenario, el papel del administrador de empresas se convierte en factor determinante del éxito o fracaso de la misma, debido a que la administración es la llamada a llevar a cabo los planteamientos teóricos de la economía en la empresa. 

En consecuencia, “Los lenguajes de la vida diaria quedaron totalmente invadidos por los discursos de la producción y el mercado” (Escobar: 123), a través de la lógica del discurso económico y llevadas a la realidad empresarial a través de las prácticas administrativas según el estilo anglosajón. Estos nuevos lenguajes o como diría Bourdieu, esta nueva vulgata planetaria impregnan, transforman, el mundo- de- la- vida en la segunda mitad del siglo XX y en lo que va corrido del XXI y derivan en la sociedad de organizaciones. 

3. LA SOCIEDAD DE ORGANIZACIONES Y LA CRISIS AMBIENTAL 

La Crisis Ambiental emerge en la sociedad de organizaciones gerenciables, es decir, en una sociedad que privilegia la forma de organización empresarial moderna como arquetipo a seguir por el resto de formas de organización humanas. Estas formas de organización guían su actuar a partir de la lógica que inspira los supuestos teóricos del pensamiento administrativo tradicional, lo que signifi ca que se transforman parámetros culturales milenarios y se convierte cualquier experiencia humana al lenguaje del mercado y la productividad. En este escenario, se deshumaniza al hombre y se desambientaliza a la naturaleza, es decir, se desencanta el mundo- de- la- vida, puesto que todo se administra efi ciente y efi cazmente: la empresa privada y la empresa pública, la escuela, la iglesia, el Estado y la familia e incluso la naturaleza3. 

3. Las propuestas sobre Desarrollo Sostenible son muestra de ello, en cuanto que se aplica la lógica racionalista lineal a la sostenibilidad del Desarrollo y por supuesta queda por fuera la sostenibilidad de la trama de la vida. 

En esa sociedad de organizaciones predominan los criterios administrativos– económicos por encima de los sociales y ecológicos. Esto conduce a lo que en palabras de Noguera (2007a) se denota como la Crisis Ambiental que se confi gura durante el proceso de modernidad occidental y abarca la totalidad de esferas sociales: “(..) por la complejidad que la constituye: no es una crisis local, de una región determinada o de un grupo social determinado. Es una crisis de todos los fundamentos y principios de la ciencia, la tecnología, la ética, la estética y la política de la llamada cultura moderna, que ha tenido pretensiones de universalidad que se han expresado en expansionismos imperialistas”. 

Para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en su Manifi esto por la vida4, “La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado la naturaleza y negado a las culturas alternas (...). La crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo. No es una crisis ecológica, sino social. La crisis ambiental es una crisis de instituciones políticas, de aparatos jurídicos de dominación, de relaciones sociales injustas y de una racionalidad instrumental en confl icto con la trama de la vida”. (2006: 5). 

4. construido a partir del Simposio sobre Ética Ambiental y Desarrollo Sustentable realizado en Bogotá, del 2 al 4 de mayo de 2002. 

En el Informe sobre desarrollo humano 2007– 2008 de la Organización de Naciones Unidas, “La lucha contra el cambio climático: solidaridad en un mundo dividido”, se afi rma: “El cambio climático es un hecho comprobado por el mundo de la ciencia. (..) Sabemos que el peligro existe. Sabemos que el daño que causan las emisiones de gases de efecto invernadero es irreversible en un período muy largo. Sabemos que el daño crece cada día que dejamos pasar sin actuar. (..) A largo plazo, el cambio climático constituye una amenaza masiva para el desarrollo humano y en algunas partes ya está minando los esfuerzos de la comunidad internacional por reducir la extrema pobreza. (p. v) 

En este orden de ideas, no se dice nada nuevo cuando se afi rma que esta época ha visto incrementar de manera acelerada la brecha entre aquellos que poseen los medios de producción y aquellos que sólo poseen su mano de obra como medio de supervivencia. La época que da testimonio del incremento en los niveles de contaminación y del aumento en la temperatura del planeta, del deterioro de la fauna y la fl ora, de la paradoja entre aquellos que consumen bienes no necesarios para la vida que agudizan la crisis ecológica y entre aquellos que no poseen lo mínimo para sobrevivir. Esta situación llega a tal punto que es recurrente leer y escuchar a expertos de diversas áreas del conocimiento, vaticinar acerca del daño irreparable a nuestro medio ambiente, poniendo en duda la supervivencia de la especie humana.5 

5. El profesor Augusto Ángel Maya, asesor y consultor del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), presenta una nutrida argumentación sobre estos temas en su libro “Desarrollo sostenible o cambio cultural”. El profesor Enrique Leff aborda el problema de la insostenibilidad económica en su libro “Discursos Sustentables”, pronto a ser publicado por Editores Siglo Veintiuno. 

Fritjof Capra (2003) es contundente y claro al evidenciar la estrecha relación que existe entre los organizaciones industriales, y la destrucción del medio ambiente a escala planetaria, y por supuesto, en comprender que el resultado de estos eventos compromete la supervivencia de la especie humana a largo plazo en el planeta, en tal sentido afi rma “(...) a fi nales del siglo XX estaba ya más que claro que nuestras actividades económicas están dañando la biosfera y la vida humana hasta unos extremos que muy pronto podrían ser irreversibles.” Para comprobar esto, recurre a Edward Goldsmith, quien, en su libro The Case Against the Global Economy, evidencia “que el incremento de la destrucción ambiental a causa del aumento de las actividades económicas queda patente en los casos de Corea del Sur y Taiwán6.” (Citado en Capra, 2003: 191). Por esto y acogiéndose a las ideas de Al Gore (2007), “debemos convertir el rescate del medio ambiente en el principio organizativo central de nuestra civilización.”

6. “En Taiwán los venenos de la agricultura y la industria han contaminado la práctica totalidad de los principales ríos. (..) El nivel de la contaminación del aire dobla el considerado como nocivo en los Estados Unidos. Las tasas de cáncer se han duplicado desde el año 1965. El país tiene la tasa de hepatitis más alta del mundo.”(Capra, 2003: 192) 

Como se puede observar, la crisis actual no es una crisis exclusiva del saber y las prácticas administrativas, ni sólo de un modelo económico; tampoco lo es de un sector en particular de la sociedad (es decir, no es sólo un problema de competitividad y productividad de alguna industria como lo intentan mostrar los más radicales neoliberales), ni sólo de los países denominados en vía de desarrollo (no es sólo cuestión de falta de recursos materiales), menos aún de un estilo de vida específi co (el burgués, por ejemplo). Es la crisis de la sociedad moderna; es la crisis del proyecto de la ilustración de los ideales de desarrollo y de progreso. Es la crisis ecológica y climática, pero también la crisis de confi anza hacia el sistema fi nanciero y hacia las congregaciones religiosas; es la crisis de las instituciones que edifi caron la modernidad; es la crisis de los referentes culturales tradicionales. Es la crisis de la Modernidad. 

Es por tanto un problema que interesa a la sociedad en general, en el cual las organizaciones empresariales de carácter privado y aquellos que las administran tendrán que reconocer su responsabilidad en el desencantamiento del mundo cuyas expresiones más evidentes son la crisis ecológica y la deshumanización de la empresa. El reconocer alguna responsabilidad en lo hasta ahora descrito obedece a que al ser estas formas de asociación humana uno de los principales factores del desequilibrio ambiental (social y ecológico), deben ser estas mismas las encargadas de dar el primer paso en la comprensión del problema y, aquellos que las estudian y las administran los primeros, en sintonía con Capra (1998), en mostrar “una nueva comprensión científi ca de la vida.” (Ibidem: 25) 

La crisis ambiental, desde la óptica administrativa y organizacional, es favorecida por las tensiones- rupturas entre el pensamiento administrativo- organizacional tradicional y el- mundo- dela- vida contemporáneo. Estas tensiones- rupturas obedecen a la lógica que posibilita la existencia de las primeras explicaciones acerca de la administración de la fábrica, es decir, a la forma de estudiarexplicar- comprender los fenómenos organizacionales y administrativos, y a la manera de plasmar esa realidad en teorías. La fuerza de estas tensiones lleva a pensar que los criterios que imperan en las organizaciones humanas en la sociedad capitalista requieren una revisión desde sus mismos supuestos fundamentales. 

En otras palabras, la deshumanización del trabajo, la violación de los derechos humanos, la alienación del trabajador, la carga ideológica de las teorías administrativas y organizacionales, la mercantilización del discurso administrativo y la contaminación al medio ambiente ayudan a confi gurar la crisis ambiental, es decir, la crisis del edifi cio de la modernidad occidental en todas sus esferas. 

Y si bien es cierto que no son las únicas culpables en este proceso, también lo es que las teorías administrativas y organizacionales tradicionales generan el escenario que justifi ca y legitima la preponderancia de la fi gura administrativa, el manager, como el ejemplo per se del éxito y progreso de la modernidad; éste, como cuerpo simbólico- biótico, toma las decisiones que favorecen e incrementa el problema medio ambiental y la deshumanización de la vida en la organización. 

En este orden de ideas, nunca en la historia de la humanidad, tanto como ahora, las organizaciones empresariales juegan un papel protagónico en el futuro de la especie humana en este planeta. Sin embargo, los lentes a través de los cuales se ha intentado explicar y comprender la realidad de las organizaciones y de los negocios, es necesario dejarlos atrás y recurrir a nuevos referentes. 

4. NUEVAS LECTURAS Y NUEVOS LENGUAJES: LA COMPLEJIDAD 

La humanidad en diferentes momentos de su historia ha creído tener la certeza de todos los fenómenos que la rodean. Sin embargo, en la modernidad, la ciencia ilustrada usurpa el papel social y cultural de la religión como dadora de sentido para la vida humana y de las explicaciones sobre el mundo y sus fuerzas. Las teorías científi cas clásicas, especialmente la newtoniana, afi rman que la realidad es cognoscible por el entendimiento humano, que todos los fenómenos naturales y sociales son explicables, controlables y verifi cables, de tal manera que el hombre puede sentirse seguro y estable en el universo en el cual está inmerso. 

Para Edgar Morin (2002), el principio fundamental del pensamiento clásico es legislar, desunir y reducir; por eso sólo hay ciencia de lo general, no de lo particular. De allí que lo local y lo singular deben cesar de ser rechazados o expulsados como residuos a eliminar y se privilegie la simplifi cación. Para este autor, el paradigma de la simplifi cación lleva a considerar el tiempo como un proceso lineal irreversible; conlleva la pretensión de reducir el todo a la descomposición de sus partes y parte de considerar que el universo obedece leyes deterministas. 

Para Ilyan Prigogine (2002), la idea de que el mundo estaría sujeto a leyes apareció en forma gradual en el pensamiento de Occidente y obedece a que “La explicación de cualquier fenómeno natural en términos de leyes deterministas parecía al alcance de la mano y una vez que contáramos con esas leyes básicas, de ello se derivaría todo lo demás (...) por simple deducción.” (p. 38- 39) Esto reafi rma lo planteado por Morin y permite hablar de simplifi cación, reduccionismo y linealidad como características de los postulados científi cos clásicos. 

La primera discrepancia frente a los planteamientos clásicos se expresa a fi nales del siglo XVIII, impulsada por el movimiento romántico en el arte, la literatura y la fi losofía gracias a las críticas realizadas a los modelos newtonianos por William Blake. De igual forma, en el siglo XIX, aparecen en la biología los conceptos de vitalismo y organicismo y se comienza a estudiar la célula como un todo, encontrando relaciones organizadoras, concepto que ha evolucionado hasta lo hoy conocido como autoorganización7, siendo éste el concepto clave para la comprensión de la naturaleza y de la vida.

7. “Es la aparición espontánea de nuevas estructuras y nuevos modos de comportamiento en sistemas lejos de equilibrio, caracterizada por bucles de retroalimentación internos y descrita matemáticamente en términos de ecuaciones no lineales” (Capra, 1998: 103). Los sistemas de autoorganización son sistemas que atraviesan puntos de inestabilidad y generan nuevas formas de orden que les permite organizarse. 

En la primera mitad del siglo XX, surge el concepto de pensamiento sistémico que, en palabras de Capra, “no se centra en componentes básicos, sino en principios esenciales de la organización (…) encuadra este algo dentro del contexto de un todo superior.” (p. 49) Este pensamiento, oponiéndose a la idea reduccionista, plantea una concepción integradora de visión global e interdisciplinaria, basándose en el conocimiento completo del sistema. 

Aproximadamente en 1920, la física cuántica replanteó los conceptos con los cuales la física tradicional había trabajado y mostró que los fenómenos no siempre podían ser reducidos a las propiedades sólidas y concretas de partículas materiales. La física cuántica muestra que no se puede descomponer el mundo en unidades particulares, ya que el todo determina el comportamiento de las partes. 

La psicología Gestalt, liderada por Max Wertheimer y Wolfgang Köhler, hizo críticas a la fragmentación y alineación de la naturaleza humana. De esta manera y por medio de otros exponentes como Clausius, Ludwin Boltzmann, J.C. Maxwell, Max Plank, Jules Henry Poincaré, Humble, Von Foerster, Edward Lorenz, se presentan cambios trascendentales en la forma cómo el hombre asume y vive su realidad y en la forma cómo trata de explicar los fenómenos a los cuales está expuesto, apareciendo así nuevas teorías que tratan de explicar el universo y el hombre como un sistema en donde están presentes la incertidumbre, la complejidad, el caos, la aleatoriedad, la inestabilidad, la no linealidad; todo esto hace que surjan nuevos paradigmas no sólo a nivel de la ciencia, sino además de la sociología, la antropología, la cultura, la educación y de la administración. 

Es así como el concepto de complejidad adquiere gran importancia dentro de todos los fenómenos a los que el ser humano quiere dar sentido o signifi cado, ya que para entender dichos fenómenos, es necesario entender las múltiples relaciones existentes entre la parte y el todo y cómo éstas adquieren sentido dependiendo del contexto en el cual están inmersos, es decir, no sólo se interesa por la relación del todo con sus partes, sino que además le interesa la relación de las partes entre sí. 

De esta forma, y a modo de resumen, Dora Fried (2002) afi rma que “Asistimos a la disolución de los discursos homogeneizantes y totalizantes en la ciencia y la cultura. No existe narración o género del discurso capaz de dar un trazado único, un horizonte de sentido unitario de la experiencia de la vida, la cultura, la ciencia o la subjetividad. Hay historias, en plural: el mundo se ha vuelto intensamente complejo y las respuestas no son directas ni estables” (p. 27) 

5. EL PENSAMIENTO COMPLEJO- AMBIENTAL: DE PARADIGMAS A ENIGMAS 

En este orden– desorden de argumentos e ideas, emerge el pensamiento complejo– ambiental8. El pensamiento ambiental- complejo, parafraseando a Noguera (2007b), es una invitación a descolonizar el pensamiento latinoamericano. Este pensamiento emerge de la fi losofía, pero es apropiado por las diversas formas del conocimiento, proponiendo nuevas maneras para abordar la realidad. El pensamiento complejo- ambiental parte de reconocer que la crisis ambiental es una característica fundamental de este momento en la historia de la especie humana. Esta crisis obedece a una crisis de la modernidad en su conjunto. Como ha dicho Ángel Maya (1997, 2000 y 2002), es una crisis profunda: la crisis de una cultura que ha perdido el equilibrio, el sentido y el horizonte9. Por tanto, el pensamiento complejo- ambiental exige una reforma radical del pensamiento que nos ha llevado a la alteración en la armonía ambiental, es decir, del pensamiento moderno occidental. 

8. O ambiental- complejo. No hay jerarquías.
9. La película Kooyanistqatsi expresa esta idea de forma visual y auditiva esta idea. Kooyanistqatsi: tomada del lenguaje de los indios Hopi, significa vida en desequilibrio, vida fuera del control. 

La descolonización10 de los discursos coloniales, postcoloniales en sus diversas expresiones, por ejemplo, los discursos sobre crecimiento y desarrollo económico o los procesos de globalización de mercados y de culturas, resulta ser una prioridad para el pensamiento complejo- ambiental. En voz de Noguera (2007a), esto “Implica entonces el abandono de todo paradigma y la emergencia de una fi losofía enigma, donde las correlaciones crecientes en complejidad de lo oiko (coligación, relación autopoiésica), lo onto (ser en su manera), lo epistémico (campo de emergencia de un conocimiento), lo ético (valores emergentes de las relaciones) y lo estético (formas creadoras-creadas de estas relaciones en complejidad creciente), confi guran una trama-red que permite la emergencia de saberes, conocimientos, prácticas culturales, como tejidos que suturan, coligan, integran y potencian, en complejidad creciente, dicha trama-red de la vida”. (p. 46- 47) 

10. Ramón Grosfoguel escribe el artículo “La descolonización de la economía política y los estudios postcoloniales: transmodernidad, pensamiento fronter izo y colonialidad global”, y plantea una perspectiva epistémica desde el lado subalterno de la diferencia colonial. Este documento es publicado en la Revista Tabula Rasa de la Universidad del Rosario en el número 6 del año 2007. 

Para esta misma autora (2004), lo ambiental es una dimensión “como una trama de relaciones, como una forma ética de ser, como una manera de comprender nuestra propia vida, no es una verdad universal.” (p. 17) Por tanto, “El pensamiento ambiental es esa obligatoria refl exión que debe realizar hoy todo aquel que se pregunta el por qué y el para qué conocemos” (p. 20). Este se despliega en la integralidad de los modos del ser del pensamiento moderno, allí realiza cruces transversalidades. 

En consecuencia, una fi losofía ambiental tendrá “que ser una fi losofía espacial, geológica, territorial, donde la potente trama de la vida que constituye las geografías latinoamericanas, es la casa del ser y de la cual emerge el ser” (2007b, p.47), es decir, que el concepto de ser se transforma en “ser territorio- espacio- lugar”. Este nuevo ser que brota del pensamiento complejo- ambiental, retoma los atributos del sujeto moriniano: eco- bio- psico y social y además, es cuerpo simbólicobiótico inmerso en la trama de la vida. 

La filosofía ambiental- compleja es un punto de apoyo trascendental para el pensamiento complejo- ambiental; esta es una filosofía, que según Noguera, “se construye en territorios- espacioslugares con tiempos emergentes de la diversidad que entretejen la trama de la vida ecosistémicacultural.” (p. 47) En esta fi losofía, se expresan los hallazgos de la física cuántica, las propuestas de la teoría general de sistemas, las críticas al modelo económico capitalista y la grave crisis medio ambiental. 

La filosofía complejo- ambiental es una filosofía oiko- onto- epistémica- ética- estética; es una filosofía de las coligaciones de las reconciliaciones; es una filosofía que diluye al sujeto epistemológico cartesiano y al sujeto ético- estético griego, lo mismo que al objeto estático de la física clásica. “Ya no hay sujetos sino relaciones, pieles que se despliegan-deslizan-pliegan en nuevas pieles, alteridades tramadas-entramadas, como diversidad de formas a partir de las cuales es posible el mundo humano (es decir el mundo de la cultura, el mundo del pensamiento y el mundo de la razón)”. (p. 27- 28) [De allí que] “Los conceptos ya no son defi niciones discursivas, sino mapas, donde cuencas, valles, mesetas, montañas, ríos y mares, se entretejen bucleícamente en tramas- redes- urdimbres- tejidos”. (p. 47) 

En este orden de ideas, se recuerda a Geofrey Chew, “nada es fundamento de nada, nada origina nada y nada es fi n de nada, todo es un permanente fl uir de las intrincadas redes de la vida.” (Citado en Capra, 2003) Por tanto, se hace necesario, en voz de Noguera (2009) “Entrar en los enigmas; salir del dominio de los paradigmas; construir preguntas-problemas, emergentes de los problemas- pregunta; abandonar la efi cacia del conocimiento y permitir la emergencia de la alegría del conocer, como trayecto por caminos que se hacen en las andaduras de quienes interrogan, exige una ruptura epistémica- ética- estética- política con el aparato disciplinar, instrumental y teleologicista de la escuela moderna. La complejidad estético-ambiental (Noguera, 2000) exige como lugar de emergencia de los saberes- sabores ambientales el umbral simbólico- biótico donde el cuerpo es mundo de la vida y el mundo de la vida es cuerpo; umbral donde se inicia una difuminación estética, una descentración ética y una disolución ontológica de sujeto y objeto”. (inédito) 

6. DEL DESARROLLO SOSTENIBLE A LA SUSTENTABILIDAD: NUEVOS ATRACTORES PARA EL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO 

Si bien es cierto que en nombre del desarrollo la especie humana posee en la actualidad condiciones de comodidad no experimentadas por ninguno de nuestros antecesores homo11, fruto de los hallazgos en los campos de la ciencia, la cultura y la técnica. También lo es que el mito del progreso ha servido como excusa para destruir el medio ambiente natural y social. El concepto de desarrollo económico, ligado al de crecimiento, construye el paradigma de la industrialización como única vía para que los países no desarrollados alcancen el nivel de vida de los industrializados. 

11. Por supuesto, no se olvide que según los informes sobre pobreza y desarrollo humano de la ONU, la pobreza cada vez aumenta más, es decir que la mayor parte de la población mundial no disfruta estas comodidades. 

Desde la década de los setenta, especialmente a partir del trabajo del MIT12 patrocinado por el Club de Roma, el problema ecológico adquiere una gran importancia para la comunidad de científi cos, políticos y en general, para toda la sociedad13. En los años ochenta, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (Comisión Brundtland, 1987), en su informe “Nuestro Futuro Común”, propone el concepto de desarrollo sostenible, es decir aquel “que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.” Más adelante, esta misma Comisión plantea otro más completo y esclarecedor: “El Desarrollo Sostenible es un proceso de cambio en el cual la explotación de los recursos, la dirección de las inversiones, la orientación del desarrollo tecnológico y la evolución institucional se hallan en plena armonía y promueven el potencial actual y futuro para atender las aspiraciones y necesidades humanas.” (Citado por Cháves, 1987: 197). 

12. El profesor Dennis L. Meadows del Instituto Tecnológico de Massachussets desarrolla una investigación que pretende presentar argumentos que permitan tomar conciencia de la situación tan grave en la que se encuentra el mundo y que, de seguir así, contaminando, agotando los recursos y con las altas tasas de crecimiento de la población, muy pronto se llegará al límite. Para ampliar consulte a Ramón Tamames en Ecología y desarrollo: La polémica sobre los límites al crecimiento. 2 ed. Madrid : Alianza, 1979.
13. Los resultados obtenidos se publicaron en tres volúmenes: el primero titulado “Los límites del crecimiento”, el segundo “Hacia un equilibrio global” y el tercero “La dinámica del crecimiento en un mundo fi nito”. El primer informe, “Los límites al crecimiento”, se publica en 1972 y está basado en cinco variables: Crecimiento de la población, producción de alimentos, industrialización, agotamiento de los recursos naturales y contaminación estas variables proyectadas hacia el año 2100 muestran la llegada al límite, al colapso mundial a causa del agotamiento de los recursos no renovables (Tamames, 1979: 11)

Para el Banco Mundial, la sostenibilidad es entendida como la oportunidad “que consiste en dejar a las futuras generaciones, tantas, si no mayores oportunidades como las que nosotros tuvimos; dicha oportunidad se puede medir a través del capital que puede ser natural, humano, social y el hecho por el hombre.” (Jacobs, 1995: 96) Michael Jacobs brinda una segunda aproximación: para este autor, la sostenibilidad es “el mantenimiento de las capacidades ambientales a nivel que como mínimo eviten una catástrofe y que, en el mejor de los casos den a las generaciones futuras la oportunidad de disfrutar del consumo ambiental en una medida igual a la generación futura.” (p. 150) 

Desde la perspectiva del Manifi esto por la Vida, la propuesta del desarrollo sostenible inicia con un supuesto erróneo: “Las políticas del desarrollo buscan armonizar el proceso económico con la conservación de la naturaleza favoreciendo el balance entre la satisfacción de las necesidades actuales y las de las generaciones futuras.” (p.5) y es erróneo puesto que, “pretende realizar sus objetivos revitalizando el viejo mito desarrollista, promoviendo la falacia de un crecimiento económico sostenible sobre la naturaleza limitada del planeta.” (p. 5) 

Para Antonio Elizalde (2006), “La sustentabilidad constituye posiblemente el principal pretexto o argumento para realizar un cuestionamiento radical al estilo de desarrollo dominante, a los valores hegemónicos, a la cosmovisión o paradigma vigente y a la civilización occidental.” (p. 53) Esto se debe a que, de acuerdo a este autor, la crisis actual es una crisis de sustentabilidad de la especie humana en el planeta. 

En ruta similar, Augusto Ángel Maya (1997) plantea que (...) “no creemos que el desarrollo pueda volverse sostenible mientras perduren las rígidas reglas del mercado internacional, que favorecen la acumulación de los recursos de la tierra en los países y en los sectores privilegiados y que orientan la marginalidad y el hambre en los países y en los sectores explotados o mientras se perpetúe la esclavitud disfrazando las formas políticas de una democracia de sumisión”. (p.166) 

El concepto de sustentable añade otro matiz al término desarrollo: “la sustentabilidad es la evolución simultánea y correlativa de la alteridad circundante de esa entidad como producto del propio operar de la relación entre entidad y alteridad circundante.” (Elizalde: 55) 

Para el PNUMA, el concepto de sustentabilidad parte de reconocer la complejidad de la naturaleza e inspira una nueva comprensión del mundo en el siglo de la crisis ambiental, por esto, “El concepto de sustentabilidad promueve una nueva alianza naturaleza-cultura fundando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y la tecnología y construyendo una nueva cultura política fundada en una ética de la sustentabilidad -en valores, creencias, sentimientos y saberes- que renuevan los sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar el planeta”. (p. 6) 

Para Elizalde, la sustentabilidad contiene varias dimensiones: ecoambiental, cultural, política, económica y social. La dimensión ecoambiental hace referencia a la relación con el medio ambiente construido o modifi cado por la intervención humana, la dimensión cultural habla sobre la relación entre identidad cultural y los sistemas del lenguaje, la dimensión política indaga por la relación con el Estado, las relaciones de poder gobernabilidad y legitimidad, la dimensión económica relaciona el mercado, el crecimiento, la producción de bienes y servicios y el consumo, el ahorro y la inversión. Finalmente, la dimensión social hacer referencia a la relación entre la sociedad civil y los actores y movimientos sociales. Dado lo anterior, Elizalde (2006) propone ocho elementos para humanizar el desarrollo y para la construcción de una ética para la sustentabilidad. 

7. LA ORGANIZACIÓN- EMPRESA: CIUDADANA Y SUSTENTABLE 

La sociedad de organizaciones resulta ser el escenario en el cual emerge la crisis ambiental. En la sociedad de organizaciones, la lógica administrativa clásica impera y se impone a toda forma de organización humana. Esta situación lleva a que el pensamiento administrativo- organizacional recurra a nuevos lentes para observar la realidad, ahora desde la complejidad y la sustentabilidad. 

Esta nueva manera de comprender la realidad implica una nueva forma de concebir la organización empresa, no como un ente social mecánico lineal y cerrado al ambiente, sino como un sistema vivo que aprende y se adapta. En este orden de ideas, Arie de Geus (1997) propone el término empresa viviente14: estas empresas valoran las nuevas ideas de las personas y mantienen su capital de manera que les permita gobernar su futuro, producen bienes y servicios para obtener benefi cios y mantenerse vivas –funcionando- no para acumular indefi nidamente y a cualquier precio. 

14. En su larga experiencia en cargos directivos y luego de estudiar 27 empresas en Norte América, Europa y Japón, cuya existencia en los negocios data de más de un siglo de antigüedad, encuentra que estas “empresas vivientes” cuentan con personalidad propia, la cual permite una convivencia armoniosa con los grupos que se afectan en el desarrollo de sus actividades misionales, así como también, ayuda a conservar una posición de liderazgo en el mercado. 

Según este autor, los factores que explican la longevidad de las empresas son tres: tienen fuerte sentido de cohesión e identidad, son tolerantes y son conservadores en el ámbito fi nanciero. Así, al comparar los valores de la organización- empresa capitalista convencional con los valores de la empresa viva que aprende, sostiene: “la gran diferencia entre ambas defi niciones de empresa –la económica y la que aprende- constituye el núcleo fundamental de la crisis a la que se enfrenta el ejecutivo de nuestros días” (de Geus, Citado en Capra, 2003: 143). Por esta razón, los directivos deben “cambiar sus prioridades: en vez de dedicar sus empresas a la optimización del capital, deberían dedicarlas a optimizar a las personas” (p. 143), es decir a infundirles vida a las empresas. De Geus concluye de su estudio “que las empresas que tienen un comportamiento y ciertas características que las hacen semejantes a las entidades vivas son las más fl exibles y duraderas.” (p. 142) 

Para Capra, infundir vida a la organización signifi ca “Aportar vitalidad a organizaciones humanas confi riendo poder a sus comunidades de práctica15 no sólo aumenta su fl exibilidad, su creatividad y su potencial de aprendizaje, sino que incrementa la dignidad y la humanidad de sus miembros en la medida en que les permite conectar con sus propias cualidades.” (p. 167)

15. Para Etienne Wenger (1998), las comunidades de práctica son redes sociales autogenéticas y simbiogéneticas. Dicho de en voz de Wegner las “Comunidades de práctica están formadas por personas que se involucran en un proceso de aprendizaje colectivo en un dominio compartido de la actividad humana” y añade “son grupos de personas que comparten una preocupación o una pasión por algo que hacer y aprender a hacerlo mejor, ya que interactúan con regularidad.” (p.1) No toda comunidad es una comunidad de práctica, ésta autora, cita el ejemplo del barrio residencial como un ejemplo de esto. 

Desde la perspectiva de este autor, para que la organización- empresa pueda ser considerada como un sistema vivo debe estar organizado en forma de red, “(...) los sistemas sociales vivos son redes de comunicaciones autogenéticas, lo cual signifi ca que una organización humana sólo será un sistema vivo si está organizada como red, o si contiene redes más pequeñas en su interior.” (p.144) “Cada comunicación crea en ellas pensamientos y signifi cado, lo que da lugar a nuevas comunicaciones. De este modo la red se autogenera, crea un contexto común de signifi cado, conocimientos compartidos y norma de conducta y proporciona a sus miembros una identidad colectiva y un ámbito claramente delimitado que sienten como propio”. (p. 147) 

Los sistemas vivos son autoorganizados en virtud de sus procesos de autopoiésis y cambian por su carácter de estructuras disipativas. Los sistemas vivos cooperan entre sí y esto permite la evolución. Este trabajo en equipo, como lo llama Capra (1998), es fundamento de la teoría de la simbiogénesis. Lynn Margulis propone una vía de evolución por simbiosis, es decir, por la tendencia de ciertos organismos a vivir en intima asociación o cohabitación con otros. Para este autor, el término simbiogenesis refi ere “al origen de nuevos tejidos, órganos, organismos e incluso especies mediante el establecimiento de simbiosis permanentes de larga duración.” (2002: 16) 

Por tanto, aquellos que administran organizaciones, deben comprender la relación que existe entre las estructuras formales diseñadas –artifi ciales- y las redes informales autogenéticas –naturalesy los procesos vitales que se dan en la operación de sus actividades –inherentes-. 

En ese sentido, afi rma Capra “En toda organización existe una constante interrelación entre sus redes informales y sus estructuras formales” (p. 149). En consecuencia, el componente formal de la organización estará más vivo en la medida en que esté más próximo a sus redes informales. La organización red viva responde a las perturbaciones con cambios estructurales y elige a cuáles perturbaciones responder y a cuáles no. A diferencia de la organización máquina que puede ser controlada, la organización red sólo puede ser perturbada, es decir, infl uenciada a través de impulsos. Para generar estos impulsos no es necesario invertir grandes cantidades de energía, “Las perturbaciones signifi cativas captarán la atención de la organización y desencadenarán cambios estructurales.” (p. 151) 

Estas nuevas lecturas apuntan a comprender el sistema organización- empresa, como un sistema vivo que aprende, en la medida en que desarrolla sus operaciones misionales. Por tanto, de esta forma, se hace necesario gestionar conocimiento y diseñar organizaciones que aprendan. Sin embargo, estas transformaciones al ser puestas en el terreno de las organizaciones humanas, generan problemas, dado que no son únicamente sistemas vivos, sino que también son instituciones sociales diseñadas para unos propósitos específi co, las cuales funcionan en entornos económicos determinados. 

Como ya se ha visto, este entorno económico en la actualidad no favorece la vida, por el contrario, “Cuando los accionistas y otros cuerpos exteriores a la empresa evalúan su estado de salud, no suelen interesarse por la vitalidad de sus comunidades, por la integridad y el bienestar de sus empleados, ni por la sostenibilidad ecológica de sus productos. Se interesan por los benefi cios, por el valor de las acciones, por la cuota del mercado y demás parámetros económicos y se muestran dispuestos a aplicar toda la presión posible para asegurar un rápido y sustancioso benefi cio a sus inversores, con independencia de las consecuencias que ello pueda implicar a largo plazo para la organización, para el bienestar de sus empleados o para el impacto social y medioambiental”. (p. 167) 

Las nuevas condiciones económicas, con sus turbulencias y complejidades, enfatizan en el aprendizaje, la fl exibilidad, la creatividad, las comunidades internas y la sustentabilidad. Estas condiciones llevan a los líderes empresariales a comprender a las organizaciones- empresa de forma sistémica, compleja y caótica. 

Para Capra (2003b), el reto fundamental de nuestro tiempo consiste en comprender las organizaciones humanas como sistemas vivos que ayuden a construir organizaciones empresariales ecológicamente sustentables, es decir, como redes complejas no lineales. Este reto erosiona el pensamiento mecanicista moderno que impera en el mundo de los negocios actualmente, rasga la imagen de la organización como una máquina compuesta de piezas, donde la efi ciencia y la efi cacia economicista e ingenieril guían y dan sentido a los procesos. 

Finalmente, considerar la idea de la empresa viviente parafraseando a de Geus, signifi ca hablar de sustentabilidad, de un ámbito de los negocios donde no sólo importan las ganancias sino también todos los grupos afectados en el desarrollo de sus acciones. Signifi ca comprender que el ser humano es naturaleza, que se gestionan organizaciones caórdicas16 y que se necesitan cuerpossimbólicos- bióticos que potencien y amplifi quen los potenciales del talento humano que las integra. 

16. Este concepto es Dee Hook, hace referencia a las organizaciones que generan orden del caos o conviven con esta dialéctica. 

Una administración inteligente necesita empresas- ciudadanas responsables en términos éticos, políticos, sociales y ecológicos, para encontrar una mayor resonancia en sus implementaciones. Esta nueva multiplicación sonora –caja de resonancia- que trae los esfuerzos por renovar el pensamiento administrativo tradicional, deriva en nuevos bucles de retroalimentación argumentativos y vitales para los procesos administrativos y organizacionales, los cuales evidencian la necesidad de nuevos atractores desde la economía, la ingeniería, la fi losofía, la sociología, la antropología y desde todas las logías necesarias. Esta ciudadanía17 adjudica a la empresa deberes y derechos como miembro de la sociedad, lo cual implica compromiso por la crisis ambiental. 

17. Actualmente, se entiende la ciudadanía como la posibilidad jurídica de contar con ciertas garantías legales en cuanto a los derechos de los accionistas, al trato de los empleados y a la posibilidad de desarrollar ciertas actividades económicas, es decir, en términos de persona jurídica.

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Arias Pineda, A. A. (2011). Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional. Gestión y Ambiente, 14(1), 105–116. https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449

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[1]
Arias Pineda, A.A. 2011. Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional. Gestión y Ambiente. 14, 1 (ene. 2011), 105–116.

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(1)
Arias Pineda, A. A. Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional. Gest. Ambient. 2011, 14, 105-116.

ABNT

ARIAS PINEDA, A. A. Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional. Gestión y Ambiente, [S. l.], v. 14, n. 1, p. 105–116, 2011. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449. Acesso em: 6 ago. 2024.

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Arias Pineda, Andrés Alberto. 2011. «Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional». Gestión Y Ambiente 14 (1):105-16. https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449.

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Arias Pineda, A. A. (2011) «Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional», Gestión y Ambiente, 14(1), pp. 105–116. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449 (Accedido: 6 agosto 2024).

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[1]
A. A. Arias Pineda, «Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional», Gest. Ambient., vol. 14, n.º 1, pp. 105–116, ene. 2011.

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Arias Pineda, A. A. «Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional». Gestión y Ambiente, vol. 14, n.º 1, enero de 2011, pp. 105-16, https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449.

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Arias Pineda, Andrés Alberto. «Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional». Gestión y Ambiente 14, no. 1 (enero 1, 2011): 105–116. Accedido agosto 6, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449.

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Arias Pineda AA. Crisis ambiental y sustentabilidad: emergencia de nuevos lenguajes en el escenario administrativo-organizacional. Gest. Ambient. [Internet]. 1 de enero de 2011 [citado 6 de agosto de 2024];14(1):105-16. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/25449

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