Publicado

2017-01-01

Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva

Autores/as

Esta obra del historiador colombiano Renán Silva (1951) es una polémica en torno a debates perennes en el campo historiográfico. Ofrece una notable reflexión sobre la construcción autónoma de problemas y objetos de investigación, evitando la tentación de corroborar aquello que sabemos previamente (nuestro prejuicio) en el material de campo. Las propuestas de Pierre Bourdieu, Norbert Elias y Michel de Certeau operan en el libro como precaución frente a la tentación empirista de que el objeto de investigación existe dado en la realidad, de forma espontánea —sin reconocer que el objeto es un recorte, una creación (rigurosa o no) del investigador—. Dividido en seis breves capítulos, el libro toma distancia de los dualismos convencionales que moralizan el análisis (élites vs. masas), criticando el empirismo y la pobreza conceptual de la historiografía reciente (p. 35). Revisa, a su vez, los dilemas éticos y epistemológicos a los que se enfrenta la práctica histórica universitaria: el anacronismo, el eurocentrismo-etnocentrismo, la subordinación (periferia, subalternidad, colonialismo).

Esta obra del historiador colombiano Renán Silva (1951) es una polémica en torno a debates perennes en el campo historiográfico. Ofrece una notable reflexión sobre la construcción autónoma de problemas y objetos de investigación, evitando la tentación de corroborar aquello que sabemos previamente (nuestro prejuicio) en el material de campo. Las propuestas de Pierre Bourdieu, Norbert Elias y Michel de Certeau operan en el libro como precaución frente a la tentación empirista de que el objeto de investigación existe dado en la realidad, de forma espontánea -sin reconocer que el objeto es un recorte, una creación (rigurosa o no) del investigador-. Dividido en seis breves capítulos, el libro toma distancia de los dualismos convencionales que moralizan el análisis (élites vs. masas), criticando el empirismo y la pobreza conceptual de la historiografía reciente (p. 35). Revisa, a su vez, los dilemas éticos y epistemológicos a los que se enfrenta la práctica histórica universitaria: el anacronismo, el eurocentrismo-etnocentrismo, la subordinación (periferia, subalternidad, colonialismo).

El texto es una propuesta decantada acerca de uno de los modos posibles de hacer historia, y una defensa de los privilegios institucionales adquiridos por esa forma de hacer historia. Además de las precauciones epistemológicas mínimas requeridas al momento de elaborar una inves tigación, expone los dilemas del autor que se autoriza a sí mismo, que da autoridad a su lugar institucional. Esto último permite contextualizar una de sus tesis: a partir de la escasa tradición de trabajo de campo en los estudios históricos en Colombia, la adopción acrítica del "posmo dernismo" y su foco unilateral en la escritura, "han sido fuertemente empobrecedores y desestructuradores del oficio de historiador" (p. 23). El texto se sitúa, según su autor, en un contexto preciso: el proceso de paz en curso entre el Estado colombiano y la insurgencia, y "la guerra de interpretaciones que ya empezó con los informes de La Habana" (p. 12), en las que se actualiza el "viejo nacionalismo criollo", cuyo trasfon do es que "el saber histórico como tal no existe" (p. 25). Su postura política aparece explícita en "El presente oculta el pasado", el capítulo tercero del libro, en el que expone argumentos polémicos en contra de la caracterización convencional de la sociedad colombiana. Con base en lo anterior, elabora una crítica de la militancia en el conocimiento (capítulo sexto), que denomina "Militancia de la simpatía enamorada y aduladora", aquella que idealiza a la víctima o al subalterno (pp. 137, 140); exaltación que titula "eficacia propagandística" (p. 194) y que, en otro espacio, referido al Bicentenario, llamó "historia de revancha". La crítica de la victimización es importante, a la vez, en un sentido inverso al que postula Silva: por la responsabilidad que la forma de conocimiento mayoritario ha tenido, precisamente, en la victimización de la sociedad colombiana, presentándola siempre como deficitaria, incompleta, anti moderna -urgida de la intervención de bálsamos ilustrados-.

Las innumerables referencias a sus opositores ("críticos de la ima ginación histórica" (p. 42)) contrastan con la casi nula alusión a la crisis de las estructuras universitarias, su monetarización y su indexación como un objeto más del capital -salvo en dos momentos, en cuatro líneas al final del texto (p. 152) y una nota al pie (p. 10)-. Y salvo, claro, para sentenciar la destrucción de la institución universitaria, efecto "de la nueva práctica evangélica del mensaje" que fue puesta "en marcha en la universidad en los años de 1970" (p. 134). Su crítica resulta así en un análisis de conciencias (buenas y malas) y no de las fuerzas y los poderes. Es curiosa esa escasa alusión, pues desde el inicio señala el olvido, de parte de los demás historiadores, de "lo que De Certeau llamó el análisis de un lugar social" (p. 24). Lo que hace Silva, en términos de De Certeau, es un autoposicionamiento de los intereses de un grupo específico entre los historiadores universitarios en Colombia. Lugar, entonces, sería no solo el escenario de la disciplina histórica, como plantea Silva, sino la institución universitaria como tal.

En "El problema del lenguaje", plantea la tensión hecho-ficción y las dificultades del traslado mecánico del marco analítico de los estudios subalternos asiáticos a América Latina, "que ni bajo la forma de un inicial razonar analógico puede ser comparable con las formas y efectos de la presencia de los ingleses en los territorios de la India" (p. 121). Es preciso, en efecto, diferenciar los tipos de razón colonial; elaborar la razón barroca, ibérica. Sin embargo, el libro se apresura: olvida la difusión y la discusión de la traducción al español de esos estudios en Bolivia, en 1997, y que parte de la dificultad con esos estudios no es solo a nivel metodológico, sino teórico, referida a su recortada lectura de Antonio Gramsci. Del mismo modo, estrecha es la lectura que, en "Etnocentrismo y anacronismo", Silva presenta de Weber y la supuesta "superioridad" de Occidente (p. 85), allí donde Weber ve una contingencia histórica solo producida en ese hemisferio -y que reiteró en Mi palabra final a mis críticos de 1910-.

Confusa, también, resulta su alusión a la posmodernidad. ¿Qué entiende el autor por posmodernidad? No la define y renuncia explíci tamente a hacerlo (p. 22). En ese sentido, no se retrata el escenario de confrontación, la escena de la polémica, lo cual disminuye la claridad expositiva y pedagógica del libro ("lo escribí pensando en los estudian tes de historia y ciencias sociales" (p. 227)): se alude todo el tiempo a un rival cuyos contornos y semblante no se exponen. Es un duelo sin duelistas, sin escena. Esto permite el paso del dictamen a la consigna, como en el capítulo "El pasado es un país extraño": "en la práctica reciente de las ciencias sociales en Colombia -ciencias sociales cuya orientación norteamericana y posmoderna es obvia-" (p. 62). ¿Es la posmodernidad, como sugiere Silva, reducible al giro lingüístico? En este punto el autor procede igual que innumerables críticos a quienes molesta la "posmodernidad": crea unidades en las que agrupa matices y tendencias, englobando diferencias que no son unificables. Así, pro cede a situar en el mismo lugar a Antonio Negri, Hugo Chávez y "los posmodernistas" (p. 110); y a Foucault y Kosselleck, Derrida y Quentin Skinner en el capítulo "Historia y ficción" (p. 30). Si bien Silva señala la mediación estadounidense en la apropiación de las teorías europeas y asiáticas, pareciera que las alusiones a "Norteamérica" homologan estudios culturales norteamericanos y toda la historiografía practicada en Estados Unidos, y terminan por equiparar a personas tan dispares como Eric Van Young y a Edward Said (cuya "extensión abusiva" denuncia Silva (p. 197)). Mixtos mal analizados dice Deleuze en Bergsonismo: "los problemas mal planteados" hacen intervenir un mecanismo peculiar, los "mixtos mal analizados, en los que se agrupan arbitrariamente cosas que difieren en naturaleza" (1987, p.15). De esta manera, para Silva, el trabajo de Indalecio Liévano Aguirre, "con cambios de superficie, ha terminado por ser ampliamente coincidente con el más reciente de los postmodernos" (p. 112). Es paradójico cómo el insistente llamado al rigor teórico y metodológico del libro, pasa por el olvido absoluto de la filosofía, salvo un par de alusiones a Nietzsche. Quedan entonces fuera del espectro Wilhelm Dilthey (y el mismo Weber), y la posibilidad de una práctica histórica en relación con los problemas y combates filosóficos de su tiempo. Precisamente, una de las posibles formas de contrarrestar la atomización del saber y su construcción de feudos disciplinares que dejan la filosofía solo en manos de los filósofos profesionales.

Si a esto se suma el tono reiterado en su escrito ("De ninguna manera es aceptable" (p. 130); "No son de ninguna manera" (p. 51)), se halla lo que Deleuze en Diferencia y repetición ubica en el lenguaje de la representación, en el pensamiento de Estado, a saber, la imposibilidad de concebir la singularidad: "El representante dice: 'Todo el mundo reconoce que...', pero hay siempre una singularidad no representada que no reconoce, precisamente porque ella no es todo el mundo o lo universal" (2002, p. 95).

Ese es, a mi modo de ver, el punto más débil y problemático del libro: su aversión hacia lo singular. En esa vía, es en el tono y el prejuicio sobre el que se asienta el texto, lo que disminuye su potencia al mínimo: cuando cede a la tentación de convertir una historia en la historia. Y es aquí donde su tono altamente prescriptivo deviene en sacerdotal. Diferentes rostros aparecen entonces: la del lúcido y frío desencantado, que Benjamin homologa al control soberano en El origen del Trauerspiel alemán; la del agudo neoconservador anticomunista que defiende "un clima de libertad, de generosidad y de liberalidad, un radical atreverse a pensar" (p. 129); la del padre aleccionador de los jóvenes, el que alienta la corrección del rumbo a través de la historia ejemplar, maestra de la vida. Emerge entonces el asceta, aquel que, alejado del vaivén del mundo, todo el tiempo habla de la verdad pero la niega; el que es incapaz de pronunciar esa palabra aun cuando todo el tiempo la predica.

El hecho de que varias veces intente especificar el tono de su escrito (en la nota a la reimpresión, en la presentación y en los agradecimientos), presentándolo como "folleto" o "texto en elaboración" (breviario de inseguridades), según mi apreciación, no oculta su sentido ascético, revelado en la última página del libro: este procede de una "Confesión de parte. Evangelario", palabra usada por Severo Sarduy, que significa "evangelio y abecedario" (p. 228): sacerdocio, juzgado, confesionario. El libro de Silva es así un repaso sugestivo a la figura del científico social que diseña objetos y problemas de investigación y, al mismo tiempo, un escenario privilegiado para analizar la conformación de prejuicios intelectuales y morales. De hecho, la obra termina atrapada en la figura ascética por excelencia: la del sacerdote. El artista del resentimiento según Nietzsche.

Referencias

Benjamin, W. (1928). El origen del Trauerspiel alemán. Madrid: Abada Editores.

Deleuze, G. (1987). Bergsonismo. Madrid: Cátedra.

Deleuze, G. (2002). Diferencia y repetición. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Silva, R. (2014). Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades. Bogotá: Universidad de los Andes.

Weber, M. (2012). Mi palabra final a mis críticos. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 45(186), 224-273.

Cómo citar esta reseña: Sánchez, A. (2017). Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva (Reseña de libro). Rev. Colomb. Soc., 40(1), 297-301.

Referencias

Benjamin, W. (1928). El origen del Trauerspiel alemán. Madrid: Abada Editores.

Deleuze, G. (1987). Bergsonismo. Madrid: Cátedra.

Deleuze, G. (2002). Diferencia y repetición. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Silva, R. (2014). Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades. Bogotá: Universidad de los Andes.

Weber, M. (2012). Mi palabra final a mis críticos. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 45(186), 224-273.

Cómo citar

APA

Sánchez Lopera, A. (2017). Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva. Revista Colombiana de Sociología, 40(1), 297–301. https://doi.org/10.15446/rcs.v40n1.61963

ACM

[1]
Sánchez Lopera, A. 2017. Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva. Revista Colombiana de Sociología. 40, 1 (ene. 2017), 297–301. DOI:https://doi.org/10.15446/rcs.v40n1.61963.

ACS

(1)
Sánchez Lopera, A. Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva. Rev. colomb. soc. 2017, 40, 297-301.

ABNT

SÁNCHEZ LOPERA, A. Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva. Revista Colombiana de Sociología, [S. l.], v. 40, n. 1, p. 297–301, 2017. DOI: 10.15446/rcs.v40n1.61963. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/61963. Acesso em: 19 mar. 2024.

Chicago

Sánchez Lopera, Alejandro. 2017. «Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva». Revista Colombiana De Sociología 40 (1):297-301. https://doi.org/10.15446/rcs.v40n1.61963.

Harvard

Sánchez Lopera, A. (2017) «Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva», Revista Colombiana de Sociología, 40(1), pp. 297–301. doi: 10.15446/rcs.v40n1.61963.

IEEE

[1]
A. Sánchez Lopera, «Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva», Rev. colomb. soc., vol. 40, n.º 1, pp. 297–301, ene. 2017.

MLA

Sánchez Lopera, A. «Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva». Revista Colombiana de Sociología, vol. 40, n.º 1, enero de 2017, pp. 297-01, doi:10.15446/rcs.v40n1.61963.

Turabian

Sánchez Lopera, Alejandro. «Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva». Revista Colombiana de Sociología 40, no. 1 (enero 1, 2017): 297–301. Accedido marzo 19, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/61963.

Vancouver

1.
Sánchez Lopera A. Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades, de R. Silva. Rev. colomb. soc. [Internet]. 1 de enero de 2017 [citado 19 de marzo de 2024];40(1):297-301. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/61963

Descargar cita

CrossRef Cited-by

CrossRef citations0

Dimensions

PlumX

Visitas a la página del resumen del artículo

627

Descargas

Los datos de descargas todavía no están disponibles.