Versionando el “Urbanismo para arquitectos”. La docencia troncal del urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Barcelona

Adapting the “Urbanism for architects”. The core teaching of urbanism at the School of Architecture of Barcelona

El ‘urbanismo para arquitectos’, enseñanza impulsada a partir de los años 70 desde el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona, sigue presente hoy en el currículum de la Escuela de Arquitectura de Barcelona en algunas nuevas ‘versiones’ que se adaptan a los cambios sustanciales de la disciplina. En un relato que pretende conectar el pasado con el presente y el futuro, este artículo pone en relación las bases epistemológicas que asentaron esta aproximación y examina su vigencia y validez para afrontar los retos que plantea el urbanismo contemporáneo. La revisión de los aspectos fundamentales que ha caracterizado la formación de los arquitectos catalanes se combina, por un lado, con la descripción precisa de los cambios que se han introducido en el tradicional curso de ‘proyecto urbano’. Por el otro, se hace una reflexión sobre el encaje de esta tradición docente en la actual estructura de planes de estudio universitarios y en el espacio competencial de los arquitectos en relación a las prácticas profesionales del urbanismo y el planeamiento. Es, en resumen, una aproximación crítica sobre cómo nuevas ‘versiones’ de los temas clásicos modifican sus melodías para afrontar de forma eficiente los nuevos retos de la disciplina y del aprendizaje del urbanismo.

The ‘Urbanism for architects’ is a teaching practice promoted since the 1970s from the Barcelona Urbanism Laboratory ​​that continues to be present in the curriculum of the Barcelona School of Architecture nowadays some new ‘versions’ that are adapted in regards the substantial changes in the discipline. In a narrative that aims to connect the past with the present and the future, this article relates the epistemological bases that established this approach and examines its validity to face the challenges posed by contemporary urbanism. The review of the fundamental aspects that have characterized the training of Catalan architects is combined, on the one hand, with a precise description of the changes that have been introduced in the traditional ‘urban project’ course. On the other hand, a reflection is made on the fitting of this teaching tradition in the current structure of university curricula and the area of ​​competence of architects in relation to the professional practices of urbanism and planning. In short, it is a critical approach to how new ‘versions’ of classic themes adapt their melodies to efficiently face the new challenges of the discipline and learning of urbanism.

‘L'urbanisme pour les architectes’, enseignement promu à partir des années 70 dès le Laboratori d’Urbanisme de Barcelona, continue à être présent au programme de l'École d'architecture de Barcelone aujourd'hui dans de nouvelles ‘versions’ adaptées aux changements substantiels de la discipline. Dans un récit qui vise à relier le passé au présent et au futur, cet article relate les bases épistémologiques qui ont établi cette approche et examine sa validité pour faire face aux défis posés par l'urbanisme contemporain. L'examen des aspects fondamentaux qui ont caractérisé la formation des architectes catalans, est combiné d'une part avec la description précise des changements qui ont été introduits dans le cours traditionnel de ‘projet urbain’. D'autre part, une réflexion est menée sur l'insertion de cette tradition d'enseignement dans la structure actuelle des cursus universitaires et le domaine de compétence des architectes en relation avec les pratiques professionnelles de l'urbanisme et de l'aménagement. En bref, il s'agit d'une approche critique de la façon dont de nouvelles ‘versions’ de thèmes classiques modifient leurs mélodies pour faire face efficacement aux nouveaux défis de la discipline et de l'apprentissage de l'urbanisme.

El ‘Urbanismo para arquitetos’, ensino promovido a partir dos anos 70 do Laboratori d’Urbanisme de Barcelona, ​​​​continua presente hoje o currículo da Escola de Arquitetura de Barcelona em algumas novas ‘versões’ que são adaptadas as mudanças substanciais na disciplina. Em uma história que visa conectar o passado com o presente e o futuro, este artigo relaciona as bases epistemológicas que estabeleceram essa abordagem e examina sua validade e validade para enfrentar os desafios colocados pelo urbanismo contemporâneo. A revisão dos aspetos fundamentais que caracterizaram a formação dos arquitetos catalães combina-se, por um lado, com a descrição precisa das mudanças que foram introduzidas no curso tradicional de ‘projeto urbano’. Por outro lado, é feita uma reflexão sobre o encaixe desta tradição de ensino na atual estrutura dos currículos universitários e na área de competência dos arquitetos em relação às práticas profissionais de urbanismo e planeamento. Em suma, é uma abordagem crítica de como novas ‘versões’ de temas clássicos modificam suas melodias para enfrentar com eficiência os novos desafios da disciplina e aprendizagem do urbanismo.

Versionando el “Urbanismo para arquitectos”.

La docencia troncal del urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Barcelona

Adapting the “Urbanism for architects”.

The core teaching of urbanism at the School of Architecture of Barcelona

Versonando el “Urbanismo para arquitetos”.

O núcleo do ensino de urbanismo na Escola de Arquitetura de Barcelona

En versionant “L’urbanisme pour les architectes”.

L’urbanisme comme matière principale à l’École d’architecture de Barcelone

Carles Crosas Armengol

Universitat Politècnica de Catalunya

carles.crosas@upc.edu

https://orcid.org/0000-0001-6956-2667

Cómo citar este artículo:

Crosas Armengol, C. (2023). Versionando el “Urbanismo para arquitectos”. La docencia troncal del urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Barcelona. Bitácora Urbana Territorial, 33 (I): 169-182. https://doi.org/10.15446/bitacora.v33n1.104522

Fuente: Elaboración propia.

Recibido: 30/08/2022

Aprobado: 21/10/2022

ISSN electrónico 2027-145X. ISSN impreso 0124-7913. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá

(1) 2023: -182

Autor

11_104522

Resumen

Palabras clave: urbanismo, arquitectura, proyecto urbano, regeneración urbana, planeamiento

Abstract

Keywords: urbanism, architecture, urban project, urban regeneration, planning

Resumo

Palavras-chave: urbanismo, arquitetura, projeto urbano, regeneração urbana, planeamento

Résumé

Mots-clés: urbanisme, architecture, projet urbain, régénération urbaine, planification

Antecedentes

Los nuevos paradigmas del urbanismo están exigiendo una revisión profunda de la forma en que se enseña la disciplina en el ámbito universitario. En Barcelona, la integración de los contenidos y la proximidad con el ámbito de la arquitectura es y ha sido una constante fomentada desde el Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio (DUOT) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) y desde la propia Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), configurando la tradición del denominado ‘urbanismo para arquitectos’[1]. La huella de los cambios impulsados en los años 70 por Manuel de Solà-Morales como director del Laboratorio de Urbanismo de Barcelona (fundado en 1969) y reforzados por Oriol Bohigas como director de la ETSAB (1977-1980) han pervivido y mutado en el espacio de más de cinco décadas y permiten hoy una reflexión que entrelaza algunos hitos del pasado con algunos retos de futuro.

Desde esta perspectiva es posible explicar el abordaje de una tradición que se enmarca en la regulación competencial y de estudios universitarios en España, en donde el ejercicio profesional del urbanismo y el planeamiento son un espacio propio de los arquitectos (además de los ingenieros de caminos), lo que significa que todos los graduados y habilitados en Arquitectura pueden redactar planes y proyectos de escala urbana y territorial. Quizás por ello no se ha llegado a plantear la creación de un grado específico de urbanismo en Barcelona, a pesar de la proliferación de nuevos grados universitarios en los últimos años, incluyendo el recientemente inaugurado Grado de Paisajismo en la misma universidad[2].

Así pues, este texto pretende explicar algunas de las claves de una estructura docente que tiene el urbanismo como materia crucial de la enseñanza de los arquitectos, que no solo forma parte de la optatividad y la especialización, sino de la troncalidad de un currículum definido en el plan de estudios vigente de 2014, continuista de los anteriores de 2010 y 1994, de cinco cursos (en contraste con el de 1979, de seis cursos).

A partir de 2010, la adaptación curricular al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y el denominado Plan Bolonia, conllevó enérgicas discusiones entre las escuelas de arquitectura españolas y el propio Consejo Superior de Colegios de Arquitectos Españoles. En 2013, el Ministerio decidió mantener una estructura de grado de arquitectura de cinco años y un nuevo máster habilitante de un año, renunciando a la adaptación a las trayectorias curriculares más comunes en las escuelas europeas con fórmulas de grado-master de 3+2 y 4+2 años[3]. En consecuencia, los estudios de arquitectura (que habilitan para la práctica del urbanismo y el planeamiento) están vinculados hoy a un grado y máster con una duración de 300 y 60 créditos, respectivamente[4].

Precisamente, el mayor cambio de este nuevo plan se dio con la creación del máster habilitante en arquitectura. Para el caso de las ETSAB, se optó por una propuesta singular de tres líneas de intensificación, siendo el urbanismo una de ellas. Aún así, dado el ámbito de las atribuciones competenciales, se considera que “cada una de estas especialidades supone una intensificación temática dentro del ámbito de la arquitectura, sin dejar de atender simultáneamente a la necesaria lectura omnicomprensiva de la disciplina”, conformando un modelo de dos titulaciones integradas: Grado de Arquitectura (GArqEtsaB) y Master Habilitante (MArqEtsaB), como “un programa académico integral de la Arquitectura”, que habilita “para el ejercicio de la profesión regulada de arquitecto” (ETSAB, 2022).

Estos cambios curriculares, junto a la presencia del urbanismo en el último curso en los talleres transversales denominados “Talleres Temáticos”, están reforzando el modelo de enseñanza del urbanismo integrada en el grado de arquitectura (Parcerisa, 2006; Galindo, 2017; Franquesa & Sabaté, 2017, entre otros), que es bastante excepcional en el contexto internacional por el peso, la representatividad y la incidencia que tiene el urbanismo en el conjunto del grado de arquitectura, con un despliegue curricular que se detallará en los próximos apartados[5].

Para entender las particularidades de este recorrido en clave de presente y futuro, este artículo sugiere, en primer lugar, entender los fundamentos y las bases epistemológicas de esta enseñanza, para, en una segunda parte, explicitar su evolución a través de algunas experiencias docentes actuales.

Son muchos los cambios en la profesión de arquitecto y urbanista que han exigido y demandan hoy cambios y actualizaciones en la forma en que enseñamos en nuestras aulas. Pero no solo eso: también el background y la forma de aprender de los estudiantes ha cambiado y, por lo tanto, resulta obligado adaptar los métodos docentes a las nuevas generaciones de nativos digitales, huyendo de la enseñanza unidireccional, explorando métodos más participativos, las clases denominadas ‘inversas’, y otras cuestiones ampliamente debatidas en algunos foros[6]. Sin huir de este debate, esta contribución pretende situar los contenidos disciplinares en el centro de la discusión, reivindicando el papel del urbanismo con relación a su responsabilidad social y su perspectiva transformadora.

De “La enseñanza del Urbanismo” a la Experiencia del “Proyecto Urbano”

En el curso 1973-1974 el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona (LUB) recibió una beca de la Fundación Juan March para elaborar una retrospectiva internacional sobre “La Enseñanza del Urbanismo”, trabajo que resultó fundamental para situar los nuevos programas y aproximaciones metodológicas en el currículum de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y, desde principios de los años 80, también de la hermana Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (ETSAV). Se trataba en aquel momento de empujar el despliegue de un nuevo currículum comprometido con la enseñanza de los arquitectos en el marco de una legislación que habilita a todos los arquitectos para prácticas del planeamiento desde el momento de su graduación.

Publicado en tres monografías (De Solá-Morales et al., 1973-74), este trabajo analizaba los programas docentes de algunos de los principales centros universitarios del momento, observando los casos “británico, norteamericano, latinoamericano, centroeuropeo y latino-europeo”. El estudio atendía a diferentes corrientes metodológicas, relacionaba tradiciones culturales y legislativas distintas, y observaba cierta variedad de aproximaciones estético-ambientales en el entendimiento de la ciudad y el territorio. Se apuntaba entonces cómo los distintos tipos de carreras, títulos y centros universitarios respondían a diferencias sustanciales de la orientación profesional en cada país. El objetivo final del informe era el contraste de los modelos educacionales, poniendo en relación los problemas urbanos con el marco educativo y la estructura profesional, con el fin de dictar una serie de criterios orientativos que pudieran ser útiles para la enseñanza del urbanismo en nuestro país.

Es este un antecedente pionero en la voluntad de crear una retrospectiva internacional, que fue también un referente más allá de la Escuela de Barcelona, sobretodo teniendo en cuenta que la que sería “Área de Urbanística y Ordenación del Territorio (AUOT)” no aparecería en el catálogo de áreas de conocimiento del Consejo de Universidades Españolas hasta una década después, en 1984 (Soria-Lara et al, 2021), en paralelo al establecimiento de algunos departamentos de urbanismo en la Universidad Española, entre los cuales estuvo el DUOT.

Pero los cambios fundamentales en la enseñanza del urbanismo en Barcelona no se darían a través de este informe de carácter más bien técnico, sino sobretodo a través de los nuevos cursos troncales en los que se desplegaría la enseñanza del urbanismo para arquitectos, basada en una enseñanza de taller y en el potencial de la representación gráfica como instrumental propio del arquitecto, algo que puede ser sintéticamente presentado en el siguiente trío de publicaciones: “Las formas de crecimiento urbano”, “El arte del buen establecer” y “El Proyecto urbano”.

Las formas de crecimiento urbano

Medio siglo después del origen del texto “Las formas de crecimiento urbano” (De Solà-Morales, 1973 y 1993), la aproximación morfotipológica sigue siendo el ADN de la enseñanza del DUOT y una de las lecciones más compartidas en otras escuelas nacionales e internacionales[7]. La formulación de la tríada “Parcelación - Urbanización - Edificación» (P-U-E) surge como una explicación de procesos de ‘descomposición dinámica de la ciudad material’, teorizando como estos se suceden y se combinan en el tiempo y resultan en las distintas formas urbanas denominadas ‘ensanches’, ‘crecimiento suburbano’, ‘polígonos’, etc. Sobre estas mismas bases se edifica aún hoy el renovado programa de iniciación al urbanismo para los estudiantes de arquitectura de la ETSAB, con la mera conciencia de que “cómo son y cómo interactúan P-U-E es un estilo de análisis que predispone al proyecto” (Parcerisa et al., 2021).

Huyendo de la caricatura de las ‘formas de crecimiento urbano’ como una discusión muy reductiva de la complejidad urbana (como si los factores económicos o sociales no hubieran estado en las bases de su primera conceptualización), su contenido sigue siendo fértil para el aprendizaje del análisis urbano desde el entendimiento de las lógicas propias de las formas de la urbanización, del parcelario y de la edificación, cada una con sus propias escalas y tiempos característicos. Esta aproximación es enriquecida y ‘versionada’[8] hoy en el segundo curso del grado, especialmente en la Urbanística 2, combinando clases teóricas y de taller, e introduciendo y cruzando factores igualmente determinantes en el urbanismo contemporáneo, como lo son las componentes ambientales, la conciencia de la diversidad social, la distribución de las actividades, la aproximación a la visión y opinión de la ciudadanía, etc.

Del “Art de ben establir” al proyecto residencial contemporáneo

En diálogo con la tradición anglosajona del site-planning y del urban design, los cursos relacionados con el “arte del buen establecer” crearon un espacio de discusión y aprendizaje sobre la buena forma de proyectar la disposición de calles, solares y edificios. Se da en este caso, un paso adelante desde la lectura de la gramática y la sintaxis urbana (el análisis urbano), hacia un primer ejercicio de diseño urbano con un entorno simplificado. Para ello, resulta fundamental el aprendizaje de las medidas (fachadas, fondos, alturas), ritmos y repeticiones, interrupciones y cambios; el entender las técnicas, conceptos y leyes para la elección y conceptualización del sitio (orientación, topografía, climatología), el trazado y las infraestructuras básicas de soporte, los accesos, la distribución, volumetría y regulación edificatoria (De Solà-Morales, 1984).

Las enseñanzas sobre las técnicas del trazado (no desde el punto de vista de la complejidad ingenieril, sino des del punto de vista del arquitecto) y de la parcelación, así como las discusiones sobre la regulación de la edificación (también desde la normativa), se han entrelazado durante cuatro décadas en programas relativamente cambiantes, aún manteniendo coherencia y continuidad en los cursos sobre el proyecto del fragmento residencial (Crosas, 2021) en la asignatura Urbanística 4.

“El proyecto urbano”

La tradicional discusión entre plan y proyecto generó a principios de los 80 un conocido debate disciplinar que tuvo ecos importantes en la enseñanza del denominado proyecto urbano en la Escuela de Barcelona. Sin poder entrar aquí en los detalles de esta honda discusión, conviene simplemente recordar la posición de los defensores del plan como instrumento imprescindible para la ordenación (argumentación ampliamente defendida desde muchas escuelas italianas, con relevantes figuras como Bernardo Secchi) y la defensa a ultranza del proyecto arquitectónico de escala urbana, defendida, a menudo de forma provocativa, por personajes como Oriol Bohigas[9].

En este debate, la Escuela de Barcelona y el Laboratorio de Urbanismo se decantaron por la defensa del proyecto urbano, buscando su conceptualización tanto en el campo teórico como en el de la práctica profesional. La orientación y contenidos de UR-Urbanismo Revista, editada por el LUB en el período 1985-1992, ilustran esta aproximación que sintonizó con una buena parte de los proyectos pre y post olímpicos en Barcelona, englobados en el programa de “Áreas de nueva Centralidad” (Busquets, 1986).

En el marco de la dirección de la revista UR, fue nuevamente Manuel de Solà-Morales quien alumbró una definición que ha sido tomada como referente de un ‘teórico’ proyecto urbano caracterizado por cinco máximas (De Solà-Morales, 1987): los efectos territoriales más allá de su área de actuación; el carácter complejo e interdependiente de su contenido, que no es monofuncional, sino que pretende una mezcla de usos, de usuarios, de ritmos temporales y de orientaciones visuales; su escala intermedia, que permitiría su ejecución en un plazo máximo de pocos años; una apuesta por hacer una ‘arquitectura de la ciudad’, independiente de la arquitectura de los edificios, y, finalmente, una componente pública importante, con relación a los actores, inversión y usos colectivos.

En años sucesivos, los estudiantes de cuarto curso de la ETSAB aprendieron la práctica del proyecto urbano (Urbanística 5 y 6), a través de ejercicios en ámbitos urbanos de cierta complejidad: entornos ferroviarios, nuevos nodos, periferias urbanas, etc. Son ejemplos, en el ámbito académico, del potencial del ‘proyecto urbano’ (De Solà-Morales et al., 1999) como instrumento de actuación y ordenación urbana de escala intermedia, que se plantea transformar la ciudad con tiempos y programas distintos de los propios del planeamiento tradicional.

La docencia del ‘proyecto urbano’ culmina de esta manera un recorrido con una tesis de base: el buen proyecto de la ciudad no es el simple resultado de la aplicación de estándares, o de unos coeficientes de edificación, o de proponer zonificaciones y normativas acertadas…. La cuestión del diseño de la forma, es también aquí, una cuestión de fondo.

Orientación de la docencia del proyecto urbanístico contemporáneo

La experiencia del proyecto urbano dentro de las aulas ha tenido siempre un espejismo en la práctica exitosa de la transformación de la ciudad de Barcelona, liderada por algunos de los profesores del DUOT, en sus respectivos papeles de proyectistas y arquitectos jefe[10].

Sin embargo, algunas cuestiones estructurales han cambiado las condiciones en que proyectamos nuestras ciudades en las últimas décadas. Por un lado, la recesión económica iniciada en 2007, y su vinculación con el mercado de la vivienda y el desarrollo urbanístico, marcó una inflexión hacia una nueva perspectiva de menor optimismo en relación con las capacidades del urbanismo para la transformación positiva de nuestro entorno. Por el otro, y con un impacto aún mayor, las máximas del desarrollo sostenible impulsadas por el Informe Brundtland (Our common future, 1986) pregonaron desde el entonces, la necesidad de reajustar la manera de pensar el crecimiento de las ciudades y el desarrollo territorial, en un discurso que la crisis económica haría aún más urgente. La irrupción de la mirada ecológica, fruto de las consecuencias evidentes del cambio climático en relación con el hábitat urbano, se ha concretado más recientemente en la llamada Agenda 2030 y la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con incidencia directa en los contenidos disciplinares.

En este nuevo marco operativo, los temarios y la orientación de los cursos cambian progresivamente, sin que el tsunami de la sostenibilidad ambiental haya hecho tabula rasa sobre aquello más estructural del currículum de la Escuela. A modo de ejemplo de estos cambios, indescriptibles de forma sistemática y completa en el espacio de este artículo, proponemos analizar cómo los talleres del último curso han virado desde la discusión sobre el ‘crecimiento’ urbano hacia la ‘transformación y regeneración’ urbana, que identifican hoy una nueva generación de proyectos con unas tendencias que se describen a continuación:

Un Proyecto más [Eco]sistémico

La importancia creciente de las infraestructuras verdes y de las redes de movilidad obligan a hacer mayor hincapié sobre la visión sistémica del proyecto. Si bien la atención a la infraestructura gris y a la movilidad fueron cuestiones ampliamente consideradas previamente, son más novedosas las que se refieren al metabolismo urbano. En este sentido, el proyecto urbanístico contemporáneo debe no solo atender a la conectividad de la infraestructura verde, sino también integrar la conceptualización de la eficiencia de los ciclos del agua, de la energía y de las materias, el cuidado del suelo y el subsuelo, el fomento de la calidad del aire, etc. (Grulois et al. 2018).

Un Proyecto Funcionalmente Mixto

El urbanismo de la zonificación ha creado la ciudad de la segregación funcional, con ámbitos monofuncionales ineficientes: barrios residenciales, distritos de oficinas, parques tecnológicos, zonas lúdicas, etc. Frente a esta realidad, existe un consenso disciplinar amplio sobre las virtudes de los tejidos funcionalmente mixtos, y se incorporan expresiones como la tantas veces mencionada ‘ciudad de los 15 minutos’. Así las cosas, el proyecto urbanístico actual debiera hallar fórmulas adecuadas y precisar grados de mixticidad realistas para distintos sectores urbanos, consiguiendo que los principios de proximidad y la mixticidad urbana consigan hacer unas metrópolis más sostenibles (Crosas et al, 2022).

Un Proyecto más Adaptable

La capacidad de adaptación del proyecto a las preexistencias del lugar, por un lado, y a las demandas de los usuarios por el otro, son cuestiones que se demuestran fundamentales para hacer mejor, más viable y más eficiente el proyecto. Durante décadas, la primacía de las lógicas internas del proyecto urbano llevó a infra considerar y borrar muchas preexistencias. Para ilustrarlo, es interesante contraponer en Barcelona el proceso de diseño de la Vila Olímpica (años 80) con el actual desarrollo del distrito 22@: sobre una misma base de tejidos industriales obsoletos, los veinte años entre ambos proyectos demuestran cómo una muy distinta consideración de lo ‘patrimonial’ conduce a dos propuestas bastante opuestas.

Por otro lado, la adaptabilidad del proyecto a las demandas de ciudadanos y agentes urbanísticos no es menos importante, por lo que ha devenido también una máxima imprescindible, con procesos participativos cada vez más integrados en los proyectos de regeneración urbana, a favor de un urbanismo más inclusivo.

Un Proyecto más Táctico que Estratégico

En diálogo con la dualidad entre planeamiento estratégico y planeamiento urbanístico, es posible observar también las virtudes de una aproximación contemporánea más táctica al proyecto urbanístico. La definición de objetivos a largo plazo en la correcta toma de decisiones de la ciudad (estrategia) no debiera estar reñida con definición de acciones a corto plazo (táctica) en situaciones urbanas concretas, incluso para alcanzar objetivos no inmediatos. En el caso de Barcelona, como en el de muchas otras ciudades, los tiempos de pandemia han sido especialmente prolíficos en el despliegue del llamado ‘urbanismo táctico’, asociado a procesos colaborativos para la co-producción del espacio público, con acciones de carácter efímero y reversible, utilizadas como test para situaciones de transformación urbana de mayor o menor alcance.

De Viejos Espacios Industriales a Nuevos Tejidos Mixtos: una Experiencia Ilustrativa del Proyecto de Regeneración Urbana en la Metrópolis Contemporánea

En el contexto de los cambios descritos anteriormente, el curso tradicional de proyecto urbano ha virado en los últimos años para ajustarse a las nuevas expresiones de proyecto urbanístico, siendo el programa del primer cuadrimestre del cuarto curso de la ETSAB (Urbanística 5) un ejemplo para entender la evolución curricular. “Proyecto y Regeneración Urbana” es el título de un curso que se enfrenta a una situación real y próxima, en la que se debe tomar una actitud crítica y propositiva, siendo el entendimiento y el análisis la base sobre esta formulación; que no pretende generar nuevas formas urbanas sino re-generar las existentes, y que plantea una discusión sobre un ámbito ‘urbano’, aceptando que la ambigüedad de este término en la contemporaneidad permite centrarse en la reforma de espacios más centrales y/o periféricos, pero siempre con cierta intensidad y densidad.

La regeneración de la ciudad existente es una práctica casi tan ancestral como la ciudad misma, y muy a menudo se ha asociado a la ‘revitalización urbana’ de los centros y tejidos históricos. A lo largo del tiempo, los paradigmas de la reforma urbana han cambiado, buscando siempre ciertas ideas de progreso. Lo apunta claramente Joan Busquets: “el creciente éxito de revitalización de los centros históricos, tanto aquellos monumentales como de centros de menor entidad, resulta sorprendente cuando pensamos que apenas hace 50 años, las propuestas de reconstrucción de la post-guerra consideraban la ciudad existente como un papel en blanco y era la lógica del tabula rasa la que presidía los documentos de actuación” (2006, p. 265). Precisamente la conciencia sobre el valor de lo preexistente es un primer factor destacado, enfatizando que la “ciudad no es una hoja en blanco” (Parcerisa & Rubert, 2000).

Pero más allá de los centros históricos, las metrópolis contemporáneas demandan ideas, estrategias e instrumentos para la mejora de otras áreas que son hoy incluso más vulnerables desde el punto de vista social y ambiental. Un ejemplo claro son los sectores de vivienda masiva o polígonos residenciales, objeto de múltiples planes y proyectos de regeneración urbana en tantas ciudades. Pero existen, además, otros ámbitos que, teniendo una menor urgencia social, requieren también de una mejora estructural y ambiental: son por un lado, los tejidos residenciales de baja densidad, con sus conocidos déficits en términos de sostenibilidad ambiental; por el otro, los sectores o polígonos industriales, espacios urbanos poco atendidos habitualmente y que plantean también conflictos, retos y oportunidades: las áreas o polígonos industriales.

Contexto

En el área metropolitana de Barcelona, se calcula que existen unas 10,000 ha de suelo industrial, repartidas en más de 200 polígonos. Los mismos estudios estiman que alrededor de la mitad y un tercio de este suelo no estaría en condiciones de pleno rendimiento, lo que define un enorme territorio con aptitudes, cuando no urgencias, de ser transformado. De hecho, esta situación se iniciaría en los años 80, con el cierre de fábricas y la progresiva ‘deslocalización’ industrial, que llevó a entender que el progreso de las ciudades pasaba por la reconversión de los antiguos suelos industriales en nuevas áreas residenciales.

Aún así, en los últimos años parece existir un progresivo consenso sobre la necesidad de integrar mejor las actividades productivas en la ciudad, sobretodo cuando la denominada ‘nueva industria’ engloba muchos sectores con nulas incompatibilidades con la residencia. La tercera revolución industrial enunciada por Jeremy Rifkin (2011), con el binomio que suma energías renovables y nuevas tecnologías, permite imaginar nuevos escenarios en los que nuevas formas de organización de los antiguos espacios del vivir, el trabajar y el divertirse pueden entrelazarse en nuevos tejidos urbanos mixtos.

Aproximación

En el marco de las enseñanzas de urbanismo del Plan de Estudios ETSAB, corresponde a la Urbanística 5 contribuir a superar dos gaps específicos que se detectan en el proceso de aprendizaje del urbanismo. El primero es que, a pesar que los estudiantes han adquirido cierta práctica de proyecto en el tercer curso de carrera y una base sólida de análisis urbanístico desde el segundo curso, se produce a menudo cierta rotura de continuidad entre la actitud analítica y el ejercicio propositivo, por entenderse como prácticas distintas, con lógicas no asociadas. Parece, en ocasiones, que la complejidad del análisis no permite una aproximación inductiva (de lo concreto a lo general) a partir de la cual establecer una síntesis proyectual.

El segundo gap a superar es la actitud del entendimiento del urbanismo como una sucesión de ‘capas’ que sugieren sus propias respuestas en clave de proyecto, agudizada a partir de los softwares de análisis digital. Esmerarse en la síntesis proyectual es pues un factor fundamental para conseguir la interacción entre dimensiones muy distintas en el proyecto de la regeneración urbana.

El curso se basa en la enseñanza de taller, combinando el aprendizaje de contenidos con el fomento de habilidades prácticas. En relación con los primeros, las clases magistrales se minimizan a favor de fórmulas más activas en formato seminario. En concreto, en base al tema central de proyecto urbanístico, se propone una selección de casos de estudio, tomados habitualmente del ámbito europeo, que son analizados e interpretados por los estudiantes que preparan una breve presentación. Así, pues, la disección y comparativa de proyectos y procesos urbanísticos en distintas ciudades europeas permite una conceptualización más teórica de cuestiones esenciales en las propuestas de regeneración de las antiguas áreas industriales: el potencial de los principios de la ecología, los instrumentos de regulación y normativización, las estrategias de definición de espacios de centralidad, o los diálogos con el patrimonio. El objetivo es componer clases sobre estos temas en la combinación intencionada e interactiva de propuestas tan diferentes como Meatpacking District o la Carlsberg de Copenhague, la Plaine de Saint Denis en París o el proyecto Kanal en Bruselas; al lado de ejemplos locales como el Poble Nou 22@ o Can Batlló, en comparación con Matadero en Madrid.

En el ámbito del taller, se propone dar respuesta a una situación urbana compleja a través de un trabajo atento y dilatado en una simulación de una situación real. La respuesta proyectual no puede ser desde la definición precisa de la arquitectura, pero tampoco debería seguir la esquematización del planeamiento estratégico que es común en otras disciplinas. En relación con el lugar donde se desarrollará la práctica del proyecto, el plan de estudios establece que “se trata un espacio urbano de dimensión acotada con una carga voluntaria de hacer arquitectura de la ciudad, independiente de la arquitectura de los edificios. Todo ello debe concretarse en un proyecto trabado capaz de ejecutarse en un plazo no demasiado dilatado con fuerza propia y con capacidad de tensionar el entorno. Así, no se trata de limitarse al perímetro propio de la actuación sino de ver cómo puede influir en la regeneración de los tejidos circundantes (....)”

Se introduce en esta definición un aspecto importante, la doble escala de proyecto: en relación con el sector (entre 50 y 200ha) se definirán unas estrategias urbanísticas y unos programas y se seleccionará un ámbito acotado (entre 3 y 5ha) para desarrollar una propuesta de diseño urbano propiamente dicho.

Resultados

Los resultados de las siete ediciones de esta experiencia in progress ha sido objeto de publicaciones y exposiciones, además de ser motivo de presentación en congresos internacionales (Crosas & Clua, 2018, entre otros). La valoración de profesores y estudiantes es positiva, en tanto que la enseñanza de taller facilita el aprendizaje crítico de los criterios generales de la regeneración urbana sobre un fragmento de metrópolis muy real[11]. El proceso completo de análisis, diagnosis y propuesta permite discutir e implementar tácticas y estrategias a escalas distintas, esbozando en un extremo cuestiones relativas a la configuración del espacio arquitectónico y en el otro, la traducción de las ordenaciones urbanísticas en clave de coeficientes y estándares urbanísticos, fomentando la interacción entre los lenguajes de la arquitectura, el urbanismo y el planeamiento.

Desde una visión más general, la alteración de la forma de la docencia durante los dos últimos años, por efectos de la pandemia, ha hecho más acuciantes los cambios en los procesos de aprendizaje de unos estudiantes que son ‘nativos digitales’ y que siguen una docencia no siempre adaptada a sus nuevas habilidades y carencias. Al mismo tiempo, la supuesta adaptación al EEES y el proceso Bolonia han abierto el camino para pasar de un sistema basado en la enseñanza (transmisión unidireccional del saber) al aprendizaje y al saber hacer (adquisición activa por parte del alumno).

Las versiones actuales del ‘urbanismo para arquitectos’ pretenden, pues, seguir situando al estudiante como protagonista de este proceso y contribuir a dotarle de las competencias fundamentales para el ejercicio de la profesión, a través de la enseñanza en el taller, fórmula representativa del “aprender haciendo” (learning by doing). Se trata de dotar al estudiante de capacidad de aprendizaje autónomo, combinada con la promoción del trabajo en equipo, que resulta más que imprescindible, ante la complejidad de la discusión urbana, para el fomento de las capacidades de comunicación oral, gráfica y escrita, como aptitudes esenciales para el desarrollo profesional de los futuros arquitectos, sea cual sea su especialidad o posición.

Conclusiones

Este artículo documenta los fundamentos del ‘urbanismo para arquitectos’ como una aproximación notable a nivel internacional en el panorama de los años 80 del siglo pasado y analiza su actualidad en los programas y en el currículum evolucionado de la Escuela de Barcelona, expresando su impronta diferencial respecto a otras escuelas de arquitectura. A modo de resumen, se considera subrayar lo siguiente.

Primero, el valor del aprendizaje del urbanismo en el espacio de la troncalidad curricular en el grado de arquitectura asegura que todos los egresados aprendan las técnicas de análisis urbanístico, se familiaricen con la práctica del proyecto urbanístico, y tengan una introducción básica a algunas lógicas del planeamiento. Con ello se pretende incidir en un tema transversal no menor: el compromiso o sensibilidad urbana de los edificios que componen la ciudad y contribuyen a hacerla mejor. Segundo, es importante considerar el potencial de actualizar temarios con fuerte tradición e inercia, buscando que tradición y renovación docente no se entiendan como opciones excluyentes. Un ejemplo ilustrativo podría ser el curso “Proyecto y regeneración urbana” en el que la aproximación tradicional al proyecto urbano es revisada y enriquecida introduciendo los valores ecosistémicos, la mixticidad funcional, la adaptabilidad y el tacticismo como claves para un proyecto renovado.

Por su extensión acotada, esta reflexión no puede extenderse también sobre la necesaria introducción de la transdisciplinariedad y la especialización en la enseñanza del urbanismo, cuestiones que en el los actuales planes de estudios UPC están vinculadas a los másteres de especialización. Sobre la transdisciplinariedad, resulta una paradoja que, en muchos casos, la estructura de organización de los estudios, departamentos y profesores no siempre hace posible llevar a cabo una aproximación comúnmente reclamada (Soria-Lara et al, 2021), menos aún en los programas con títulos ‘oficiales’ (más ágil en los posgrados y títulos que emite la propia universidad). Sobre el interés y la pertenencia de crear un espacio de especialización en el grado, resultaría obligado adentrarse en una discusión planteada periódicamente (Pié, 2006) que, además, tiene derivadas y un impacto sustantivo en el campo de las competencias profesionales.

Hecha una primera adaptación de los tradicionales currículums al cambiante EEES y una vez se vayan consolidando los papeles y prácticas profesionales del arquitecto (post crisis, post-pandemia) será seguro un buen momento para revisar a fondo estas cuestiones y buscar su mejor encaje en la formación de aquellos profesionales que mejor sepan velar para el futuro de nuestras ciudades y territorios.

Referencias

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[1] Esta expresión, que sugiere la aproximación y título del propio artículo, ha sido utilizada reiteradamente por los profesores que sentaron las bases de la docencia del urbanismo en Escuela de Barcelona. Para tener una perspectiva amplia y documentada, véase Sainz Gutiérrez (2006), con numerosas referencias y mención especial en el capítulo 2 (pp. 87-100).

[2] El Grado de Paisajismo se imparte desde el curso 2018-19 en colaboración con la EEABB, la que fuera escuela de Ingenieros Agrónomos, con una nutrida participación de una quincena de profesores del DUOT.

[3] Para entender algunos de los entresijos de esta discusión puede ser útil la lectura del artículo explicativo del que fuera director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona en este período (Ferran Sagarra, 2017).

[4] Orden EDU/2075/2010, de 29 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de Arquitecto y la correlativa Resolución de 28 de julio de 2010, de la Secretaría General de Universidades

[5] El análisis comparativo del despliegue de asignaturas de urbanismo entre el Plan 1979 y el plan de estudios vigente (2014) es un indicador de la consideración e importancia del “urbanismo para arquitectos” en la docencia de grado y máster habilitante. Si comparamos los seis años del antiguo grado con los 5+1 de la estructura actual, observamos que la docencia de los tres cursos centrales (seis cuadrimestres) se ha extendido ahora en el quinto curso (presencia en los talleres temáticos) y también en una de las tres líneas del Master Habilitante, lo que significa que los estudiantes interesados pueden seguir un recorrido total de cinco años (diez cuadrimestres).

[6] A modo de ejemplo, en el marco de la UPC, el GILDA es un grupo de investigación orientado específicamente a la innovación en la docencia del ámbito que organiza las JIDA (Jornadas sobre la Innovación Docente en Arquitectura).

[7] A pesar de la influencia que ha tenido esta aproximación en escuelas de habla hispana, el libro nunca fue traducido al inglés, aunque si lo fuera el texto fundamental del mismo autor “Spazo, tempo e città /Space, time and the city” (Lotus International, 1986).

[8] Como lo muestra la serie de publicaciones que compilan la reflexión y resultados de los cursos de iniciación al urbanismo de la mano de las profesoras Maria Rubert de Ventós y Eulàlia Gómez-Escoda en la colección Urbzine en IDP, UPC https://upcommons.upc.edu/handle/2117/332929.

[9] Para introducirse a esta discusión resulta elocuente leer el artículo de Oriol Bohigas publicado en El País “Muerte y resurrección del Planeamiento Urbano” (1986), pero también las reflexiones más amplias y ponderadas de la mano de Nuno Portas (1986) y de Victoriano Sainz Gutiérrez (2006).

[10] Aquí podemos contar desde los proyectos urbanos de Manuel de Solà-Morales hasta el papel de arquitecto jefe desarrollado en épocas distintas por Joan Busquets o Joaquim Español, además de los también profesores José Antonio Acebillo u Oriol Clos, ejemplos de la importancia de retroalimentación entre la práctica profesional y la academia, y prueba certera de la reputación e impacto del ‘urbanismo para arquitectos’ en la construcción de la ciudad real.

[11] De acuerdo con el sistema de encuestas que realiza cada año la universidad, la asignatura tiene una valoración media que supera el 4 sobre 5 (en el histórico de los últimos 5 años con datos). Igualmente la encuesta realizada en junio de 2022 por un total de 128 estudiantes de cuarto curso constata una valoración análoga al conjunto de las asignaturas de urbanística: un 86% considera los contenidos adecuados al contexto social y profesional y 2 de cada 3 estudiantes consideran haber adquirido un nivel intermedio tanto en el análisis como en el proyecto urbano.

Autor

Carles Crosas Armengol

Carles Crosas Armengol es Doctor Arquitecto (2009), Profesor Agregado y Director del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio– ETSAB - UPC. Fue colaborador y profesor asistente de Manuel de Solà-Morales y desarrolla su actividad investigadora en el marco del Laboratorio de Urbanismo de Barcelona (LUB) como coordinador y participante en diversos proyectos internacionales y nacionales sobre docencia del urbanismo, metabolismo urbano, mixticidad y centralidades, entre otros. Es autor y editor de numerosos artículos y libros y ha desarrollado diversos trabajos profesionales fruto de concursos públicos: planes, estudios y proyectos de escala urbana y territorial.

La docencia troncal del urbanismo en la Escuela de Arquitectura de Barcelona

Versionando el
“Urbanismo para arquitectos”.

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“… también el background y la forma de aprender de los estudiantes ha cambiado y, por lo tanto, resulta obligado adaptar los métodos docentes a las nuevas generaciones de nativos digitales, huyendo de la enseñanza unidireccional, explorando métodos más participativos, las clases denominadas ‘inversas’, y otras cuestiones ampliamente debatidas en algunos foros…”

Figura 1.Discusión y defensa de propuestas de los estudiantes como dinámica característica de los talleres de urbanismo

Fuente: Elaboración propia.

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Figura 2.Versiones iniciales de la teoría P-U-E que daría lugar a “Las formas de crecimiento urbano”

Fuente: Manuel de Solà-Morales, 1971-72 (fondo Laboratorio de Urbanismo de Barcelona).

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Figura 3.UR - Revista Urbanismo, ‘El Proyecto Urbano I’, Laboratorio de Urbanismo, 1987

Fuente: Fondo LUB.

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Figura 4.Interpretación del proceso de transformación del barrio Kreiss V en Zurich

Fuente: Crosas y Clua (2018).

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Figura 5. Diagrama de la propuesta de regeneración urbana para barrios industriales sudoeste de Sabadell

Fuente: Trabajo de De Klaim, De Castro, Castillo. Taller del autor.

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