La edad del ruido

Nunca como ahora los humanos habíamos escuchado tanta música [1] es una afirmación que vale la pena analizar detenidamente; sobre todo en estos tiempos.
Es cierto que la música ha invadido prácticamente todos los aspectos de la vida humana; que a todo lugar que vamos encontramos parlantes vomitando sonidos incesantemente. Es cierto que “fuera de los programas musicales declarados como tales, la música juega en la televisión un papel parecido al de las emisiones verbales en la radio: la música como tercera dimensión sirve en las películas y anuncios televisivos, junto a la imagen y la palabra, de fondo acústico, de medio para la dramatización y portador de mensajes emocionales” [2]. Pero también es cierto que en ninguno de estos lugares la música es tomada como fin primero. En la radio de los buses el ruido suena, pero nadie escucha. En las películas existe música casi todo el tiempo, pero difícilmente nos damos cuenta, no la escuchamos, simplemente permitimos que nos conduzca a los estados de animo que son convenientes para el desarrollo del film; es una tercera dimensión, no es música.