Publicado

2021-12-28

La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia

Cultural management as an academic field: approach to research and knowledge production in Colombia

Palabras clave:

Educación, Cultura, Análisis documental, Universidad, Investigación interdisciplinaria (es)
Education, Culture, Documentary análisis, University institutes, Interdisciplinary research (en)

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Objetivo: El presente artículo es resultado de un proceso de investigación sobre la producción del conocimiento académico de la gestión cultural en Colombia, con él se pretende un acercamiento a la investigación de la gestión cultural en el ámbito universitario en un intento de aportar a la interpretación y comprensión de la conformación de un campo académico en construcción. Metodología: Se hace un recorrido por referentes institucionales y académicos que permiten el reconocimiento de la acción cultural del gestor cultural. En este sentido, la metodología es de tipo exploratorio e indaga en la productividad del conocimiento en un rango de tiempo que va de 1996 al 2019. Hallazgo: Se resalta el aumento de la producción académica de la gestión cultural en Colombia, la creciente definición de los objetos de estudio, las tendencias, los enfoques, los métodos y las categorías que la caracterizan y que pretenden pensar en la construcción de una episteme propia de una disciplina que busca afianzarse en la realidad cultural colombiana. Conclusión: Existe una imperante necesidad de dar un valor histórico cultural y académico a los procesos de profesionalización de la gestión cultural en Colombia en el que se muestren las reflexiones, prácticas y experiencias de este campo académico.

Objective: This article is the result of a research process on the production of academic knowledge on cultural management in Colombia, with the aim of approaching research on cultural management at the university level in an attempt to contribute to the interpretation and understanding of the formation of an academic field under construction. Methodology: A tour is made through institutional and academic references that allow the recognition of the cultural action of the cultural manager. In this sense, the methodology is exploratory and investigates the productivity of knowledge in a range of time from 1996 to 2019. Finding: The increase in the academic production of cultural management in Colombia, the growing definition of the objects of study, trends, approaches, methods and categories that characterize it and that seek to think about the construction of an episteme proper to a discipline that seeks to establish itself in the Colombian cultural reality are highlighted. Conclusion: There is an imperative need to give a cultural and academic historical sense to the processes of professionalization of cultural management in Colombia in which the reflections, practices and experiences of this academic field are shown.

La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia

Cultural management as an academic field: approach to research and knowledge production in Colombia

 

Fecha de recibido: 29 / 04 / 2021

Fecha de aceptación: 30 / 11 / 2021

 

María Angélica Corcho Castaño. Profesional en Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales. Integrante del grupo de investigación en Identidad y Cultura. Colombia. Correo electrónico: mcorchoc@unal.edu.co ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1743-6447

Cómo citar este artículo

Corcho Castaño, M.A. (2021). La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. NOVUM, 2(11), pp. 27 - 42.

Resumen

Objetivo: El presente artículo es resultado de un proceso de investigación sobre la producción del conocimiento académico de la gestión cultural en Colombia, con él se pretende un acercamiento a la investigación de la gestión cultural en el ámbito universitario en un intento de aportar a la interpretación y comprensión de la conformación de un campo académico en construcción. Metodología: Se hace un recorrido por referentes institucionales y académicos que permiten el reconocimiento de la acción cultural del gestor cultural. En este sentido, la metodología es de tipo exploratorio e indaga en la productividad del conocimiento en un rango de tiempo que va de 1996 al 2019. Hallazgo: Se resalta el aumento de la producción académica de la gestión cultural en Colombia, la creciente definición de los objetos de estudio, las tendencias, los enfoques, los métodos y las categorías que la caracterizan y que pretenden pensar en la construcción de una episteme propia de una disciplina que busca afianzarse en la realidad cultural colombiana. Conclusión: Existe una imperante necesidad de dar un valor histórico cultural y académico a los procesos de profesionalización de la gestión cultural en Colombia en el que se muestren las reflexiones, prácticas y experiencias de este campo académico. Palabras clave: Educación; Cultura; Análisis documental; Universidad; Investigación interdisciplinaria.

Abstract

Objective: This article is the result of a research process on the production of academic knowledge on cultural management in Colombia, with the aim of approaching research on cultural management at the university level in an attempt to contribute to the interpretation and understanding of the formation of an academic field under construction. Methodology: A tour is made through institutional and academic references that allow the recognition of the cultural action of the cultural manager. In this sense, the methodology is exploratory and investigates the productivity of knowledge in a range of time from 1996 to 2019. Finding: The increase in the academic production of cultural management in Colombia, the growing definition of the objects of study, trends, approaches, methods and categories that characterize it and that seek to think about the construction of an episteme proper to a discipline that seeks to establish itself in the Colombian cultural reality are highlighted. Conclusion: There is an imperative need to give a cultural and academic historical sense to the processes of professionalization of cultural management in Colombia in which the reflections, practices and experiences of this academic field are shown. Keywords: Education; Culture; Documentary análisis; University institutes; Interdisciplinary research.

 

Introducción   

El presente artículo es resultado de un proceso que ha buscado dar un sentido a la gestión cultural a partir de los resultados del proyecto ‘Producción y reproducción del conocimiento académico de la gestión cultural en Colombia’, en el marco de la convocatoria interna para grupos de investigación de la Facultad de Administración de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, 2018-2019.

Así, este trabajo tiene como objetivo describir parte del proceso de la gestión cultural como campo académico en Colombia a partir de, la investigación en la gestión cultural que se orienta en el diseño y formulación de una propuesta de acción cultural; y de la investigación sobre la gestión cultural, que busca acercarse a la interpretación y comprensión de las prácticas de los gestores que están involucrados en la acción y en la dinamización de procesos culturales. En esa medida, se busca avanzar en la descripción del proceso de formalización disciplinar de la gestión cultural en términos cognitivos y sus avances en la definición de tendencias, objetos, métodos y epistemología propias, lo que se observa en la investigación como productora de conocimiento y, en las diferentes publicaciones que dan cuenta de las experiencias o prácticas de los gestores culturales.

1. Metodología

La metodología utilizada es de tipo exploratorio, en la que a partir de la información obtenida durante el desarrollo de la investigación se intenta identificar los elementos que permiten construir la gestión cultural como campo disciplinar en el acercamiento a la producción de conocimiento, el cual responde a las actividades de investigaciones académicas (tesis, libros, artículos, ponencias revistas) realizadas por las diferentes instituciones que indagan en la reflexión de la cultura y ven en este un sector y una práctica social que tiene mucho para ofrecer en relación con el desarrollo de la institucionalización del sector cultural, sus vínculos con la economía, lo social y las políticas públicas, además del reto que lleva consigo la profesionalización de las diferentes prácticas de gestión cultural.

Las técnicas de recolección de información para este trabajo se basaron en la revisión documental del proyecto: se contempló la revisión de documentos digitales y físicos para obtener información sobre la producción de conocimiento en gestión cultural; se consultó bibliografía, hemerografía, páginas web oficiales, tesis, productos de investigación y documentos de archivos de las universidades; entre las fuentes de relevancia se encuentran:

       Archivos de los programas de formación de las instituciones universitarias;

       Repositorios institucionales;

       Observatorios de cultura;

       Bases de datos, especialmente Dialnet, Fuente académica ebsco, Redalyc, Jstore, Springer, clase, Latindex, Publindex, Google Scholar;

       Bases de datos relacionadas con la gestión cultural: Portal Iberoamericano de gestión cultural, Sistema de información cultural -sinic;

       Sitios web de las instituciones educativas.

En un primer sondeo, que no ha sido muy exhaustivo por las dificultades en la obtención de la información y la clasificación precisa de los conceptos, se intentó con este artículo un acercamiento a ciertas particularidades de la gestión cultural como enfoques, tendencias, categorías, características, sin la pretensión de dar la última palabra al respecto. El proyecto de investigación contempló a futuro la ampliación de la información y la confiabilidad de los datos a partir de otras metodologías que incluyen entrevistas y cuestionarios a estudiantes, profesores y directores de grupos de investigación, para ir estructurando una clasificación y categorización de la producción de conocimiento en gestión cultural.

Para la elaboración de ese trabajo se partió de una muestra de 528 resultados que van desde el año de 1996 hasta el año 2019, y que se clasificaron así:

       Título

       Autor/ autores

       Fecha de publicación

       Editor

       Nivel: pregrado, especialización, maestría)

       Origen del texto

       Tipo: trabajo de grado, artículo, ponencia, libro

       Categorías

       Link o enlace del texto

       Resumen

A su vez, la información se siguió consolidando en el tiempo del desarrollo del proyecto, el cual pretendió seguir afianzando la construcción de una matriz que permita brindar un registro que dé cuenta de una panorámica clara sobre la generación del conocimiento que resulta de los procesos que emergen de la formalización de la gestión cultural en Colombia.

Desde la práctica y la revisión teórica de la articulación de campos y epistemes del gestionar la cultura, se proporcionarán estrategias que afiancen las orientaciones en la profesionalización de los gestores culturales, derivadas, a su vez, de la interpretación del contexto y la realidad social, la cual va paralela a la construcción de procesos culturales.

2. La gestión cultural: caminos por su reconocimiento

En los últimos años se ha venido dando un proceso de profesionalización de la gestión cultural en América Latina, y particularmente en Colombia, de acuerdo con Mariscal (2015), no solo en la formación a nivel universitario, sino en la construcción como campo académico que se reconoce en saberes, prácticas y perfiles profesionales. En estos términos, el interés se orienta

en la organización y generación del conocimiento a partir de la sistematización de las prácticas y discursos de los gestores culturales en activo y de la articulación de conceptos y métodos de diferentes disciplinas tomando como objeto la cultura tanto para analizarla como para la generación de posibles estrategias de intervención. (Mariscal, 2015, p. 96)

Sin embargo, es importante señalar que la “función social” de la gestión cultural se ha transformado conforme cambia la visión del concepto de cultura; de tal manera que, dependiendo de los conceptos que se van construyendo y aceptando de lo qué es o no es la cultura, va cambiando también los cómo, los para qué y los porqués de gestionarla:

La cultura ha sido esencial en el discurso político del estado nacional y su proyecto de operar con eficacia una clausura de sentido para integrar la “sociedad nacional” como totalidad homogénea, delimitar fronteras físicas y simbólicas, controlar, disciplinar y patrimonializar símbolos, valores y lengua legítima. (Yúdice, 2002, p. 44)

Sin embargo, la noción de cultura y los campos aplicables al estado de esta, no ha sido ajena a las múltiples tensiones que han reconocido, protagonizado y formalizado los procesos artísticos, de formación, investigación, intervención y cualquier otra reflexión práctica o teórica en torno a la construcción de la gestión cultural como campo académico disciplinar, la cual se legitima articulándose a organismos como el Estado, el sector público, privado, la academia y la sociedad civil. Al entrar a ser vista la cultura como algo fundamental en nuestros modos de vida y en el reconocimiento del otro y los otros, permite de esta manera un punto de encuentro entre diversidades.

Así, las orientaciones de la unesco en pro de transformar las políticas, parte de la idealización del accionar de la cultura como referente importante en la estructura social y en procesos que debían ser direccionados y organizados bajo orientaciones o ratificaciones políticas[1] que promovieran la formalización de la gestión cultural, puesto que la cultura se asume como dimensión estratégica del desarrollo social.

La influencia de la unesco con las conferencias de políticas culturales realizadas en Venecia en el año 1970 ‘Conferencia Intergubernamental sobre los aspectos institucionales, administrativos y financieros de las políticas culturales’ y en México en el año 1982 ‘Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (mondiacult)’ empezaron a vislumbrar lo que sería para el caso colombiano y latinoamericano, la vinculación de políticas como accionar del Estado, en el que la cultura hace parte del desarrollo de la nación[2] y, por ende, debe afianzarse como recurso económico a través de los emprendimientos e industrias culturales, lo que genera que la formación en gestión cultural se oriente en las áreas de planificación y administración cultural, tanto teórica como prácticamente.

[...] en los últimos años del siglo XX y en los primeros del siglo XXI, bajo el auspicio de la Unesco, vemos el derecho soberano de las naciones a diseñar los lineamientos culturales propias en el favorecimiento de la diversidad cultural, el fomento de industrias culturales y de medios de comunicación que reconozcan la pluralidad y el establecimiento preferente del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural para los países en “vía de desarrollo”. (Yáñez, 2013, p. 87)

A su vez la Organización de Estados Iberoamericanos - oei para la Educación, la Ciencia y la Cultura y, la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo - aecid diseñaron políticas direccionadas a fomentar la formación e investigación en gestión cultural en América Latina, brindando un gran apoyo no solo político, sino también económico, impulsando la generación de cursos, talleres, diplomados, congresos, becas, entre otras, tendencias que han marcado los “modelos desarrollistas y patrimonialistas de la gestión cultural” (Mariscal, 2012, p. 24). Esfuerzos que han sido motivados por organismos internacionales con la necesidad de profesionalizar a las personas que trabajan con la cultura y de enmarcar sus procesos como parte de un sector prometedor para el desarrollo, la industria cultural, la mercantilización, la relación entre el ciudadano y el consumidor con los bienes y servicios culturales, promoviendo de tal manera la diversidad gastronómica, el turismo, el patrimonio, las expresiones artísticas y todo aquel encuentro cultural que genere rentabilidad.

Los referentes de esta visión económica de la cultura generaron una gestión cultural como “herramienta de mercado” (Rojas Alcayaga, 2015); los métodos y prácticas derivados hacían referencia a los principios de la planeación estratégica y al new public management, a los análisis del Marco Lógico y la matriz dofa. En dicho camino se vincularon términos como producto, cliente, oferta, servicio, consumo, marketing (Bayardo citado en Rubim, Yáñez, Bayardo, 2016).

Aparte de la influencia de los organismos internacionales en el proceso de formalización de la gestión cultural, emerge como consecuencia la exigencia del Estado al llamado internacional de propiciar y apoyar el desarrollo de acciones de trabajo en el área cultural, el llamado a la capacitación de gestores de la cultura con los perfiles necesarios para un desarrollo eficiente de la profesionalización de este campo, incorporándose a su vez lineamientos públicos y privados, como institutos, secretarías y empresas culturales para la ejecución exponencial de herramientas necesarias para el reconocimiento social de la gestión cultural. En América Latina y en Colombia, en la década de los noventa, comenzaron a surgir ofertas de formación en gestión cultural con apoyo de organismos gubernamentales

[...] la impartición de cursos y diplomados y, después, posgrados, tecnicaturas y licenciaturas. Esto trajo consigo un gran reto: la academización de la gestión cultural; es decir, no bastaba con formar académicamente y otorgar títulos universitarios, sino que se tenía la necesidad de sistematizar y normalizar los saberes y las habilidades desarrolladas en la práctica e integrar conceptos, técnicas y metodologías de las ciencias sociales, económicas, administrativas y humanísticas con el propósito de definir una epistemología propia de la gestión cultural. (Mariscal, 2012, p. 25)

De esta forma, las universidades pasan a ser un referente importante en la legitimación de las prácticas que encaminan los discursos, metodologías y conocimientos aplicados en la experiencias académicas y laborales de los gestores culturales, puesto que en la década de los noventa, “según el Directorio de Centros de Formación en Gestión Cultural en Iberoamérica de la Unesco, hay aproximadamente cien instituciones educativas públicas y privadas a nivel superior que ofrecen diplomados, pregrados, especializaciones y maestrías en gestión cultural en América Latina” (Yáñez, 2013, p. 98). Habría que decir también, que otro agente importante para el reconocimiento de la formalización de la cultura y la sistematización de experiencias han sido las distintas asociaciones, gremios y redes que han surgido en toda Latinoamérica, como intercambios, puntos de encuentro, divergencias y trayectorias que han propiciado la participación continua de alianzas estratégicas en las que han surgido grandes proyectos de trabajo en donde se integran las diferentes denominaciones, tendencias y enfoques de la gestión cultural, referentes como: el Convenio Andrés Bello - cab en Bogotá y el Banco Interamericano de Desarrollo - bid, así como, en menor medida, la Organización de Estados Americanos - oea y el Mercosur, también hicieron parte del entramado referido (Bayardo citado en Yáñez, 2018).

Es en ese contexto que la universidad surge como principal sede institucional para la creación de conocimiento en la gestión cultural. En la disciplinarización y profesionalización de dicho conocimiento, es decir, por la creación de estructuras institucionales permanentes diseñadas tanto para producir nuevo conocimiento como para reproducir a los productores de conocimiento, se da un paso importante en la conversión de la ocupación en profesión, a partir de una formación controlada, la aceptación de reglas y normas de conducta, resaltándola como un encargo social de reconocida utilidad. En este marco se comienza a perfilar una distinción en el concepto mismo de la profesión del gestor cultural, no solo buscando diferenciarlas de otras profesiones de la cultura, sino ligándola a la formación profesional y a los rasgos, acuerdos e intereses comunes que la caracterizan como práctica laboral y académica.

En tal sentido, la profesionalización

es el conjunto de procesos históricamente analizables mediante los cuales un grupo de profesionales logra demostrar su competencia en una actividad de relevancia social y es capaz de transmitir a otros tal competencia y de imponer su modelo frente a otros profesionales y profesiones concurrentes con la ayuda del Estado; es decir, es capaz, a juicio de éste, de conservar el monopolio y las gratificaciones en orden a una solución de los problemas, aceptada socialmente. (Tenorth, 1988, p. 82)

No obstante, este proceso no lo realizan individuos a título personal, sino que requiere a su vez de la formación y consolidación de comunidades que realizan acciones para la institucionalización de la práctica. En este proceso estuvo desde sus inicios íntimamente vinculado con las formas de institucionalización de la cultura de parte del Estado y las orientaciones de sus políticas culturales:

a la discusión del papel del Estado y de lo político, el rol del gestor cultural, el trabajo de significación y los problemas de la circulación de sentidos sociales, en un medio donde prevalecen nociones de democratización cultural, de descentralización administrativa y de regionalización y territorialización de las políticas culturales. (Bayardo citado en Rubim, Yáñez, Bayardo, 2016, p. 16)

En relación con lo anterior, se observa una emergencia de la gestión cultural como un nuevo campo académico disciplinar que se va construyendo a partir de la relación entre los diversos agentes sociales y su lucha por el reconocimiento y legitimidad ante otros campos académicos. En ese marco, el concepto de campo tiene relevancia, ya que

es un lugar de lucha competitiva que tiene por desafío específico el monopolio de una autoridad científica, inseparable definida como capacidad técnica y como poder social, o si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente reconocida por un agente determinado, entendida en el sentido de la capacidad de intervenir legítimamente (es decir, de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia. (Bourdieu, 2000, p. 12)

2.1 La profesionalización de la gestión cultural en Colombia

Colombia, como se vio anteriormente, no está al margen de los procesos de institucionalización de la cultura que se dan en la mayoría de los países de América Latina, ya que estos comenzaron en la segunda mitad del siglo xx a través de la definición de acciones en el campo cultural cada vez más explícitas, sobre todo generando instituciones, cuyas funciones y objetivos fueron encaminados a la investigación e intervención de la cultura. Es indudable que este proceso corre paralelo con la implementación de parte de algunas universidades de programas que buscan definir y formalizar metodologías, herramientas, técnicas, conceptos y normas, consideradas necesarias e indispensables para la práctica social de los gestores culturales.

Es precisamente desde la década de los noventa del siglo pasado, que se ha venido dando un proceso de profesionalización de la gestión cultural en Colombia, a través de una serie de acciones realizadas por los agentes del campo cultural: instituciones gubernamentales, organismos internacionales, gestores, universidades y organizaciones gremiales (formales e informales). Esto ha implicado la institucionalización de la práctica de los gestores culturales; es decir, se ha desarrollado un proceso de tipificación que busca reemplazar la función social que se desarrollaba desde diversas instituciones y prácticas comunitarias que no se reconocían claramente en el concepto de gestión cultural, como definición que se orienta a la legitimación social de dicha práctica social.

En Colombia, la historia de la gestión cultural como campo disciplinar comienza a configurarse en la década de los noventa, marcado por acontecimientos sociales e históricos que han determinado la noción de la gestión cultural como un campo disciplinar, y a su vez ha traído una serie de producción de conocimientos derivados de los ejercicios de investigaciones académicas producidos desde las universidades e instituciones que reflexionan e intervienen en torno a la cultura; la cual, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad, como lo menciona la Constitución Política de Colombia de 1991.

Así surge un proyecto de nación que busca desde el Estado, desde la sociedad civil y desde la academia[3] organizar la cultura no solo como un recurso, sino como un referente de mediación en las dinámicas sociales. En el año de 1991, con la Constitución Política de Colombia, la cultura empezó a posicionarse en el desarrollo de las políticas públicas por los distintos gobiernos a nivel nacional, y en consecuencia la gestión cultural se empieza a ver como una herramienta importante para la formulación de proyectos que aporten al desarrollo cultural, planteados en el ideal de nación. En relación con eso, hay un énfasis administrativo de la gestión cultural de parte del Estado, el cual se formula en la Ley General de Cultura - Artículo 28, que la define como el que “coordina como actividad permanente las acciones de administración, planeación, seguimiento y evaluación de los planes, programas y proyectos de las entidades y organizaciones culturales o de los eventos culturales comunitarios” (Ley general de cultura, 2000, p. 58).

El Estado colombiano, a su vez, atiende el llamado internacional de formalizar los procesos culturales, creando estatutos que direccionan la administración y funcionamiento de la Cultura. Colcultura fue la primera institución público-administrativa colombiana exclusiva para los asuntos de la cultura y según el objeto de sus funciones la comprendió y tramitó como un concepto extenso. A su vez el Estado reconoció la Política Cultural en el documento conpes de 1990, con el cual se iniciaron procesos de promoción, divulgación y dinamización de los procesos culturales e impulsaron, a su vez, la profesionalización de la gestión cultural, ya que bajo influencia de la política se promovió la creación de talleres y diplomados en gestión cultural, programas de formación ofertados en primer momento y que se mantiene hasta el día de hoy por la Universidad del Rosario, llamado Gerencia y Gestión Cultural; a partir de ese momento, en la década de los noventas, comenzaron a surgir más ofertas de formación,  “Colombia, a finales de la década, contaba con más de treinta entidades de educación superior, que ofrecían de manera regular programas de educación formal y no formal - talleres, diplomados, especializaciones, entre otros” (Yáñez, 2013, p. 97-98).

Como antecedente importante en la creación de instituciones culturales y frente a la apertura de programas de formalización de la gestión cultural en Colombia, estuvo la Ley General de Cultura de 1997, en virtud de la cual se creó el Ministerio de Cultura durante ese mismo año, dándose con ello, una nueva estructuración de la práctica del gestor, impulsando aún más la profesionalización de la gestión cultural ya reconocida no solo en el diseño y ejecución de proyectos, también como parte fundamental en el ideal de nación al ver a la cultura como un referente importante para el fortalecimiento social de las comunidades, impulsando el acceso, participación y democratización de la misma, la cual se concibe como un derecho[4] de todos.

Una mención especial entre las muchas iniciativas de Colcultura y el Ministerio de Cultura es el relacionado con el programa crea que va a

cumplir con la función de traducir ese dictamen de la Constitución en una agenda concreta de Estado. En él van a interactuar agendas administrativas y geográficas con una política de reconocimiento cultural, reconocimiento que se pretendía llevar a cabo principalmente desde la visualización de la diversidad en los distintos escenarios y desde la noción de encuentro (o diálogo) que se proponía llevar a cabo a medida que esos escenarios recorrían diversas geografías del país. (Ochoa Gautier citado en Lacarrieu y Alvarez, 2002, p. 122)

Asimismo, El Plan Nacional de Cultura, 2001-2010, buscó

construir una ciudadanía democrática cultural, no sólo por la naturaleza multicultural de nuestro país – para que en él quepan sin exclusión alguna, los distintos pueblos y las distintas culturas-, sino porque es la única forma de crear una sociedad plural, a partir de las especificidades, necesidades y proyectos de todos los individuos, grupos y sectores (p. 13).

Se puede contar como un momento importante de la profesionalización en Colombia la apertura del pregrado en Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, en el año 2001, siendo uno de los primeros de América Latina, al cual le siguieron: el pregrado en Gestión Cultural de la Universidad de Antioquia; la Escuela de Administración de Negocios - ean con el pregrado en Gestión Cultural y Creativa, y el pregrado en Gestión Cultural y Comunicativa de la Universidad Nacional de Colombia, Sede la Paz.

Por otro lado, los programas de especialización recientes son los ofrecidos por: la Universidad Nacional de Colombia con la especialización Gestión Cultural con énfasis en Planeación y Políticas Culturales; la Universidad Sergio Arboleda con el programa Gestión Cultural y Creativa.

Entre las maestrías ofertadas están: la de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales en Gestión Cultural; la de la Universidad de Antioquia en Gestión Cultural; la de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Gestión y Producción Cultural y Audiovisual; la de la Universidad Sergio Arboleda en Gestión Cultural y Creativa; la de la Universidad del Bosque en Diseño para Industrias Creativas y Culturales; la de la Escuela de Administración de Negocios en Gestión de la Cultura; y, la de la  Universidad Tecnológica de Bolívar  en Desarrollo y Cultura. Existe también un doctorado en Administración con una línea en Gestión Cultural de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.

En el proceso de profesionalización, es

en el año 1998 que se hace una primera exploración de los antecedentes de la gestión cultural en Colombia y de sus procesos de formación. Como su resultado, se identifican promotores culturales y promotores comunitarios y, en algunas regiones se encontraron referentes de animación cultural y recreación ligados a la educación popular. Las referencias a la gestión cultural eran escasas, ya que su mención era atribuida más a la administración de lo público. De esta primera indagación y en la realización de reuniones y encuentros para visibilizar las capacidades instaladas de las universidades por regiones en el campo en cuestión, se discutieron concepciones, perfiles y campo de acción, lo que dio a luz una primera publicación “Gestión cultural en Colombia” (1999), con una serie de recomendaciones y acuerdos por región convirtiéndose en el soporte fundamental para estructurar lo que se definió en su momento como “La red en formación en gestión y estudios culturales”. (Yáñez, 2016 citado en Rubim, Yáñez, Bayardo, 2016, p. 96)

También el Estado colombiano, bajo la influencia de la unesco y su convención de 2003, a través del Ministerio de Cultura crea la Dirección de Patrimonio (2003) y el Grupo de Patrimonio Inmaterial (2005), a los que le siguen la Ley de Patrimonio Cultural (2008), el Decreto 2941 (2009), la Resolución 0330 (2010), la distinción de Bienes de Interés Cultural, la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial y el Plan Especial de Salvaguardia. Paralelo a este proceso, se avanza en una política de Industrias Culturales y Creativas en que participan varios ministerios, y se definen formas de emprendimiento[5] y gestión para la Ley de Patrimonio, los cuales confluyen en la hoy llamada Economía Naranja. En estos términos, diferentes expresiones culturales[6] al tiempo que eran vistas como cadenas productivas, son asociadas al emprendimiento y gestión con el fin de integrarlas a las políticas económicas vigentes. También asistimos a la articulación y al engranaje del sector privado en la promoción de los patrimonios culturales a través de múltiples incentivos fiscales y tributarios.

A continuación, en la Gráfica 1, se resumen los antecedentes principales que marcaron la gestión cultural en Colombia.

 

Gráfica 1. Antecedentes principales de la gestión cultural en Colombia.

Fuente: Elaboración propia.

 

3. De la producción de conocimiento en gestión cultural

3.1 Características de los productos académicos

Consecuencia de la información obtenida en los 528 resultados se puede dar cuenta de la productividad de la gestión cultural, además de la creación de diferentes espacios y mecanismos de socialización. Estos se clasificaron así:

A) Trabajos de grado: tesis, monografías, proyectos de aplicación práctica (p.a.p.), claramente se establece que las tesis responden a las exigencias de las maestrías, mientras que las monografías son más comunes en pregrado y los p.a.p en las especializaciones. De todas maneras, hay una diferencia en términos de formación que remite a que en algunas universidades privadas se hable más de profundización[7] en vez de investigación, siendo esto último más común en la universidad pública. Muchos de los trabajos responden también a las líneas de trabajo de los grupos de investigación de las diferentes universidades. Los trabajos de grado representan el mayor número de publicaciones no solo como exigencia de los programas de formación en gestión cultural, sino de diferentes programas académicos que asumen la gestión como objeto de estudio y se remiten a las ciencias sociales y a las artes, lo que también evidencia casos en que las pertenencias de los programas de formación en gestión cultural están adscritas a facultades de artes, administración, ciencias humanas y economía.

B) Artículos: es importante señalar que no existen revistas especializadas en gestión cultural en Colombia. La mayoría de los artículos se encuentran en otras publicaciones que abarcan la economía, la administración, las ciencias sociales y las artes. También se encontraron artículos sobre gestión cultural en Colombia en revistas de otros países, pero su número es bastante reducido.

C) Proyectos de Investigación: se evidencia que la investigación es todavía bastante incipiente en la gestión cultural, aunque se encuentran proyectos de otras disciplinas que tienen como objeto la gestión cultural. Una de las posibles explicaciones se relaciona con la diferencia en la formación entre profundización e investigación. En relación con los grupos de investigación, en algunas universidades no es clara o están en proceso de consolidación, debido a lo nuevo de sus programas hay una mayor tendencia a la profundización. El caso de la Universidad del Rosario es particular, ya que la gestión cultural se asume dentro de un grupo que hace parte de la Escuela de Ciencias Humanas. En la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, en cambio, existen varios grupos que realizan proyectos de investigación en el campo de la gestión cultural en Colombia, y en muchos casos en alianzas internacionales. En este sentido, es importante señalar que los recursos provienen no solo de las mismas universidades, sino de la institucionalidad pública, privada, del tercer sector, de convocatorias y redes internacionales.

D) Libros: aunque su número es bastante reducido, se observa en los últimos años un crecimiento que responde a los procesos de consolidación de los grupos de investigación y a la madurez que han adquirido las temáticas de gestión cultural en el país. La mayoría de dichas publicaciones se dan como resultado de investigaciones, encuentros, congresos, seminarios, promovidos por las universidades, centros culturales, Ministerio de Cultura, asociaciones civiles y redes.

E) Ponencias: como resultado de los eventos organizados desde la academia hay un compartir de experiencias que surgen como una necesidad de socializar, documentar y sistematizar las experiencias en la gestión cultural. Asimismo, se observa la participación de muchos trabajos en los eventos de otros países, cuyo tema central es la gestión cultural. También se presentan eventos en los que hay conferencias magistrales acompañadas por mesas de trabajo con temas específicos de la gestión cultural.

Se podría decir que la mayoría de los trabajos tienen fundamentalmente dos enfoques: investigación en la gestión cultural e investigación de la gestión cultural. La primera, como sostiene Mariscal (2017, pp. 182-183),

hace alusión a la práctica de la profesión que requiere la aplicación de conceptos y metodologías científicas y humanísticas para el estudio de un fenómeno, necesidad o problema cultural con el fin de describirlo y explicarlo para plantear una propuesta de intervención. En este tenor encontramos diagnósticos culturales, análisis de mercado, estudios de públicos, estudios de viabilidad y fiabilidad, evaluación de proyectos y sistematización de experiencias, e interpretaciones de los patrimonios y prácticas culturales. La investigación de la gestión cultural son estudios cuyo objeto es la gestión cultural. Esto es el análisis de las prácticas, conceptos, metodologías y discursos de los agentes que diseñan, operan y evalúan la acción cultural.

En este segundo enfoque se encuentran trabajos que enfatizan los perfiles del gestor cultural, prácticas, metodologías, teorías, alcances de la acción cultural, institucionalización y formalización, saberes propios.

3.2 Tendencias en la producción académica y categorías en los trabajos de la gestión cultural en Colombia

Partiendo de la información recopilada en el proyecto, que no ha pretendido ser exhaustiva, pero que podría brindar un acercamiento a definir ciertas tendencias en términos cuantitativos de la producción académica en gestión cultural, se establece un acercamiento por años de los productos, así como de las categorías en las cuales se registra la producción de conocimiento; paralelamente, se describen las posibles tendencias y enfoques que marcaron a través de los años las especialidades en las que se ha ido definiendo la gestión cultural.

En el registro total de la información obtenida, que permite una aproximación a los trabajos realizados sobre gestión cultural a nivel nacional, se puede afirmar que en el total de trabajos consultados por año - desde 1996 hasta 2019, se identifica que en los primeros 15 años la cantidad de trabajos es relativamente poca en comparación con lo que se observa entre el 2013 y el 2015, tiempo en el cual aumenta el número de publicaciones; a partir del año 2016 hasta el 2019 hubo un crecimiento en la cantidad de publicaciones por año, este crecimiento puede darse por múltiples razones: de una parte, por el crecimiento de los programas de formación, el aumento de trabajos de grado y de los procesos investigativos; y de otra, por la facilidad para buscar e intercambiar conocimiento e información y los medios tecnológicos para su distribución y difusión. Según la información proporcionada, la producción de conocimiento en gestión cultural ha tenido la tendencia a aumentar de manera constante con el paso de los años.

Además, se han logrado identificar las palabras que más se repiten en la gestión cultural, que permite un acercamiento a los discursos y las preocupaciones de los gestores culturales respecto a su acción. Es indudable que sobresale el tema gestión cultural, que podría dar cuenta de la necesidad de la profesión de delimitar su campo disciplinar respecto a otros agentes culturales, así como ir constituyendo la acción propia con sus respectivas orientaciones, teorías y metodologías. En ello, se plantea también una exigencia de su propio reconocimiento.

Históricamente se aprecia que, además de la gestión cultural, hay otras categorías como creación artística, expresiones artísticas, patrimonio, gestión de las artes, administración y gerencia cultural, investigación cultural, legislación cultural, formación de públicos, festivales culturales y muestras artísticas, participación cultural, redes culturales, observatorios de cultura, identidad y cultura, diversidad cultural, derechos culturales, producción cultural, economía de la cultura, marketing cultural, mercadeo cultural, animación sociocultural, promoción, divulgación y extensión cultural, industrias culturales, emprendimiento cultural, oferta y consumo cultural, formación cultural, gastronomía, gestión cultural comunitaria, prácticas de la gestión cultural, promoción de lectura, sistematización de experiencias, turismo cultural, historia local y tradición oral, memoria histórica, mapas culturales, metodologías y espacios virtuales, comunicación.

Aunque no hay una tendencia definida y definitiva, sobresalen las categorías que más se repiten de acuerdo con los resultados obtenidos (ver Gráfica 2).

 

Gráfica 2. Imagen de las categorías más recurrentes.

Fuente: Elaboración propia.

 

Esto, en cierta forma, da cuenta que la gestión cultural como toda práctica social, es entendida en una relación dialéctica entre acción y estructura; producto y proceso de una construcción social e histórica, que reconocida o no por los mismos agentes que la practican, juegan un papel importante en la reproducción o innovación de la estructuración y dinámica de una organización social dada. Con ello se quiere decir que los procesos de profesionalización de la gestión cultural dependen de múltiples factores a nivel económico, político, cultural y social, como se vio anteriormente. Se observa, además, la definición y afirmación de una gestión cultural que delimita sus objetos de estudio, aunque algunos todavía son débiles, y se hallan en relación directa con múltiples procesos de la institucionalización de la cultura, ya sea a nivel público, privado y de la sociedad civil.

4. Enfoques en la gestión cultural en Colombia

A partir de la información de los trabajos recopilados, se muestra cómo en los últimos años ha habido intentos de acercamiento al diseño y formulación de una episteme en la gestión cultural que contemplen metodologías, conceptos, herramientas y técnicas que auguran la afirmación del campo disciplinar. Aunque siguen siendo determinantes los métodos de las ciencias sociales y humanas, se percibe la emergencia de la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, teniendo como base de investigación la formulación y resolución de problemas.

En los términos anteriores, se perciben reflexiones que nos acercan a la idea de que la gestión cultural es una acción práctica que hace frente a situaciones problemáticas abiertas y que responden al carácter dinámico de las culturas, lo que convierte al gestor cultural en un dinamizador de procesos culturales. Asimismo, se concibe a la gestión cultural en una lógica contextual que se concreta en una deliberación práctica, lo que la denota como un saber práxico que se desarrolla con la experiencia y que no se reduce a una mirada exclusivamente técnica. Es indudable que en dichos trabajos hay una apuesta por establecer que la praxis de la gestión cultural, como práctica epistémica, tiene implicaciones éticas – de responsabilidad ante los otros, estéticas - como actividad sensible, políticas – de transformación de la vida cultural en contra de toda destrucción; en el marco de una ontología de la relacionalidad.

Igualmente, en términos metodológicos, se perfilan filosofías de la investigación que encuentran alimento en orientaciones críticas - que incluyen una mirada ambiental y de género, fenomenológicas y participativas - que contemplan los sujetos participantes y la elaboración de teorías locales que se reconocen en la particularidad de los territorios. Como métodos de investigación se encuentran la teoría fundamentada, métodos narrativos y descriptivos de la experiencia, así como las acciones secuenciales y longitudinales, que auguran un mestizaje metodológico que busca romper con las fronteras y los límites disciplinarios. También se perciben estrategias de investigación basadas en los estudios de caso y en la investigación acción participativa.

4.1 Concepciones de la gestión cultural

La gestión cultural en Colombia es un campo de trabajo que se ha estado consolidando lentamente en el reconocimiento de las prácticas que promueven el quehacer cultural, y la apertura de programas académicos que han propiciado la reflexión de nuevos espacios donde se plantean las categorías en las que se plantean las concepciones de la gestión y la cultura.

A este respecto, la sección sobre categorías permite dilucidar los contenidos de los programas académicos en relación con las diferentes concepciones de la gestión cultural. De acuerdo con Mariscal (2015) para el caso de las universidades mexicanas, en Colombia se establecen igualmente, cinco modelos; sin embargo, es necesario aclarar que hacen falta estudios que determinen un acercamiento preciso y detallado de las concepciones de cultura y por ende cómo esta es aplicada en la acción misma de la gestión cultural, entendiendo que es un camino en construcción donde influyen tendencias internacionales, de organismos multilaterales, intereses sociales, políticos, económicos y académicos. Estos son:

I) La cultura como un elemento de refinamiento social accesible solo a ciertos grupos sociales, dándole un mayor énfasis al arte.

II) La cultura como valor patrimonial histórico y cultural y en las estrategias para su gestión y conservación.

III) La cultura como mercancía, la cual está relacionada con la comunicación social, la producción audiovisual y con la industria cultural.

IV) La cultura como dimensión del desarrollo de las naciones, la cual encuentra una fuerte influencia de la unesco.

V) La cultura como sistema simbólico de prácticas y sentidos construidos socialmente, la cual toma distancia de las otras concepciones.

Conclusiones

A partir de lo antes mencionado, se puede afirmar que la gestión cultural como campo académico se encuentra en proceso de consolidación y afirmación; además, está directamente relacionado con la producción de conocimiento en el área en Colombia, y se marca por las siguientes tendencias:

A) Aumento constante de la producción académica representada en procesos de investigación que involucran estudiantes, profesores e investigadores;

B) grupos de investigación y procesos de investigación que requieren de una mayor consolidación que les permita evidenciarse en la producción académica y en el reconocimiento por los organismos estatales de ciencia, cultura y educación;

C) avances lentos en la investigación a partir de la formación de investigadores en la generación de programas de postgrados;

D) un intento, todavía incipiente, en la definición del campo académico de la gestión cultural en la reflexión de nuevos enfoques orientados a la elaboración de una episteme de la gestión cultural;

E) aunque se presentan algunas fortalezas en la definición de objetos de estudio, métodos, metodologías y herramientas propias de la gestión cultural, aún hay mucho trabajo por realizar.

Es indudable que la producción de conocimiento en gestión cultural emerge a partir de la profesionalización de la gestión cultural que inicia su impulso con el Estado (Colcultura) en los años noventa, en la necesidad de capacitar personas capaces de aportar desde la práctica al desarrollo del sector cultural. Asimismo, con la creación de programas académicos en gestión cultural, se perfila una mayor consistencia no solo en los procesos de formación, sino en la consolidación de los procesos investigativos, aunque en muchos sentidos sigue pendiente un abordaje más estructurado de la investigación en y sobre la gestión cultural. Sin embargo, faltan estudios sistemáticos que permitan obtener información confiable, de primera mano, de lo que parece representar una mayor y creciente productividad académica.

Referencias

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[1] “La Unesco, cuya elaboración de instrumentos internacionales como el Tercer Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural 1988-1997, el informe Nuestra Diversidad Creativa (1996), la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo (Estocolmo, 1998), la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (París, 2001) y la Convención sobre la Promoción y Protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales (París, 2005)”. (Yáñez, Canal, 2013, p. 87)

[2] En el Diagnóstico de Desarrollo Cultural que realiza el Ministerio de Cultura de Colombia (2013, p. 9), se sostiene que “es necesario aunar esfuerzos para integrar la cultura a las políticas  y los programas de desarrollo sostenible; movilizarla para fomentar la paz y la reconciliación, la reducción de la pobreza y el progreso económico; asegurar los derechos culturales para promover el desarrollo social incluyente; valorar, salvaguardar y difundir las manifestaciones del patrimonio; y fortalecer la innovación y cooperación desde la cultura. En resumen, se busca construir un enfoque cultural del desarrollo”.

[3] En el artículo 29 de la Ley General de Cultura 1997 se establece que “El Estado, a través del Ministerio de Cultura y las entidades territoriales, fomentará la formación y capacitación técnica y cultural, del gestor y el administrador cultural, para garantizar la coordinación administrativa y cultural con carácter especializado. Así mismo, establecerá convenios con universidades y centros culturales para la misma finalidad”. (Sanabria Acevedo, 2000, p. 58)

[4] La Constitución política de 1991 contempla la autonomía municipal y departamental de Colombia, pero solamente desde el punto de vista jurídico y administrativo.

[5] En este camino hay que mencionar los programas Emprende Cultura y los Laboratorios Sociales de Emprendimiento y Cultura - laso, los cuales se han orientado a la capacitación en emprendimiento cultural en busca de la “prosperidad” de diferentes comunidades y la creación de “contenidos culturales propios”. Podría decirse que una de las pocas redes que logró una cierta consolidación fue la red de emprendimiento cultural, que cuenta con el aval del Ministerio de Cultura y en la que participan diferentes sectores sociales que van desde el mundo académico hasta el mundo empresarial. Asimismo, en el año 2012 se realizaron varias investigaciones, con el aval del Ministerio de Cultura, sobre emprendimiento de parte de las Universidades: Nacional de Colombia, sede Manizales, Universidad del Rosario, Universidad de Antioquia, Universidad del Valle, Universidad de Caldas, Universidad Tecnológica de Bolívar y de la Escuela de Administración de Negocios.

[6] Fiestas, carnavales, reinados, etc.

[7] No es obligación la escritura de una tesis y su sustentación, sino la elaboración de un trabajo final.

Referencias

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Yúdice, G. (2002). El recurso de la cultura. Usos de la cultura en la era global, Barcelona: Editorial Gedisa.

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Corcho Castaño, M. A. (2021). La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. NOVUM, 2(11), 27–42. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361

ACM

[1]
Corcho Castaño, M.A. 2021. La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. NOVUM. 2, 11 (dic. 2021), 27–42.

ACS

(1)
Corcho Castaño, M. A. La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. Novum 2021, 2, 27-42.

ABNT

CORCHO CASTAÑO, M. A. La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. NOVUM, [S. l.], v. 2, n. 11, p. 27–42, 2021. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361. Acesso em: 28 ene. 2025.

Chicago

Corcho Castaño, María Angélica. 2021. «La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia». NOVUM 2 (11):27-42. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361.

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Corcho Castaño, M. A. (2021) «La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia», NOVUM, 2(11), pp. 27–42. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361 (Accedido: 28 enero 2025).

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[1]
M. A. Corcho Castaño, «La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia», Novum, vol. 2, n.º 11, pp. 27–42, dic. 2021.

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Corcho Castaño, M. A. «La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia». NOVUM, vol. 2, n.º 11, diciembre de 2021, pp. 27-42, https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361.

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Corcho Castaño, María Angélica. «La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia». NOVUM 2, no. 11 (diciembre 28, 2021): 27–42. Accedido enero 28, 2025. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361.

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Corcho Castaño MA. La gestión cultural como campo académico: acercamiento a la investigación y a la producción de conocimiento en Colombia. Novum [Internet]. 28 de diciembre de 2021 [citado 28 de enero de 2025];2(11):27-42. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/95361

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