Publicado

2018-01-01

Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales

Contributions of Colombian housing activists to post-agreement peace: Participatory Action Research with neighborhood founders

Contribuições dos viviendistas colombianos para a paz no pós-acordo: um exercício de Pesquisa-Ação Participativa com fundadores de bairros

DOI:

https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66673

Palabras clave:

colonización popular urbana, destechados, posconflicto, viviendistas autogestionarios. (es)
urban working-class settlements, homeless, post-conflict, self- manged housing activists. (en)
colonização popular urbana, desterrados, pós-conflito, viviendistas autogestionados (pt)

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Autores/as

  • Marìa Elvira Naranjo Botero Universidad Nacional de Colombia

Este artículo sintetiza una tesis del Doctorado en Estudios Políticos elaborada a partir de la metodología de Investigación Acción Participativa (iap). Esa investigación reconstruye las memorias de una organización social de viviendistas que ha funcionado durante 58 años en América Latina, a pesar de la persecución estatal y de sus dificultades internas; ilustra el trasegar del despojo, el destierro y la lucha por la vivienda de millones de colombianos y contribuye a promover la no repetición indispensable para una paz duradera. Consecuente con la opción metodológica de la iap, la tesis refleja una construcción colectiva, con veteranas fundadoras de los barrios y directivos de la Central Provivienda Nacional (Cenaprov), organización que representa la historia de cerca de cien mil familias destechadas que lograron ser propietarias de sus viviendas. Esta es una experiencia social basada en acciones colectivas autogestionarias que fue silenciada por el pensamiento hegemónico, pero que ha sido reconstruida con sus protagonistas, a partir de una reflexión compartida, orientada a comprender sus dinámicas internas y algunas circunstancias que influyeron en la organización y en los cambios desde su origen hasta sus perspectivas en el postacuerdo. Con algunas particularidades, esta experiencia es un ejemplo de un largo proceso organizativo de colonos destechados que solidariamente superaron el desarraigo,
lograron formarse una identidad barrial y soñar con mejores perspectivas de vida ciudadana. El argumento central es que en los barrios populares fundados por los colonos de
Cenaprov se intentó consolidar un nuevo modelo barrial, solidario y autogestionario. A través de la resistencia a la violencia estatal, la mayoría de los fundadores sobrevivientes
han preservado su dignidad personal como sujetos políticos. A pesar de la permanente estigmatización, transmiten su experiencia a las nuevas generaciones, continúan con proyectos
alternativos en la perspectiva de los postacuerdos y sueñan con una paz estable, duradera y con justicia social.

This article synthesizes a Political Studies doctorate thesis based on Participatory Action Research (par) methodology. The study reconstructs the memories of a housing activist organization which has operated for 58 years in Latin America in spite of state persecution and internal difficulties. The article illustrates the eviction, dispossession, uprootedness and the struggle for housing of millions of Colombians and promotes the non-repetition of this scenario for a lasting peace. In line with the par methodology, the thesis looks at a collective construction with neighborhood founders and directors of the Central Provivienda Nacional (Cenaprov), an organization that represents the history of 100,000 families without homes that were able to become owners of their homes. This is a social experience based on self-managed collective actions that was silenced by hegemonic thought. Nevertheless, it has been reconstructed by its actors through a shared reflection to understand the internal dynamics as well as some circumstances that influenced the organization from its origin, with perspectives on the post-agreement. With some particularities, this experience is an example of a long organizational process by homeless settlers who collectively overcame uprootedness to form a neighborhood identity and dream of a better daily life. The central argument is that the neighborhoods founded by the Cenaprov settlers
were based on a new, solidary and self-managed neighborhood model. Through resistance to state violence, most of the surviving founders have preserved their personal dignity as political subjects. Despite continuous stigmatization, they transmit their experience to the new generations, continue with alternative projects in the framework of the post-agreement and dream of a lasting and stable peace with social justice.

Este artigo sintetiza uma tese de doutoramento em Estudos Políticos elaborada a partir da metodologia de Pesquisa-Ação Participativa (pap). Esta pesquisa reconstrói as memórias de uma organização social de moradias que vem funcionando há 58 anos na América Latina, apesar da persecução estatal e de suas dificuldades internas; ilustra o movimento de despojamento, o desterro e a luta pela moradia de milhares de colombianos, e contribui para promover a não repetição indispensável para uma paz duradoura. Consequente com a opção metodológica da pap, a tese reflete uma construção coletiva, com fundadoras dos bairros veteranas e diretores da Central Provivienda Nacional (Cenaprov), organização que representa a história de cerca de 100 mil famílias desterradas que conseguiram ser proprietárias de suas habitações. Esta é uma experiência social baseada em ações coletivas autogestionadas, que foi silenciada pelo pensamento hegemônico, mas que tem sido reconstruída com seus protagonistas, a partir de uma reflexão partilhada,
orientada a compreender suas dinâmicas internas e algumas circunstâncias que influenciaram na organização e nas mudanças desde sua origem até suas perspectivas no
pós-acordo. Com algumas particularidades, essa experiência é um exemplo de um longo processo organizativo de colonos desterrados que solidariamente superaram o desenraizamento,
conseguiram formar uma identidade de bairro e sonhar com melhores perspectivas de vida cidadã. Argumenta-se que, nos bairros populares fundados pelos colonos de Cenaprov, tentou-se consolidar um novo modelo de bairro, solidário e autogestionado. Por meio da resistência à violência estatal, a maioria dos fundadores sobreviventes preservou sua dignidade pessoal como sujeitos políticos. Embora a permanente estigmatização, transmitem sua experiência às novas gerações, continuam com projetos alternativos na perspectiva do pós-acordo e sonham com uma paz estável, duradoura e com justiça social 

Recibido: 30 de julio de 2017; Aceptado: 2 de septiembre de 2017

Resumen

Este artículo sintetiza una tesis del Doctorado en Estudios Políticos elaborada a partir de la metodología de Investigación Acción Participativa (IAP). Esa investigación reconstruye las memorias de una organización social de viviendistas que ha funcionado durante 58 años en América Latina, a pesar de la persecución estatal y de sus dificultades internas; ilustra el trasegar del despojo, el destierro y la lucha por la vivienda de millones de colombianos y contribuye a promover la no repetición indispensable para una paz duradera.

Consecuente con la opción metodológica de la IAP, la tesis muestra una construcción colectiva con veteranas fundadoras de los barrios y directivos de la Central Nacional Provivienda (Cenaprov), y presenta la historia de cerca de cien mil familias destechadas que lograron ser propietarias de sus viviendas. Esta es una experiencia social basada en acciones colectivas autogestionarias que fue silenciada por el pensamiento hegemónico, pero que ha sido reconstruida con sus protagonistas, a partir de una reflexión compartida, orientada a comprender sus dinámicas internas y algunas circunstancias que influyeron en la organización y en los cambios desde su origen hasta sus perspectivas en el posacuerdo. Con algunas particularidades, esta experiencia es un ejemplo de un largo proceso organizativo de colonos destechados que solidariamente superaron el desarraigo, lograron formarse una identidad barrial y soñar con mejores perspectivas de vida ciudadana.

El argumento central es que en los barrios populares fundados por los colonos de Cenaprov se intentó consolidar un nuevo modelo barrial, solidario y autogestionario. A través de la resistencia a la violencia estatal, la mayoría de los fundadores sobrevivientes han preservado su dignidad personal como sujetos políticos. A pesar de la permanente estigmatización, transmiten su experiencia a las nuevas generaciones, continúan con proyectos alternativos en la perspectiva de los posacuerdos y sueñan con una paz estable, duradera y con justicia social.

Palabras clave:

colonización popular urbana, destechados, posconflicto, viviendistas autogestionarios.

Abstract

This article synthesizes a Political Studies doctorate thesis based on Participatory Action Research (PAR) methodology. The study reconstructs the memories of a housing activist organization which has operated for 58 years in Latin America in spite of state persecution and internal difficulties. The article illustrates the eviction, dispossession, uprootedness and the struggle for housing of millions of Colombians and promotes the non-repetition of this scenario for a lasting peace.

In line with the PAR methodology, the thesis looks at a collective construction with neighborhood founders and directors of the repr Nacional Provivienda (Cenaprov), an organization that represents the history of 100,000 families without homes that were able to become owners of their homes. This is a social experience based on self-managed collective actions that was silenced by hegemonic thought. Nevertheless, it has been reconstructed by its actors through a shared relection to understand the internal dynamics as well as some circumstances that influenced the organization from its origin, with perspectives on the post-agreement. With some particularities, this experience is an example of a long organizational process by homeless settlers who collectively overcame uprootedness to form a neighborhood identity and dream of a better daily life.

The central argument is that the neighborhoods founded by the Cenaprov settlers were based on a new, solidary and self-managed neighborhood model. Through resistance to state violence, most of the surviving founders have preserved their personal dignity as political subjects. Despite continuous stigmatization, they transmit their experience to the new generations, continue with alternative projects in the framework of the post-agreement and dream of a lasting and stable peace with social justice.

Keywords:

homeless, housing activists, post-conflict, self-manged, urban working-class, settlements.

Resumo

Este artigo sintetiza uma tese de doutoramento em Estudos Políticos elaborada a partir da metodologia de Pesquisa-Ação Participativa (PAP). Esta pesquisa reconstrói as memórias de uma organização social de moradias que vem funcionando há 58 anos na América Latina, apesar da persecução estatal e de suas dificuldades internas; ilustra o movimento de despojamento, o desterro e a luta pela moradia de milhares de colombianos, e contribui para promover a não repetição indispensável para uma paz duradoura. Consequente com a opção metodológica da pap, a tese reflete uma construção coletiva, com fundadoras dos bairros veteranas e diretores da Central Nacional Nacional (Cenaprov), organização que representa a história de cerca de 100 mil famílias desterradas que conseguiram ser proprietárias de suas habitações. Esta é uma experiência social baseada em ações coletivas autogestionadas, que foi silenciada pelo pensamento hegemônico, mas que tem sido reconstruída com seus protagonistas, a partir de uma reflexão partilhada, orientada a compreender suas dinâmicas internas e algumas circunstâncias que inluenciaram na organização e nas mudanças desde sua origem até suas perspectivas no pós-acordo. Com algumas particularidades, essa experiência é um exemplo de um longo processo organizativo de colonos desterrados que solidariamente superaram o desenraizamento, conseguiram formar uma identidade de bairro e sonhar com melhores perspectivas de vida cidadã. Argumenta-se que, nos bairros populares fundados pelos colonos de Cenaprov, tentou-se consolidar um novo modelo de bairro, solidário e autogestionado. Por meio da resistência à violência estatal, a maioria dos fundadores sobreviventes preservou sua dignidade pessoal como sujeitos políticos. Embora a permanente estigmatização, transmitem sua experiência às novas gerações, continuam com projetos alternativos na perspectiva do pós-acordo e sonham com uma paz estável, duradoura e comjustiça social.

Palavras-chave:

colonização popular urbana, desterrados, pós-conflito, viviendistas autogestionados.

Introducción

Desde 1959 y a lo largo de su historia, la Central Nacional Provivienda (Cenaprov) logró crear alrededor de quinientos centros de Provivienda en 156 municipios, desarrolló un intenso trabajo de organización y formación política, y dotó de vivienda propia por autoconstrucción a cerca de cien mil familias. Desde su origen Provivienda utilizó recursos legales y acciones de hecho. Planificó y lideró ocupaciones en predios de propiedad incierta, coordinó y ejecutó proyectos de vivienda popular a través de compra comunera1, atendió urgencias de los destechados utilizando herramientas jurídicas, brindó asesoría a destechados de otras organizaciones, acompañó ocupaciones espontáneas, tramitó la adjudicación legal de baldíos, adelantó litigios en defensa de inquilinos estafados por "urbanizadores piratas"2, y tuvo intercambios de apoyo solidario con el movimiento sindical y estudiantil3.

La comprensión de este proceso ha sido posible gracias a desarrollos conceptuales como los de Jacques Jean Aprile-Gniset (2012) y Gilma Mosquera (1986) y de los aportes teóricos de Carlos Alberto Torres (2011) sobre hábitat, vivienda e informalidad. Con la obra de Carlos Arango (1986) se recuperaron los relatos de Provivienda, y con base en los aportes de Alfonso Torres Carrillo, se revisaron los del surgimiento de barrios populares bogotanos.

También se profundizó en las vivencias de quienes construyeron una identidad barrial basada en la solidaridad y el trabajo colectivo, a partir de estudios como los de Marcela Hernández (2010) en Soacha, Pedro Salas (1998), Mario Upegui (1983), Álvaro Oviedo (2012) y María Angélica Tamayo (2008). De manera similar, los escritos pedagógicos de Nicolás Buenaventura (1981) y los análisis de Alvaro Delgado (2009) permitieron comprender la influencia del Partido Comunista en la organización social de los viviendistas y el modelo de barrio de nuevo tipo con su estructura y funcionamiento interno.

En este artículo se mencionan, en primer lugar, los supuestos conceptuales y el procedimiento metodológico para abordar el análisis centrado en el movimiento de los viviendistas. Siguiendo a Boaventura de Sousa Santos (2012), se intentó una transgresión metodológica con distanciamiento del paradigma dominante4, al renunciar a la pretensión de elaborar una investigación "imparcial y objetiva", para dar voz a quienes no la han tenido. A continuación, se ubica a los fundadores en su contexto particular y en su experiencia previa, que les permitió afrontar con éxito el éxodo rural masivo y emprender un proceso de colonización popular urbana. En tercer lugar, se precisan las características más significativas del proceso organizativo, sus logros y sus dificultades, con algunas reflexiones sobre el contexto político colombiano. Finalmente, en el marco de los posacuerdos, se asume que el derecho a saber la verdad de los silenciados contribuye a superar el desconocimiento sobre las circunstancias que ocasionaron la permanencia de la guerra interna; así mismo, permite dignificar la memoria de las víctimas y crear condiciones de reconciliación para construir una paz estable y duradera.

El abordaje metodológico

El problema planteado se analiza desde la perspectiva propuesta por Boaventura de Sousa Santos (2011) en las Epistemologías del Sur con el objetivo de aprehender la sociedad como un tejido de relaciones e interacciones complejas, y transformar las ausencias en presencias con las valiosas experiencias sociales de los sectores subalternos. Se trata de visibilizar y utilizar las experiencias que han sido silenciadas como fuente de conocimiento de la realidad social.

Por ello, se intenta establecer la importancia de recuperar la historia del movimiento de los viviendistas de una organización social particular: Cenaprov. Esta organización está integrada por colonos comunistas protagonistas de acciones colectivas, portadores de un proyecto político y social alternativo, que apelan a la solidaridad y comparten una identidad colectiva, que se transforma a través de la interacción, la negociación y el conflicto.

Desde la ecología de las transescalas que reconoce localismos globalizados y globalismos localizados, se ubican los orígenes de la ciudad contemporánea colombiana mayoritariamente autoconstruida por trabajadores informales y artesanos en barrios "subnormales", también en el presente siglo, con procesos localizados y recurrentes de colonización popular urbana. Así mismo, la ecología de las temporalidades reconoce la continuidad de la resistencia al despojo histórico, a partir de la perspectiva de los pobladores que en el pasado reclamaron sus derechos y de la resistencia actual frente a las recientes concesiones agroindustriales y mineras que intentan despojar de sus territorios a las comunidades ancestrales y ocasionan oleadas de nuevos pobladores urbanos. También es posible hallar una interpretación de la persistencia de los viviendistas en la búsqueda de la paz y de la participación política en este tiempo de posacuerdo, como una expresión de resistencia al fascismo societario5 y un propósito por hacer realidad una ecología del reconocimiento al pluralismo político y a la diversidad cultural.

De Sousa Santos (2012) afirma que cada método es un lenguaje y la realidad responde en la lengua en que se le pregunta. Así, para dar voz a los silenciados es necesario interpelarlos desde metodologías alternativas como la Investigación Acción Participativa (IAP), la cual permite innovar su aplicación en diversos contextos y articular desarrollos conceptuales de varios autores sobre las acciones colectivas de los sectores subalternos, que son pertinentes para este propósito.

En particular, el concepto de economía moral de la multitud de Edward Palmer Thompson (2014) reconoce la importancia de la dimensión cultural de la conciencia popular presente en los motines de subsistencia. En esa perspectiva, estos últimos son respuestas racionales de grupos organizados que reivindican el derecho a la rebelión, apelan a la justicia de sus propósitos, tienen conciencia de su capacidad para conseguirlos, y aunque no pretenden suplantar al sistema en su conjunto, con su ejercicio de la fuerza ejercen cierto poder político.

Con base en las posturas de Touraine (2000) y Pleyers (2015,4 de abril) se define a los viviendistas como sujetos políticos, bajo la premisa de que la esencia de la democracia es también una lucha contra el poder establecido y está ligada a la formación de movimientos sociales que son constitutivos del tejido social (Touraine, 2000), y que según las circunstancias utilizan la vía de la razón o priorizan la de la subjetividad. Estas acciones populares son portadoras de innovaciones racionales con metas, procedimientos y resultados eficaces para afrontar las realidades materiales y sociales de la vida en la ciudad. A la vez expresan la propia capacidad organizativa, los lazos de solidaridad creados con el apoyo mutuo y el sentido de pertenencia. Según estos autores, ser actor social y sujeto político depende de la capacidad colectiva para defender una identidad propia y particular que dé vitalidad a la democracia (Touraine, 2008).

En consecuencia, la decisión de optar por una metodología alternativa como la IAP es pertinente para la reconstrucción de las luchas populares de los viviendistas, y es consecuente con los abordajes conceptuales basados en la necesidad de una nueva forma de racionalidad y de conocimiento comprensivo e incluyente de la subjetividad que haga posible visibilizar a los protagonistas.

La IAP asume que el conocimiento se construye a través de un proceso de diálogo y aprendizaje colectivo entre el investigador y los grupos organizados, basado en un análisis crítico de la realidad y como una estrategia de empoderamiento que tiene el propósito de fortalecer su proceso organizativo. Se requiere, por tanto, la existencia previa de un espacio de confianza, con puntos de interés común que integren las necesidades teóricas a la transformación de la práctica diaria, a partir del propio conocimiento popular, de sus recursos y con su participación. La investigación se va estructurando con la propia población como sujetos coinvestigadores y a través de prácticas que contribuyan a fortalecer sus procesos de participación política.

La IAP es un compromiso existencial y horizontal, en la construcción de un contrapoder, de un poder popular (Fais Borda, 1998).

¿Cómo se realizó el ejercicio de IAP?

La IAP presupone un espacio de confianza entre la organización y los investigadores, además de la existencia de un proceso organizativo dispuesto a desarrollarla. Estas condiciones, poco frecuentes, estaban dadas antes de iniciar la investigación. En Valledupar existía un vínculo con algunos antiguos dirigentes de Provivienda creado en el trabajo comunitario realizado entre el 2000 y el 2003. En Bogotá, la propuesta presentada por la Universidad Nacional de Colombia fue aceptada sin dificultades, porque aún se conserva en la memoria de los fundadores de algunos barrios y de sus dirigentes actuales el apoyo de estudiantes y profesores de medicina, ingeniería y sociología de esta institución en los años sesenta y setenta del siglo XX, en el Hospital San Juan de Dios, en la construcción de acueductos y alcantarillados y en la formación de las maestras de las primeras escuelas.

Durante el proceso de IAP se logró consolidar un vínculo con los fundadores sobrevivientes y con la dirección nacional de Provivienda. Este espacio de confianza permitió el acceso a cerca de mil documentos conservados en bodega durante cinco décadas. A partir de lo anterior, se fortaleció su proceso organizativo con la creación del Archivo Histórico de Provivienda, en la sede principal de Bogotá, con la colaboración de estudiantes de sociología, la asesoría de Luis Jerez y Nicolás Sarmiento, dirigentes de Provivienda, y bajo la dirección técnica de gestión documental del Archivo Central Histórico de la Universidad Nacional de Colombia.

Con base en el pluralismo metodológico, se aportó a la reconstrucción del proceso organizativo interno y se creó una importante fuente documental para esta investigación, que permitió identificar los 156 centros poblados en los que hubo presencia de Cenaprov y los más de quinientos Centros de Provivienda creados en los barrios desde su fundación. De igual forma, fue posible acceder a las actas de los comités ejecutivos nacionales, a los plenos de las juntas directivas, a las conclusiones de las asambleas nacionales y a los documentos considerados de importancia (interna, externa e interorganizacional) para comprender las transformaciones ocurridas a lo largo de sus cinco décadas de existencia.

Para reconstruir las memorias orales de Provivienda, en el año 2011 se inició el trabajo de IAP en Valledupar, con diez fundadores de los barrios que aceptaron participar en conversatorios, compartir fotos, documentos, sus historias de vida y un homenaje a los primeros habitantes sobrevivientes del barrio Primero de Mayo. Se realizaron ejercicios de cartografía social para construir una imagen colectiva del territorio y ubicar los cambios ocurridos y las problemáticas actuales. Cada uno aportó sus destrezas, su narrativa y sus conocimientos.

En Bogotá, estudiantes del Colegio Jaime Pardo Leal y abuelas fundadoras protagonistas de esta historia realizaron encuentros intergeneracionales para la construcción colectiva del libro Barrio Policarpo, Salavarrieta: 50 años (2013). Entre el 2012 y el 2014, se continuó recabando información en Bogotá, Urabá, Cundinamarca y Meta con 32 entrevistas a los sobrevivientes fundadores de barrios en diez ciudades6. A partir de los relatos se reconstruyeron nombres, fechas, lugares, anécdotas y fotos de los hechos para intentar comprender estas acciones colectivas.

Como parte del proceso de IAP, se asistió a Asambleas Nacionales de Provivienda, se participó en sus movilizaciones y se coordinó la elaboración de una guía pedagógica para el movimiento de inquilinos. También, entre el 2013 y el 2016 se hicieron conversatorios con la Junta Directiva de Provivienda sobre los avances de la investigación para compartir la interpretación de los hechos. Se adelantaron proyectos para el Archivo de Bogotá, el Ministerio de Cultura, el Foro Nacional de Víctimas realizado en Cali, un seminario de emergencia para el movimiento de inquilinos y un taller sobre la historia de Provivienda en el barrio Nuevo Chile.

En Villavicencio, en 2014, se realizó un taller con militantes de la Unión Patriótica (UP)7 y familiares que participaron en Provivienda. En Usaquén se recuperó la memoria oral de los barrios Buenavista, Mirador y Chaparral. En 2015, en Fusagasugá en los barrios Obrero, Comuneros, Jaime Pardo Leal, Pedro Pablo Bello y Las Américas, fundados bajo la modalidad de compra comunera, se oyeron testimonios sobre la masacre perpetrada por las fuerzas militares contra la familia Palacios ocurrida en el barrio Obrero. En el mes de marzo del 2015, se amplió el trabajo de campo en Valledupar con una consulta documental en la Academia de Historia del Cesar y la Biblioteca del Banco de la República, con testimonios sobre la expansión urbana y la violencia paramilitar que afectó el tejido social de los viviendistas.

En 2016, con el Comité Ejecutivo Nacional se realizaron dos seminarios de reflexión sobre los retos de Provivienda en la perspectiva del posacuerdo y de la construcción de la paz, a partir de las circunstancias vividas y en las perspectivas de la nueva coyuntura (Cenaprov, 2016).

Resultados de la investigación

La recuperación de las memorias de Provivienda ha sido una de las herramientas metodológicas más enriquecedoras en la culminación de este proceso de IAP, que se orienta desde una perspectiva que busca fortalecer la democracia, la defensa de los derechos humanos y la construcción de una identidad política ligada a la recuperación de valores ancestrales populares.

A partir de la organización documental del archivo histórico y de la memoria de los fundadores de Provivienda, se reconstruyeron los antecedentes, el trasegar de los destechados y las modalidades de actuación predominantes para compartir aciertos y limitaciones tanto dentro del ámbito organizativo como frente al entorno sociopolítico. Además, con la ubicación de los centros creados en todo el territorio nacional fue posible dimensionar su cobertura e incidencia, de acuerdo con las circunstancias vividas en las regiones.

Ante la violencia institucional de un régimen político caracterizado por la ambigua especificación de los derechos de propiedad sobre la tierra, los viviendistas recuperaron ejidos en Cali, Honda, Ibagué, Cúcuta, Ocaña, Ciénaga y Valledupar y baldíos o predios municipales en el resto del país; emprendieron proyectos colectivos de compra comunera; y brindaron formación política para resistir a los desalojos, asistencia técnica en el diseño de los barrios, asesoría jurídica a quienes eran víctimas de estafa de los urbanizadores piratas y/o adjudicatarios del sistema de unidad de poder adquisitivo constante (UPAC), en riesgo de perder sus derechos.

Como antecedentes los fundadores recuerdan que en la primera mitad del siglo XX, en la zona andina tradicionalmente poblada, muchos campesinos sin tierra migraron en busca de abundantes tierras baldías existentes en las vertientes de la cordillera central, no tituladas y despreciadas por los latifundistas por ser tierras de ladera (Cruz, 2013, junio). Con el auge del negocio del café para la exportación, estas tierras resultaron especialmente aptas para su cultivo y fueron decisivas para el nacimiento de fincas pequeñas y medianas para la consolidación de la zona cafetera (Lozano, 2014, septiembre). La producción en pequeñas propiedades fue importante para el desarrollo económico del país en este periodo.

Sin embargo, esta prosperidad campesina motivó presiones violentas de especuladores y terratenientes que se ocultaron detrás de supuestas razones políticas durante el periodo de La Violencia (Borray, 2010, enero). Esta violencia puede considerarse una larga guerra agraria de los latifundistas que, en el marco de políticas estatales de concesiones territoriales, intentaron despojar y desalojar a los colonos pioneros que habían valorizado con su trabajo las laderas vírgenes y, en la actualidad, pretenden despojar a los pobladores ancestrales. Así, las migraciones campo-ciudad han sido en realidad éxodos masivos, forzados y prolongados, en circunstancias de expulsión y destierro (Aprile-Gniset, 2007).

En otras palabras, el proceso de ocupación territorial del país presenta rasgos similares a lo largo de su historia reciente, por tanto, la comprensión de sus formaciones socio territoriales y el origen de la ciudad contemporánea pueden buscarse en el largo conflicto social y armado que ha tenido como escenario principal el campo colombiano y como principales víctimas a la población desplazada y despojada de su territorio.

En la segunda mitad del siglo XX se vivió en Colombia una transición demográfica sin precedentes con importantes transformaciones asociadas al proceso de urbanización. Sin embargo, la redistribución espacial de la población no fue el resultado de estímulos positivos de la modernización capitalista, ni fue sinónimo de industrialización, ni motivada principalmente por una mejor calidad de vida urbana. Por el contrario, en los últimos setenta años, la persistencia en el uso de la violencia rural ha sido el principal factor de expulsión de la población campesina hacia las ciudades (Fajardo, 2015).

Con una población vinculada mayoritariamente al sector informal de la economía, predominaron las prácticas artesanales y campesinas, las formas organizativas mutuarias y los sindicatos agrarios en los cuales participaban también colonos y aparceros. Este sincretismo cultural tiene una de sus expresiones más significativas en la composición mayoritariamente campesina y artesanal que caracterizó al Partido Comunista durante varios decenios. Por tanto, no es por azar que en la fundación de Provivienda tuvieran una presencia destacada el Sindicato de Oficios Varios, el de la construcción y los de trabajadores agrícolas.

En los años sesenta y setenta, principalmente, los sindicatos de oficios varios crearon centros de Provivienda, algunos de sus afiliados destechados participaron en las ocupaciones en Valledupar y otras ciudades (Martínez, 2010, enero). En Ibagué se vinculó el Sindicato de Ejidatarios, que desde el decenio de los cuarenta reivindicó su derecho a vivir con sus familias en terrenos ejidales (Lozano, 2014, septiembre). Colonos campesinos de las provincias de Tequendama y Sumapaz se refugiaron en Fusagasugá para huir de la guerra, aprendieron oficios artesanales, se organizaron como obreros de la construcción, carpinteros, plomeros y electricistas en el Sindicato de Oficios Varios y, atendiendo la invitación de la directiva del Sindicato Nacional de la Industria de la Construcción, se afiliaron a Provivienda para posteriormente fundar el barrio Obrero en Fusagasugá (Sarmiento, 1980).

En Girardot, la Guajira y Cali los sindicatos de trabajadores agrícolas y los comités cívicos acompañaron a los viviendistas. En Neiva participaron activamente en sus acciones colectivas el Sindicato de Sastres, el Comité de Unidad Popular del Huila y Caquetá, el Sindicato de Oficios Varios, el Club Democrático Voces, los trabajadores de carretera de Vega-Lara, Palermo, San Luis La Julia. Solidaridad y apoyo destacado prestaron en varias ciudades del país los trabajadores de la construcción y los sindicatos de ese ramo (Cruz, 2013, junio). En especial los sindicatos de Cementos Diamante y Cementos Samper, así como también las Federaciones Sindicales de Trabajadores de Cundinamarca, Tolima, Quindío, Santander y Valle del Cauca (Arango, 1986). En el Tolima, con el apoyo de la Federación de Trabajadores del Tolima, se registraron acciones colectivas por la consecución de viviendas en El Espinal, Chaparral, Mariquita, Honda y Armero. Igualmente, en Barrancabermeja con la solidaridad de los obreros de Ecopetrol afiliados a la Unión Sindical Obrera (USO). A su vez, Provivienda promovió la creación de sindicatos, como ocurrió en la ciudad de Pasto donde el movimiento de destechados dio origen al Sindicato de Mecánicos, al Sindicato de Trabajadores de la Construcción y más tarde al Sindicato de Vendedores y Trabajadores del Comercio (Arango, 1986). Una experiencia similar se registró en Valledupar con el movimiento creado por Provivienda y los colonos de la Granja Ganadera fundadores del barrio Primero de Mayo, que promovió y organizó la Federación de Trabajadores del Cesar (Ferrer, 2010).

La colonización popular urbana

La concentración urbana con afluencia masiva de campesinos desplazados sin condiciones de alojamiento motivó en los nuevos pobladores la búsqueda de estrategias de sobrevivencia, al margen de una institucionalidad hostil y desbordada por la magnitud de la demanda habitacional. Inicialmente, los desterrados se vieron obligados a someterse a continuas mudanzas por su insolvencia económica y poco a poco ubicaron alternativas ilegales de habitación en el perímetro urbano. En estas circunstancias, la urbanización se constituyó en la práctica como un proceso de colonización popular de la periferia de las ciudades.

En esta periferia los nuevos colonos ocuparon predios rurales; construyeron vecindarios en la ronda de las quebradas, las riberas de los ríos o a la orilla de las vías férreas y, con su ingenio popular, generaron una subcultura campesina en tránsito hacia la vida urbana. Esta subcultura se fortaleció en medio de la lucha por resolver necesidades cotidianas: alimentación, servicios básicos, autoconstrucción y equipamiento de sus viviendas.

Muchas veces fueron revictimizados por los urbanizadores piratas, quienes los despojaron de sus precarios ahorros con la ilusión de adjudicarles un lote, sin que esto se hiciera realidad. Otras veces se vieron sometidos a desalojos de la fuerza pública, o intentaron procesos de resistencia hasta conseguir la legalización de sus barrios.

A diferencia del hábitat popular precario constituido en la mayor parte de los asentamientos espontáneos, los barrios de Provivienda se caracterizaron por un trazado de calles amplias, espacios propicios para la vida comunitaria, canchas deportivas y casas culturales con el propósito de generar condiciones de vida digna y de participación política. Por ello, se puede concluir que fue la experiencia previa de formación política la que permitió poner la mirada en los predios municipales susceptibles de colonizar y enfrentar la violencia del Estado, esta vez en las fronteras urbanas. Estas bases les motivaron a resistir a los intentos de desalojo policial, aguantando palo y agua una y otra vez hasta lograr consolidar su barrio.

Los barrios de Provivienda fueron pensados como una fortaleza popular con una política orientada a movilizar a sus vecinos en acciones de autodefensa de las conquistas adquiridas o en acciones de solidaridad con el movimiento obrero y popular. Frente al desplazamiento forzado, el despojo violento y la acumulación de la propiedad en pocas manos, la práctica política del Partido Comunista estuvo orientada a consolidar sus bases sociales y electorales integradas en buena medida por colonos (rurales y urbanos), artesanos, trabajadores estatales y/o por cuenta propia. Estos grupos lucharon por el derecho al trabajo digno y solidario y a la propiedad familiar mediante un proyecto de vida comunitario construido de acuerdo con su ideario político. Desde esta perspectiva se concibieron las federaciones sindicales, las colonias agrarias, las zonas de reserva campesina y los barrios de nuevo tipo de Provivienda. Aunque las acciones colectivas de Provivienda y las prácticas de vida cotidiana en los barrios fueron vistas como una amenaza al sistema político imperante, su principal aspiración fue lograr de forma negociada la integración del barrio a la legalidad urbana. Consecuentes con su ideario político, los asociados a la organización insistieron en consolidar sus proyectos "sin la ley, contra la ley o con la ley" (Upegui, 1983, p. 3), según como se presentara cada coyuntura, con circunstancias proclives o adversas para su participación democrática legal.

La colonización popular urbana continúa en épocas recientes. Nuevas migraciones forzadas amplían la frontera agrícola hacia territorios selváticos, de baja densidad demográfica y con abundantes recursos naturales. En el Magdalena Medio, Urabá, Orinoquia y Amazonia los colonos fundan nuevos poblados e integran un entramado social diverso y altamente conflictivo en el que confluyen las poblaciones nativas con desterrados, contrabandistas, narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros. En estas circunstancias se agudizan los conflictos por la apropiación de la tierra, el agua, los recursos mineros o grandes obras de infraestructura. Los nuevos desplazados buscan huir nuevamente hacia las ciudades próximas, pero estas ya no son refugio para ellos, ni ofrecen la posibilidad de iniciar una nueva vida, como en los años sesenta. En condiciones mucho más complejas, los migrantes forzados están reconfigurando las ciudades actuales mediante procesos de colonización popular urbana en la periferia de las ciudades, con vecinos que ya no tienen arraigo campesino ni interés por construir lazos comunitarios, y en conflicto con urbanizadores piratas, partidos políticos y autoridades locales.

Reflexiones sobre el contexto

A lo largo de la investigación pudo observarse que en el campo se encuentra el origen de la ciudad colombiana contemporánea, y que en el proceso de ocupación territorial del país ha sido recurrente el desplazamiento forzado, la resistencia al despojo y la resiliencia comunitaria. Con evidencias empíricas de los fundadores, cobran validez histórica tesis como la de Aprile-Gniset (2012) sobre la violencia agraria como partera de la ciudad colombiana. También se confirma el robo armado y organizado de tierras campesinas que ocasionó una de las mayores concentraciones de la propiedad agraria en el mundo (Palacios, 2012). Así mismo, se corrobora que la "represión estatal exterminadora"8 y sistemática, con la muerte de miles de civiles fuera de combate y la eventual expropiación masiva del patrimonio de las víctimas, constituye "crímenes de Estado" que son prácticas recurrentes en Colombia durante los últimos cien años (Gutiérrez, 2014).

Así, la historia de Provivienda ilustra también la tesis sobre el Estado colombiano privatizado y atrapado entre el conservadurismo político, fundado en la exclusión y la inmovilidad social, y el liberalismo económico como proyecto de modernización al servicio de las élites dominantes (Corredor, 1997). Este modelo liberal de desarrollo que profundiza las desigualdades, la pauperización campesina, el desempleo y la marginalidad urbana, encuentra un terreno propicio para la acumulación por despojo en un sistema político autoritario que desconoce los derechos de las mayorías vulnerables, criminaliza la protesta social, sataniza la oposición política e institucionaliza la eliminación del adversario.

Durante la segunda mitad del siglo XX, la llamada Doctrina de Seguridad Nacional, formulada por Estados Unidos, asumió la región latinoamericana como ámbito privilegiado de la lucha contra el comunismo. A partir de una visión del conflicto centrada en el "enemigo político interno" se aplicó esta doctrina frente a los opositores políticos que conllevó el exterminio de grupos enteros de población, fueran estos sindicales, políticos, estudiantiles, barriales, etc. (Feierstein, 2009).

La UP ligada a la historia de Provivienda fue sometida al exterminio por parte de agentes estatales y paraestatales. Entre 1986 y 2003 fueron asesinados dos candidatos presidenciales, cuatro parlamentarios, 162 alcaldes y 420 concejales (Pizarro, 2016, 24 de septiembre). Más de cien dirigentes de Provivienda vinculados con la UP también fueron asesinados. En los procesos vividos en los Llanos Orientales y en el Urabá Antioqueño, con vigorosa presencia de Provivienda, el genocidio contribuyó en muchos barrios a desarticular los procesos organizativos y a destruir el tejido social originario. La mayoría de sus afiliados fueron perseguidos, desplazados y despojados de sus viviendas por los paramilitares y en ambas regiones se acusó a los agentes estatales de tener responsabilidad en el genocidio político. Aún hoy después de transcurrido más de un cuarto de siglo, desde el final de la Guerra Fría, la doctrina contrainsurgente sigue haciendo parte de algunos discursos mayoritarios, lo que lleva a justificar la acumulación por despojo o el rechazo a los acuerdos entre el gobierno y la insurgencia para perpetuar la guerra interna.

El genocidio como práctica social busca la aniquilación de fracciones consideradas como un peligro para el establecimiento, tanto poblaciones originarias como núcleos políticos opositores de izquierda. Básicamente, por la necesidad de control territorial hegemónico para la utilización de los recursos naturales de los territorios y/o como estrategia de subordinación política de la población civil. El caso de la UP ligado a la historia de Provivienda ilustra cómo se eliminó a la oposición política utilizando el terror (Feierstein, 2011). Por tanto, el tejido social no puede sanar si los responsables de prácticas genocidas siguen en la impunidad y si el aparato paraestatal continúa en funcionamiento. Por todo lo anterior, en el contexto del posacuerdo la prioridad del Estado debe ser desarticular el paramilitarismo para garantizar una paz estable y duradera (Feierstein, 2011).

Aunque muchos historiadores colombianos han producido investigaciones desde la perspectiva de los movimientos sociales y los sectores excluidos, el relato oficial divulgado ampliamente como verdad histórica ha sido construido por quienes tradicionalmente detentan el poder político, tienen acceso a los medios de difusión y al apoyo institucional. Por ello, el derecho a saber la verdad de los silenciados, tanto por sus familias como por la sociedad colombiana, también contribuye a crear condiciones para construir una paz estable y duradera. Es preciso recordar, porque el olvido genera una profunda apatía en una sociedad despolitizada. En otras palabras, en una democracia formal, el olvido permite perpetuar las condiciones de opresión (Orrego-Echeverria, 2014).

La utilidad de la investigación para el posacuerdo

La reconstrucción de memorias orales de las luchas populares puede constituirse en una valiosa herramienta que contribuya a esclarecer la verdad de los crímenes de Estado y a que se haga justicia dignificando la memoria de las víctimas. Esta vía puede ser un medio para profundizar una democracia real en libertad, con justicia social y con garantías de no repetición.

En particular, Provivienda se propone lograr su registro oficial como organización víctima del conflicto armado y obtener con este reconocimiento una reparación colectiva con la condonación de la deuda de impuesto predial acumulada por más de veinticinco años sobre propiedades que, debido al terror paramilitar, fueron abandonadas en el Meta, Antioquia y Urabá y repobladas por personas y familias sin vínculos con la organización social. Además, la creación de un Museo de Provivienda con fotografías, videos, documentos, óleos y objetos personales de sus protagonistas para contribuir a crear garantías de no repetición de los crímenes de Estado y recuperar la memoria de las víctimas en las luchas por la vivienda.

Otro de los propósitos de Provivienda es obtener financiación para realizar talleres de recuperación del tejido social en sus barrios, transmitir las memorias orales de sus fundadores a las nuevas generaciones como un aporte para construir una visión emancipadora, que trascienda su propia organización y contribuya a superar la ignorancia generalizada sobre los procesos históricos que propiciaron la permanencia de la guerra interna. Así mismo, este proceso puede generar un conocimiento crítico sobre el significado de las acciones colectivas realizadas en el pasado, para asumir los retos de Provivienda en la perspectiva del posacuerdo y de la construcción de la paz.

Actualmente se intenta reinventar a Provivienda. Para reconstruirla se requiere generar procesos organizativos nuevos, en los que la vida sea digna, que le permitan a la gente superar el desencanto, resolver otras carencias como la soledad o la falta de oportunidades; generar espacios de participación en los asuntos colectivos y hacer realidad para todos el derecho a la ciudad. En la coyuntura actual es prioritaria la resistencia al desalojo para evitar el desplazamiento forzado de quienes habitan en los cerros o en las zonas céntricas que hayan sido definidas como ejes de la renovación urbana, prestar apoyo solidario a otras organizaciones populares y buscar mecanismos de articulación para constituir una fuerza que involucre más comunidades.

Para Provivienda la defensa del medio ambiente es parte de la defensa de la vida. Por ello se propone apoyar proyectos populares urbanos de recuperación de quebradas en los que miembros de la comunidad se constituyen en vigías ambientales y buscar articulación con organizaciones sociales con experiencia en ecoturismo para el desarrollo de proyectos de educación ambiental en zonas protegidas y con rutas ecológicas. También buscan promover iniciativas barriales orientadas a lograr calidad de vida a través de la preservación de ecosistemas, la construcción de ecocasas con materiales no contaminantes, energía solar y manejo adecuado de las basuras. Sueñan con viviendas ecológicamente sustentables a partir de adobe, guadua y otros materiales de reutilización, letrina seca, recolección de aguas lluvias, sistema de energías solar y eólica, con proyectos pedagógicos de formación socio ecológica para la comunidad, con viveros y huertas comunitarias que puedan apoyar los procesos de restauración de la estructura ecológica nativa y con procesos comunitarios de turismo, que brinden un apoyo de corte económico a las familias que habitan los territorios. Este nuevo proyecto pretende diseñar y presentar acciones populares para defender los derechos colectivos y estudiar la posibilidad de pedir medidas cautelares de protección contra el desalojo en instancias internacionales como en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Estas propuestas de Provivienda se inspiran en los principios enunciados en el acuerdo final firmado entre el gobierno nacional y las FARC-EP, sobre el enfoque territorial y de participación ciudadana. En este se reconocen las necesidades de los territorios y las comunidades para garantizar la sostenibilidad socio ambiental, con la participación activa de la ciudadanía como fundamento de todos los acuerdos y garantía de transparencia.

Ahora bien, como complemento de la Reforma Agraria Integral y en la perspectiva de una paz estable y duradera, Provivienda propone que estos postulados sean válidos para el campo y para el área urbana. Teniendo en cuenta que el 8o % de la población colombiana reside en las ciudades, deberá impulsarse con amplios sectores sociales la elaboración de un proyecto de Reforma Urbana Integral con un ordenamiento territorial que garantice la democratización del acceso a la vivienda y la preservación del medio ambiente.

En síntesis, el objetivo de Provivienda es estar al lado de las comunidades, defender lo conquistado con tanto esfuerzo, generar procesos organizativos alternativos y de formación política, promover la participación en espacios urbanos para debatir sobre el reordenamiento territorial democrático sin especulación inmobiliaria, que hagan posible el derecho a la ciudad en condiciones de vida digna para todos.

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Artículo derivado de la tesis titulada Colonos, comunistas, alarifes y fundadores: una historia de la Central Nacional Provivienda CNAPROV (1959-2016), desarrollada en el Doctorado en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI).
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barrios ilegales, Central Nacional Provivienda (Cenaprov), desplazamiento forzado, movimiento social-político, posconflicto, viviendistas
Esta es una modalidad de ahorro colectivo de los afiliados para la compra de predios rurales aledaños a las ciudades.
Los "urbanizadores piratas" son negociantes que venden predios ilegalmente y engañan a los compradores populares.
Más adelante se explica la colonización popular constitutiva del proceso de ur banización en Colombia.
Este paradigma presupone la separación sujeto/objeto y establece la cuantificación de la realidad, como la principal forma de conocimiento. Por el contrario, las epistemologías del sur reconocen la inclusión de conocimientos diferentes a los predominantes, como un aporte a la superación del epistemicidio de los saberes populares.
Fascismo societario es un concepto utilizado por Boaventura de Sousa Santos (2012) para denominar un régimen político contemporáneo que funciona con un Estado en apariencia "democrático", pero en el cual amplios sectores so ciales de su población son excluidos y privados del derecho a tener derechos.
Estas ciudades fueron Bogotá, Soacha, Medellín, Pereira, Cali, Villavicencio, Valledupar, Apartadó, Turbo y Chigorodó.
El Movimiento Unión Patriótica fue fundado en 1985 como espacio de convergencia de organizaciones populares y cívicas para apoyar el frustrado proceso de paz entre el gobierno de Belisario Betancur y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Este término es utilizado por Francisco Gutiérrez para denominar la anoma lía del régimen político "democrático" colombiano que presenta al mismo tiempo una extraordinaria estabilidad y niveles altísimos de represión políti ca con crímenes de Estado.

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Naranjo Botero, M. E. (2018). Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales. Revista Colombiana de Sociología, 41(1), 157–174. https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66673

ACM

[1]
Naranjo Botero, M.E. 2018. Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales. Revista Colombiana de Sociología. 41, 1 (ene. 2018), 157–174. DOI:https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66673.

ACS

(1)
Naranjo Botero, M. E. Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales. Rev. colomb. soc. 2018, 41, 157-174.

ABNT

NARANJO BOTERO, M. E. Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales. Revista Colombiana de Sociología, [S. l.], v. 41, n. 1, p. 157–174, 2018. DOI: 10.15446/rcs.v41n1.66673. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/66673. Acesso em: 25 abr. 2024.

Chicago

Naranjo Botero, Marìa Elvira. 2018. «Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales». Revista Colombiana De Sociología 41 (1):157-74. https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66673.

Harvard

Naranjo Botero, M. E. (2018) «Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales», Revista Colombiana de Sociología, 41(1), pp. 157–174. doi: 10.15446/rcs.v41n1.66673.

IEEE

[1]
M. E. Naranjo Botero, «Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales», Rev. colomb. soc., vol. 41, n.º 1, pp. 157–174, ene. 2018.

MLA

Naranjo Botero, M. E. «Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales». Revista Colombiana de Sociología, vol. 41, n.º 1, enero de 2018, pp. 157-74, doi:10.15446/rcs.v41n1.66673.

Turabian

Naranjo Botero, Marìa Elvira. «Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales». Revista Colombiana de Sociología 41, no. 1 (enero 1, 2018): 157–174. Accedido abril 25, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/66673.

Vancouver

1.
Naranjo Botero ME. Aportes de los viviendistas colombianos a la paz en el posacuerdo: un ejercicio de Investigación Acción Participativa con fundadores barriales. Rev. colomb. soc. [Internet]. 1 de enero de 2018 [citado 25 de abril de 2024];41(1):157-74. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/66673

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