Publicado

2018-01-01

"Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar": Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica

“Wayfarer, there is no path, you make the path as you go”: Participatory Action Research and its implications in practice

“Caminhante, não há [um só] caminho, o caminho se faz ao caminhar”: Pesquisa-Ação Participativa e suas repercussões na prática

DOI:

https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66616

Palavras-chave:

bienestar, educación no formal, Investigación Acción, Investigación Participante (es)
well-being, informal education, Action Research, Participant Research. (en)
bem-estar, educação não formal, Pesquisa-Ação, Pesquisa Participante. (pt)

Autores

  • Arely Anahy Paredes Chi Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Ciudad de México, México https://orcid.org/0000-0001-8010-3808
  • María Teresa Castillo Burguete Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Ciudad de México, México

En este artículo argumentamos que persiste la confusión sobre lo que es e implica realizar Investigación Acción Participativa (IAP), dado que otros conceptos afines como Investigación Participativa (IP) e Investigación Acción (IA) son empleados para nombrar la propuesta metodológica y pedagógica a la que se refiere el maestro Orlando Fals Borda. En este sentido, proponemos definir para establecer el proceder metodológico que implica unión entre teoría y práctica, reflexión, planeación, acción, educación, transformación, bienestar individual y comunal, y valores sociales. Además del análisis teórico, presentamos la experiencia obtenida con una comunidad costera de Yucatán, México, en la que implementamos la iap. Este trabajo empírico permitió reflexionar sobre nuestro entendimiento, mostrar caminos para desarrollar la metodología y presentar algunos resultados.
A partir de lo anterior, evaluamos esa experiencia para identificar las repercusiones en el bienestar con base en las percepciones de los participantes. Los métodos cualitativos
empleados fueron un estudio de caso y técnicas tales como pruebas de rendimiento, entrevistas semiestructuradas, observación participante y grupo focal. Los resultados
muestran que la participación conjunta entre investigadores comunitarios (facilitadores) y académicos (acompañantes) permitió diseñar y construir un prototipo de palafito que
pone a salvo de inundación a sus moradores y los hace sentir seguros en época de huracanes, uno de los mayores riesgos de esa comunidad. Estos logros se alcanzaron mediante
un proceso de enseñanza-aprendizaje en el cual los investigadores comunitarios iniciales enseñaron a los nuevos miembros aspectos relacionados con la IAP, sus características
y pasos, conceptos sobre construcción de vivienda, durabilidad, relevancia del trabajo conjunto y comunicación. Este artículo finaliza con la reflexión acerca de la importancia de aprender y hacer camino al andar —bajo el entendimiento de que no existe solo un camino— con los participantes de las comunidades, con quienes enfrentamos las problemáticas de investigación identificadas a nivel grupal. Así las cosas, sea que le llamemos IAP, IP o IA, es muy importante tener siempre presente las bases filosóficas, axiológicas y empíricas de este tipo de investigación. 

In this article we argue that it persists some disagreement on what Participatory Action Research (PAR) is and what its practice implies given that other related concepts such as Participatory Research (PAR) and Action Research (AR) are used to name Orlando Fals Borda’s methodological and pedagogical proposal. In this sense, we aim to establish
the methodological procedure underlying the union of theory and practice, reflection, planning, action, education, transformation, individual and community welfare and social
values. In addition to the theoretical analysis, we present the experience obtained with a coastal community of Yucatan, Mexico, in which we implemented par. This empirical
work allows us to reflect on our understanding, show paths to develop the methodology and present some results. Within this framework, based on the participants’ perceptions, we evaluate this experience to identify its implications in terms of welfare. The qualitative methods applied in this research were a case study as well as research techniques such as performance tests, semi-structured interviews, participant observation and focus group. The results show that the joint participation between community researchers (facilitators) and academic researchers (project partners) led to the design and construction of a stilt-house to protect inhabitants from floods and ensure their safety during the hurricane season, one of the greatest risks for the community. These achievements were attained through a two-way process embracing both teaching and learning along which the already trained community researchers taught new members about a number of aspects related to par, such as its methodological characteristics and steps, ideas on housing construction, durability, relevance of joint work and communication. This article ends up with a
reflection on the importance of learning and making paths while going —keeping in mind that not only one path exists— with participants from the community, with whom we face
group-level research problems. Whether we call it par, pr, or ar, we must always keep in mind the philosophical, axiological and empirical bases of this type of research. 

Neste artigo, argumentamos que persiste a confusão sobre o que é e o que implica realizar Pesquisa-Ação Participativa (PAP), tendo em vista que outros conceitos afins como Pesquisa Participativa (PP) e Pesquisa-Ação (PA) são utilizados para nomear a proposta metodológica e pedagógica à qual se refere o mestre Orlando Fals Borda. Nesse sentido, propomos definir seu conceito para estabelecer o proceder metodológico que implica a união entre teoria e prática, reflexão, planejamento, ação, educação, transformação, bem-estar individual e comunitário, e valores sociais. Além da análise teórica, apresentamos a experiência obtida com uma comunidade litorânea de Yucatán (México), na qual implantamos a pap. Esse trabalho empírico permitiu refletir sobre nosso entendimento, mostrar caminhos para desenvolver a metodologia e apresentar alguns resultados. A partir disso, avaliamos essa experiência para identificar repercussões no bem-estar com base nas percepções dos participantes. Os métodos qualitativos empregados foram um estudo de caso e técnicas como testes de desempenho, entrevistas  semiestruturadas, observação participante e grupo focal. Os resultados mostram que a participação conjunta entre pesquisadores comunitários (facilitadores) e acadêmicos (acompanhantes) possibilitou desenhar e construir um protótipo de palafita, que deixa a salvo de inundação moradores e os faz sentir seguros em épocas de furacões, um dos maiores riscos dessa comunidade. Essas conquistas foram alcançadas mediante um processo de ensino-aprendizagem no qual os pesquisadores comunitários iniciais ensinaram aos novos membros aspectos relacionados com a pap, suas características e passos, conceitos sobre construção de moradia, durabilidade, relevância do trabalho conjunto e comunicação. Este artigo finaliza com a reflexão sobre a importância de aprender e fazer o caminho ao caminhar — sob o entendimento de que não há um só caminho — com os participantes das comunidades, com os quais enfrentamos as problemáticas de pesquisa identificadas no âmbito grupal. Assim, não é relevante a forma que chamamos: pap, pp ou pa, mas sim é muito importante ter sempre presentes as bases filosóficas, axiológicas e empíricas desse tipo de pesquisa.

Recibido: 22 de julio de 2017; Aceptado: 22 de septiembre de 2017

Resumen

En este artículo argumentamos que persiste la confusión sobre lo que es e implica realizar Investigación Acción Participativa (IAP), dado que otros conceptos afines como Investigación Participativa (IP) e Investigación Acción (IA) son empleados para nombrar la propuesta metodológica y pedagógica a la que se refiere el maestro Orlando Fais Borda. En este sentido, definimos los conceptos, analizamos diferencias y similitudes para establecer que se refieren al proceder metodológico que implica unión entre teoría y práctica, reflexión, planeación, acción, educación, transformación, bienestar individual y comunal, y valores sociales. Además del análisis teórico, presentamos la experiencia obtenida con una comunidad costera de Yucatán, México, en la que implementamos la IAP. Este trabajo empírico permitió reflexionar sobre nuestro entendimiento, mostrar caminos para desarrollar la metodología y presentar algunos resultados. A partir de lo anterior, evaluamos esa experiencia para identificar las repercusiones en el bienestar con base en las percepciones de los participantes. Los métodos cualitativos empleados fueron un estudio de caso y técnicas tales como pruebas de rendimiento, entrevistas semiestructuradas, observación participante y grupo focal. Los resultados muestran que la participación conjunta entre investigadores comunitarios (facilitadores) y académicos (acompañantes) permitió diseñar y construir un prototipo de palafito que pone a salvo de inundación a sus moradores y los hace sentir seguros en época de huracanes, uno de los mayores riesgos de esa comunidad. Estos logros se alcanzaron mediante un proceso de enseñanza-aprendizaje en el cual los investigadores comunitarios iniciales enseñaron a los nuevos miembros aspectos relacionados con la IAP, sus características y pasos, conceptos sobre construcción de vivienda, durabilidad, relevancia del trabajo conjunto y comunicación. Este artículo finaliza con la reflexión acerca de la importancia de aprender y hacer camino al andar -bajo el entendimiento de que no existe solo un camino- con los participantes de las comunidades, con quienes enfrentamos las problemáticas de investigación identificadas a nivel grupal. Sea que le llamemos IAP, IP o IA, es muy importante tener siempre presente las bases filosóficas, axiológicas y empíricas de este tipo de investigación.

Palabras clave:

bienestar, educación no formal, Investigación Acción, Investigación Participante.

Abstract

In this article we argue that it persists some disagreement on what Participatory Action Research (PAR) is and what its practice implies given that other related concepts such as Participatory Research (PR) and Action Research (AR) are used to name the methodological proposal that Orlando Fals Borda refers. In this sense, we aim to establish the methodological procedure underlying the union of theory and practice, reflection, planning, action, education, transformation, individual and community welfare and social values. In addition to the theoretical analysis, we present the experience obtained with a coastal community of Yucatan, Mexico, in which we implemented PAR. This empirical work allows us to reflect on our understanding, show paths to develop the methodology and present some results. Within this framework, based on the participants' perceptions, we evaluate this experience to identify its implications in terms of welfare. The qualitative methods applied in this research were a case study as well as research techniques such as performance tests, semi-structured interviews, participant observation and focus group. The results show that the joint participation between community researchers (facilitators) and academic researchers (project partners) led to the design and construction of a stilt-house to protect inhabitants from loods and ensure their safety during the hurricane season, one of the greatest risks for the community. These achievements were attained through a two-way process embracing both teaching and learning along which the already trained community researchers taught new members about a number of aspects related to PAR, such as its methodological characteristics and steps, ideas on housing construction, durability, relevance of joint work and communication. This article ends up with a relection on the importance of learning and making paths while going -keeping in mind that not only one path exists- with participants from the community, with whom we face group-level research problems. Whether we call it PAR, PR, or AR, we must always keep in mind the philosophical, axiological and empirical bases of this type of research.

Keywords:

Action Research, informal education, Participant Research, well-being.

Resumo

Neste artigo, argumentamos que persiste a confusão sobre o que é e o que implica realizar Pesquisa-Ação Participativa (PAP), tendo em vista que outros conceitos afins como Pesquisa Participativa (PP) e Pesquisa-Ação (PA) são utilizados para nomear a proposta metodológica e pedagógica à qual se refere o mestre Orlando Fals Borda. Nesse sentido, propomos definir seu conceito para estabelecer o proceder metodológico que implica a união entre teoria e prática, reflexão, planejamento, ação, educação, transformação, bem-estar individual e comunitário, e valores sociais. Além da análise teórica, apresentamos a experiência obtida com uma comunidade litorânea de Yucatán (México), na qual implantamos a PAP. Esse trabalho empírico permitiu refletir sobre nosso entendimento, mostrar caminhos para desenvolver a metodologia e apresentar alguns resultados. A partir disso, avaliamos essa experiência para identificar repercussões no bem-estar com base nas percepções dos participantes. Os métodos qualitativos empregados foram um estudo de caso e técnicas como testes de desempenho, entrevistas semiestruturadas, observação participante e grupo focal. Os resultados mostram que a participação conjunta entre pesquisadores comunitários (facilitadores) e acadêmicos (acompanhantes) possibilitou desenhar e construir um protótipo de palafita, que deixa a salvo de inundação moradores e os faz sentir seguros em épocas de furacões, um dos maiores riscos dessa comunidade. Essas conquistas foram alcançadas mediante um processo de ensino-aprendizagem no qual os pesquisadores comunitários iniciais ensinaram aos novos membros aspectos relacionados com a PAP, suas características e passos, conceitos sobre construção de moradia, durabilidade, relevância do trabalho conjunto e comunicação. Este artigo finaliza com a reflexão sobre a importância de aprender e fazer o caminho ao caminhar - sob o entendimento de que não há um só caminho - com os participantes das comunidades, com os quais enfrentamos as problemáticas de pesquisa identificadas no âmbito grupai. Assim, não é relevante a forma que chamamos: PAP, PP OU PA, mas sim é muito importante ter sempre presentes as bases filosóficas, axiológicas e empíricas desse tipo de pesquisa.

Palavras-chave:

bem-estar, educação não formal, Pesquisa-Ação, Pesquisa Participante.

Antecedentes: los conceptos de Investigación Participativa (İP), Investigación Acción (IA) e Investigación Acción Participativa (IAP)

A partir de la revisión bibliográfica y de las presentaciones en foros académicos identificamos que los investigadores emplean tres conceptos para referirse a la propuesta metodológica y pedagógica promovida por el maestro Orlando Fals Borda: IP, IA e IAP. En el Congreso Action Research Network of the Americas (ARNA 2017), algunos participantes usaron estos conceptos de manera indistinta y otros los diferenciaron. Fals Borda usaba IAP e İP de manera indistinta, refiriéndose a una familia de investigación acción, que retomó del concepto triangular de IA de Kurt Lewin y Sol Tax (Fals Borda, 2001).

Colegas interesados en incursionar en el campo expresan que no tienen claro si entre estos términos hay diferencia o no. Por ello es relevante clarificar su significado y reflexionar sobre la manera en que los entendemos, para analizar el camino recorrido con la implementación de estas propuestas y los resultados obtenidos con esas reflexiones. En primer lugar, definiremos cada concepto, luego presentaremos experiencias sobre nuestra práctica y, por último, analizaremos los resultados obtenidos.

Definiciones de IP, IA e IAP

La IP es definida como

un enfoque en la investigación social mediante el cual se busca la plena participación de la comunidad en el análisis de su propia realidad con el objeto de promover la participación social para el beneficio de los participantes en la investigación. (De Witt y Gianotten, 1989, p. 240)

Para Yopo (1984) la IP se caracteriza por visualizar la realidad como una totalidad. Procura la unidad entre teoría y práctica, uniendo el trabajo científico y el popular.

Hall (1981) caracteriza la IP como aquella en la cual el problema a investigar es definido, analizado y resuelto por la comunidad. En este sentido, el objetivo de la IP es transformar la realidad social y mejorar el nivel de vida de los participantes, mediante su participación plena y activa en el proceso. Así mismo, Hall afirma que la IP incluye grupos de personas sin poder: explotados, pobres, oprimidos y marginados, con el propósito de crear en ellos conciencia de sus recursos, motivándolos para desarrollar confianza en sí mismos. En este proceso se involucran investigadores partícipes y aprendices comprometidos.

Según lo expuesto identificamos que la IP es una metodología de investigación que difiere de la convencional, al involucrar a quienes viven las problemáticas en la producción y análisis de su realidad, con el propósito de repercutir positivamente en su bienestar a través de un proceso de enseñanza-aprendizaje en la acción.

De manera similar a lo definido para la IP, Bradbury (2010, p. 93) conceptualiza la IA como:

una orientación hacia la creación de conocimiento que surge en un contexto de práctica y requiere que los investigadores trabajen con los participantes. A diferencia de las ciencias sociales convencionales, su propósito no es primordial o únicamente comprender los arreglos sociales, sino también efectuar el cambio deseado como un camino para generar conocimiento y empoderar a las partes interesadas. (Traducción libre)

La autora caracteriza la IA de la siguiente manera: a) se realiza en el contexto en el que ocurren los hechos, b) es necesario involucrarse con una organización o grupo del lugar para trabajar con los afectados por la problemática y c) estos últimos son parte central del proceso. Las acciones en campo se planean en ciclos de acción-reflexión sobre cómo se desarrollan los procesos de cambio y el impacto de la intervención, para cumplir con el objetivo y evitar perder tiempo. La IA implica familiarizarse con los participantes y mantener interés en fortalecer un conjunto de habilidades para planear o dirigir talleres que inviten a crear conocimiento.

Reason y Bradbury (2008) describen la IA como un proceso participativo y democrático para desarrollar saber práctico orientado a la búsqueda de propósitos humanos valiosos, fundamentado en una cosmovisión participativa que emerge en un momento histórico determinado. La IA pretende reunir la acción y la reflexión, la teoría y la práctica, en la participación con otros para solucionar las preocupaciones urgentes y el florecimiento de individuos y comunidades.

McNiff (2017) recalca la importancia de la IA enmarcada en valores, toda vez que es realizada por seres humanos conscientes de sus acciones. Sobre este último aspecto, Green (2010) alerta sobre formas de participación incongruentes con los planteamientos de la IA, que no contribuyen al desarrollo de las comunidades. Según la participación señalada por la autora, los facilitadores tienen habilidades y conocen técnicas para ayudar a las personas a entender sus problemas y planear cómo afrontarlos. Para ello consideran las prioridades gubernamentales, pero no se visualizan como aprendices de la comunidad, ni reconocen su transformación personal como resultado del proceso. Por eso resulta importante esclarecer qué entendemos por participación y cómo la promovemos desde la IAP.

La IAP es definida como una metodología interesada en reconciliar teoría y práctica para desarrollar un pensamiento crítico y actuar para resolver problemas sociales (Mordock y Krasny, 2001). Torres (2017) enfatiza en que la IAP es una propuesta metodológica y pedagógica que supera la separación entre sujeto de estudio-objeto de conocimiento y enseñanza, lo que promueve una relación de reciprocidad simétrica. Este autor reconoce a investigadores e investigados, educadores y educandos como sentipensantes para el desarrollo grupal del conocimiento, hecho que implica la devolución sistemática de los resultados, combinando lenguajes narrativos y analíticos.

Kemmis y McTaggart (2005) presentan el proceso de la IAP como una espiral, señalando que para desarrollarla es necesario identificar, con una comunidad o grupo, un problema para analizar, elaborar un plan y actuar para afrontarlo. El proceso requiere observación, análisis y reflexión de los resultados para volver a desarrollar el ciclo, que también se expresa como ver, analizar y actuar (Castillo, Viga y Dickinson, 2008).

Diferencias γ similitudes entre los tres conceptos

Entre las diferencias identificamos que el término IP sugiere mayor énfasis en la participación plena de los miembros del grupo, mientras que el concepto IA pareciera enfatizar más en la acción. Sin embargo, las definiciones señalan que İP e IA se refieren a la misma propuesta metodológica. A diferencia de İP e IA, la noción IAP reúne participación y acción, lo que constituye una Alternativa conceptual para la metodología que involucra teoría, práctica, participación, colaboración, educación, emancipación, crítica, reflexión y acción. Coincidimos con Morales (2016) en que los puntos comunes entre la IA y la IAP son participación activa, objetivos flexibles, alto compromiso de los participantes y aprendizaje activo. Estos son los mismos elementos clave incluidos en la IP, por ello identificamos que los tres conceptos convergen en la propuesta referida por el maestro Fals Borda.

El análisis de Morales (2016) al contexto escolar sugiere diferencias entre IA e IAP. Este autor indica que la IA se asocia con la investigación desarrollada por un grupo de docentes que se organiza en subgrupos para investigar, elevar la calidad de su práctica educativa y mejorar su desarrollo profesional. Por su parte, la IAP se presenta cuando los docentes tienen apoyo de un grupo de investigadores académicos para desarrollar su estudio. Desde nuestra experiencia, İP o IAP son indistintos cuando trabajamos con docentes interesados en investigar para transformar la realidad educativa, atendiendo problemáticas de su quehacer como educadores.

Caminando por los senderos de la IAP

Llamamos ip a la forma de trabajo desarrollada con una comunidad costera de Yucatán, México, inspiradas y guiadas por los trabajos de Fals Borda (1981), Rubín (1981), Yopo (1984), Hall (1981,1989), Rodríguez Brandão (1989), Vio Grossi (1989) y De Witt y Gianotten (1989). Otra fuente importante para nuestra comprensión de la IP es The Sage Handbook of Action Research en sus tres ediciones (Bradbury, 2015; Reason y Bradbury, 2008,2001).

A continuación presentamos algunas experiencias sobre la manera en que un grupo de investigadores, incluidas las autoras de este artículo, ponemos en práctica la IP y reflexionamos sobre los resultados obtenidos.

En 1990, investigadores del Departamento de Ecología Humana del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) y del Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán, México, iniciaron el proyecto Diagnóstico Ecológico, Social y de Salud (DESS), en dos comunidades rurales, financiado por la Agencia Canadiense para el Desarrollo, con el objetivo de:

Mejorar la salud y el bienestar de las comunidades estudiadas, mediante su participación activa en la formulación y evaluación de actividades y programas, tendientes a satisfacer necesidades identificadas de las comunidades y/o la resolución sostenible de problemas prioritarios identificados por el equipo de investigación. (Castillo et ál., 1997, p. 228)

Otro objetivo fixe "vincular a un grupo de investigación científica con las comunidades del municipio, para identificar y resolver problemas relevantes de estas y así contribuir a mejorar el nivel de vida de las poblaciones humanas" (Dickinson y Castillo, 2003, p. 53).

Castillo et ál. (1997) refieren que entre los objetivos del proyecto también se encontraba desarrollar, con la comunidad, lo que Bonfil (1996) llama una "cultura autónoma", que permitiera mejorar sus condiciones de vida. Según el autor, un grupo social logra ese estado cuando tiene poder de decisión sobre sus elementos culturales y es capaz de producirlos, adaptarlos, usarlos y reproducirlos para su beneficio.

Los investigadores del proyecto conceptualizan el bienestar como una expresión sintética de las condiciones en que una sociedad vive y se desarrolla. Factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, ecológicos, culturales y políticos contribuyen al bienestar comunitario, visto como la condición que un individuo o grupo tienen y disfrutan, que les permite desempeñar un rol y realizar actividades socialmente esperadas. Es un proceso cambiante, según tiempo y espacio, y debe ser evaluado desde diferentes puntos de vista, incluyendo los criterios y percepciones de los miembros de la comunidad (Dickinson y Ortega, 1994).

La investigación se realizó en El Puerto, una comunidad costera de 586 habitantes. La mayoría de la población es originaria del lugar, la tenencia de la tierra es ejidal, de uso comunal, y las familias habitan en sus propios predios. La pesca es la actividad productiva principal, le sigue la producción de coco, la extracción salinera y actividades ecoturísticas. Los investigadores académicos y algunos miembros de esta comunidad formaron el grupo Por un Puerto Mejor, integrado a partir de una convocatoria para trabajar en la solución de problemas identificados conjuntamente, tales como la falta de asistencia médica y de sanitarios, alcoholismo e inundación de viviendas en zonas de relleno. Los participantes colaboraron para identificar el problema, a partir de lo cual se originó un subproyecto en el cual se aplicó la metodología de IP. En el presente artículo nos enfocaremos en el problema de las inundaciones recurrentes.

En 1993 los investigadores del Cinvestav trabajaron con el grupo comunitario de El Puerto en la resolución específica de la inundación de las casas construidas en las zonas de relleno. El Puerto, asentado en una isla de barrera, por un lado tiene el mar y por el otro la laguna, por lo cual dispone de terreno limitado para el asentamiento, lo que conlleva el relleno de áreas lagunares. Al analizar soluciones, se concluyó que era imposible evitar que el nivel del agua subiera periódicamente. Las inundaciones son un problema originado por las condiciones ambientales, las prácticas de expansión urbana y la construcción de viviendas en zonas inundables.

En 1995 hubo inundaciones severas, ocasionadas por los huracanes Opalo y Roxana. Una de las participantes del grupo mencionó: "Estoy fastidiada de que mi casa se inunde a cada rato. Voy a hacer un palafito" (Ama de casa, 1995,24 de octubre). Los demás le preguntaron qué era un palafito y ella respondió que era una casa alta que había visto en la televisión (Dickinson y Castillo, 2003). A partir del comentario, los investigadores analizaron la propuesta utilizando la ip, con lo cual se logró lo que más adelante sería el proyecto de investigación "Innovando para vivir mejor: diseño, construcción y seguimiento de un palafito" para preservar los ecosistemas lagunares costeros en Yucatán (Proyecto Palafito).

En el proyecto se proponía diseñar un prototipo de vivienda para resolver problemas de inundación en zonas de relleno de la costa yucateca, que también buscaba vincular el conocimiento científico y el popular. En este sentido, el proyecto (Dickinson, 1997) incluyó la participación de los futuros usuarios, a quienes se les aseguró que el palafito, además de ser cómodo y tener un precio accesible, incorporaría los usos, costumbres y expectativas de la población beneficiaria. Se contó también con la participación de diseñadores, comunicadores, arquitectos, antropólogos, ecólogos humanos, educadores, físicos, biólogos, psicólogos e ingenieros, junto con los miembros de la comunidad que respondieron a la convocatoria para construir y hacer seguimiento a los palafitos. A los integrantes de la comunidad que respondieron al llamado los nombraremos Grupo Palafito. Cabe aclarar que no toda la comunidad participa en las convocatorias externas (Castillo, Viga y Pérez, 2003), muestra de ello es que a las reuniones del proyecto DESS 188 asistieron al menos a una. Algunos miembros de la población tomaron parte del proceso inicialmente con la expectativa de obtener apoyo gubernamental, pero dejaron de asistir al percatarse de que no lo obtendrían.

En la primera parte del proyecto, los investigadores académicos y los participantes de la comunidad fueron capacitados en la metodología de IP, para lograr un trabajo coordinado. El Proyecto Palafito se llevó a cabo entre julio de 1999 y noviembre del 2002, y fue desarrollado en siete etapas: convocatoria, capacitación, diseño, construcción, organización, refuerzo de la capacitación y emergencia (Dickinson y Castillo, 2003). Como resultado de esas etapas los participantes construyeron tres palafitos y se formalizaron como una asociación civil (en lengua maya Na Maalo Menta Hani, casa alta y fuerte) para tener personalidad jurídica, construir más palafitos o mejorar sus viviendas. Dado que la IP implica un proceso de enseñanza-aprendizaje, se esperaba que los integrantes de la comunidad obtuvieran conocimientos relacionados con esta forma de trabajo. Por ello nos propusimos identificar y evaluar los conocimientos obtenidos al permanecer en el Proyecto Palafito, como un proceso de educación no formal, y evaluamos cómo repercutieron estos en el bienestar comunitario.

Metodología para La evaluación

Para lograr los objetivos realizamos un estudio de caso, que incluyó un análisis del proceso de educación no formal en El Puerto. Desarrollamos este trabajo desde una perspectiva cualitativa, para interpretar y comprender el problema de estudio (Denzin y Lincoln, 1994; Taylor y Bogdan, 1996). Para evaluar los conocimientos planeamos el desarrollo del estudio en dos etapas.

En la primera etapa el personal adscrito al Proyecto Palafito obtuvo entrenamiento sobre la metodología de IP y la desarrolló. Los investigadores invitaron a las personas de casa en casa, visitaron las agrupaciones sociales, repartieron volantes y fijaron carteles (Castillo et ál., 2008) sobre el proyecto. A la convocatoria respondió un grupo de personas a quienes les explicaron el proyecto, sus objetivos, la necesidad de conocer sobre IP y la forma de operar. Se trataba de usarla como forma de trabajo comunitario. Antes del entrenamiento los investigadores académicos evaluaron el conocimiento que los participantes de la comunidad tenían sobre IP, administrando una prueba diagnóstica de rendimiento (Aiken, 1996), un primer acercamiento a la forma de evaluar. Después se impartió el curso de IP y, al finalizarlo, nuevamente los participantes de la comunidad contestaron la misma prueba para identificar los conocimientos adquiridos como resultado del curso. Llamaremos a estos dos momentos de obtención de información: fases 1 y 2 de evaluación, respectivamente. Los participantes de la fase 1 tomaron el curso de capacitación en IP y fueron evaluados en la fase 2, formaron un grupo integrado por doce personas, de los cuales siete dejaron el proceso y cinco permanecieron hasta el final del proyecto, estos últimos conformaron el Grupo Uno. Seis mujeres y un hombre dejaron de participar, ellas argumentaron que no tenían tiempo para continuar. La mayoría de las mujeres se dedica a las labores del hogar y desempeñan actividades comerciales. Priorizaron la realización de sus actividades y ocuparon su tiempo en las que consideraron más importantes, de mayor urgencia o coincidían en horario con las del grupo. Entre estas actividades están: realizar fajinas en la escuela de sus hijos, coser ropa, atender al esposo, laborar en empleos y estudiar en otra comunidad. El hombre que dejó el grupo argumentó que la hora de reunión coincidía con su horario como pescador. La información obtenida por miembros del Proyecto Palafito indica que hubo discrepancias entre los participantes y por eso algunos dejaron de asistir. Después del curso de IP, se incorporaron once personas al grupo y al trabajo de diseño del prototipo del palafito que, aunadas a las cinco que permanecieron, son el Grupo Dos, quienes integraron la asociación civil Na Maalo Menta Hani.

En la segunda etapa contactamos de nuevo a los dos grupos de la primera etapa para conocer sus motivaciones al participar, permanecer, dejar de asistir al grupo o, en su caso, incorporarse. También identificamos los conocimientos obtenidos en el proyecto. Consideramos esta segunda etapa como la fase 3 del proceso de evaluación. Para quienes estuvieron en el curso, utilizamos los resultados de las pruebas de rendimiento y técnicas como entrevistas enfocadas o centradas y observación participativa. Con quienes se incorporaron después del curso utilizamos los reactivos contenidos en los instrumentos de la fase 1 y 2, pero en forma de entrevista. Al analizar los resultados del Grupo Uno aprendimos que los participantes no estaban familiarizados con el uso de instrumentos de ese tipo y no tendrían por qué estarlo, al no ser una actividad habitual para ellos y también debido a su bajo nivel de escolaridad, por lo cual les resultó difícil resolver el formato. En las entrevistas incluimos preguntas sobre cómo se lleva a cabo la participación en el grupo, la forma de trabajo y otras que, desde la perspectiva de los participantes, dieran cuenta de los conocimientos que adquirieron y la vía de obtención de estos.

El tipo de muestreo fue intencional o dirigido, porque nos permitía elegir a las personas que proporcionaran mayor y mejor información acerca del problema de estudio (Mayan, 2001). Los criterios de selección fueron: la asistencia a más del 50 % de las sesiones del curso de capacitación en metodología de IP y haber contestado las pruebas de rendimiento. Se incorporó a quienes integran la asociación civil, con un total de dieciséis participantes.

Para el objetivo de evaluar cómo los conocimientos obtenidos repercuten en el bienestar de los miembros de El Puerto, trabajamos con un grupo de once pobladores que habían participado en más del 50 % del total de las sesiones realizadas como grupo de IP. También incluimos a once miembros de El Puerto que no participaron en el proyecto para comparar los aspectos que señalaremos enseguida.

Los pasos que seguimos para esto fueron:

  1. Identificamos el concepto que los habitantes de El Puerto tienen sobre bienestar. Para este punto preguntamos a los dos grupos de estudio su concepto de bienestar, no de manera directa, sino mediante preguntas como: ¿qué es lo más importante en su vida?, ¿cuándo considera que está en problemas o que ha salido adelante?

  2. Identificamos y evaluamos qué conocimientos obtuvieron los participantes como resultado de su experiencia en el proyecto de IP. En este punto le preguntamos al grupo para qué consideran que les sirvió participar en el proyecto. Pedimos que reconstruyeran el proceso desarrollado y describieran cómo resolvieron los problemas que identificaron durante este. También les planteamos situaciones problemáticas encaminadas a identificar el aprendizaje y utilizar los conocimientos sobre IP para resolverlas. Por ejemplo, les preguntamos cómo afrontan las temporadas de pesca malas u otros problemas propios del contexto comunitario.

  3. A quienes no participaron, les preguntamos cuál era su opinión sobre el proyecto de IP, qué sabían de él, por qué no participaban y cómo beneficia el trabajo del proyecto a la comunidad. Les pedimos resolver las mismas situaciones problemáticas expuestas a los participantes, para identificar entre ambos posibles diferencias en la solución de problemas.

  4. Pedimos a ambos grupos analizar si lo obtenido a partir del proyecto de IP repercutía o no en su bienestar. Para ello hicimos preguntas tales como: ¿le sirvió de algo haber participado en el proyecto?, ¿a su comunidad le sirvió de algo que hubieran hecho el proyecto en El Puerto? También consideramos los resultados obtenidos en la resolución de las situaciones problemáticas.

  5. A través de la técnica del grupo focal analizamos qué aprendieron al participar en grupos comunitarios, así como su utilidad, para identificar cuáles conocimientos o resultados se debían a su participación en el proyecto de IP y cuáles no.

Resultados

"Durante todo el tiempo que he participado aprendí..."

Uno de los aprendizajes expresados por los participantes del proyecto fue cómo convivir con los demás. Explicaron que al asistir tuvieron la oportunidad de aprender a "llevarse bien" con sus familiares o vecinos y mejoraron el trato hacia los demás y eso les permitió "estar comunicados para que las cosas funcionen bien" refiriéndose por "cosas" a los trabajos conjuntos que realizan en el grupo. Otros consideraron haber obtenido conocimientos relacionados con la construcción de palafitos y expresaron:

Yo aprendí la forma en que se puede construir una vivienda sólida, sin riesgo a inundaciones. (Comerciante, 2003,1 de noviembre)

Por ejemplo, todo eso de la salinidad yo no conocía, dicen que por el salitre se oxida, pues allá aprendí qué grados de salinidad tiene por esta parte de la ciénaga, del mar, qué tipo de materiales se pueden utilizar, a qué profundidad puedes poner los pilastrones: por lo del agua. (Ama de casa, 2003,19 de octubre)

Yo aprendí de los materiales, cuáles eran resistentes de la corrosión, qué material aguantaba más. (Estudiante, 2003,19 de octubre)

Los participantes manifestaron haber aprendido a seguir los pasos de ver, analizar y actuar para solucionar problemas de la comunidad y a trabajar unidos, o como grupo. Al respecto expresaron:

Aprendimos a estar juntos, aprendimos como grupo a solucionar los problemas que haya, aprendimos a ser autogestivas, autosuficientes, piensas que tú no puedes hacer cosas y sí puedes resolverlo. Hay cosas que puedes resolver tú y hay cosas que necesitas que sean en grupo, en comunidad. (Ama de casa, 2003,19 de octubre)

Aprendimos a trabajar unidos más que nada, porque a veces uno se encierra por sí mismo y quiere hacer las cosas y dice: ¡ah, qué me importa si no me ayudan los demás!, ¡lo voy a hacer! Pero no se trata de eso, sino de ser una comunidad, de vivir unidos, de que si mira: fulanito de tal necesita de tal cosa vamos a echarle la mano porque el día de mañana no sabemos si nosotros vamos a solicitar también. (Empleada, 2003,19 de octubre)

Hemos aprendido muchas cosas, que trabajando unidos se hacen mejor las cosas, que para hacer algo primero hay que ver, analizar y actuar antes de hacerlo, participar en todas las actividades. (Ama de casa y comerciante, 2003,18 de octubre)

Hemos aprendido a trabajar en equipo, a que la opinión de todos cuenta y que como dicen, la unión hace la fuerza, si todos participamos salimos adelante. (Comerciante, 2003,1 de noviembre)

Los participantes consideraron haber aprendido conceptos relacionados con la IP y también sobre la construcción de vivienda. En la evaluación efectuada nos enfocamos en los primeros.

Con la prueba de rendimiento identificamos que los participantes obtuvieron conocimientos sobre conceptos de la IP, que expresaban principalmente a través de ejemplos (tablas 1, 2 y 3). Algunos también aprendieron sobre temas relacionados con la construcción de vivienda, como corrosión, salinidad y pilotes. Conocieron los conceptos y la metodología, y los pusieron en práctica durante la investigación, pero solo cinco continuaron durante todo el proceso, convirtiéndose en vía de aprendizaje para quienes llegaron posteriormente. El proceso de enseñanza-aprendizaje en el Grupo Palafito fue un proceso colectivo.

Tabla 1: Frecuencias y tipos de respuesta para investigación, participación, IP y pasos IP

Fuente: Proyecto evaluación de un proceso de educación no formal en El Puerto, Yucatán. Cinvestav (2003-2004).

Tabla 2: Frecuencias y tipos de respuesta sobre acompañante, facilitador, liderazgo múltiple, educación y proceso permanente y sistemático

Fuente: Proyecto evaluación de un proceso de educación no formal en El Puerto, Yucatán. Cinvestav (2003-2004).

Tabla 3: Respuestas de los participantes sobre qué es la IP

Fuente: Proyecto evaluación de un proceso de educación no formal en El Puerto, Yucatán. Cinvestav (2003-2004).

En las tablas 2 y 3 es notable que la mayoría de participantes reconoce que no toda la comunidad participa, sin embargo, todos se benefician por las gestiones del grupo, como la obtención de servicio médico en la localidad. Para 56,25 % todos pueden ser líderes y para 43,75 % no, sin profundizar sobre sus razones.

Palafitos para estar a salvo de inundaciones y sus repercusiones en el bienestar

Para identificar los elementos que influyen en el bienestar comunitario preguntamos: a) ¿cuándo considera que su comunidad está en problemas?, b) ¿cuál sería su "puerto ideal"?, c) ¿se cambiaría de residencia? y ¿por qué lo haría? y d) ¿cuándo considera que su comunidad se encuentra bien o "ha salido adelante"? Las respuestas permiten ver que, según los participantes, los elementos que influyen en el bienestar de su comunidad son: tener trabajo y un puerto limpio, tranquilo y sin conflictos. Para quienes no participaron son: tener trabajo, seguridad y protección en época de huracanes y tener un puerto limpio. Los elementos compartidos entre participantes y no participantes son: tener trabajo y un puerto limpio. De nuevo las semejanzas se deben a que tienen condiciones similares en su comunidad, ambos grupos quisieran una fuente de empleo permanente y consideran que al tener un puerto limpio habrá más turismo que el actual, y así aumentarán las fuentes de trabajo. Las diferencias en sus respuestas las encontramos en: tener un puerto tranquilo y sin conflictos o pleitos, para los participantes, y seguridad y protección en época de huracanes, para los no participantes. Ambos grupos expresaban de diferente forma los elementos que repercuten en el bienestar comunitario, pero existe una estrecha relación entre ellos porque parte de su tranquilidad está garantizada cuando tienen seguridad en época de huracanes.

Lo anterior da la pauta para identificar que la participación de los habitantes de El Puerto en el proyecto de IP contribuyó de forma positiva en su bienestar, dado que permitió a la utilización de los conocimientos adquiridos en su definición de bienestar. Como en 1995 hubo inundaciones por los huracanes Opalo y Roxana, los participantes analizaron el problema utilizando la IP, lo que dio lugar al proyecto "Innovando para vivir mejor: diseño, construcción y seguimiento de un palafito" para preservar los ecosistemas lagunares costeros en Yucatán.

Los palafitos constituyen un prototipo de vivienda que podría solucionar los problemas causados por las inundaciones y representan un lugar para resguardar pertenencias en época de huracanes. Participantes y no participantes indicaron que ante la alerta de huracán se van a la cabecera municipal para resguardarse, la mayoría lleva solo lo indispensable, documentos personales y ropa; sus demás pertenencias se quedan "a la bendición de Dios". Aunque los palafitos podrían utilizarse para resguardar sus pertenencias, este tipo de vivienda todavía resulta inaccesible para la mayoría de los habitantes de El Puerto, porque al tener una plataforma de cimentación sobre la cual se construyen resulta de un costo mayor que una vivienda convencional. Faltaría encontrar opciones para que los habitantes de la costa tengan acceso a ese tipo de vivienda.

Discusión. Reflexiones sobre nuestro entendimiento

Un factor relevante en las experiencias presentadas es el proceso reflexivo sostenido con los participantes, con quienes analizamos la situación comunitaria y sus conocimientos que, aunados a otros provenientes de la ciencia, pueden ayudar a solucionar sus problemas. En esta sección nos enfocaremos en nuestra comprensión sobre la metodología y su implementación.

Inicialmente utilizamos el término IP y actualmente empleamos el concepto IAP refiriéndonos a nuestra forma de trabajo. Similar a lo que Bradbury (2010) refiere como IA, la definimos y entendemos como una forma alternativa de hacer investigación, que va más allá de solo conocer o entender un fenómeno social. La investigación en El Puerto nos permitió conocer y entender la comunidad, cuya organización social parte de la familia, trabajamos con grupos e individuos a través de interacciones primarias, identificando juntos algunas problemáticas para solucionarlas.

Esta experiencia fue útil para corroborar, como lo plantean Reason y Bradbury (2008) y Hall (1981), que es posible trabajar juntos, investigadores académicos (acompañantes) y miembros de una comunidad (facilitadores) para resolver problemáticas que el grupo identifica, buscando mejorar el bienestar individual y comunal. Los palafitos representan una opción para estar a salvo de inundaciones y seguros en épocas de huracanes, importante para el bienestar comunal. Identificamos que la IAP facilita que la voz de los grupos menos favorecidos de El Puerto sea escuchada. Una señora dio la idea de construir palafitos y el grupo consideró que la opinión de todos cuenta. Por ello compartimos que se requiere de la participación voluntaria, comprometida y plena de los participantes -como lo indican De Witt y Gianotten (1989)- para incorporar las necesidades reales de la comunidad en los proyectos de este tipo. Participación implica no solo la presencia física, sino también el aporte de opiniones e ideas para solucionar los problemas. No todos los miembros de la comunidad participaron, aunque hubieran sido invitados, pero suelen dar sus opiniones a través de otras personas en las reuniones.

Como muestran nuestros resultados, en coherencia con los planteamientos de Bradbury (2010) y Torres (2017), esta forma de trabajo retoma un concepto educativo muy importante, se trata de un proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de los ámbitos no formales e informales de la educación, que incorpora aspectos de la educación popular y de adultos. Faltaría evaluar qué aprendieron los académicos en el proceso y cuáles fueron sus transformaciones, como se indica en Castillo et ál. (2015) y Castillo, García-Gómez, Castro-Borges y Dickinson (1997).

McNiff (2017) recalca que la práctica de IA debe estar enmarcada en valores, sin señalar cuáles. En el Grupo Palafito estuvieron presentes: solidaridad, respeto, confianza, empatia y compromiso social. Los pobladores locales los usan, como cuando decidieron a quién se le construiría el primer palafito, analizaron en equipo quién lo necesitaba más. Una señora dijo: "Chavito, lo necesita más, él vive en zona inundable, yo vivo en alto". Los demás estuvieron de acuerdo y la decisión se basó en las necesidades de los miembros del grupo. Así mismo, otro palafito sirve, en época de huracanes, para guardar pertenencias de la familia extensa de la dueña.

Los retos enfrentados durante el proceso son otro punto importante para esta reflexión final. Uno de ellos fue el institucional, ya que quienes financiaron los proyectos esperaban que desde la propuesta estuviera el diseño del palafito, pero eso no habría permitido incorporar en el plano las opiniones y necesidades de los participantes de la comunidad. Además, las autoridades académicas esperaban resultados a corto plazo, en publicaciones indizadas en el Journal Citation Report, y los procesos de IAP requieren tiempos de mediano y largo plazo.

Conclusiones

Argumentamos que falta esclarecer similitudes y diferencias entre IP, IA e IAP. Con las definiciones expuestas, concluimos que se refieren a la propuesta promovida por el maestro Fals Borda, que comparten elementos clave como: unión entre teoría-práctica, reflexión, planeación, acción, educación, transformación, bienestar individual y comunal, y valores sociales. Fals Borda usó de forma intercambiable el término IP e IAP, con base en el concepto triangular de IA de Kurt Lewin y Sol Tax. Esta propuesta, IP e LAP, nos inspiró para trabajar en mejorar el bienestar comunitario en la costa mexicana. Acompañantes y facilitadores identificamos problemáticas que afectaban al grupo, las cuales se analizaron y permitieron la elaboración de un plan de acción, los resultados se manifestaron en beneficios como los palafitos y otros intangibles como los conocimientos y capacidades desarrollados al participar grupalmente. Nos guiamos con los trabajos de autores como el maestro Fals Borda, sin encontrar en la literatura un solo camino sobre cómo desarrollar IAP en la práctica. Hicimos camino al andar, aprendimos con la gente y profundizamos en el entendimiento de lo que implica hacer lo que inicialmente llamamos IP y ahora IAP. La investigación cualitativa fue de gran ayuda para evaluar los resultados.

Finalmente, a los interesados en incursionar en esta área les recomendamos unirse a un grupo de IAP para aprender sobre qué, cómo y por qué la realizan y leer diversas experiencias. Mantenerse en reflexión mental y escrita permanente sobre lo que es e implica hacer IAP es de gran ayuda para aprender de la experiencia compartida por quienes llevan camino andado y para la valoración del sendero propio.

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Modificado de Antonio Machado (1997)
El artículo es resultado de la reflexión de las autoras al participar, por más de dos décadas, en diversas fases de proγectos de investigación que usaron la Investigación Acción Participativa (IAP) como metodología de trabajo desde la ecología humana, vinculando la investigación científica con el conocimiento popular de las poblaciones que buscan conocer su realidad para transformarla.
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Como Citar

APA

Paredes Chi, A. A. e Castillo Burguete, M. T. (2018). "Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar": Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica. Revista Colombiana de Sociología, 41(1), 31–50. https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66616

ACM

[1]
Paredes Chi, A.A. e Castillo Burguete, M.T. 2018. "Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar": Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica. Revista Colombiana de Sociología. 41, 1 (jan. 2018), 31–50. DOI:https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66616.

ACS

(1)
Paredes Chi, A. A.; Castillo Burguete, M. T. "Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar": Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica. Rev. colomb. soc. 2018, 41, 31-50.

ABNT

PAREDES CHI, A. A.; CASTILLO BURGUETE, M. T. "Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar": Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica. Revista Colombiana de Sociología, [S. l.], v. 41, n. 1, p. 31–50, 2018. DOI: 10.15446/rcs.v41n1.66616. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/66616. Acesso em: 26 jul. 2024.

Chicago

Paredes Chi, Arely Anahy, e María Teresa Castillo Burguete. 2018. “‘Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar’: Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica”. Revista Colombiana De Sociología 41 (1):31-50. https://doi.org/10.15446/rcs.v41n1.66616.

Harvard

Paredes Chi, A. A. e Castillo Burguete, M. T. (2018) “‘Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar’: Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica”, Revista Colombiana de Sociología, 41(1), p. 31–50. doi: 10.15446/rcs.v41n1.66616.

IEEE

[1]
A. A. Paredes Chi e M. T. Castillo Burguete, “‘Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar’: Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica”, Rev. colomb. soc., vol. 41, nº 1, p. 31–50, jan. 2018.

MLA

Paredes Chi, A. A., e M. T. Castillo Burguete. “‘Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar’: Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica”. Revista Colombiana de Sociología, vol. 41, nº 1, janeiro de 2018, p. 31-50, doi:10.15446/rcs.v41n1.66616.

Turabian

Paredes Chi, Arely Anahy, e María Teresa Castillo Burguete. “‘Caminante no hay [un solo] camino, se hace camino al andar’: Investigación Acción Participativa y sus repercusiones en la práctica”. Revista Colombiana de Sociología 41, no. 1 (janeiro 1, 2018): 31–50. Acessado julho 26, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/article/view/66616.

Vancouver

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