Comparación entre cuatro fertilizantes nitrogenados en maíz, en un suelo del Valle del Cauca, Colombia

La intoxicación presentada en las parcelas tratadas con los 200 kilos de nitrógeno elemental en las formas de sulfato de amonio y nitrato de amonio, probablemente se debió a una fuerte lluvia al segundo día de aplicado el fertilizante, pues dicha intoxicación se presentó a los dos días siguientes de la lluvia. Esto se relaciona con los trabajos de laboratorio que muestra que éstas fuentes fueron precisamente las de mayor velocidad de nitrificacíón. Tal vez se produjo una cantidad bastante grande de nitratos bajo el estímulo de la humedad, como para que sucediera dicho fenómeno. Debido a este disturbio las plantas de estos tratamientos sufrieron un retardo en el crecimiento con relación al resto de la población, que se manifestó en los rendimientos, pues con esta dosis de 200 kilos de nitrógeno elemental por hectárea la curva de producción descendió, como se puede apreciar en la figura N9. 3. Una pequeña variación que se presentó en algunas parcelas, en el rendimiento, con respecto a otras con el mismo tratamiento y la misma fuente, se debió tal vez a un pequeño cambio en el perfil del suelo en los sitios donde se encontraban localizadas las parcelas de bajo rendimiento, ya que a una profundidad de 1,10 metros en el sitio de esas parcelas se encontró una ligera capa de arena bastante floja y en los otros sitios a esa profundidad la capa era más pesada, por lo cual ayudó a conservar una mayor humedad que se hizo efectiva durante la sequía. El máximo rendimiento como se dijo se obtuvo con el sulfato de amonio para una aplicación de 150 kilos de nitrógeno elemental por hectárea con un total de 18,2 cargas por plaza (4.260 kilos por Ha.). El rendimiento en este caso se da en producción por plaza para facilitar el análisis de costos de producción, por cuanto 'Se tienen datos de producción por plaza usados por la Caja Agraria. A pesar de que se obtuvo con esta dosis el máximo de producción, estadísticamente no hubo diferencia significativa con respecto a la dosis de 50 kilos de nitrógeno elemental por hectárea de la misma fuente. Con ésta se obtuvo una producción de 15,3 cargas por plaza de 150 kilos cada una (3. 585 kilos por Ha). Se observa que no es económica la aplicación de una dosis mayor de 50 kilos, por cuanto el aumento que se obtuvo con 150 kilos de nitrógeno con relación a los 50 kilos es de 2,9 cargas que no compensan el valor del exceso de fertilizante. La figura N9. 4, muestra una gráfica de precipitación diaria por décadas a partir del primero de Abril, fecha en la cual se hizo la siembra. Si se observa dicha gráfica se verá que se tuvo un tiempo bastante desfavorable. Dicho gráfico muestra una fuerte sequía que tuvo lugar prácticamente a partir de la primera década de Junio. La sequía disminuyó la velocidad de nitrificación en el campo, y por esto no hubo condiciones favorables de humedad para que se llevaran a cabo los procesos de oxidación, fallando en esta forma el suministro de nitrógeno aprovechable a las plantas, durante el período crítico comprendido entre el espigamiento y el cuajamiento del grano. Debe agregarse que no se "le suministró agua al experimento por cuanto no se pudo usar equipo de riegos Les resultados concuerdan con lo sostenido por Raming y Koehler (21), quienes observaron, que los fertilizantes nitrogenados no dan los rendimientos esperados en tiempo de sequía aun cuando exista humedad al tiempo de la siembra, pero que si daban respuestas con relación a los testigos. A pesar de todos los inconvenientes de carencia de agua, la ganancia Obtenida con la dosis de 50 kilos de nitrógeno elemental en la forma de sulfato de amonio y por carga de 150 kilos, puede tenerse en cuenta si la fertilización nitrogenada se acompaña con programas de riegos. Los resultados de laboratorio presentaron una velocidad de nitrificación mayor para el sulfato de amonio, lo que justifica por qué esa fuente dio el mayor rendimiento.