Observaciones en una visita a algunos centros de enseñanza agronómica de SurAmérica

La tecnificación agrícola requiere un programa ambicioso y eficaz de investigación y la aplicación de los resultados al propio campo. Las dos fases requieren ingentes cantidades de personal eficientemente preparado. Aunque mucho podemos aprender de otros países en técnicas generales, los problemas específicos los tenemos que resolver aquí en nuestro propio medio y con nuestra propia gente. Nuestros suelos, nuestros climas, nuestras plantas y nuestros animales son diferentes a los ele otros países y los problemas que presentan son problemas locales que exigen nuestras propias soluciones. El personal que ha de abocar tales problemas no los hallará resueltos en ninguna otra parte y por eso es preciso establecer un programa ambicioso y eficaz de investigaciones. Con ellas, en ninguna otra parte Se prepararía mejor el personal que se necesita. Sin ellas, nunca habremos iniciado la solución de nuestros problemas. Para ponernos en este trabajo, necesitamos traer profesores y especialistas de experiencia en otros países, contar con terrenos y recursos bibliográficos y de laboratorios, crear un ambiente que haga pasable la vida de los especialistas que pensemos traer y que atraiga a nuestra juventud para dedicarse a la ciencia; debemos proveer al perfeccionamiento de los mejores de nuestros estudiantes, con vocación auténtica, en centros más adelantados; tenemos que ofrecerles un sistema de empleo que les permita progresar con el tiempo y por el mérito. Nuestras Facultades son núcleos fundamentales en este proceso y pedimos para ellas crédito y apoyo.