La internacionalización de la economía y la crisis de la democracia en América Latina

En la última década, la confianza en las instituciones democráticas de los países latinoamericanos ha sufrido un dramático deterioro. La credibilidad ciudadana en los congresos apenas si supera el i 5 por ciento y la del ejecutivo apenas si llega a 30 por ciento, para no hablar de los partidos políticos, que padecen los más altos niveles de desprestigio y sólo el 11 por ciento de los ciudadanos confía en ellos. Estas tendencias han ocurrido a pesar de los procesos de democratización y de reforma política y administrativa que emprendieron los países de la región en los años ochenta. En los países en donde regían dictaduras, se transitó hacia la democracia, y los países que tenían sistemas democráticos ampliaron aún más los espacios de participación política.
En algunas democracias como Colombia se realizaron profundas transformaciones que crearon nuevos derechos, al tiempo que se reformaron los sistemas electorales para facilitar una mayor representación política de las minorías y se introdujeron nuevos mecanismos de participación ciudadana. En otros países, las transformaciones fueron menos profundas, pero aun así se descentralizaron los poderes de la nación hacia las regiones y municipalidades, y se permitió la elección popular de alcaldes y gobernadores, como ocurrió en Venezuela.