Publicado

2023-12-15

“La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia

Interview with Rodrigo Llano-Isaza. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando”

Entrevista com Rodrigo Llano-Isaza. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando”

DOI:

https://doi.org/10.15446/historelo.v16n35.111621

Palabras clave:

Historiador, Historiografia, Academia Colombiana de Historia, Colombia (es)

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Rodrigo Llano es Académico de Número de la Academia Colombiana de Historia, institución en cuya Junta Directiva ha ocupado varios cargos. Nació en Medellín (Antioquia) en 1948, poco antes del Bogotazo, y se graduó en sus años mozos como Administrador de Negocios por la Universidad EAFIT, de este modo se entiende porque dedicó varios lustros a las ventas, el mercadeo y la promoción de proyectos en distintas ramas económicas en calidad de gerente y miembro de juntas directivas de varias empresas.

Recibido: 15 de julio de 2023; Aceptado: 25 de agosto de 2023

Rodrigo Llano es Académico de Número de la Academia Colombiana de Historia, institución en cuya Junta Directiva ha ocupado varios cargos. Nació en Medellín (Antioquia) en 1948, poco antes del Bogotazo, y se graduó en sus años mozos como Administrador de Negocios por la Universidad EAFIT, de este modo se entiende porque dedicó varios lustros a las ventas, el mercadeo y la promoción de proyectos en distintas ramas económicas en calidad de gerente y miembro de juntas directivas de varias empresas.

Paulatinamente, gracias a su talante académico, fue vinculándose a gremios como la Sociedad Económica de Amigos del País, la Academia Liberal de Historia, la Academia Colombiana de Historia y otras trece nacionales e internacionales en calidad de Académico Correspondiente, sin olvidarnos de su desempeño en presidencias y juntas directivas de un buen número de academias y centros de historia. Lo anterior es, sin duda, un mérito alcanzado gracias a su trabajo investigativo y como autor prolijo de la Historia del Partido Liberal Colombiano, entre otras líneas de investigación.

En su trasegar ha recibido, de igual modo, un sinnúmero de distinciones, reconocimientos, homenajes, escudos, ordenes al mérito y títulos por parte del Partido Liberal Colombiano, el Ejército de Colombia, Academias y Logias entre otros gremios. Sus más de cuarenta de publicaciones (artículos y libros), prólogos, y otras publicaciones como articulista de periódicos nacionales y regionales, además de su obra de vida, son con frecuencia los referentes principales de dichos reconocimientos.

Le conocí hace unos años gracias a su vínculo con la Asociación Colombiana de Historiadores y en el que evidencié su espíritu solidario y colaborativo con las gestiones administrativas y en pro de recursos en el marco de los denominados Congresos Colombianos de Historia. La franqueza y su don directo y abierto es una de sus virtudes, por lo que me motivo a hacerle la siguiente pregunta:

Teniendo en cuenta que su formación inicial es Administrador de Negocios, ¿Cómo y por qué lo atrapó la Historia?

He sido, toda mi vida, un enamorado de la historia, en primero de bachillerato [sexto grado] yo no presentaba exámenes de historia, estaba eximido. He sido un lector voraz de textos de historia, un apasionado por escudriñar papeles viejos y tratar de buscar la verdad de la Historia de Colombia y Universal y esto se lo debo a mi padre a quien le encantaba la Historia.

Mi primer libro fue la biografía de José María Carbonell, el chispero del 20 de julio de 1810, escrito en el que me demoré 15 años porque no encontraba fuentes originales, fue editado por Planeta Editores en 1997 y, aún, es el único libro que sobre Carbonell hay en la bibliografía colombiana. Cuando alguna vez leí los Grandes Conflictos Socio-Económicos de Nuestra Historia -libro sin bibliografía-, y vi muchas referencias a Carbonell, llamé al historiador y amigo Indalecio Liévano Aguirre, quien me recibió en su apartamento de la calle 18 entre carreras 6 y 7 y le dije:

- Indalecio, tú eres Indalecio Liévano y puedes escribir lo que te provoque, nadie te cuestiona, pero yo soy Rodrigo Llano y me toca probar hasta la última letra de lo que escriba, por favor, ¿me puedes decir cuáles son tus fuentes para decir lo que afirmas de Carbonell?

Se puso furioso, me echó de su casa y esa fue la última vez que conversé con quien hasta ese día había sido mi amigo por la política Liberal.

Teniendo en cuenta su experiencia como docente y conferencista invitado en distintas cátedras, a propósito de la enseñanza de la historia, ¿qué importancia reconoce en la enseñanza de la historia en la educación primaria y secundaria? ¿qué contenidos podrían ser relevantes en estos tiempos después de que la misma dejó de ser obligatoria hace más de treinta años?

Quien no conoce la historia de su país, no tiene motivos para amarlo y esto nos pasa a los colombianos, creemos que el amor por una bandera, por una divisa, por un color político o un equipo de fútbol, es salir del evento y tratar de matar a los del bando rival. Nadie le ha hecho más daño a Colombia que el Presidente Belisario Betancur y su Ministro de Educación Rodrigo Escobar Navia, quienes fueron los que sacaron la historia del pensum educativo en primaria y bachillerato y lo metieron en una cosa difusa que llaman Ciencias Sociales, con el resultado de que, hoy, las gentes menores de 50 años nada saben de nuestra historia y, por ende, no tienen ningún motivo para amar a su patria.

Es la hora de replantear como debe enseñarse historia y tiene que ser una historia donde quepamos todos porque la que nos enseñaron, con el texto de Henao y Arrubla, como base, era una historia centralista, blanca, heterosexual y católica, a todos los demás los marginaron, como si no existieran, es decir, 2/3 partes del país quedó por fuera, por eso es muy importante en que textos se hará la historia actual, la que vamos a enseñarle a nuestros nietos, para que en esa integración, nos encontremos, nos respetemos, nos amemos y amemos a Colombia, civilizadamente. Colombia es el único país del mundo al que le han quitado el 40% de su territorio y a nadie le importa, en cualquier otra nación, de inmediato suenan los tambores de la guerra, aquí no, nada pasa.

Usted es Académico de Número de la Academia Colombiana de Historia, así como correspondiente de no pocos Centros de Historia y Academias internacionales -Brasil, Guatemala, Venezuela, Paraguay, Ecuador, Dominicana, Perú y Argentina-. ¿A qué se debe ese alto perfil internacionalista y por ende el reconocimiento de academias y colegas del ámbito latinoamericano?

No soy miembro de la Academia de Historia del Perú, pero si de la Academia de Historia Militar del Perú, de la Academia Latinoamericana de Historia Militar y de la Orden Mariscal José Toribio Luzuriaga. También soy Miembro Correspondiente de la Real Academia de Historia de España. Soy Presidente Honorario de las Academias de Historia del Sinú, el San Jorge y las Sabanas y de la Academia Caldense de Historia. Miembro Honorario de las Academias de El Chocó y el Magdalena. Miembro de Número de la Academia Colombiana de Historia y Academia de Historia de Bogotá. Miembro Correspondiente de las Academias de Mompox y el Huila y del Centro de Historia San José de Ezpeleta de Sonsón. Además, soy el creador de la Red de Historiadores de Colombia (REHICOL), fundada el 11 de diciembre de 2016 y hoy con 210 afiliados. Y de la página de REHICOL en Facebook, con casi 2000 afiliados. Pertenezco, también, a muchísimos grupos de WhatsApp, de Academias de Historia, a las cuales, desde hace 30 meses, les envío, diariamente, un libro virtual de historia -les llega a 1900 personas diariamente-. Adicionalmente, soy miembro de la Fundación Festival Internacional de Historia, de su junta directiva y de su comité académico, que realiza el Festival Internacional de Historia en Villa de Leyva, todos los meses de septiembre desde 2018 (vamos para la VI versión, están todos invitados).

En las instituciones colombianas he presentado trabajos inéditos y los honores que me han concedido ha sido por gentileza de los historiadores regionales, tal vez por aquello que dice el adagio popular: "Algo tiene el agua cuando el cura la bendice".

En las instituciones internacionales, el vínculo, es por un acuerdo de las Academias Nacionales de hacer Miembro Correspondiente a los Miembros de Número de las otras Academias y, cuando los visitamos, nos reconocen como tales. Digamos que es más por un sentimiento de hermandad entre historiadores de América y España.

Hablemos de la Academia Colombiana de Historia. ¿Cómo institución de tradición, cuáles considera son los aportes de la institución en el quehacer histórico y social del caso colombiano, pero también sus vacíos, falencias y desaciertos?

El Boletín de Historia y Antigüedades de la Academia Colombiana de Historia, es la publicación más antigua y de mayor regularidad entre las publicaciones colombianas. La institución ha publicado más de 300 libros de Historia, aporte gigante para lectores e investigadores.

Que exista la Academia es casi un milagro y se debe al amor de un montón de aficionados y amantes de la historia.

La ACH participa en la Junta de Festejos Patrios, el Archivo General de la Nación, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, el Comité Filatélico Colombiano y el Consejo Nacional de Cultura. En los cuales aporta permanentemente sus opiniones recogidas de todas las Academias y Centros de Historia.

No es un ente cerrado sino abierto que congrega historiadores profesionales e historiadores con otras profesiones, haciendo un gran esfuerzo por atraer a más mujeres a ser parte integrante de la corporación.

La ACH ha sido muy activa en la promoción de congresos y seminarios de historia, presentación de libros, dos veces por mes se dictan conferencias a las que pueden acceder el público en general.

Todas las Academias y Centros de Historia reconocen en la ACH como su máximo exponente ante el gobierno nacional y la sociedad culta del país.

Sus 10 Académicos Honorarios, 40 Numerarios, 100 Correspondientes y 35 Correspondientes extranjeros, representan un soporte intelectual muy importante.

La ACH es reconocida por todas las instituciones afines de Hispanoamérica, como la entidad con la cual pueden establecer convenios y programas conjuntos.

La página web presta un enorme servicio a los investigadores y hemos optado por tener una persona, en forma permanente, digitalizando libros, que pueden ser leídos y consultados en todo el mundo.

Es muy lamentable que las universidades que tienen programas de historia no se hayan prestado para tener una mayor relación con la ACH que, de diversas formas les ha tendido la mano y expresado el deseo de trabajar en conjunto.

Los nuevos estatutos, aprobados en enero de 2023, representan un esfuerzo por subir considerablemente el nivel académico de sus integrantes, utilizar la virtualidad para acercar un mayor número de personas, de todo el país, para que participen activamente en sus labores académicas y darles movilidad a los órganos de dirección.

Una gran limitante es la parte presupuestal que, año tras año, se ha ido reduciendo de tal manera que hoy solo recibimos, en precios constantes, el 60% de lo que recibíamos hace diez años del Ministerio de Educación.

En mi criterio, muy personal, hace falta ajustar los estatutos a lo que bien podría llamarse una MiPymes, para darle un manejo gerencial que controle más los gastos y no permita ciertas fagas como se ha visto en administraciones anteriores, cuando se han manejado las finanzas con criterio de tienda. También, abrir más la composición de su mesa directiva, a la cual deberían poder acceder todos los miembros sin restricción alguna. Otro aspecto es que, a los Centros de Historia de los municipios, los tratan como a hermanos menores y esto no debería continuar ocurriendo, es más, considero que todos deberían llamarse Academias y acabar con el calificativo de Centros de Historia.

Miremos ahora, las diferencias con los historiadores profesionales -formados con nivel de pregrado y/o posgrados-, del ámbito nacional e internacional. ¿Qué falencias y flaquezas observas en estos cuerpos académicos y profesionales?

En los últimos tres años han entrado a la institución un número considerable de historiadores profesionales que le han subido el nivel a la Academia, pero no dejan, muchos historiadores profesionales, de mirar por encima del hombro a la ACH, de menospreciarla, de no aceptar que es la máxima autoridad en asuntos de historia del país, actitud muy lamentable.

El mismo hecho que los egresados de programas de historia se hayan marginado de la ACH y hayan constituido la Asociación Colombiana de Historiadores, con las mismas siglas de la Academia, no es buen síntoma y deberíamos hacernos el propósito de unirlas.

Pasemos al ámbito político. Eres un guía espiritual del Partido Liberal colombiano. ¿Qué aportes relevantes has realizado a la historia de este Partido? ¿Y cuál puede ser su trascendencia a la historiografía colombiana?

Nadie, en la historia del Partido Liberal, desde su fundación el 16 de julio de 1848, ha escrito tanto sobre el Partido como yo:

  • Páginas Liberales, prólogos y perfiles.

  • Páginas Liberales II.

  • Historia resumida del Partido Liberal Colombiano

  • El Veedor Liberal.

  • Los Draconianos, origen popular del Liberalismo Colombiano.

  • La División Creadora, influjo de las disidencias en el Liberalismo colombiano.

  • Lucas Caballero Barrera, guerrero, empresario y dirigente político.

  • 350 años de Ideología Liberal.

  • Poetas Liberales.

  • El Liberalismo en la Historia.

  • Ricardo Gaitán Obeso, mártir del Liberalismo.

  • Los Radicales antioqueños.

  • Los Radicales en Boyacá.

  • El Disenso o el derecho a disentir en la vida política.

  • ¿Y Ud. por qué es Liberal?

  • Las Sociedades Económicas de Amigos del País, 240 años de fecunda historia política y social.

  • Rafael Uribe Uribe, un complot político-religioso lo llevó a la tumba.

  • El ideólogo Gabriel Turbay Abunader.

  • Roberto Botero Saldarriaga, anotaciones para una biografía. (Ya está en imprenta).

  • El Partido Liberal, esencia del cambio en Colombia.

Siempre me he preocupado por escribir sobre temas y personajes sobre los cuales no haya otra publicación en la bibliografía colombiana, es decir, son únicos en su temática, lo cual obliga a una gran investigación en fuentes primarias, sin pensar que se pueda recurrir a los archivos del Partido Liberal, dado que son muy deficientes.

Estoy trabajando: Avelino Rosas, el león del Cauca, El Liberalismo por dentro, y, El Periodista Alberto Galindo. Además de varias conferencias que he presentado a las bases del Partido, la última de las cuales se las presenté, el viernes 30 de junio de 2023 a la Organización Nacional de Mujeres Liberales. Diariamente, desde hace más de diez años, publico por la red Facebook unas Efemérides Liberales.

La historia, como disciplina, ha tenido dos momentos, de crisis que inspira a la reflexión y hacer llamados a cómo hacer una nueva historia o incluso a cuestionar el papel de los historiadores. La primera con el fin de la Guerra Fría y la segunda por la llegada de la inteligencia artificial. ¿Respecto de esta última, como consideras que los futuros historiadores pueden adaptarse a esta herramienta? ¿o, incluso, aportar o fortalecer el uso de esta?

Los historiadores tenemos que quitarnos de encima el olor a naftalina, no por trabajar con papeles viejos tenemos que quedarnos en esos tiempos. La tecnología llegó para quedarse, para servirnos de herramienta en nuestro trabajo y la IA es una de ellas, no es un competidor, es un importantísimo auxiliar en la tarea de analizar la historia, de buscarle nuevos enfoques, de utilizarla con proyección de futuro.

Para finalizar, desde su experiencia y reconocimiento, ¿qué recomendaciones o sugerencias puedes ofrecer a los historiadores autodidactas en los tiempos actuales?

La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando. Todas las Academias y Centros de Historia deberían pasar los escritos que reciben por un programa antiplagio, estoy seguro de que, incluso de la Academia Colombiana de Historia, tendrían que salir varios. Cuando se analiza la obra de muchos de esos que se hacen llamar historiadores, no hay fuentes primarias, no hay pie de página para ampliar explicaciones y menos hay bibliografía, porque solo han hecho una vulgar copia. Y escriben no para exaltar o para denigrar sino para poner a los personajes o a los temas en su real contexto, con sus facetas buenas y malas, sus éxitos y sus fracasos, los personajes de la historia no tienen por que tener vida privada u ocultar el origen de sus capitales. Pero hay que mirar, temas y personas, con los ojos de su tiempo, contextualizarlos y enmarcarlos en la Colombia en que vivieron o en que se desarrollaron sus vidas, ideologías u opiniones.

Rodrigo, gracias por esta entrevista.

Espero haber cumplido.

Ramírez-Bacca, Renzo. 2024. "Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza: 'La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando'". HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local 16 (35): 282-291. https://doi.org/10.15446/historelo.v16n35.111621

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Ramírez-Bacca, R. (2024). “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia. HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local, 16(35), 282–291. https://doi.org/10.15446/historelo.v16n35.111621

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Ramírez-Bacca, R. 2024. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia. HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local. 16, 35 (ene. 2024), 282–291. DOI:https://doi.org/10.15446/historelo.v16n35.111621.

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Ramírez-Bacca, R. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia. Historelo.rev.hist.reg.local 2024, 16, 282-291.

ABNT

RAMÍREZ-BACCA, R. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia. HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local, [S. l.], v. 16, n. 35, p. 282–291, 2024. DOI: 10.15446/historelo.v16n35.111621. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/historelo/article/view/111621. Acesso em: 12 feb. 2025.

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Ramírez-Bacca, Renzo. 2024. « “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia». HiSTOReLo. Revista De Historia Regional Y Local 16 (35):282-91. https://doi.org/10.15446/historelo.v16n35.111621.

Harvard

Ramírez-Bacca, R. (2024) « “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia», HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local, 16(35), pp. 282–291. doi: 10.15446/historelo.v16n35.111621.

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R. Ramírez-Bacca, « “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia», Historelo.rev.hist.reg.local, vol. 16, n.º 35, pp. 282–291, ene. 2024.

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Ramírez-Bacca, R. « “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia». HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local, vol. 16, n.º 35, enero de 2024, pp. 282-91, doi:10.15446/historelo.v16n35.111621.

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Ramírez-Bacca, Renzo. « “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia». HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local 16, no. 35 (enero 1, 2024): 282–291. Accedido febrero 12, 2025. https://revistas.unal.edu.co/index.php/historelo/article/view/111621.

Vancouver

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Ramírez-Bacca R. “La historia se hace investigando, no recopilando artículos o copiando refritos, incluso peor: plagiando” Entrevista a Rodrigo Llano-Isaza Académico de Número Academia Colombiana de Historia, Colombia. Historelo.rev.hist.reg.local [Internet]. 1 de enero de 2024 [citado 12 de febrero de 2025];16(35):282-91. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/historelo/article/view/111621

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