El método de historia de las ideas en la obra de Javier Ocampo López
DOI:
https://doi.org/10.15446/historelo.v2n3.12557Palabras clave:
Javier Ocampo López, método doxográfico, ritmo histórico, tiempo, historia de las ideas (es)El texto ofrece una reflexión metodológica sobre la obra del historiador colombiano Javier Ocampo López. La autora expone la técnica para enfoques con énfasis en Historia de la Ideas, a partir de la experiencia investigativa del maestro, cuyos trabajos se han caracterizado por la rigurosidad en la implementación del método y por los aportes a la historiografía regional y nacional. El ensayo ofrece además una descripción biográfica del historiador, describe el proceso metodológico del enfoque apoyado en la técnica de entrevistas y experiencias de estudiantes del doctorado, y expone de modo reflexivo las definiciones conceptuales acerca del tiempo y el “ritmo histórico” en sus diversas variables –acelerado, cíclico y de las estructuras–.
Palabras clave: Javier Ocampo López, método doxográfico, ritmo histórico, tiempo, historia de las ideas.
The method of the history of ideas in the work of Javier Ocampo López
Abstrac
The text offers a methodological reflection on the work of the Colombian historian Javier Ocampo López. The author exposits the technique for focuses with emphasis in the history of ideas, from the investigative experience of the teacher, whose works have been characterized by rigor in the implementation of the method and by regional and national historiographical contributions. The essay also offers a biographical description of the historian, describes the methodological process of the focus, supported in the technique of interviews and doctoral students’ experiences, and exposits in a reflective fashion, the conceptual definitions about time and the “historic rhythm” in its diverse variables–accelerated, cyclical, and of the structures.
Keywords: Javier Ocampo López, doxographic method, historic rhythm, time, the history of ideas.
ENSAYOS
El método de historia de las ideas en la obra de Javier Ocampo López
Olga Yanet Acuña Rodríguez*
* Licenciada en Ciencias Sociales y Magíster en Historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Doctora en Historia de América Latina por la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla–España. Actualmente es docente de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y del Doctorado en Ciencias de la Educación – Rudecolombia UPTC, ha sido docente de planta de la Universidad del Valle e invitada especial a la Maestría en Historia de la misma universidad y catedrática de la Escuela Superior de Administración Pública- ESAP. E-mail. olgayanet@hotmail
Articulo recibido 25 de enero de 2010, aceptado el 02 de marzo de 2010 y publicado electrónicamente el 1 de junio de 2010.
Resumen
El texto ofrece una reflexión metodológica sobre la obra del historiador colombiano Javier Ocampo López. La autora expone la técnica para enfoques con énfasis en Historia de la Ideas, a partir de la experiencia investigativa del maestro, cuyos trabajos se han caracterizado por la rigurosidad en la implementación del método y por los aportes a la historiografía regional y nacional. El ensayo ofrece además una descripción biográfica del historiador, describe el proceso metodológico del enfoque apoyado en la técnica de entrevistas y experiencias de estudiantes del doctorado, y expone de modo reflexivo las definiciones conceptuales acerca del tiempo y el ''ritmo histórico'' en sus diversas variables –acelerado, cíclico y de las estructuras–.
Palabras clave: Javier Ocampo López, método doxográfico, ritmo histórico, tiempo, historia de las ideas
Introducción
El texto ofrece una reflexión sobre los aportes metodológicos de Javier Ocampo López a la historiografía, tomando como eje central la historia de las ideas. La técnica propuesta para desarrollar estudios con énfasis en Historia de las ideas se inicia con la compilación de fuentes primarias, como elementos significativos de análisis y como herramientas que permiten hacer un seguimiento para ver su incidencia en otros contextos. Según Ocampo López la compilación del material permite conocer los planteamientos centrales o líneas gruesas, a partir de las cuales se definen las categorías de análisis, tratando de que éstas no sean una imposición sino que fluyan de la aplicación del método. Posteriormente se realizará la ordenación, de acuerdo con la semántica cuántica que consiente en identificar las ideas para luego hacer una clasificación y posteriormente la interpretación a partir del seguimiento de las ideas y su incidencia según el contexto.
El método de historia de las ideas es distinto de la ordenación cronológica y la determinación de las conexiones sobre la actividad política con categorías bien definidas, por el discurso político y las representaciones ideológicas. Este método permite ver que las ideas políticas no se quedan plasmadas solamente en los libros y textos, sino que trascienden. Desde el punto de vista historiográfico, la historia de las ideas permite apreciar cortes transversales y longitudinales en el tiempo para ver esa relación diacrónica y sincrónica, con la que se puede preciar los diversos ritmos de la sociedad en el tiempo.
En Colombia uno de los pioneros sobre el método de historia de las ideas es Ocampo López, sus trabajos se han caracterizado por la rigurosidad en la implementación del método y por los aportes a la historiografía, particularmente, en la región cundiboyacense. En este trabajo resaltaremos tres aspectos: El historiador, el método de historia de las Ideas, el proceso metodológico de Historia de las Ideas, los ritmos históricos y el tiempo según Ocampo López.
El historiador Javier Ocampo López
Javier Ocampo López nació en Aguadas Caldas el 19 de junio de 1939, hijo de Francisco Ocampo Gutiérrez y Teresa López Hurtado. Simultáneamente a su formación académica recibió clases de música para responder a esa cultura musical y festiva que se vivía en su terruño natal.1 Posteriormente, participó en una convocatoria para una beca que ofreció la Universidad Pedagógica de Colombia, donde hizo estudios de Licenciado en Ciencias Sociales. Se graduó como licenciado en el año 1961 de la, entonces, Facultad de Ciencias Sociales y un año después se vinculo como profesor del programa de Sociales de la Universidad Pedagógica de Colombia,2 después de ejercer como rector del Colegio de Santa Rosa de Cabal.
Desde las aulas de clase, como estudiante, se destacó por su dedicación y consagración a la lectura. Como alumno se dedicó siempre a aprender, sus compañeros lo recuerdan como estudioso y buen lector, siempre inquieto por el estudio. Estas fueron las bases para formar un intelectual comprometido con la reflexión permanente sobre las formas de expresión de la sociedad y con el análisis de los ritmos y dinámicas de la sociedad para tratar de explicar la sociedad del momento.
En su calidad de estudiante del Colegio de México su formación coincidió con los movimientos estudiantiles de 1968, en los que miles de jóvenes de universidades y escuelas públicas salieron a las calles para clamar por la defensa de los derechos democráticos, que los gobiernos autoritarios habían arrebatado. Aunque la situación se vivió con gran intensidad en México, Ocampo López se aisló de la situación, hecho que le garantizó la permanencia en el Colegio de México. William Pacheco señala que: ''...él fue uno de los pocos sobrevivientes de la época porque no se involucró en los movimientos estudiantiles''.3
De su paso por El Colegio de México también debemos resaltar la incidencia que tuvo la rigurosa formación, tanto en el proceso metodológico del oficio, como en la disciplina para la lectura. Estos aspectos se ven reflejados en el análisis y en la interpretación de los fenómenos que abordo en su obra.
La carrera de historiador la inició desde las aulas de clase cuando compartía con docentes y estudiantes textos comentados y analizados con profundidad en calidad de estudiante de doctorado. Su tesis es publicada por el Colegio de México en 1969 con el título ''Las ideas de un día. El pueblo mexicano ante la consumación de su independencia'', con la cual obtuvo el Premio Nacional de Historia, Primeros Juegos septembrinos en Guadalajara (1968). Este trabajo se convirtió en uno de los pioneros en Historia de las Ideas, además de que le representó un reconocimiento nacional e internacional como uno de los mejores historiadores del país.
En su tesis doctoral hace una reflexión metodológica y teórica, la cual constituye la base de lo que sería su obra. Metodológicamente el texto parte de la definición temporal en la que se hace un corte transversal histórico, a través del cual se reconstruyen las ideas y la realidad de los hechos que vivieron los mexicanos el día de su Independencia. Desde esta perspectiva temporal el autor plantea la microhistoria como modelo historiográfico, tomando como base el tiempo corto, que para el autor es un medio de análisis significativo que permite abordar las diversas expresiones de la sociedad. Este corte le permite al historiador comprender una realidad social en la que se puede expresar parte de su estructura y de su dinámica interna. Con este corte se pueden apreciar los diferentes ritmos de la sociedad mexicana que se reflejan en cómo los diversos sectores asumieron la independencia.4
El método de historia de las ideas
La Historia de las Ideas es una tendencia historiográfica que pretende analizar la evolución en el tiempo de los contenidos, discursos políticos y representaciones ideológicas en un contexto determinado. La pretensión de la historia de las ideas va mucho más allá de la simple ordenación cronológica y la determinación de las conexiones en el tiempo de esa forma de indagación.5 La Historia de las Ideas Políticas cuenta con su método y su objeto propio, confirmándose así como un género historiográfico y científico diferente de los demás. A través de esta tendencia se pretende analizar cómo el pensamiento político trasciende los textos, y tal vez la pretensión de sus actores, pues es recibido en contextos y escenarios distintos que inspiran acciones, prácticas y formas de organización de la sociedad. De esta manera el discurso se vuelve totalizante en la medida en que es asimilado de diversas maneras: texto, imágenes y símbolos históricamente determinados, que pueden ser percibidos históricamente como de uso común por un determinado grupo social.
El análisis parte de la revisión de la producción intelectual o teórica plasmada en obras escritas por algunos pensadores, en muchas ocasiones se hace la monografía a partir de extraer las ideas de ese autor: su génesis, contenidos, repercusiones. Así la producción historiográfica pretende hacer una sucesión de la acción de autores a lo largo del tiempo, centrando el trabajo en problemas o conceptos específicos, por ejemplo, libertad, soberanía, nación, estado moderno, propiedad, patria, nación, para citar solamente algunos.
Este tipo de análisis parte del reconocimiento de los actores, para luego hacer seguimiento a los desarrollos de sus ideas; recorriendo la forma como se asimila y se ejecuta esa idea en un contexto determinado. En este sentido el reconocimiento de los autores es una base significativa puesto que permite identificar su pensamiento y cómo se asimilan sus ideas en otros contextos. Para su desarrollo generalmente se toman las figuras de mayor renombre porque se puede hacer seguimiento a sus escritos, a los cargos que ocupa o a las actividades que desarrollan. Con este análisis también se puede identificar como se desarrollan ciertas jerarquías tanto de los personajes como de la incidencia de las ideas.
Para historiadores como Peter Burke (1997), la mentalidad y la ideología son factores centrales para comprender la dinámica social. No se pueden comprender los problemas de la resistencia, la cultura, la mentalidad colectiva y la ideología sin ellos, pues son indispensables para entender el funcionamiento del sistema social. El campo de historia de las ideas es indispensable como parte de la historia social; según el historiador británico si los historiadores han de ocuparse de las actitudes y valores de todos los que viven en una determinada sociedad, podrían familiarizarse con dos conceptos: mentalidad e ideología. Desde esta perspectiva se hace indispensable el estudio de las ideas de todos, teniendo en cuenta que es un aspecto significativo para tratar de comprender los desarrollos de la sociedad. En este último aparte difiere Ocampo López por cuanto desde su método se debe hacer seguimiento a las ideas de los personajes socialmente influyentes.
Podemos señalar que la historia de las ideas fue la continuación del positivismo en el sentido de abordar las ideas políticas de ciertos personajes, que incidieron en cambios y acontecimientos de gran relevancia, bajo nuevos paradigmas de análisis y de investigación que se refieren a la rigurosidad del método, a la cientificidad y a la interpretación de las ideas. Desde esta perspectiva, la historia de las ideas mantuvo una permanencia en las temáticas pero no en la forma de abordar los contenidos. Esta tendencia se contraponía al positivismo porque no solamente se limitaba a acumular fuentes, se trataba de hacer una interpretación de los datos que permitiera un mayor conocimiento de los hechos. Por ende, el método de Historia de las Ideas más que a la colección de textos, se dedicaba a la ''comprensión de los mismos'', para sustraer la sustancia que llevan en su explicación, ''aplicando la técnica de la metodología histórica y aprovechando los aportes de las ciencias auxiliares de la Historia [...] A partir del seguimiento de las ideas y aportes de los grandes personajes en el contexto nacional y mundial se podría establecer la incidencia y el alcance de sus ideas''.6
El estudio del individuo es muy importante, continuación del paradigma del pensamiento y práctica histórica que ha puesto especial énfasis en la singularidad e individualidad de los fenómenos históricos. Según Ocampo López para hacer historiografía de las ideas se debe iniciar con la comprensión que expresan los más destacados personajes en un hecho, como fueron los prohombres de la independencia. Esto permite conocer qué pensaban, cuáles eran sus aspiraciones y cuál fue la incidencia de sus ideas en un periodo de crisis política; asimismo comprender cómo esa crisis está inmersa en un desarrollo diacrónico. Este tipo de análisis hace parte de una unidad histórica en que se relacionan los hechos anteriores y se proyecta su influencia; de acuerdo con la metodología de la historia las ideas se presenta la unidad del devenir que pretende ligar el pasado con el presidente y con el futuro;7 a la vez que se puede apreciar cómo las ideas adquieren sentido de acuerdo con el contexto.
En este método el análisis de la noción temporal en la sociedad es uno de los aportes significativos. Precisamente se trata de ver cómo las ideas se asimilan y desarrollan de acuerdo con los ritmos de la sociedad y ver cuáles son los alcances. El análisis diacrónico y sincrónico es muy importante porque permite ver el desarrollo de esa dinámica social, asimilar las ideas desde una perspectiva de laga duración, desde factores de crisis o coyuntura y desde lo acontecimental; lo que en el desarrollo de la temporalidad es significativo pues se contrapone a la visión lineal y progresista planteada por el positivismo.
En Inglaterra esta tendencia tuvo gran auge hacia la década de los años treinta cuando se centró la atención en hacer un balance sobre las ideas de la Europa medieval. Posteriormente tuvo incidencia en Estados Unidos y desde allí se extendió a varios estados latinoamericanos.
El proceso metodológico en la historia de las ideas
El método de Historia de las Ideas establece una serie de procedimientos que son indispensables para identificar y comprender las ideas y su incidencia en el contexto; con regularidad los autores utilizan el método doxográfico,8 que consiste en la semántica cuantitativa, para tratar de encontrar la objetividad en el manejo del discurso. El desarrollo de este tipo de trabajos sigue una metodología rígida que le permite al investigador ceñirse a un desarrollo puntual, que direcciona la interpretación de los datos y aporta sistemáticamente unos resultados en términos de interpretación de las ideas de los hombres en el contexto.
La primera etapa de investigación se inicia con la localización de las fuentes relacionadas según el estudio que se pretenda realizar. Esta lleva a ubicar diversos documentos: periódicos, folletos, discursos, diarios, memorias, actas, leyes, anónimos, sátiras, hojas volantes, sermones, discursos, cartas, circulares, manifiestos, proclama, arengas, avisos oficios, representaciones, informe de pueblos, dictámenes, versos, canciones, coplas, dramas, diálogos, acrósticos, exhortaciones, cartas pastorales, etcétera. Asimismo, es importante indagar las fuentes materiales, tales como: armas, uniformes, sellos, monedas, medallas, y crónicas de viajeros, diplomáticos y científicos.9 Es tal su dimensión, que para la realización de la tesis doctoral, Ocampo López debió recorrer cerca de 100 localidades, para rastrear y ubicar las fuentes documentales que fueron base para su trabajo.
Sobre esta primera etapa, Bárbara García quien fue estudiante de Ocampo López en el Doctorado en Ciencias de la Educación, cuenta su experiencia sobre el proceso de fichaje y la rigurosidad con que debió abordar este esquema. Resumiendo, la realización del fichaje no consiste sólo en tomar la información que el investigador cree conveniente: título del libro, nombre del autor, categoría que desarrolla el autor, la idea textual con la página, como tradicionalmente lo realizaba. En este nuevo proceso debió introducir tres elementos: colocar la categoría de espacio, de tiempo y un resumen en cada ficha.10
En términos generales el método historiográfico de las ideas parte de la búsqueda de fuentes documentales, la elaboración de fichas y la construcción de un fichero, pero sin empezar a escribir hasta que no esté compilada toda la información que se considera necesaria para elaborar el informe.
La elaboración del fichero es un primer paso, posteriormente se debe colocar a cada ficha una numeración. Según García fue necesario organizar el fichero, clasificarlo, categorizarlo y después enumerar todas las fichas. Una vez realizada la recopilación del material que se considera suficiente se cuantifican las ideas expresadas en los documentos para establecer en la investigación la intensidad de las ideas y las tendencias predominantes en el periodo estudiado.11
Con respecto a la experiencia investigativa y el método utilizado en la realización de su tesis doctoral Ocampo López señala:
Una vez compilada la información hasta el punto de no encontrar un nuevo documento, se procedió a su organización, seleccionando las fuentes por su contenido. Este criterio es una forma de semántica cuantitativa, que atiende a las ideas expresadas por el estilo del texto. Consiste en clasificar todos los elementos del texto, encasillándolos de tal forma que ofrezcan no solo la tabla de categorías o sea el plan de tesis, sino la organización que tanto se desea para dominar el material.12
Posteriormente se procede a elaborar el plan de categorías, que surge del primer análisis y de la cuantificación de los documentos; el análisis histórico emerge del proceso metodológico. En la historiografía de las ideas las categorías no se imponen previamente y en forma extrínseca a la investigación, son sugeridas a partir de la clasificación sistemática del texto. Igualmente el análisis de párrafos y frases orientan las ideas secundarias, que hacen parte de esa categorización. Para esto se hace necesario establecer la correlación entre las ideas y el contexto. Sobre este particular Bárbara García utilizó herramientas tecnológicas como Excel y de esta base de datos obtuvo el índice para la escritura del trabajo. ''Cuando clasifiqué y organicé la información, me dí cuenta de qué materiales estaba compuesta, realmente, mi base de datos y que era lo que yo podía escribir para la tesis. Cuando estuvo organizado de esta manera el fichero me senté a escribir''.13 Con la organización y clasificación de las ideas, prácticamente la información queda organizada por capítulos, de tal forma que esta no se repite dentro del texto. A la vez este mecanismo le permite al investigador hacer seguimiento de las ideas.
En la fase de interpretación se realiza la crítica a los documentos, tomando como referencia el método doxográfico, mediante el cual se exponen sistemáticamente las ideas que arrojen los textos. Asimismo, se describe el hecho teniendo en cuenta el orden cronológico y espacial, lo que facilita la interpretación mediante un proceso lógico, para tratar de responder al porqué de las ideas en el marco de la comprensión histórica. La utilización de la doxografía permite establecer las ideas centrales y favorece la sistematización e interrelación de las ideas con el contexto, de esta forma se logra establecer la trayectoria de una idea.
Los aportes en este sentido han sido significativos, no sólo por su producción historiográfica, sino por la formación que ha impartido en sus estudiantes. Para llegar a una comprensión rápida de los textos, Ocampo López motiva a sus discípulos a elaborar fichas, clasificar y organizar ideas, lo que da la apariencia de mapas conceptuales, con la cual se estructura una idea que le permite leer rápidamente el texto y el contexto. Parte de su metodología está en armar un esquema en el papel, lo señala William Pacheco otro de sus estudiantes.14 Este ejercicio también desarrolla habilidades para redactar, ''... porque si ya se tiene el trabajo de clasificación y ordenación de las fichas, significa a la vez la clasificación y ordenación de las ideas que se van a escribir'', lo indica Myriam Báez Osorio.15
El método de Historia de las Ideas aporta elementos significativos para el análisis de los documentos o fuentes y le permite al investigador a partir de la lectura, fichaje y organización de las ideas lograr la interpretación histórica. En cuanto al manejo de la información permite clasificar y ordenar la información, a través de la identificación de las ideas principales y secundarias en contexto central. Lo que resulta significativo para comprender las proyecciones ideológicas de una sociedad emergente, indagar sobre cómo se transforman las relaciones políticas y sociales y se realizan los grandes cambios.
Ritmo histórico y Tiempo
El concepto de ritmo histórico ofrece una visión distinta sobre los cambios y dinámicas de la sociedad, y da cuenta de cómo un grupo social percibe y vive los procesos en el tiempo. Así, podemos analizar procesos vigentes, cuyos cambios son lentos y que podemos percibir en periodos largos de tiempo. En este análisis podemos percibir situaciones de crisis y movimientos rápidos de la sociedad en una mediana temporalidad, lo que algunos autores han denominado coyuntura. En ese esquema se perciben, según Fernand Braudel, movimientos más rápidos, que él denomina acontecimiento, que dan cuenta de cambios y formas dinámicas de desarrollo social y político, que son significativos para comprender cómo los grupos sociales responden a una situación. Esas manifestaciones del ritmo social, que oscilan entre la aceleración, el ciclo y la lentitud, ofrecen otra forma de analizar la sociedad diferente de la perspectiva lineal, uniforme y progresista.16
Con este tipo de análisis se puede percibir cómo la sociedad asume los diversos procesos de desarrollo, teniendo en cuenta que de estos se derivan las formas de organización, de los crecimientos, las decadencias, las representaciones colectivas y en general de las diversas estrategias grupales para construir su memoria. Asimismo, se pueden apreciar dinámicas particulares en las que los hombres expresan el modo de vida y la relación con el entorno.
El trabajo de Ocampo López invita a reflexionar sobre esa concepción epistemológica del tiempo que permite apreciar la forma en que los grupos sociales viven los procesos históricos. Según el historiador estos ritmos son un medio para percibir el nacimiento, crecimiento, plenitud y decadencia de las civilizaciones; asimismo el entretejer de las generaciones, con el ritmo de nacer, aprender, tener vigencia y desaparecer para dejar el lugar a las nuevas.17 Con este tipo de análisis se pueden percibir periodos de crisis, cambios y oscilaciones y la historia revela las diversas manifestaciones de la sociedad que intervienen en el acontecer, con las que se pretende encontrar un equilibrio o estabilidad. De esta forma se perciben cambios parciales que pueden estar interrelacionados y hacen parte de un desarrollo diacrónico para poder comprender la profundidad de su desarrollo.
En los movimientos vistos en ''el ritmo de la historia'' y al analizar una estructura se pueden apreciar las ideas existentes, las que se perciben como unidades que trascienden en un escenario que tiene vida prolongada o de larga duración. Además, otras formas de comprensión de estas ideas: la noción de aceleración, unas en forma lineal ascendente y otras en forma descendiente. El ritmo manifiesto, el equilibrio de fuerzas, tanto de atracción como repulsión, que llevan a la coherencia general es decir a la relación de todas las partes, representan una estructura de la sociedad global.
La filosofía de la historia explica diversas modalidades en el ritmo. Las que Ocampo López presenta como: el ritmo cíclico de las civilizaciones, el ritmo de las estructuras, el ritmo lento, el ritmo generacional y el ritmo acelerado. En este aparte nos centramos en el ritmo acelerado o acontecimiental, ritmo cíclico de las civilizaciones y ritmo de las estructuras.
El ritmo acelerado
Este se refiere a los movimientos rápidos de la sociedad en el tiempo que se pueden apreciar a través de cambios dinámicos y superficiales en la noción estructural. A través de ese corte transversal, que se realiza en un momento determinado, se pueden apreciar diversas formas de expresión de la sociedad que oscilan entre las acciones festivas y las formas de protesta. Este tipo de corte pude adentrarnos en los componentes internos de una estructura para establecer los diversos ritmos como se manifiesta la sociedad. De esta forma también se puede apreciar las relaciones diacrónicas y sincrónicas que dan cuenta de la interacción de un grupo en una temporalidad, y en la que resaltan sus permanencias y prácticas. Asimismo, cómo se perciben los cambios o ritmos distintos que son asumidos como asimétricos.
En la visión de Ocampo López con respecto a los ritmos rápidos se introducen elementos significativos como el análisis de las ideas de los grandes personajes, pero también de los sectores populares frente a un fenómeno determinado. Él se separa de los planteamientos de Braudel en el tipo de hecho histórico, ya que para Braudel el acontecimiento da cuenta solamente de las relaciones políticas y militares que son importantes en un análisis estructural.
Ocampo López (1969a, 5) hace un análisis significativo aplicando el método de historia de las ideas haciendo un corte trasversal para comprender cómo recibieron los mexicanos la idea de Independencia, en palabras del autor con este método se pretende ''reconstruir las ideas y la realidad de los hechos que vivieron los mexicanos contemporáneos el día de la consumación de la independencia''. Como parte de la metodología es necesario tener un corte temporal de larga duración o longitudinal, un periodo cíclico y un periodo de corta duración, reconocido por Braudel como acontecimiento, que se caracteriza por los movimientos rápidos o ritmo acelerado del desarrollo de los procesos sociales. Metodológicamente el texto parte de la definición temporal en el que se hace un corte transversal histórico, a través del cual se reconstruyen las ideas y la realidad de los hechos. Desde esta perspectiva temporal el autor plantea la microhistoria –léase historia local– como modelo historiográfico. Este corte permite comprender una realidad social en la que se puede apreciar parte de su estructura y de su dinámica interna; y se puede percibir los diferentes ritmos de la sociedad reflejados en cómo los diversos sectores asumieron la Independencia.18
Para los mexicanos el texto Las ideas de un día se convirtió en un clásico, por cuanto indaga por las ideas que pensaron los mexicanos en la construcción de su Independencia política, con un hecho histórico que marcó la transformación en la administración de un estado colonial a un estado independiente. El autor logra establecer diversas manifestaciones que se traducen en expresiones y actitudes, que van desde la exaltación del héroe, las manifestaciones festivas hasta la combinación: alegría y gozo, sin dejar de lado la indiferencia y el desconocimiento por parte de algunos sectores.
Ritmo cíclico
Esta metodología de análisis, que se caracteriza por temporalidades que oscilan entre tres y cinco décadas, permite ver el contraste de la sociedad regulado por ciclos que dan cuenta de desarrollos y formas de organización económica y social, caracterizadas por periodos de crecimiento, crisis y cambios profundos, dando paso a otro nuevo ciclo. Estos periodos cíclicos, también denominados por Braudel como coyunturas, permiten hacer un análisis de la sociedad en periodos de mediana duración, en los que se pueden identificar crisis, rupturas, procesos revolucionarios y la incidencia de las ideas en un contexto.
El concepto de crisis obedece a una modificación de las creencias y formas de organización de la sociedad. Según Ocampo López la crisis tiene una capa de gestación, otra de maduración y otra final de revolución, que también puede ser de frustración. Cuando llega la crisis se produce un debilitamiento en la vigencia, que culmina en un cambio en las estructuras. El libro El proceso ideológico de la emancipación se abordó desde esta perspectiva metodológica para establecer la incidencia de las ideas de los grandes personajes en el proceso emancipatorio de América. En el texto se puede apreciar cómo Ocampo López (1983) hizo seguimiento a las ideas de la emancipación y cómo se elabora una historiografía de las ideas para ofrecer una explicación histórica. Él retoma las ideas de los escritos encontrados en los archivos, luego elabora las fichas, las enumera y luego las categoriza; una vez recogida la información en las fichas, el procedimiento a seguir es ordenarla en forma cronológica y espacial. Al tener todo un acervo documental organizado por categorías temáticas, cruzándolas con categorías espacio-tiempo, él podía hacer la trayectoria de una idea.
En el texto Historiografía y Bibliografía del Nuevo Reino de Granada, Ocampo López (1969b) toma una temporalidad de cinco siglos, que según el autor no se manifiesta como una época de larga duración, sino como una coyuntura incrustada entre dos grandes épocas de la historia de Colombia: la Colonia y la República. En ese escenario se produjo la emancipación que es presentada como un instante en el devenir histórico de Colombia, 1810-1819, cuyo significado es el de la culminación de una crisis política que llegó a su maduración. En este caso según el autor la crisis se produjo por el derrumbamiento del imperio español en América. Éste lo asocia con la crisis que se generó a nivel mundial respecto al sistema antiguo monárquico. En este sentido Ocampo López señala que el movimiento emancipador del Nuevo Reino de Granada no puede estudiarse como un hecho aislado de la historia mexicana, ni desligado del proceso revolucionario universal, que inició con la Revolución Inglesa del siglo XVII y se extendió durante los siglos XVIII y XIX.
En términos generales se puede apreciar: el análisis de contexto que favorece el desarrollo de las tendencias políticas en las ideas emancipatorias de la Nueva Granada; asimismo resalta el papel de ciertos pensadores e ideólogos que con sus proyectos de modernización lograron generar incidencia en los americanos. Por otra parte el contexto, que el autor denomina coyuntura revolucionaria, fue significativo en la medida que se promovieron cambios en las estructuras organizacionales, sociales y políticas, y que no son ajenos a esas pretensiones independentistas que emergen en el contexto americano.
Ritmo de las estructuras
Hace referencia a cambios lentos en el tiempo, según Braudel casi imperceptibles. El objetivo es estudiar la sociedad desde una visión sincrónica en la que puede verse la sociedad como estática y sistematizada. Según Ocampo López es en las estructuras donde se encuentra configurada la realidad histórica y donde se perciben diversos ritmos, que dan cuenta de las disímiles formas de organización de la sociedad.
Una estructura es una organización constituida por un conjunto de elementos cohesionados, que dan la apariencia de partes vinculadas a la totalidad. Podría señalarse que es una armazón de lo social, que mantiene una organización que a su vez mantiene una coherencia entre sus partes.
Esta visión estructural le permite a Ocampo López hacer un análisis de la genealogía de una idea, de su desarrollo y expansión, asimismo de cómo es asumida en un contexto determinado. Y para su análisis es necesario estudiarla en un periodo de larga duración y ver la interrelación en los momentos de crisis y de cambios profundos. No es conveniente ver una idea aislada pues generalmente hace parte de un proceso, que a su vez puede ser generacional.
A nivel general hay un interés por el análisis histórico a través de las estructuras de larga duración, seculares y de coyuntura o ciclos históricos, más que por los acontecimientos singulares, que en ocasiones se estudian en forma aislada y parcial, ajenos al contexto. Los hechos o cortes verticales interesan en cuanto están inscritos en un contexto coyuntural, secular o de larga duración, lo que permite ver formas de organización política, manifestaciones culturales, estructuración social, estrategias de poder y vida cotidiana.
A modo de reflexión final
El método de Historia de las Ideas ha sido de gran relevancia porque aporta elementos teórico-metodológicos que son importantes para comprender la dinámica de la sociedad desde una mirada diacrónica y sincrónica, que da cuenta de los diversos ritmos de la sociedad. El análisis temporal permitió a los historiadores de la década de los años setenta comprender la sociedad, más allá de la simplicidad de la linealidad y de la concepción de progreso, ver la trascendencia de las ideas en un contexto, percibir cómo los diversos actores sociales asumieron estas ideas y las llevaron a un escenario específico.
Los aportes de Ocampo López han sido significativos porque acercaron al historiador a una propuesta metodológica caracterizada por la sistematización de la información, la rigurosidad en la clasificación y el tratamiento de la información, así como a la coherencia en la interpretación y construcción de la información. Este es un factor fundamental para la formación de un historiador en un contexto cambiante en tiempo y espacio.
De acuerdo con esta técnica Ocampo López hace alusión a una temporalidad en la cual hay unos desarrollos particulares en el contexto americano, a través de los cuales logra articular y establecer las interrelaciones existentes entre las ideas y las prácticas, lo que es significativo al hacer seguimiento a una idea. Por ende el método de historia de las ideas se convierte en una estrategia cientificista que permite organizar pensamientos y formas de abordar los problemas o crisis y el afianzamiento de ideas que plantean un cambio en las estructuras sociales.
Los aportes de Ocampo López no se reducen solamente a una amplia producción historiográfica, sino a la formación de sus discípulos para quienes la historia se ha convertido en una forma de vida y en un instrumento para explicar el presente mediante el análisis del pasado.
Estos aportes metodológicos se convierten en una reflexión significativa para comprender los cambios y permanencias de la sociedad en el tiempo, asimismo esperamos que esta reflexión pueda ser compartida por quienes aspiran a formarse como historiadores y a navegar en el mar de la información existente.
Notas al pie
1 Castro 2009.
2 Entrevista a Carlos Cuervo Escobar, 4 de septiembre de 2008. Entrevistado por la autora.
3 Entrevista a William Pacheco Vargas, 2 de septiembre de 2008. Entrevistado por al autora.
4 Ocampo López 1969, 6.
5 Castro 1999.
6 Ocampo López 1969.
7 Ocampo López 1983.
8 Ocampo López 1999.
9 Ocampo López 1983, 12.
10 Entrevista a B árbara García, 11 de septiembre de 2008. Entrevistada por la autora.
11 Ibíd.
12 Ocampo López 1969, 7.
13 Entrevista a Bárbara García, 11 de septiembre de 2008. Entrevistada por la autora.
14 Entrevista a William Pacheco Vargas, 2 de septiembre de 2008. Entrevistado por la autora.
15 Entrevista a Myriam Báez Osorio, 4 de septiembre de 2008. Entrevistada por la autora.
16 Cf. Braudel, 1989; Vilar, 1999.
17 Ocampo López, n.d.
18 Ocampo López 1969a, 6.
Bibliografía
Braudel, Fernand. 1989. El Mediterráneo. El espacio y la historia. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Burke, Peter. 1997. La independencia, historia y teoría social. México: Instituto Mora.
Castro, Demetrio. 1999. La historia de las ideas políticas. Contenidos y métodos. Barcelona: Universidad de Navarra.
Castro, Gloria Adalida y Javier Ocampo López. 2009. Vida y Obra. Ponencia presentada en el VII Congreso Internacional de la Asociación de Historia de la Educación Latinoamericana. 23–25 de agosto, Sao Paulo, Brasil.
Entrevista a Myriam Báez Osorio. 2008. Septiembre 4. Entrevista de la autora.
Entrevista a Carlos Cuervo Escobar. 2008. Septiembre 4. Entrevista de la autora.
Entrevista a Bárbara García. 2008. Septiembre 11. Entrevista de la autora.
Entrevista a William Pacheco Vargas. 2008. Septiembre 2. Entrevista de la autora.
Ocampo López, Javier. 1999. Colombia en sus ideas. Santafé de Bogotá: Fundación Universidad Central. Tomos I, II y III.
Ocampo López, Javier. 1983. El proceso ideológico de la emancipación en Colombia: las ideas de génesis, independencia, futuro e integración en los orígenes de Colombia. Bogotá: Tercer Mundo.
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