HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local

La prensa es transversal a la cotidianidad colombiana durante el siglo XIX y XX, también es una fuente documental del acontecer nacional, regional y local, finalmente es un producto de consumo cultural, pedagógico e ideológico que solo compartía voz con la radio al aparecer en escena la radiodifusora nacional. Es desde su valor comunicativo y papel histórico donde parten Álvaro Acevedo Tarazona y Jhon Jaime Correa Ramírez, los autores del libro Tinta roja. Prensa, política y educación en la Republica Liberal (1930-1946) El Diario de Pereira y Vanguardia Liberal de Bucaramanga. Si bien la prensa tenía la barrera del analfabetismo, las limitaciones de transporte por vías regionales y nacionales, además de la precariedad económica de gran parte de la población a la hora de tener acceso de la prensa; ha sido un insumo importante para interpretar historiográficamente la cultura política en primera instancia y otras temáticas históricas rastreables entre páginas.

En el libro Tinta roja los autores establecen las conexiones entre prensa y educación en dos periodicos locales: El Diario de Pereira y Vanguardia liberal de Bucaramanga. La educación liberal era una instrucción para disponer de la unidad de las bases del liberalismo en los años de la Republica Liberal (1930-1946). Para llegar explicar la continuidad temática de la instrucción liberal, los autores se centraron en el análisis de titulares, comunicados, cartas de lectores, columnas de opinión, editoriales y fotografías; siendo remota la participación de los lectores, e inexistentes las estadísticas sobre el consumo de la prensa a nivel local y/o nacional.

La investigación tiene como objetivo comprender y explicar las relaciones entre las políticas estatales nacionales y regionales y la sociedad civil, teniendo como puente informativo la prensa liberal, en el contexto de la Republica Liberal. Los vectores de análisis documental son: la influencia de la prensa en la opinión pública, la polarización partidista en Bucaramanga y Pereira, y finalmente la vocería discursiva en el naciente proceso de modernización urbana, todos estos elementos con miras a la construcción de una ciudadanía, y producto de los vertiginosos procesos de industrialización y constitución de una oligarquía capitalista.

Como constructora de opinión pública, la prensa desempeñaba un papel pedagógico, es decir, pendulaba entre la exclusión e inclusión del lector dentro del canon de ciudadanía liberal. Esta es una de las mayores dificultades metodológicas señaladas en la investigación a la hora de realizar un análisis de recepción del producto cultural, político e ideológico en las “hojas luminosas”. La intermitente participación del lector en espacios circunscritos a la prensa -como las cartas del lector- remite al problema de las sociabilidades; esta es una categoría central en Tinta roja, desarrollada posteriormente al barrido bibliográfico y el estado del arte sobre el problema de investigación.

La categoría conceptual de sociabilidad aplicada a la Republica Liberal es a su vez una herramienta metodológica para comprender y explicar los vínculos en un grupo partidista específico, como lo era el Liberal en el poder central. Los jefes del liberalismo participaban de una red que atravesaba la región y llegaba hasta lo local por medio de la prensa; de esa forma la “gran política” se articulaba en última instancia con la política “profana”: las manifestaciones sociales de las corrientes lopistas y gaitanistas estrecharon la brecha de la discusión política sectorizada en espacios de sociabilidad como teatros, parques y cafés, para arrojarlos a la calle de forma masiva y errática. Ahora bien, otro punto de acercamiento entre los representantes del Liberalismo dentro o fuera del poder nacional, regional o local; y el pueblo, surgía de la ritualidad de las campañas políticas en periodos electorales anunciadas recurrentemente en la prensa.

Los primeros dos capítulos contienen un balance historiográfico sobre la Republica Liberal y el bipartidismo (1930-1946) -tomando como referencia libros, memorias y algunas tesis de grado que se han realizado en los últimos años- y permiten comprender el proceso modernización en la Republica Liberal con el liderazgo de los presidentes Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, y eventos propios del ámbito internacional como la creación de un mercado internacional, la guerra contra el Perú, y la Guerra Civil Española de la que migraron combatientes Republicanos y Nacionalistas para revivir los discursos hispanistas.

En el tercer capítulo se establece un análisis sobre las formas organizativas del Partido Liberal, teniendo en cuenta las relaciones entre prensa y sociabilidades políticas, como se había señalado líneas arriba. Asimismo, se hace un análisis del proselitismo, la financiación de campañas, las nuevas formas de mediación cultural y la participación política de las mujeres en las formas organizativas del partido, por intermedio de celebraciones en los clubes y bazares, los festejos y el recibimiento de candidatos locales o presidenciales pese a que aún no tenían derecho al voto (p. 224).

El periódico era un portador de luz y civilización -una hoja luminosa-, un medio de progreso y libertad que reflejaba la vida en los núcleos urbanos civilizados, constituyéndose en una ventana al mundo, guía para el perfeccionamiento humano y mensajero de la civilización (p. 334). En ese orden de ideas, el cuarto capítulo evidencia la relación entre política y empresa en los periódicos liberales convertidos en fábricas ideológicas al servicio de los partidos políticos. Se destacan los procesos instrumentales que mejorarían técnica y temáticamente la prensa, la circulación y distribución. Asimismo, se discute la importancia del suscriptor como sujeto de un partido político.

El quinto capítulo aborda el problema de la creación, mantenimiento y los fracasos de las políticas educativas en la Republica Liberal. Para esto, se presta especial atención a los discursos expuestos -en especial en las opiniones editoriales de ambos diarios en las ciudades de Pereira y Bucaramanga - sobre la educación, apertura y cierre de escuelas, los presupuestos educativos ante el aumento y declive de dineros destinados a salarios de los docentes; los modelos pedagógicos; las discusiones sobre las reformas educativas; y la relación del Partido Liberal con la educación (p. 346). El ítem de la educación y sus reformas fue importante para los objetivos del partido liberal, en un país que había quedado descentralizado y con cierta autonomía regional, a la vez que unificado en la veeduría institucional de la Iglesia Católica. Recuperar la educación laica con directrices y modelos educativos nacionales, repercutiría de modo generacional en el proyecto de modernización nacional con una mano de obra calificada y especializada.

En el capítulo sexto se desarrolla la interpretación del rol que desempeño la prensa liberal en el marco de las elecciones locales, con un énfasis particular en la elección de los cabildos municipales en Pereira y Bucaramanga. En otras palabras, este capítulo esgrime las estrategias de la prensa para manipular las dinámicas electorales, consiguiendo adeptos a candidatos liberales y deslegitimando a los opositores. Los debates políticos en la prensa eran diversos, pero tenían un fin común: persuadir a los copartidarios, a los posibles sufragantes y lectores de votar en pro de una representatividad en las corporaciones públicas del orden local, departamental y nacional.

En el séptimo capítulo los autores resaltan el énfasis discursivo en la “parábola de la Republica Liberal” -ascenso y caída- de la Republica Liberal. En este caso, su connotación alegórica, religiosa y simbólica expresada en ambos periódicos, que sin duda le confirió un carácter épico y dramático a las pugnas políticas y a la cultura cotidiana de la época (p. 505). Los acontecimientos y propuestas reformistas de la Republica Liberal, se fueron presentando a un ritmo de marcha y contramarcha desarrollándose, de forma contingente, con la prensa como punto de debate y control político. El desmoronamiento de la Republica Liberal se hizo patente en las dificultades para establecer una disciplina partidista y a su vez una unidad ideológica con consensos sobre el rumbo de las elecciones; la fragmentación del liberalismo se cristalizo en la figura de Jorge Eliecer Gaitán, que separado del partido creo su propio semanario titulado: Jornada.

Cabe resaltar que los autores plantean una interesante hipótesis contrafactual, producto de la revisión historiográfica y de la crítica a los presupuestos históricos oficializados sobre la Republica Liberal: quizás no hubo un ascenso claro de la Republica Liberal, ni siquiera a nivel electoral, si se miran detalladamente las cifras electorales del periodo; e incluso podría llegar a aseverarse que la caída de la Republica Liberal se debió en gran medida al fraccionamiento de las diversas huestes políticas en las localidades (p. 338).

En conclusión, es válido preguntarse si la Republica Liberal fue un momento histórico consolidado o una invención periodística e historiográfica, sostenida para infundir en la opinión pública y en la comunidad académica un halo de respaldo partidario, a la vez que una revisión histórica positiva, un reflejo de unidad nacional para desmentir las editoriales conservadoras sobre la ingobernabilidad impartida por el directorio liberal central, regional y local. En ese orden de ideas, es inevitable señalar que la Republica Liberal es susceptible de ser interrogada como una etapa de incubación de la violencia política, por los recurrentes llamamientos a una “cruzada partidista” (p. 560).