Publicado

2020-07-01

EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES

Paid domestic work in Argentina and Brazil from 2013 onwards: an analysis based on labour -working statistics

Palabras clave:

Trabajador doméstico, Servicio de empleo, Argentina, Brasil, Trabajo (es)
Domestic workers, Employment services, Argentina, Brazil, Labour (en)

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Autores/as

Objetivo: con este artículo se busca analizar las condiciones de empleo del trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil desde el año 2003, a partir del estudio de distintos indicadores socio-laborales. Metodología: se estudiaron los fundamentos de la estratificación y diferenciación del trabajo doméstico remunerado, articulando los aportes de la economía feminista con las contribuciones realizadas por el pensamiento latinoamericano sobre la estratificación del mercado de trabajo. Hallazgo: a partir del análisis del contexto argentino y el brasileño en los años de estudio, se presenta información proveniente de encuestas de hogares recolectadas por los institutos nacionales de estadísticas de ambos países y se evalúa su evolución a lo largo del período 2003-2019. Conclusión: mediante este análisis se corrobora que el trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil es sometido a una marcada diferenciación en términos de ingresos, subocupación y precariedad laboral.

Object: The goal of this article is analyzing the job conditions of paid domestic work in Argentina and Brazil since 2003, starting with the study of several socio-working metrics. Methodology: Fundamentals of stratification and differentiation of paid domestic work, assembling contributions of feminist economy with stratification of the job market. Finding: Based on the analysis of the Argentinian and Brazilian contexts during years of study, resulting information from surveys applied in homes and gathered by national institutes of statistics is presented here. Besides, an evaluation of its evolution during the period 2003 – 2019 is also referenced. Conclusion: Through this analysis, it is possible to prove that the paid domestic work in Argentina and Brazil is subject of a marked differentiation in terms of income, underemployment, and job precariousness.

El trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil desde el 2003 a la actualidad: un análisis a partir de estadísticas socio-laborales

Paid domestic work in Argentina and Brazil from 2013 onwards: an analysis based on labour -working statistics


Fecha de recibido: 29 / 04 / 2020 - Fecha de aceptación: 10 / 06 / 2020


Facundo Martín Lastra. Becario posdoctoral CONICET en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC) de la Universidad de Buenos Aires, doctor en Ciencias Sociales de la UBA, magíster en Economía Internacional de la Hochschule für Wirtschaft und Recht Berlin, magíster en Ciencias Sociales del Trabajo de la UBA, licenciado en Economía de la UBA. Argentina. Correo electrónico: facundol@hotmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4724-8500

Cómo citar este artículo

Lastra, F.M. (2020). El trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil desde el 2003 a la actualidad: un análisis a partir de estadísticas socio-laborales. NOVUM, 2(10), 238 – 255.

Resumen

Objetivo: con este artículo se busca analizar las condiciones de empleo del trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil desde el año 2003, a partir del estudio de distintos indicadores socio-laborales. Metodología: se estudiaron los fundamentos de la estratificación y diferenciación del trabajo doméstico remunerado, articulando los aportes de la economía feminista con las contribuciones realizadas por el pensamiento latinoamericano sobre la estratificación del mercado de trabajo. Hallazgo: a partir del análisis del contexto argentino y el brasileño en los años de estudio, se presenta información proveniente de encuestas de hogares recolectadas por los institutos nacionales de estadísticas de ambos países y se evalúa su evolución a lo largo del período 2003-2019. Conclusión: mediante este análisis se corrobora que el trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil es sometido a una marcada diferenciación en términos de ingresos, subocupación y precariedad laboral. Palabras clave: Trabajador doméstico; Servicio de empleo; Argentina; Brasil; Trabajo.

Abstract

Object: The goal of this article is analyzing the job conditions of paid domestic work in Argentina and Brazil since 2003, starting with the study of several socio-working metrics. Methodology: Fundamentals of stratification and differentiation of paid domestic work, assembling contributions of feminist economy with stratification of the job market. Finding: Based on the analysis of the Argentinian and Brazilian contexts during years of study, resulting information from surveys applied in homes and gathered by national institutes of statistics is presented here. Besides, an evaluation of its evolution during the period 2003 – 2019 is also referenced. Conclusion: Through this analysis, it is possible to prove that the paid domestic work in Argentina and Brazil is subject of a marked differentiation in terms of income, underemployment, and job precariousness. Keywords: Domestic workers; Employment services; Argentina; Brazil; Labour.


Introducción

La contratación de trabajo doméstico remunerado es una estrategia a la que acuden los hogares de mayores ingresos relativos para organizar su propia reproducción, empleando a personas ajenas al hogar para realizar una porción del trabajo reproductivo. Esta actividad es la principal fuente de empleo para las mujeres latinoamericanas, significando alrededor del 14 % de la población femenina ocupada en la región (Valenzuela, 2010). Se trata de un trabajo realizado casi en su totalidad por mujeres, muchas de ellas migrantes y de bajos recursos económicos. Por ser un sector del empleo desprotegido e informal, sus trabajadoras se encuentran sujetas a una gran diferenciación y estratificación con respecto al resto del mercado de trabajo.

En este artículo se presentan evidencias sobre la diferenciación que tiene lugar entre las empleadas de este sector y el resto de la población ocupada, para el caso de Argentina y Brasil desde el año 2003. Se estudia un conjunto de indicadores socio-laborales a partir del procesamiento de encuestas de hogares relevadas por los institutos nacionales de estadísticas de cada país. Este análisis estadístico se enmarca en una revisión teórica de las principales contribuciones sobre la temática por parte de la economía feminista y la teoría de la reproducción social. Con este estudio se propone analizar qué cambios y continuidades hubo en las condiciones de empleo del trabajo doméstico remunerado desde el año 2003 en los dos países estudiados.

Se eligen a Argentina y Brasil como casos de estudios por varios motivos. Por un lado, ambos países tienen mercados de trabajo signados por una diferenciación estructural entre el sector formal y el informal de la economía. Por otro lado, el año 2003 presentó un punto de quiebre con respecto al modo de acumulación que imperó en los dos países, ya que llegaron al poder partidos políticos con un perfil neodesarrollista. Asimismo, en ambos casos se aplicaron nuevas normativas para mejorar las condiciones de contratación de las trabajadoras del sector durante el período analizado. Con el estudio que se presenta en este artículo se podrá evaluar si la diferenciación que sufre el trabajo doméstico remunerado pudo atenuarse en este contexto y cuáles son las perspectivas para la etapa actual.

El texto se organiza de la siguiente manera. En el próximo apartado se revisan los aportes de la teoría de la reproducción social y la economía feminista para entender las características que toma el trabajo doméstico remunerado. En la segunda parte se analizan las especificidades de América Latina con respecto a la participación de las mujeres en el mercado laboral en general y las características del trabajo doméstico remunerado en particular. El tercer apartado está dedicado al análisis del contexto de Argentina y Brasil en el período bajo estudio, haciendo hincapié en la emergencia de los regímenes neodesarrollistas y en las medidas tomadas para regular la contratación de empleo doméstico remunerado. En el cuarto apartado se analizan distintos indicadores socio-laborales y se evalúan a la luz de la revisión teórica realizada en los apartados anteriores. Por último, se presentan las conclusiones y las líneas futuras de investigación.

1.     La reproducción social de la fuerza de trabajo y el trabajo doméstico remunerado

Bajo el capitalismo, la reproducción de la población está organizada por medio de la relación salarial; es decir, por medio de la venta de la fuerza de trabajo a cambio de un salario. La fuerza de trabajo es la capacidad que tiene una persona de transformar el medio en el que vive, y está portada en las capacidades físicas y mentales que permiten a dicha persona realizar cierto tipo de trabajo concreto (Marx, 2008). En el actual modo de producción, la fuerza de trabajo aparece como una mercancía más, aunque con dos particularidades que la caracterizan: 1) es la única mercancía que puede generar más valor que el necesario para reproducirla, y 2) la producción de esta mercancía significa la reproducción de personas. Del primer punto se deriva que la provisión constante de fuerza de trabajo resulta de vital importancia para la reproducción misma del capitalismo. El segundo punto indica que en la producción de esta mercancía intervienen también patrones culturales y familiares que hacen a la reproducción de las personas.

Para que la reproducción de la fuerza de trabajo se lleve a cabo, no basta con las mercancías que se compran en el mercado. En la reproducción de las personas se pone en juego un complejo entramado de vínculos personales, actividades y trabajos concretos que tienen lugar tanto dentro como fuera del hogar. Este entramado es la ‘reproducción social’, entendida esta como “[…] las actividades y actitudes, conductas y emociones, y responsabilidades y relaciones directamente implicadas en el mantenimiento de la vida, en forma diaria e intergeneracional” (Brenner y Laslett, 1989, p. 314). Gran parte de la reproducción social se realiza en hogares organizados en torno a lazos de parentesco, mientras que otra parte se realiza mediante relaciones mercantiles o en instituciones estatales (Vogel, 2013).

En el marco de la reproducción social, el trabajo doméstico puede ser entendido como la porción del trabajo reproductivo y de cuidados que se realiza en el ámbito del hogar, ya sea de forma impaga o remunerada. La estratificación social de la fuerza de trabajo condiciona las estrategias que los hogares pueden llevar a cabo para organizar su propia reproducción. Por ejemplo, una familia de mayores recursos económicos puede obtener una mayor cantidad de bienes de uso y de mejor calidad, que le permite realizar sus actividades reproductivas mediante un trabajo doméstico de menor intensidad. Tanto es así que las familias de mayores ingresos relativos también pueden contratar trabajo doméstico remunerado, empleando a una persona externa al hogar para la realización de las tareas reproductivas y de cuidados.

La organización del trabajo doméstico en general se encuentra históricamente condicionada por una división sexual del trabajo que distribuye desigualmente la carga del trabajo reproductivo hacia las mujeres. Esta desigualdad tomó un desarrollo pleno en el siglo XIX con la extensión del tipo de ‘familia moderna’, basado en el trabajo reproductivo no remunerado del ama de casa a tiempo completo, que depende monetariamente del asalariado varón (Federici, 2015; Fraser, 2016). Esta desigualdad se encuentra acompañada por una desvalorización del trabajo reproductivo, a pesar de que se trata de un trabajo de crucial importancia para el capitalismo.

La división sexual del trabajo está sujeta a permanente cambios, interactuando con las necesidades de los procesos productivos. Desde el último tercio del siglo XX, se asistió a un progresivo ingreso de la mujer al mercado laboral, en un proceso plagado de contradicciones que modificó la división sexual del trabajo. Por un lado, se dio lugar a una relativa igualdad en las condiciones de empleo entre hombres y mujeres para algunas actividades, principalmente en aquellas ocupaciones de mayor calificación. Pero, por otro lado, persistieron las brechas de ingresos y la segregación horizontal sobre las tareas ‘feminizadas’ por la división sexual del trabajo. Sin embargo, más allá de estas diferencias, los cambios más recientes no derribaron las bases de la división sexual del trabajo dentro del hogar que describimos más arriba. Por ello es que hubo un movimiento de ‘doble socialización’ de la fuerza de trabajo femenina, en el que muchas mujeres comenzaron a participar del mercado de trabajo, a la vez que mantuvieron sus responsabilidades en las tareas reproductivas y de cuidados (Becker-Schmidt, 2010).

Asimismo, el aumento de la esperanza de vida, el crecimiento del número de hogares con jefatura femenina y la mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo tuvieron como resultado un crecimiento en la necesidad de trabajo reproductivo y de cuidados, que tuvo su correlato en la mayor demanda de trabajo doméstico remunerado (Esquivel y Pereyra, 2017; Rodgers, 2009). Este proceso se combinó con un contexto neoliberal de desmantelamiento de las instituciones estatales que previamente cumplían un rol importante en la reproducción social, dando lugar a una ‘crisis de cuidados’ a nivel global.

En el marco de esta crisis, las familias de mayores ingresos relativos pueden acceder a diversas estrategias para la reproducción familiar, como la contratación de trabajo doméstico remunerado y otros servicios que disminuyen la carga del trabajo reproductivo. El resultado de ello es una organización de la reproducción social dualizada y mercantilizada, en donde las familias de mayores ingresos contratan mujeres de familias con bajos ingresos relativos, que proveen este tipo de trabajo a cambio de bajos salarios (Fraser, 2016, p. 112).

Las características del trabajo doméstico, ya sea impago o remunerado, han sido objeto de estudio por numerosas contribuciones recientes en la literatura especializada (Ferguson, 2020; Hopkins, 2017; Mezzadri, 2019). Si bien hubo importantes avances teóricos en clarificar el rol que esta actividad juega en la reproducción social[1], aún es necesario avanzar en estudios que encuentren una expresión concreta de sus características en las estadísticas socio-laborales y que las interpreten desde la perspectiva de la reproducción social. Asimismo, en los países latinoamericanos, las problemáticas del trabajo doméstico remunerado se combinan con una estratificación social fuertemente diferenciada y polarizada. Por ello, antes de hacer un acercamiento al caso concreto de Argentina y Brasil, se vuelve necesario detenerse en las características generales de los mercados de trabajo latinoamericanos.

2.    El trabajo doméstico remunerado en América Latina

Los mercados de trabajo de nuestra región se caracterizan por tener una configuración estructuralmente diferenciada y segmentada. Esta cuestión fue estudiada en profundidad por el pensamiento latinoamericano, como parte de los estudios sobre el ‘sector informal’ y la ‘marginalidad’, que se desarrollaron desde finales de la década de 1960 (Germani, 1972; Nun, Murmis y Marín, 1968; Pinto, 1970), y que todavía forman parte de muchas agendas de investigación en la región.

Estas perspectivas coincidieron en identificar que las economías latinoamericanas poseen una porción muy amplia de la población ocupada en establecimientos productivos no estructurados y de muy baja escala relativa. En este grupo suele ubicarse a la venta callejera, a los pequeños emprendimientos familiares, la producción de subsistencia, entre otras actividades. Las condiciones de empleo y de vida de la población ocupada en este tipo de actividades contrastan con las condiciones de la fuerza de trabajo empleada en establecimientos formales de mayor escala, que brindan más seguridad laboral y beneficios sociales. Esta segmentación es un resultado específico de las estructuras económicas de la región, que dan lugar a dos sectores diferenciados, pero con cierto grado de interdependencia[2].

El trabajo doméstico remunerado es un claro ejemplo de los empleos considerados como informales por la literatura. Es una ocupación que la mayoría de las veces se lleva a cabo sin ningún contrato de trabajo, con escasas protecciones y con condiciones laborales muy diferenciadas en comparación a los empleos protegidos (Loyo y Velásquez, 2009).  A su vez, el trabajo doméstico remunerado refleja la interdependencia entre los distintos sectores de la economía, ya que se trata de un empleo que se lo considera como típico de la marginalidad o la informalidad, pero que suele ser contratado por familias de mayores ingresos relativos con empleos en el sector formal.

Por ello se registra una marcada estratificación en términos de ingresos, seguridad social y nivel educativo entre las mujeres a cargo del trabajo doméstico remunerado y las familias que las contratan. Mientras que las primeras suelen tener bajo nivel educativo, limitado acceso a la seguridad social y bajos ingresos, las segundas poseen un mayor acceso a la educación formal, protección social y mayores ingresos relativos (Lastra, 2020). El alto porcentaje de mujeres que se desempeñan en el trabajo doméstico remunerado muestra también la fuerte segregación horizontal que afecta a las mujeres de la región, que pueden acceder a una gama mucho más reducida de ocupaciones que los hombres (CEPAL, 1995; Carrasco, 2006; Baron, 2020).

La diferenciación a la que se hacía referencia se refleja de diversas maneras. Una de ellas es que las legislaciones nacionales establecen menores protecciones sociales para el trabajo doméstico remunerado (Blofield, 2009; Bastidas, 2012). Esto abarata la mano de obra, que puede contratarse bajo modalidades muy precarias e informales, convirtiendo al trabajo doméstico remunerado en una solución relativamente accesible para los hogares de mayores ingresos relativos. Asimismo, América Latina posee diversas corrientes migratorias, que prestan una base para la diferenciación en las condiciones de reproducción según etnia u origen migratorio, afianzando la estratificación social que existe en torno al trabajo doméstico remunerado.

Los mercados de trabajo de Argentina y Brasil estuvieron sujetos a las transformaciones recientes con respecto al aumento de la participación de las mujeres como vendedoras de fuerza de trabajo. Para Argentina, la tasa de participación de las mujeres en las áreas urbanas para la población de 15 años o más creció del 32,4 % en 1980 hasta el 41,2 % en 1994, mientras que en Brasil pasó del 37,2 % al 50,2 % para los mismos años (Arriagada, 1997, p. 12). Luego de este crecimiento, las tasas de participación de las mujeres se ubican actualmente en el 50,1 % y 53,6 % para Argentina y Brasil respectivamente, en contraste con una participación del 71,6 % y el 72,8 % para los hombres en sendos países[3].

La ocupación de las mujeres en el trabajo doméstico remunerado es relativamente alta para los dos países seleccionados en términos regionales, mostrando incluso signos de crecimiento desde la década de 1980. Las estimaciones indican que un 12,5 % de la población femenina ocupada en las ciudades trabajaba en el empleo doméstico en el año 1990 en Argentina, el 12,7 % tenía esa ocupación en el año 1999 y el 17,3 % en 2008. Para el caso de Brasil, esos guarismos son del 15,6 %, 19,7 % y 17 % respectivamente (Valenzuela, 2010). De esta manera, los dos países bajo estudio se ubican entre los países con porcentajes más altos de la región, junto con Chile, Uruguay y Paraguay.

3.    Argentina y Brasil desde el año 2003: neodesarrollismo y la regulación del trabajo doméstico remunerado

El año 2003 marcó un punto de inflexión en Argentina y Brasil, ya que se dio comienzo a nuevos regímenes políticos con características comunes, que prevalecieron por más de una década y que modificaron algunos rasgos del mercado de trabajo[4]. Diversos autores han utilizado el concepto de “neodesarrollismo” para caracterizar a este tipo de regímenes, que tuvieron la característica de promover esquemas redistributivos, pero sin afectar la primacía de las actividades primarias y extractivas en la economía (Katz, 2015a; Boito, 2012a). El análisis comparativo de estos dos países resulta de especial interés por tratarse de dos experiencias similares que se dieron contemporáneamente, y de cuyo análisis será posible extraer conclusiones y trazar las perspectivas para el futuro cercano.

El modo de acumulación neodesarrollista se estableció en Argentina luego de la crisis de los años 2001-2002. La administración de Eduardo Duhalde aplicó una abrupta devaluación del peso, junto con impuestos a las exportaciones agrarias que luego fueron mantenidos durante el gobierno de Néstor Kirchner. En un contexto de altos precios de los commodities, esto, significó una gran transferencia de recursos del sector agrícola al Estado, quien desde entonces tuvo capacidad para subsidiar la industria, fomentar el consumo doméstico y fortalecer los programas de transferencias directas hacia desocupados y trabajadores no registrados.

Bajo el neodesarrollismo, la economía experimentó un crecimiento económico sostenido para el período 2003-2008 (con un 6 % promedio de crecimiento anual del PBI) apuntalado por el consumo doméstico, con acumulación de reservas internacionales y una reducción del endeudamiento externo. El desempleo bajó desde 26,8 % en 2002 a 8,9 % en 2008, mientras que el porcentaje de población bajo la línea de pobreza disminuyó de 52,7 % en 2002 a 22,6 % en 2008 (Cazón, Kennedy y Lastra, 2016).

Los cambios en Brasil no fueron tan abruptos como en Argentina, en tanto que el primer mandato de Lula da Silva presentó varias líneas de continuidad con su predecesor Fernando Henrique Cardoso (Saad Filho y Morais, 2011). Sin embargo, el gobierno se volcó gradualmente hacia políticas que podrían ser consideradas como neodesarrollistas, promoviendo la inversión pública y estimulando el consumo doméstico. Durante el segundo mandato de Lula da Silva, el gobierno aplicó control de capitales, subsidios a la industria nacional y estableció un programa de transferencias directas para familias viviendo en la pobreza extrema (Boito, 2012b). El crecimiento económico despegó en 2004 y se mantuvo hasta el 2008, alcanzando un 4,86 % de crecimiento anual promedio del PBI (Manzano y Salas, 2016). Esta sólida performance económica permitió a Brasil aumentar su influencia geopolítica, lo que se expresó en su participación en el bloque de los brics, junto con otros países de la semi-periferia y China (Katz, 2015b).

Pero a pesar de los logros alcanzados en el período 2003-2008, los proyectos neodesarrollistas de Argentina y Brasil empezaron a afrontar serias dificultades. Por un lado, la caída en los precios de los commodities afectó la capacidad de los Estados de financiar sus programas sociales, los subsidios a la industria y al consumo. Por otro lado, se pusieron de relieve los límites estructurales de la industria latinoamericana, en tanto que el incremento de la demanda doméstica no fue acompañado por un incremento de la inversión privada (Katz, 2015a). El Kirchnerismo y el PT perdieron progresivamente su base de apoyo dentro de la sociedad, en el marco de un estancamiento económico, el incremento del déficit comercial y la consolidación de corrientes de opinión más conservadoras.

En este marco, los proyectos de orientación neoliberal se fortalecieron en América Latina desde comienzos de la década de 2010, tomaron nuevas formas y estrategias, y llegaron al poder en Argentina y Brasil en los años 2015-2016 (Puello-Socarrás, 2015). Mauricio Macri ganó las elecciones en 2015 para imponer un plan económico de corte conservador, mientras que Michel Tremer accedió al gobierno de Brasil en 2016 con un plan económico similar, que se profundizó con la presidencia de Jair Bolsonaro en 2019. La etapa que se abrió en 2015 significó un deterioro generalizado de las condiciones de vida de la población en ambos países, que se expresó en un aumento de la desocupación, disminución de la actividad económica y el recorte del gasto público.

Durante la etapa neodesarrollista, los gobiernos de Argentina y Brasil aplicaron medidas para regular la contratación de trabajo doméstico remunerado. En el caso argentino, el régimen laboral de las empleadas domésticas no se regía por la Ley de Contrato de Trabajo que regula a todas las relaciones laborales, sino por el Decreto Ley No. 326 de 1956. En este se establecía un régimen de menores niveles de protección para el trabajo doméstico remunerado con el objetivo expreso de preservar “el buen orden de la vida doméstica” (Messina, 2016). En Brasil, los derechos laborales de las empleadas del sector también se encuentran establecidos por una reglamentación diferenciada (Ley 5859 del año 1972), que fue sujeta a diversas modificaciones, entre ellas, por la Constitución Federal de 1988 (Sanches, 2009).

Esta diferenciación legal fue mantenida en Argentina y Brasil durante los años 2003-2019, pero su reglamentación se modificó para brindar una mayor protección y regulación al trabajo doméstico remunerado. En el caso argentino, se promovió la registración de las trabajadoras del sector a partir del año 2005, realizando campañas publicitarias para incentivar la formalización y aplicando medidas fiscales para que los hogares empleadores puedan descontar de sus impuestos el salario pagado a las empleadas domésticas. Algo similar sucedió en Brasil, donde el Congreso Nacional aprobó la Ley 11324 en julio de 2006, que permite deducir las contribuciones patronales del impuesto a la renta a las personas físicas (Sanches, 2009)

En el año 2013 también hubo avances significativos en ambos países. En Argentina, se promulgó el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares (Ley No. 26844 de marzo de 2013), que adaptaba el convenio No. 189 de la Organización Internacional del Trabajo del año 2011. La nueva normativa se aplicó a todas las formas de trabajo doméstico remunerado en hogares, y estableció protecciones en cuanto a la cantidad de horas de trabajo, salarios, sueldo anual complementario, despidos, entre otros aspectos (Esquivel y Pereyra, 2017). En el caso de Brasil, si bien no se dictó un régimen especial de regulación ni se ratificó el mencionado convenio de la oit, se aprobó una enmienda constitucional que otorgó una serie de derechos laborales a quienes ejercen el trabajo doméstico remunerado[5].

No obstante, la nueva legislación no fue acompañada por medidas que disminuyan la carga de trabajo doméstico que deben realizar las familias en general y las mujeres en particular. De esta manera, en Argentina y Brasil, al igual que en toda América Latina, no se implementaron políticas masivas de conciliación entre la participación en el mercado de trabajo y la realización de tareas de cuidado (Giosa Zuazúa y Rodríguez Enríquez, 2010; Sanches, 2009). Ello llevó a una fragmentación de las estrategias que pueden emprender los hogares para la realización del trabajo reproductivo y explica en parte por qué el trabajo doméstico remunerado sigue siendo una estrategia extendida para la organización del trabajo reproductivo y de cuidados.

4.    El trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil desde las estadísticas socio-laborales

En lo que resta del presente artículo se propone realizar un análisis exploratorio de distintos indicadores socio-laborales de los mercados de trabajo de Argentina y Brasil. Con este análisis se estudiará la diferenciación del trabajo doméstico remunerado en comparación al resto de la fuerza laboral, y se evaluarán las rupturas y continuidades en torno a estas diferenciaciones que se pueden identificar a lo largo del período estudiado.

5.     Presentación de las fuentes de información

Este análisis del mercado de trabajo argentino se basa en el procesamiento de los microdatos ofrecidos por la Encuesta Permanente de Hogares (eph), relevada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (indec) de Argentina, y la Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios (pnad), publicada por el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (ibge) de Brasil[6]. Ambas son fuentes que poseen un amplio abanico de información y que permiten estimar diversos indicadores laborales con una muestra representativa.

La eph es una encuesta que se publica de forma trimestral, con una muestra que representa a 31 aglomerados urbanos del país[7]. Durante el período bajo estudio, la modalidad de relevamiento de la eph fue homogénea en el período 2003-2015 y luego se recolectó con otra metodología entre los años 2016 y 2019[8]. En el caso de la pnad, esta también presenta cambios en lo que respecta a su metodología a lo largo del período analizado. Para los años 2003-2015, se publicó como una encuesta anual. A partir del 2012, se comenzó a relevar una versión ‘continua’ de la encuesta de forma trimestral (la pnadc), que en 2015 reemplazó a la versión anterior[9]. En el presente artículo se presentan los datos anuales de la pnad para el período 2002-2011 y luego el promedio simple de los trimestres para los cuales la pnadc se encuentra disponible[10].

Numerosas investigaciones sobre los mercados de trabajo de Argentina y Brasil han utilizado la eph y la pnad debido al potencial que tienen para analizar las condiciones de vida y de empleo de la población (Salvia, Fachal y Robles, 2019; Graña, 2014; de Castro Simões, Alves y do Nascimento Silva, 2016). Para la presente investigación, interesa analizar a las trabajadoras agrupadas en la categoría del ‘servicio doméstico’ de ambas encuestas. En lo que resta de este artículo se utilizará el término ‘servicio doméstico’ para referir a los datos que surgen de la categoría ‘servicio doméstico’ proveniente de las encuestas analizadas, mientras que para el análisis realizado se mantendrá el término ‘trabajo doméstico remunerado’, ya que tiene un mayor rigor teórico en cuanto a la definición del objeto de estudio.

5.1 El trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil (2003-2019)

En el Gráfico 1 se muestra un conjunto de indicadores que sintetizan algunas de las características de los mercados de trabajo de Argentina y Brasil, y su evolución a lo largo del tiempo. En primer lugar, se observa en él, la caída de la desocupación durante los primeros años de la experiencia neodesarrollista como resultado del crecimiento del producto y del empleo. En Argentina, la tasa de desocupación cayó del 15,3 % en 2003 hasta llegar al 7,8 % en 2008. Para el caso de Brasil, la desocupación disminuyó del 9,7 % al 7,2 % para los mismos años. Después de un leve repunte en la crisis del 2008-2009, este indicador se estabilizó en torno al 7 % para los dos países y se mantuvo en ese nivel hasta el año 2014. Luego, bajo nuevos regímenes de carácter más conservador en 2015-2016, la desocupación entró en un proceso de aumento, llegando al 10,2 % en Argentina y el 12,2 % en Brasil para el 2019.

Gráfico 1. Tasa de desocupación, porcentaje de ocupados en el servicio doméstico (SD) sobre el empleo total y porcentaje de ocupadas en el SD sobre empleo femenino total. Argentina y Brasil 2003-2019.

Fuente: Elaboración propia con base en eph, pnad y pnadc

Como se señalaba más arriba, en la revisión teórica, el trabajo doméstico remunerado es una ocupación muy importante en términos numéricos para el empleo en general y para las mujeres en particular. Un hecho relevante que se observa en el gráfico es que la importancia del trabajo doméstico remunerado como fuente de empleo no varió a pesar de los cambios en la tasa de desocupación que se registraron sobre el período. Tanto en el caso de Argentina como de Brasil, el porcentaje de personas ocupadas en la categoría del servicio doméstico se mantuvo estable en torno a un valor promedio del 7,2 % para el primer caso y del 7,1 % para el segundo.

Tampoco varió significativamente la importancia del servicio doméstico como ocupación para las mujeres. En Argentina, el porcentaje del empleo en el servicio doméstico sobre el total de la fuerza de trabajo femenina fue del 16,6 % y la serie muestra una leve tendencia ascendente en todo el período analizado. Esto implica que casi una (1) de cada cinco (5) mujeres activas en el mercado de trabajo se encuentra empleada en esta ocupación. Para el caso de Brasil, el promedio para todo el período es un poco inferior, del 15,9 %, y la serie muestra una leve tendencia descendente, llegando al 14 % para el 2019.

El principal factor de diferenciación del trabajo doméstico remunerado es la brecha de ingresos que existe entre las trabajadoras de este sector y el resto de la fuerza laboral. En los Gráficos 2 y 3 se presenta información que ilustra la evolución de esta diferenciación.

Gráfico 2. Ingresos laborales horarios reales según tipo de actividad en pesos del 2019 (eje izquierdo) y brecha de ingresos entre servicio doméstico y resto de ocupados (eje derecho). Argentina 2003-2019.

Fuente: Elaboración propia con base en eph, indec y cifra[11]

En los primeros años del neodesarrollismo en Argentina, los ingresos laborales presentaron una tendencia creciente hasta el año 2011 para los tres grupos seleccionados. Luego, los ingresos laborales se estancaron desde 2014 y comenzaron una fuerte caída desde el año 2017, producto de la alta inflación.  La recuperación de los salarios al comienzo del período analizado tuvo lugar junto a un crecimiento de la brecha de ingresos entre el servicio doméstico y el resto de la fuerza de trabajo. Esto sucedió porque la recuperación de los ingresos de las trabajadoras del servicio doméstico entre 2003-2015 fue mucho menor que para el resto de los ocupados. De esta manera, la brecha de ingresos pasó de ser 1,40 en 2003 a 1,84 en 2008, descendiendo luego hasta 1,47 en 2015.

La diferenciación en términos de ingresos se ensanchó desde el 2015, cuando, después de dos años de estancamiento, los ingresos laborales se desplomaron en un 24,4 % para el total de los ocupados y un 34,2 % para las ocupadas en el servicio doméstico durante los años 2017-2019. Ello llevó a un nuevo aumento de la brecha de ingresos, que llegó a ser de 1,65 en 2019.

Gráfico 3. Ingresos laborales horarios reales según tipo de actividad en reales del 2019 (eje izquierdo) y brecha de ingresos entre servicio doméstico y resto de ocupados (eje derecho). Brasil 2003-2019.

Fuente: Elaboración propia con base en pnad, pnadc e ibge.

El mercado de trabajo brasileño muestra rasgos similares al argentino en cuanto a la diferenciación de los ingresos laborales, aunque su evolución en el tiempo es distinta. Los ingresos laborales tuvieron una trayectoria ascendente hasta el año 2010 y la brecha de ingresos entre el servicio doméstico y el resto de la fuerza de trabajo se redujo de 2,51 en 2003 a 2,23 en 2010. Esta diferencia se mantuvo a un nivel estable para lo que resta del período estudiado, tanto durante el período neodesarrollista como en los años subsiguientes. Es decir que, si bien es más profunda que en Argentina, la diferenciación que sufre el trabajo doméstico remunerado se acortó, al menos en términos de ingresos.

Este diferencial en los ingresos configura una estratificación de la fuerza de trabajo, en donde las empleadas en el trabajo doméstico remunerado se encuentran sobrerrepresentadas en los quintiles de ingresos más bajos. La tabla que se presenta a continuación ilustra esta situación, a partir de estimar cómo se distribuye la categoría del servicio doméstico según un cálculo de quintiles para el total de los ocupados.


 

Tabla 1. Distribución por quintiles de ingreso horario de la ocupación principal (estimados sobre el total de ocupados). Total del servicio doméstico de Argentina y Brasil. Años seleccionados.


Fuente: Elaboración propia con base en eph, pnad y pnadc.


Es posible deducir de la Tabla 1 que los cambios coyunturales en el mercado de trabajo no modificaron sustancialmente la estratificación en torno a los quintiles de ingreso. En Argentina, incluso se profundizó progresivamente durante 2003-2019 la sobrerrepresentación del servicio doméstico en los quintiles más bajos. El porcentaje de trabajadoras que se encontraban en los dos primeros quintiles (I y II) pasó de ser 52,3 % en 2003 al 71,9 % en 2019. Por su parte, en Brasil la distribución se volvió apenas más igualitaria, con una leve disminución en el peso de los quintiles de más bajos ingresos. La participación de los dos primeros quintiles para el servicio doméstico pasó de ser del 67 % en 2003 al 62,2 % en 2019. En línea con la disminución de la brecha de ingresos que se analizaba más arriba, la participación de los quintiles más bajos disminuyó, aunque se mantuvo la sobrerrepresentación en los grupos de menores ingresos.

La diferenciación en los ingresos se ve agravada por el hecho de que las empleadas del sector trabajan menos horas en su ocupación principal como vendedoras de fuerza de trabajo. Ello no significa que trabajen menos horas en general, ya que, además de participar del mercado de trabajo, estas mantienen sus responsabilidades en las tareas reproductivas de su propio hogar.

 

Gráfico 4. Subocupación horaria demandante según tipo de actividad. Argentina y Brasil 2003-2019.

Fuente: Elaboración propia con base en eph y pnadc

En el Gráfico 4[12] se verifica la diferencia en términos de subocupación horaria involuntaria entre la categoría del servicio doméstico y el resto de la población ocupada. En Argentina, la subocupación para todos los ocupados disminuyó en el período 2003-2013, producto del aumento en el nivel de empleo que caracterizó a esa década. Sin embargo, esta disminución se da a niveles muy distintos para las ocupadas en el servicio doméstico y para el resto de la fuerza de trabajo.

Mientras para las primeras la subocupación disminuyó del 28,3 % al 18,7 %, para el resto de los ocupados se contrajo del 10,4 % al 4,8 %. Luego del 2015, la subocupación muestra un sendero ascendente para ambos grupos, pero se sigue manteniendo la diferencia entre los mismos.

Para el caso de Brasil solo se cuenta con datos desde el año 2012, pero igualmente se consigue observar la misma diferenciación entre grupos. La subocupación desciende en los años 2012-2015, pero para el servicio doméstico lo hace desde niveles mucho mayores. Mientras que para el resto de la fuerza laboral la tasa de subocupación pasa del 5,1 % en 2012 al 3,7 % en 2015, para el servicio doméstico va del 14,9 al 10,4 % para los mismos años. Luego del año 2016 comenzó una fase de empeoramiento de este indicador, pero que mantiene la distancia entre los dos grupos analizados. De esta manera, la subocupación llegó al 18,3 % para el trabajo doméstico remunerado en 2019 y al 6 % para el resto de los ocupados.

Otro aspecto importante de la diferenciación del trabajo doméstico remunerado es la incidencia de la precariedad laboral. Las relaciones laborales precarias; es decir, aquellas endebles de seguridad laboral y falta de registro legal, tienen una mayor incidencia en el servicio doméstico que en el resto de las actividades. Esto se observa en la evolución de la tasa de no registro para los asalariados que se presentan el Gráfico 5[13].

Gráfico 5. Tasa de no registro de los asalariados según tipo de actividad. Argentina y Brasil 2003-2019.

Fuente: Elaboración propia con base en eph, pnad y pnadc.

La tasa de no registro para los asalariados excluyendo la categoría del servicio doméstico alcanzaba al 41,1 % del total en el año 2003 para Argentina. Este guarismo disminuyó gradualmente en los primeros años del período analizado, para luego mantenerse estable en torno a un valor del 25 % desde el año 2011. En Brasil, dicha tasa era del 20 % en 2003 y, luego de disminuir durante ocho años, se consolidó en torno a un 13 % desde el año 2013. Sin embargo, a pesar de esta reducción generalizada, cuando se observa la incidencia de la precariedad en el servicio doméstico queda de relieve la diferencia abismal que existe entre quienes desempeñan el trabajo doméstico remunerado y el resto de la fuerza de trabajo.

En Argentina, la tasa de no registro para la categoría del servicio doméstico se ubicó por encima del 90 % en los años 2003-2006. Luego de una sostenida disminución en lo que resta del período estudiado, la tasa de no registro termina la serie con un valor del 71,3 % en el año 2019.

Resulta interesante resaltar aquí que la disminución de la tasa de no registro continuó incluso sobre el final del período analizado, en un lustro donde todos los indicadores socio-laborales que se presentaron más arriba se deterioraron. Esto podría indicar que los cambios en la legislación realizados promueven la registración del empleo doméstico de manera estructural, más allá de los cambios coyunturales en el mercado de trabajo.

El caso de Brasil se diferencia del de Argentina, ya que en el primero la tasa de no registro para el servicio doméstico muestra un descenso muy leve pero sostenido, comenzando en 74,2 % en el año 2003 y terminando en un 65,1 % en 2016[14]. A partir de ese año, se registró un fuerte aumento que llevó la tasa de precariedad para el trabajo doméstico remunerado al 71,6 %, revirtiendo gran parte de la reducción previa. De esta manera, la diferenciación en torno a la calidad de las relaciones laborales se reforzó en los últimos tres años en Brasil.

Con el análisis de indicadores socio-labores presentado en este apartado se logran ilustrar varios aspectos de la realidad del trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil. En primer lugar, los dos países estudiados presentan rasgos similares en torno a la diferenciación de la categoría del servicio doméstico, más allá de los matices de diferencia que fueron señalados oportunamente. También se puede establecer que durante la experiencia neodesarrollista, si bien no hubo un cambio estructural en el mercado de trabajo, sí se verificó una mejora en varios de los indicadores analizados, que impactaron en una leve mejora en las condiciones de empleo del sector. Luego, desde el año 2014-2015 se registró un empeoramiento generalizado de estos indicadores y una profundización de la diferenciación entre la categoría del servicio doméstico y el resto de la fuerza de trabajo.

Conclusiones

En este artículo se analizaron las condiciones de empleo del trabajo doméstico remunerado en Argentina y Brasil a partir de un análisis exploratorio de estadísticas socio-laborales. Se enmarcó este análisis en una revisión teórica sobre los condicionantes de la diferenciación y estratificación del trabajo doméstico remunerado. Para ello, primero se detuvo la mirada en las contribuciones que describieron las características de la división sexual del trabajo y sus transformaciones a lo largo del tiempo. Entre las transformaciones más importantes se encuentra el aumento de la participación de las mujeres como vendedoras de fuerza de trabajo, pero sin que ello redunde en una menor carga de sus responsabilidades en el trabajo reproductivo y de cuidados. En este contexto, la literatura sostiene que el trabajo doméstico remunerado se extendió como una solución mercantilizada a la que acuden las familias de mayores ingresos relativos como estrategia para organizar su reproducción. El trabajo doméstico remunerado es una actividad sujeta a una fuerte diferenciación, que se expresa en menores salarios y peores condiciones contratación para las personas que ejercen esta actividad.

Los fundamentos de esta diferenciación pueden encontrarse en la desvalorización del trabajo reproductivo y de cuidados, que se dio como resultado de la extensión del tipo de familia moderna heterosexual, basada en el trabajo doméstico impago de la mujer y el trabajo productivo pago del varón. En el caso de América Latina, estas diferencias se agudizan, ya que se desenvuelven en estructuras sociales fuertemente segmentadas y polarizadas, entre un sector formal/integrado de la economía y otro sector informal/marginal. El trabajo doméstico remunerado es parte de este último sector, donde las relaciones laborales suelen llevarse a cabo sin ningún tipo de contrato registrado, sin protecciones sociales y con escaso margen para la regulación estatal.

Una de las conclusiones más importantes que se derivan de esta investigación es que muchas de las características del trabajo doméstico remunerado señaladas por el pensamiento feminista tienen una expresión concreta en los indicadores socio-laborales de Argentina y Brasil. Este estudio sobre los datos provenientes de encuestas de hogares corroboró la diferenciación a la que son sometidas las ocupadas en la categoría del servicio doméstico en términos de ingresos, subocupación y precariedad laboral. Si se observa la dinámica de estos indicadores en los 16 años del período bajo estudio, se pueden extraer distintas conclusiones sobre las características del trabajo doméstico remunerado en una perspectiva de mediano plazo.

En primer lugar, es posible afirmar que, más allá de los cambios coyunturales en el mercado de trabajo, el trabajo doméstico remunerado sigue teniendo una gran importancia estructural, en tanto que mantuvo su participación sobre el empleo total y como empleo de las mujeres en particular. Asimismo, la diferenciación en términos de ingreso aumentó entre 2003 y 2019 para Argentina, ya que desde el año 2017 se observó un profundo aumento de la brecha de ingresos. En Brasil, la diferenciación de ingresos se redujo hasta el año 2013 y no mostró signos de aumentar, manteniéndose a un nivel mucho más alto en comparación con el caso argentino. En términos de subocupación y precariedad laboral, también se encontró que la diferenciación se mantuvo como un rasgo estructural del mercado de trabajo, aunque en Argentina la tasa de no registro muestra una tendencia decreciente que perduró más allá de los cambios coyunturales.

La persistencia de la diferenciación del trabajo doméstico remunerado demuestra que, a pesar de los importantes cambios en la regulación reseñados más arriba, aún perduran unas condiciones de empleo significativamente peores para esta actividad en comparación al resto de los asalariados. Los cambios en los sistemas normativos aplicados durante los gobiernos neodesarrollistas (como la simplificación registral, los incentivos fiscales para los empleadores, y la nueva legislación) son un paso necesario, pero no suficiente para erradicar la desvalorización social y la estratificación a la que está sujeta esta actividad.

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[1] En Varela (2020), se analiza el debate reciente entre distintas corrientes del pensamiento feminista en torno a la definición de la reproducción social y el rol que juega el trabajo reproductivo en el capitalismo.

[2] Esto no quiere decir que dicha diferenciación no exista en cierto grado en los países de mayor desarrollo productivo, tal como lo sostienen los enfoques sobre los mercados de trabajo duales (Piore, 1998). Los estudios de la informalidad y la marginalidad sostienen que en América Latina esta diferenciación es aún mayor y se basa en rasgos estructurales de la región.

[3] Estimación propia para el primer trimestre de 2019 en base a encuestas de hogares. Estos datos no son estrictamente comparables con los presentados para los años 1980 y 1994. En el quinto apartado se presentan las fuentes de información que se procesaron para esta investigación.

[4] En Argentina, esto sucedió con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia del país y los dos mandatos sucesivos de Cristina Fernández de Kirchner en los años 2007-2015. En el caso brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva asumió el poder en 2003-2010, y su partido continuó en el poder en el período 2011-2016 durante la presidencia de Dilma Rousseff.

[5] Para un análisis detallado de los cambios en la regulación en Brasil, ver oit (2015).

[6] Las bases de datos de la eph y la pnad fueron procesadas con el Software R.

[7] Aquí se presentan los datos de forma anual, calculando el promedio simple para los trimestres en los que la encuesta fue publicada.

[8] Con el cambio en las autoridades gubernamentales que sucedió a fines del 2015, el INDEC llevó a cabo una revisión de la metodología de recolección de datos, pero sin mantener la comparabilidad con la versión anterior de la encuesta. El principal problema que se plantea en este caso es que las poblaciones de referencia no son estrictamente comparables entre la serie que termina a mediados del 2015 y la que comienza a fines del 2016, a pesar de que ambas refieren a los mismos aglomerados urbanos. Ver INDEC (2019).

[9] La PNAD se construía a partir de una muestra de 1100 municipios de Brasil. La nueva versión ‘continua’ de la encuesta abarca una muestra de 3500 municipios y modifica varias definiciones de las categorías sobre la condición ocupacional.

[10] Tanto en la EPH como en la PNAD, los cambios producidos en la metodología de recolección de datos no permiten construir series estrictamente comparables a lo largo del período estudiado. Por ello es importante resaltar que la información que presentamos surge del procesamiento de las encuestas sin un tratamiento para homogeneizar dichos cambios metodológicos. El/la lector/a debe tener en cuenta que las series son estrictamente comparables para los años 2003-2015 y 2016-2019 en el caso de la EPH, y para los períodos 2003-2012 y 2012-2019 en el caso de la PNAD. Ver IBGE (2015) e INDEC (2019).

[11] Debido a los problemas de confiabilidad en el índice de precios publicado por el INDEC, a partir del año 2007 utilizamos el índice proporcionado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).

[12] Consideramos como ‘subocupadas demandantes’ a las personas que trabajan menos de 35 horas semanales y declaran querer trabajar más horas. Presentamos datos para Brasil solamente desde 2012 ya que en la versión de la encuesta PNAD anterior a ese año no se pregunta a los encuestados si desean trabajar más horas.

[13] En la operacionalización estadística utilizada en Argentina, la literatura considera la realización de descuentos jubilatorios como una buena aproximación a la precariedad y el no registro. De esta manera, se identifica a un trabajador como ‘precario’ o ‘no registrado’ cuando su empleador no realiza los descuentos jubilatorios correspondientes y el empleado tampoco aporta a la seguridad social por sí mismo. Para el caso de Brasil, se considera como no registrada o precaria a aquellas relaciones laborales en las que el empleado no tiene asignado un Carné de Trabajo y de Seguridad Social (Carteira de Trabalho e Previdência Social - CTPS).

[14] Es importante remarcar aquí que las variables utilizadas como proxy para el no registro son distintas entre los dos países (ver nota al pie anterior). Por lo tanto, de la diferencia entre las tasas no se puede derivar que la registración laboral es más alta en Brasil que en Argentina.

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Lastra, F. M. (2020). EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES. NOVUM, 2(10), 238–255. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759

ACM

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Lastra, F.M. 2020. EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES. NOVUM. 2, 10 (jul. 2020), 238–255.

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(1)
Lastra, F. M. EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES. Novum 2020, 2, 238-255.

ABNT

LASTRA, F. M. EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES. NOVUM, [S. l.], v. 2, n. 10, p. 238–255, 2020. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759. Acesso em: 16 jul. 2024.

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Lastra, Facundo Martín. 2020. «EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES». NOVUM 2 (10):238-55. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759.

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Lastra, F. M. (2020) «EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES», NOVUM, 2(10), pp. 238–255. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759 (Accedido: 16 julio 2024).

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F. M. Lastra, «EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES», Novum, vol. 2, n.º 10, pp. 238–255, jul. 2020.

MLA

Lastra, F. M. «EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES». NOVUM, vol. 2, n.º 10, julio de 2020, pp. 238-55, https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759.

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Lastra, Facundo Martín. «EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES». NOVUM 2, no. 10 (julio 1, 2020): 238–255. Accedido julio 16, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759.

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Lastra FM. EL TRABAJO DOMÉSTICO REMUNERADO EN ARGENTINA Y BRASIL DESDE EL 2003 A LA ACTUALIDAD: UN ANÁLISIS A PARTIR DE ESTADÍSTICAS SOCIO-LABORALES. Novum [Internet]. 1 de julio de 2020 [citado 16 de julio de 2024];2(10):238-55. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/novum/article/view/86759

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