El mercado de protectores solares en Brasil y América latina: impactos en la salud y el camino hacia la sostenibilidad

Estimado Editor,

Brasil, debido a su ubicación en una región tropical, es uno de los países más afectados por la elevada irradiación solar a lo largo de las cuatro estaciones del año, lo que se traduce en un aumento del riesgo de fotoenvejecimiento y cáncer de piel. Entre 2023 y 2025, se estima que habrá 220.490 nuevos casos anuales de cáncer de piel no melanoma, lo que representa un aumento del riesgo de 101,95 casos por cada 100.000 habitantes, 101.920 en hombres y 118.570 en mujeres [1].

En este contexto, el mercado brasileño de fotoprotectores se ha disparado, con un importante crecimiento del 28,8% en 2023 y alcanzando los 902 millones de dólares, la cifra más alta hasta la fecha. Tras un periodo de retracción en 2020 y 2021, marcado por las restricciones sanitarias y la reducción del poder adquisitivo de la población, el sector inició su recuperación en 2022 con un aumento del 13%. Este avance convierte a Brasil en el tercer mayor mercado mundial de productos de protección solar, solo por detrás de Estados Unidos y China, según Euromonitor International [2].

El análisis del crecimiento del mercado de protectores solares en Brasil revela tendencias significativas que reflejan no sólo la demanda de protección solar, sino también la relación entre el clima y la salud. Según un estudio realizado por InterPlayers, las farmacias brasileñas han registrado un aumento del 50% en las ventas de protectores solares en los últimos 12 meses, con un crecimiento aún mayor, del 56% entre enero y noviembre de 2023, en comparación con el mismo período del año anterior [3].

El aumento de las ventas de productos de protección solar puede atribuirse en parte a las altas temperaturas y las olas de calor, que aumentan la preocupación por los daños causados por el sol. Con la Ley Federal brasileña 14.539/23, que crea la Campaña Nacional de Prevención de la Exposición Indebida al Sol, se espera una mayor demanda de protección solar, especialmente durante las vacaciones escolares, cuando la exposición al sol es más intensa. Este escenario pone de relieve la necesidad de estrategias de marketing dirigidas y acciones educativas por parte de los farmacéuticos y profesionales sanitarios, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y dermatológicas imperantes.

Este escenario se hace aún más evidente al analizar los datos sobre el mercado de la protección solar en Sudamérica en 2024. La Figura 1 revela información significativa sobre los ingresos y las tasas de crecimiento (2024-2029) de diferentes países de la región. Destaca Brasil, con unos ingresos de 210 millones de dólares y una tasa de crecimiento anual del 7,54% [4]. La creciente concienciación sobre los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV), combinada con el clima tropical del país, ha impulsado una importante demanda de productos de protección solar.

En comparación, Argentina, Chile y Colombia también mostraron unos resultados notables, con unos ingresos de 208,3 millones de dólares, 58,21 millones de dólares y 32,97 millones de dólares, y unas tasas de crecimiento del 6,81%, el 8,35% y el 5,91%, respectivamente. En el caso de Colombia, este crecimiento puede atribuirse a una mayor concienciación sobre los efectos nocivos de la radiación UV, lo cual ha impulsado el consumo de protectores solares, especialmente en regiones como la Costa Caribe y otras zonas del norte del país, donde la exposición solar es más intensa durante todo el año. Perú destaca con una tasa de crecimiento del 7,77%, lo que pone de relieve el aumento de la demanda debido a la elevada altitud del país y a la fuerte radiación ultravioleta. Por el contrario, países como Bolivia y Uruguay presentan unos ingresos considerablemente inferiores, con 6,27 y 2,63 millones de dólares, y unas tasas de crecimiento que oscilan entre el 2,56% y el 5,91% [4].

Con el sólido desempeño de Brasil y las competitivas tasas de crecimiento de Colombia, Chile, Argentina y Perú, la protección solar en América Latina presenta un escenario prometedor. Esta dinámica es esencial a nivel mundial, ya que la región se vuelve cada vez más influyente e innovadora, impactando en las tendencias mundiales de fotoprotección como fórmulas sostenibles, nanotecnología, multifuncionalidad, entre otras. Además, el análisis del mercado latinoamericano indica una mayor concienciación sobre los riesgos de la radiación UV, características geográficas que aumentan la demanda de estos productos y la creciente relevancia económica de la región, acompañada de la evolución de las expectativas de los consumidores.

Según datos de Mintel [2], el 61% de los brasileños que utilizan protectores solares faciales buscan productos que no sólo protejan contra los daños del sol, sino que también hidraten la piel y ofrezcan beneficios adicionales como resistencia al sudor (51%), enriquecimiento vitamínico (44%) y propiedades antienvejecimiento (43%). Este comportamiento sugiere un cambio en la percepción de la fotoprotección por parte de los consumidores, que ahora la ven no sólo como una medida preventiva contra los efectos nocivos del sol, sino como parte de una rutina más amplia de cuidado de la piel en busca de productos multifuncionales.

Por otro lado, este movimiento también está en consonancia con una tendencia al alza en el mercado de los cosméticos, en el que los consumidores muestran un creciente interés por los productos naturales y sostenibles (aquellos que no contienen parabenos, sulfatos, ftalatos, colorantes y fragancias artificiales, además de otros 600 ingredientes). Una investigación de Factor Kline estimó que, en 2022, el mercado de cosméticos naturales en Brasil alcanzó los 1.730 millones de dólares y se espera que crezca hasta los 2.940 millones en 2025. Además, la investigación indica que mientras que el mercado de cosméticos tradicionales creció una media del 5%, el segmento de cosméticos naturales creció un 10% [5].

Este mercado se está expandiendo y cambiando, especialmente entre los jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012). Existe una creciente preferencia por los productos que incorporan prácticas sostenibles, y muchos están dispuestos a pagar más por esta característica. La creciente concienciación de los jóvenes sobre el calentamiento global y los derechos de los animales ha impulsado la preferencia por productos seguros, éticos y no tóxicos. Además, los factores internos, sociales y culturales desempeñan un papel importante en la decisión de comprar cosméticos sostenibles.

En una encuesta reciente, aunque sólo el 21,7% de los participantes indicó que la «belleza limpia» influye mucho en su elección de cosméticos, el 56,7% estaba dispuesto a pagar más por envases respetuosos con el medio ambiente. El estudio también reveló que, si bien el 36,7% de los consumidores comprueba ingredientes específicos, más de la mitad (56,7%) examina la lista completa, lo que refleja un cauteloso interés por la composición de los productos y la transparencia de las empresas [6]. Este cambio de comportamiento no solo representa una oportunidad para el mercado, sino que también refuerza la importancia de tener en cuenta estas preferencias en los debates actuales sobre salud y bienestar.

El mercado de protectores solares y cosméticos sostenibles en Brasil y América Latina tiene un gran potencial, especialmente dado su posicionamiento global. La creciente demanda de productos ecológicos, especialmente entre los consumidores más jóvenes como la Generación Z, que valoran tanto la protección solar eficaz como las prácticas sostenibles, crea un entorno fértil para que las marcas innoven y se adapten. Para los farmacéuticos y profesionales sanitarios, es importante comprender estos cambios, integrando enfoques que respondan a las necesidades de los pacientes, las exigencias de la salud pública y la preservación del medio ambiente. De este modo, refuerzan el papel de la farmacodermatología, dermatología y de la asistencia sanitaria en su conjunto en la promoción de una fotoprotección más consciente y sostenible.