Editorial
Downloads
Editorial
El sector lácteo del país representa un 3% del PIB nacional y 12% del PIB agropecuario. Se estima que el número de productores de leche es superior a 400.000, y la industria láctea genera más de 13 mil empleos directos. Los diferentes eslabones de la cadena tienen desarrollos muy disímiles, mientras la mayoría de la producción primaria se caracteriza por un bajo nivel de desarrollo tecnológico, un alto grado de informalidad y una baja adopción de las medidas sanitarias actualmente exigidas por ley, el eslabón agroindustrial formal dedicado a la transformación de la leche posee el equipamiento, la infraestructura y el conocimiento para poder competir en los mercados internacionales. El sector agroindustrial formal procesa más del 40% de la leche producida en el país, y la mayoría de sus industrias han desarrollado procesos de certificación bajo normas de calidad de estricto cumplimiento y acatan las regulaciones que la ley les exige para garantizar la inocuidad de sus productos. Por tanto, la brecha existente en desarrollo tecnológico y desarrollo empresarial entre estos dos eslabones de la cadena láctea es enorme.
La firma del tratado del libre comercio con Europa, que implica una competencia desigual por los subsidios que este sector recibe por parte de la Comunidad Europea, debe generar una profunda reflexión sobre nuestra cadena. Ésta debe identificar sus principales debilidades y desarrollar estrategias para superarlas, de otra manera difícilmente podrá enfrentar a nuevos competidores. El compromiso para transformar el sector debe comprometer a todos los eslabones de la cadena de manera conjunta. El no hacerlo probablemente significará el fracaso de todo el gremio. Los profesionales que prestamos servicios al sector (veterinarios y zootecnistas) debemos acompañar de manera decidida el cambio que el eslabón primario requiere. Sin embargo, el modelo de servicio profesional al campo que actualmente impera en el país ha demostrado ser poco eficaz para lograr las transformaciones estructurales que el sector requiere, y no está al alcance de muchos productores. Por esto, es indispensable replantear el mismo hacia un servicio integral. Este nuevo modelo deberá prestar servicios de calidad tanto a grandes como a pequeños productores, y tener cubrimiento regional. De esta manera, será posible trazar objetivos regionales que permitan transformar el sector. Este servicio requerirá del apoyo de los diferentes actores de la cadena láctea, del ICA y de Fedegan, así como del Ministerio de Agricultura. Las universidades debemos preparar nuestros profesionales para apoyar este cambio, generar conocimiento y nuevas tecnologías que permitan fortalecer la competitividad del sector.
Juan Evangelista Carulla Fornaguera
Editor
How to Cite
APA
ACM
ACS
ABNT
Chicago
Harvard
IEEE
MLA
Turabian
Vancouver
Download Citation
Article abstract page views
Downloads
License
Copyright (c) 2010 Juan Evangelista Carulla

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
This article is published under the terms of the Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License (CC BY-NC-ND 4.0).
The authors retain copyright of their work and grant the journal the right of first publication.
Readers are free to copy and redistribute the material in any medium or format under the license terms, provided proper attribution is given, the work is not used for commercial purposes, and no modifications or derivatives are made.



