Medidas que se aconseja poner en práctica en los hatos en que se presenten casos de aborto infeccioso

Enterrar o quemar el feto y la placenta, y desinfectar el lugar o lugares en que se hayan regado las secreciones vaginales.

Aislar las vacas que hayan abortado y someterlas al siguiente tratamiento:

Si la vaca no arroja la placenta, se le extraerá, teniendo en cuenta que las manos y brazos del operador deben lavarse perfectamente con agua y jabón, y luego sumergirlos en una solución antiséptica, como creolina al l 0/ o. Inmediatamente después de extraer la placenta, se hará un lavado de gran cantidad de agua hervida a la temperatura del cuerpo; este lavado es más que todo mecánico y tiene por objeto limpiar la matriz de las partes sólidas y liquidas que naturalmente quedan después de la extracción de la placenta y favorecer la acción desinfectante del lavado que se aplicara en seguida.

El agua del primer lavado debe extraerse, si la vaca no lo arroja, haciendo un sifón con el tubo que ha servido para el lavado.

Después de este primer lavado de limpieza, se aplicara otro, también en la matriz, con una solución tibia de una (1) parte de yodo metálico, cuatro (4) de yoduro de potasio, y dos mil (2.000) de agua hervida.