Publicado

2013-07-01

El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948

Palabras clave:

Presbítero Daniel Jordán, Clero, Iglesia católica, Corrientes del catolicismo, Oriente y Nororiente de Colombia. (es)

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Autores/as

  • Sergio Armando Cáceres Mateus
Este texto es fruto de una investigación sobre la vida y el trabajo del presbítero Daniel
Jordán Contreras (1899-1979). Describe y analiza su actuar político-religioso en diferentes
parroquias de la diócesis de Pamplona en el período de 1930-1948, y de esta
forma hace un aporte a la construcción de la historia político-religiosa de la primera
mitad del siglo XX en Colombia, especí!camente en la región de Oriente y Nororiente.
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ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA

 

El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948

 

The priest Daniel Jordán Contreras in the East and Northeast Colombia, 1930-1948

 

 

Sergio Armando Cáceres Mateus**

** Historiador de la Universidad Industrial de Santander. Miembro del Instituto Colombiano para el Estudio de las Religiones en Colombia (ICER), e Investigador de Sagrado y Profano, Grupo de Estudios del Hecho Religioso (Colciencias-UIS-ICER). Dirección de contacto: scaceres8616@yahoo.com

 

Artículo recibido el 7 de febrero de 2013 y aprobado el 24 de abril de 2013.

 


Resumen

Este texto es fruto de una investigación sobre la vida y el trabajo del presbítero Daniel Jordán Contreras (1899-1979). Describe y analiza su actuar político-religioso en diferentes parroquias de la diócesis de Pamplona en el período de 1930-1948, y de esta forma hace un aporte a la construcción de la historia político-religiosa de la primera mitad del siglo XX en Colombia, específicamente en la región de Oriente y Nororiente.

Palabras clave: Presbítero Daniel Jordán, clero, iglesia católica, corrientes del catolicismo, Oriente y Nororiente de Colombia.


Abstract

This text is the result of a research about the life and the work of Priest Daniel Jordán Contreras (1899–1979). It describes and explains the politic and religious acts of presbytery in different parishes of the diocese of Pamplona in the period between 1930 and 1948, and give an input to the construction of the politic-religious history in the first half of twenty century in Colombia, specifically in the east and northeast region.

Key words: Priest Daniel Jordan, clergy, catholic church, tendencies of catholicism, east and northeast of Colombia.


 

 

Introducción

El objetivo general de esta investigación es describir y analizar el actuar político-religioso del presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano en algunas parroquias de la diócesis de Pamplona1, en las que se ocupó como Párroco o Vicario en el período de 1930-194822, y para lo cual este texto se encuentra dividido en tres partes: 1) Primeros pasos del presbítero Jordán. en el Oriente de Colombia, en el que realiza un recuento de sus datos biográficos, su llegada a la parroquia San Juan Nepomuceno en Floridablanca (1928), su posterior cargo como vicario de Málaga (1931) y los roces que enfrentó con importantes dirigentes liberales de la región del Oriente colombiano por su actuar político religioso y su tono intransigente. 2) El corto ''exilio'', sus coordenadas ideológicas y su regreso a Colombia, en el cual se describe el exilio que tuvo que enfrentar el sacerdote, los viajes que realizó por Europa y el Medio Oriente durante dos años aproximadamente. De manera que Jordán aprovechó su estancia para realizar su accionar político, que se resume en su acercamiento al general Francisco Franco, su amistad con Laureano Gómez y los ataques que realizó contra el liberalismo y las reformas a la Constitución y al Concordato. Así mismo, se narra su regreso a Colombia y su visión sacralizada de la Guerra Civil Española. 3) Daniel Jordán en el Nororiente colombiano, donde se explica su nombramiento como párroco de San José de Cúcuta (1939) y las diferentes actividades que llevó a cabo durante la década de 1940. Adicionalmente, se describen los distintos actos intransigentes de Jordán y los problemas que tuvo que enfrentar con sectores del liberalismo, el protestantismo y el comunismo.

La presente investigación se enmarca en el estudio de la iglesia católica colombiana, enfocado desde la sociología y la historia religiosa en aspectos relativos a la organización religiosa (clero)3 y su vinculación a las corrientes del catolicismo4. La metodología que se escogió es de carácter hermenéutico; para llevar a cabo la interpretación de los datos se utilizó la crítica histórica.

 

1. Primeros pasos del presbítero Jordán en el Oriente de Colombia

Daniel Jordán Contreras nació en Pamplona, Norte de Santander, el 4 de diciembre de 1899, en el inicio de La Guerra de Los Mil Días (1899-1902)5. El 21 de mayo de 1917 se graduó del colegio y días después sería aceptado en el Seminario de Pamplona, a cargo de monseñor Rafael Afanador y Cadena, obispo de la diócesis de Nueva Pamplona6. En el momento que iba a iniciar su formación en la vida sacerdotal fue asesinado su padre Pedro Luis Jordán, Prefecto de la Provincia, por cuestiones políticas7. Sobreponiéndose a esta realidad, cuatro años después (en 1921), Daniel Jordán finiquitó sus estudios y fue ordenado presbítero8.

Posteriormente estuvo a cargo, durante 1928-1931, de la parroquia San Juan Nepomuceno de Floridablanca (Santander). Durante su estancia realizó actividades sociales y religiosas de diferente índole en la región: la primera actuación del presbítero fue la intervención que realizó el 12 de octubre en la inauguración del Centro de Estudios Históricos de Bucaramanga9. Luego, en 1929, creó el Semanario de la parroquia La Voz Parroquial10. De hecho, para 1930, por iniciativa propia y con ayuda de los fieles, construyó la casa cural de la parroquia11.

Ahora bien, el ascenso de los liberales al poder en 1930 con Enrique Olaya Herrera y la liberalización de los cargos públicos en departamentos como Santander y Boyacá generó una avalancha de violencia bipartidista que teñiría los campos de sangre. En efecto, en muchos de estos casos de violencia se observa la presencia de algunos miembros del clero de forma directa o indirecta. Por ejemplo, el 7 de diciembre de 1930 se realizó en la ciudad de Bucaramanga un bazar por parte del partido liberal. Después, en las horas de la noche, en las escaleras de la parroquia de San Juan Nepomuceno (Florida), algunos liberales en tono alcoholizado empezaron a gritar vivas y abajos, haciendo remembranza a los partidos tradicionales, según lo expresa él en la editorial del periódico de Pamplona, La Unidad Católica12. El señor José del C. Galvis, conservador, que iba entrando a la iglesia, protestó ante la turba liberal y fue golpeado. En su defensa salieron campesinos conservadores que se encontraban en la iglesia junto al cura Daniel Jordán13. Según el artículo del periódico La Unidad Católica, este intentó detener a varios conservadores para que no salieran a repeler el ataque de los liberales. Sin embargo, varias personas estaban ingresando y otras salieron de la parroquia, al frente de la cual se dió un enfrentamiento que dejaría varias víctimas mortales y heridos:

Aureliano Rojas, muchacho del campo, tuvo la necesidad de ir a la tienda y la turba se lanzó sobre él. Tres campesinos y el Sr. Juan de J. Mantilla volaron a las voces de auxilio del joven, sin armas de ninguna clase. Vinieron las detonaciones, los alaridos, la sangre, los ayes y los gritos. El S. Juan fue herido con un cuchillo, y murió. Aureliano fue herido de bala, Leonor Martínez con proyectil, y un joven que estaba sentado en un carro de la familia Ortiz Arenas, le clavaron un puñal en la espalda. [....] Llego la policía departamental, sitió la casa cural, prohibió el tránsito de los conservadores y varias veces los requisó. Los demás andaban armados y libres, liberales, trataban al párroco como responsable y agitador14 .

En efecto, el periódico pamplonés defendía a Jordán, ''La manera como varios empleados y muchos liberales de Bucaramanga y Florida han defendido la tragedia es inverosímil''15. Es necesario aclarar que en dicho enfrentamiento todas las víctimas fueron conservadoras. No obstante, la reacción fue inmediata por parte de periódicos como Vanguardia Liberal, que indicaban que el culpable de dichos actos era el presbítero: ''El párroco es el responsable. [...] en vez de adoctrinar a los hijos Florideños [...] ¡De la casa cural en construcción salió una lluvia de balas de grass, carabinas, revólveres [...]fi''16. Lo cierto es que los dirigentes liberales santandereanos le asignaron una responsabilidad directa al presbítero en los hechos y se comunicaron al respecto con el arzobispo de Bogotá, con el fin de que fuera destituido de su cargo y enviado fuera del departamento. Sin embargo, la destitución deseada por algunos miembros del partido liberal no ocurrió de inmediato; tan solo un año después sería trasladado a otra parroquia de la región17.

Por otro lado, la respuesta de Jordán ante tales acontecimientos fue declamar el 17 de diciembre de 1930 en el púlpito de la iglesia de San Laureano de Bucaramanga dos oraciones fúnebres en conmemoración del centenario de la muerte de Antonio José de Sucre y de Simón Bolívar18, las dos enalteciendo a los héroes patrios, a la patria y haciendo énfasis en la presencia de la Iglesia católica y de los sacerdotes en el proceso de la independencia de Colombia19.

Pues bien, después de perpetrarse una serie de crímenes recíprocos en la provincia de García Rovira durante 193120 por parte de conservadores y liberales, aparece un ultimátum en la sección editorial de Vanguardia Liberal, el 25 de noviembre de 193121. En esta se critica la falta de interés y protección por parte del gobierno en mejorar la situación en la provincia de García Rovira. Así mismo, declara que dichos acontecimientos han sido resultado del accionar político de sacerdotes de la región, haciendo una sindicación generalizada al clero. Finalmente, se notifica que se toma como iniciativa de oposición y de defensa la organización armada liberal22. De manera que, a nivel discursivo, se produce una narrativa de enfrentamiento entre actores políticos.

Incluso, para acrecentar los problemas entre las dos facciones políticas de la provincia de García Rovira, el obispo de Pamplona Rafael Afanador y Cadena nombró a Daniel Jordán el 1o de diciembre de 1931 vicario de Málaga, centro de García Rovira23, provincia en donde la violencia bipartidista se venía desatando. El periódico Vanguardia Liberal publicó una dura crítica al obispo por su decisión:

De todos son conocidas las actuaciones políticas de Jordán, que motivaron choques sangrientos entre ambos bandos, y en las actuales circunstancias [...] que en vez de desarmar los espíritus, arma los brazos para la pelea y la emboscada [...] nos parece el más grande de los desaciertos del prelado diocesano y su designación para la parroquia de Málaga24.

Por el contrario, el periódico La Unidad Católica, órgano de la diócesis de Pamplona, aducía que en Málaga importantes sectores del liberalismo ''[...] han hecho una campaña sectaria contra el Pbro. Daniel Jordán, [...] haciéndole cargos tan injustos como calumniosos''25.

Paralelamente, en dos entrevistas a Daniel Jordán que publicaron en el periódico Vanguardia Liberal entre el 6 y el 10 de diciembre de 1931, este declaró que la situación en Santander era insostenible, y aseguró que la única forma de que mejorara era nombrando un gobernador conservador que diera garantías a todos26. Igualmente, afirmaba que la policía de Santander estaba compuesta por una cuadrilla de asesinos27. Además, aclaraba que lo sucedido en la casa cural de la parroquia de San Juan Nepomuceno de Florida había sido un intento de los ''rojos'' de sacarlo de la región: ''[...] El tiroteo fue continuo y tuve que contener a los conservadores para que no exterminaran a los rojos, que intentaron sacarme del pueblo de aquella manera. Pero se equivocaron, porque yo soy muy hombre y no se me intimida tan fácilmente'' 28. Es decir, su injerencia en cuestiones políticas era evidente: por un lado, defendía al partido conservador y a sus líderes, y por otro, atacaba al liberalismo con un tono intransigente29. Así mismo, existía un contenido pasional, más allá de lo político o lo religioso, en el que defendía su honor masculino.

De ahí que durante todo el mes de diciembre facciones liberales de la región realizaron duras críticas al nuevo vicario de Málaga30. De hecho, para el 20 de julio de 1932 el presbítero Jordán, con motivo de la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de Jesús y de su llegada a la vicaría de Málaga, desde el púlpito, en tono intransigente aducía recoger una parroquia ''enlutada por la sangre de hermanos católicos'' y criticaba al liberalismo considerándolo una ''demagogia extraña y cruel'' basada en el error31. De esta manera, llegó al cargo de la vicaría anunciando el nuevo rumbo que tomaría bajo su administración.

Posteriormente, el 16 de septiembre de 1932 realizó una publicación en el periódico La Unidad Católica, en la cual confrontaba al político y jurista liberal Carlos Arango Vélez ''por los cargos, agresiones y calumnias que usted ha modulado contra el clero santandereano y boyacense, en hora turbia y mal hada''32. Es más, lamentaba que Carlos Arango Vélez fuera un partidario de la ''corriente demagógica'' del liberalismo, que en su discurso equivalía a la oficial; lo declaraba públicamente anticlerical y en contra de la religión católica:

Lamento profundamente que deje esfumar en usted al que se insinuaba y aceptábamos como uno de los pocos que pueden contrarrestar y dominar en su partido las bajas pasiones y corrientes demagógicas y ponerlas a tono con los intereses y derechos de la Iglesia [...]

Usted, enorgulleciéndose de su sangre, se ha llamado católico, y su partido se desvive por convencernos de que la Iglesia gozará de toda clase de garantías en las administraciones por venir. En desagraciada contradicción, confieso ante el país que usted no es clerical y sin intervalo demuestro su anticlericalismo en forma como varias veces la registran los Anales de la Cámara; y afirma rotundamente que los hombres pueden separarse de las religiones existentes [...] Para atacarnos a los sacerdotes con más autoridad quiso hacer pública su profesión de fe diciendo que no es ateo y cree en Dios, pero sin fijarse que esa formula la pronuncia cualquier protestante o mahometano [...]33

En efecto, para muchos sectores del liberalismo y de la izquierda colombiana el actuar público del presbítero era aliciente para que estos hechos de violencia se perpetraran. De manera que su intransigencia le costaría su ''corto exilio'' del país. A la vez, estos enfrentamientos entre líderes de ambos bandos se recrudecieron de tal forma que entre 1930 y 1933 se transformaron en una guerra fratricida, que paulatinamente se fue ampliando en la provincia de García Rovira34 y en algunos municipios de la diócesis de Pamplona en el Nororiente colombiano35. A mediados de diciembre de 1935 Daniel Jordán creó en Málaga el Semanario La Defensa, medio informativo que utilizó para atacar a diferentes dirigentes del partido liberal36.

 

2. El corto ''exilio'', sus coordenadas ideológicas y su regreso a Colombia

El 1o de marzo de 1936, según decisión de algunos círculos liberales de la Asamblea departamental de Santander, se tramitaban todas las diligencias de orden jurídico para considerar al párroco Jordán, persona no grata en el departamento y el país37. Para el 25 de abril del mismo año, la Asamblea cumplió su objetivo: ''Resuelve: Exigir a las altas jerarquías de la Iglesia Católica el inmediato traslado del sacerdote, del curato de la ciudad de Málaga o de cualquier otro curato de la Republica, por considerarlo persona no grata a este departamento [....]''38.

Por decisión del Nuncio Apostólico y del Arzobispado de Bogotá, Daniel Jordán fue retirado del cargo y enviado fuera del país durante dos años para que estudiara los movimientos de la Acción Católica. Los viajes de peregrinación del padre Jordán al Medio Oriente y Europa se pueden resumir en: Palestina, Egipto, Roma, Florencia, París39, Bélgica y España40: ''No fue el Dr. Jordán al viejo mundo como simple turista, sino en viaje de estudio y observación. Durante su gira por varios países europeos, supo aprovechar admirablemente el tiempo para aumentar el acervo de su cultura eclesiástica''41.

Antes de su viaje, la última actuación de Jordán fue la publicación de un artículo titulado ''El significado de una victoria'', en el periódico de Pamplona La Unidad Católica, un día después del bombardeo a Madrid, en donde se encontraba el Frente Popular, momento en el que llegaba el ejército nacionalista a la ciudad, refiriéndose a este como un acontecimiento de orden mundial: ''Con la entrada de los ejércitos nacionalistas en Madrid parece haber tocado a su término el duelo a muerte concertado en España entre religión y el ateísmo, entre la civilización y la barbarie, entre Roma y Moscú [...]''42. Es decir, la intransigencia de Jordán se encontraba inmersa en una mentalidad dualista de un mundo a blanco y negro, bipolar, entre el bien y el mal, que conllevaba una idea de honor y duelo, y en la que se presuponía la muerte del contrincante43.

Aunque solo fue a estudiar los movimientos de la Acción Católica y a dedicarse a la peregrinación, el presbítero Jordán aprovechó su estancia para realizar una lectura de los sucesos políticos más importantes del nacional catolicismo español, con el objetivo de darles relevancia y mostrar su admiración por el general Franco. Por ejemplo, cuando Daniel Jordán estuvo en España visitó dos santuarios de suma importancia para la Iglesia católica: Compostela y Zaragoza. De hecho, el día en que visitaba el santuario de Compostela, ''Franco rendía en el santuario sus armas, en búsqueda de inspiración y a llevarse el hálito de la victoria hispana y católica, siempre viviente en la urna del Apóstol''44. Así mismo, Jordán, en su libro Notas de viaje, describe la relación y cercanía de España y Colombia, además, enfatiza en el apoyo que le brindaba personalmente por el ideal hispánico, católico y tradicionalista que encontraba en la falange y en la causa franquista:

¡Madre Patria: ya estás Arribafi Te encuentras de nuevo en las alturas, que son tu puesto. [...] Bien sabes que Colombia te ha reconocido y acompañado desde un principio, con el corazón y la plegaria [...] Tú la España de Calvo Sotelo y Franco, de Peman y Pemartín, la vencedora en Europa del comunismo, que emerges triunfadora y nueva, de entre la sangre de millares de mártires tuyos y aún de colombianos, con el tradicionalismo y la falange por táctica, tu eres la España legitima, la de don Pelayo y el Mío Cid, la de los Reyes Católicos y el cardenal Cisneros, la de Carlos V y Felipe II, la de Cervantes, Murillo y Vásquez de Mella. [...] Colombia es tu hija y tu aliada en el desarrollo de los grandes ideales hispano – americanos45.

Ahora bien, el jueves 18 de febrero de 1937 Jordán se encontraba instalado en Roma y le escribía una carta a su amigo Laureano Gómez para informarle de la muerte del ex presidente Enrique Olaya Herrera46, en la que le comenta: ''El sábado se celebrarán las exequias solemnes en la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, centro de las grandes funciones oficiales. Y embalsamado dentro de un ataúd, sin poder ni voz, tornará a la patria [...]''47. Igualmente, le informaba que Olaya fue acompañado siempre por una comitiva colombiana del clero secular liderada por él, por los padres jesuitas y por algunos miembros del Colegio Pío Latinoamericano. Finalmente, le manifestaba que el notable liberal había abjurado antes de morir de la masonería y del liberalismo para tener el ''descanso eterno'':

Murió al cuidado de abnegadas religiosas y asistido por la Iglesia. Y los jesuitas, presididos por el padre Juan María Restrepo, los alumnos del Colegio Pío Latino Americano y los sacerdotes seculares de Colombia, fuimos los primeros en rodear su cadáver, que descansa a la sombra de una gran cruz, guarda entre sus manos al omnipotente Crucifijo y se ilumina con la cinta tricolor. Como despedida de esta ilustre colonia colombiana, me correspondió a mí recitarle la plegaria del descanso eterno y rociarle el agua bendita del perdón divino.

[...] Sin duda que los curiosísimos liberales de nuestra patria preparan ya el ridículo ceremonial de la masonería y alistan sus escuadras y banderas negras. Pero es de saber y repetir que el Dr. Olaya Herrera, para bien morir, reprobó la masonería, renegó de sus prácticas y renunció a sus ritos; que es en última voluntad reposar católicamente, y que la legislación canónica le da a la Iglesia derecho exclusivo sobre los restos que se le confían, y que ella ha purificado y bendecido maternalmente.

Los últimos días del doctor Olaya nos demuestra que desde cierto punto de vista es una farsa la incredulidad de los liberales colombianos. Esta no resiste el corrosivo de la muerte. [...]48

Por otro lado, el 29 de mayo de 1937, desde Roma, escribía una dura crítica al proyecto llevado a cabo por Alfonso López Pumarejo y el liberalismo para realizar una reforma al Concordato celebrado con Colombia en 1887, sobre todo en lo referente a tres puntos: el matrimonio, la educación religiosa y los bienes arrebatados a la Iglesia49. De hecho, lo que proponía Jordán era hacer un plebiscito para que los colombianos decidieran ''y que no quede como la reforma constitucional, indeleblemente marcadas la división y la diferencia entre el Concordato de la república liberal y el Concordato de la República de Colombia''50.

Dos años después, Daniel Jordán retornó a Colombia51 e inmediatamente fue recibido con un acogedor saludo por parte de La Unidad Católica de Pamplona, periódico que le ofreció sus columnas52. Meses más tarde, el padre Jordán a través de los medios de comunicación reiniciaba sus discursos políticos, pero esta vez con un ingrediente de hispanismo53 (lengua, raza y religión) con el que se sacralizaba la figura del dictador de España Francisco Franco y se enmascaraba a la Guerra Civil Española como una Cruzada Santa contra los enemigos de la Iglesia y de la Patria. Por ejemplo, a través de la radio, específicamente de la emisora La Voz de Colombia, Jordán pronunció una magistral conferencia con motivo de la Fiesta Nacionalista organizada por la Falange Española54. Iniciaba la conferencia retomando la historia de España desde ámbitos hispánicos, a través de figuras religiosas de suma importancia en las creencias católicas españolas, como es el Apóstol Santiago y la Virgen María del Pilar. Es más, señalaba que estas figuras religiosas habían estado en los frentes del Ejercito Nacionalista Español para la extirpación roja. De esta manera, según él, los hechos adquirían el carácter de una Cruzada Santa al estilo medieval, en donde la Virgen y el Apóstol Santiago comandaban el ejército nacionalista.

Incluso, Jordán declaraba que las figuras y los episodios de esta Cruzada Española no se podían superar por otros de la historia universal en los hechos materiales y en los ideales heroicos. De igual manera, sacralizaba la imagen de Franco, de modo que lo concebía como figura salvadora ''[...] Franco subyuga por su sencillez y magnanimidad, por su sabiduría militar y habilidad de estadista, por su fe cristiana y la vida purísima y sin tacha''55. Para terminar la Conferencia, afirmaba que el movimiento nacionalista comandado por Franco no era un movimiento fascista, por el contrario, era un movimiento de puro españolismo para la reconstrucción de un Estado católico56.

Mientras tanto, desde 1934, en el ámbito nacional se pondría aún más tensa la situación por la irrupción del gobierno de Alfonso López Pumarejo y su programa de Revolución en Marcha57 y, luego, por la continuación de esta política laicista en el mandato de Eduardo Santos, entre 1938 y 1939, lo que trasgredió los intereses de colegios católicos del país58 y de algunos conventos de Bogotá59 y afectó varias comunidades religiosas que estaban encargados de dichos establecimientos. De hecho, esta situación fue utilizada de tal forma por algunos miembros del la organización religiosa (clero colombiano) que se mostró a la opinión pública una realidad paralela a la de España durante la República Liberal, aduciendo una persecución religiosa60.

 

3. Daniel Jordán en el Nororiente colombiano

En marzo de 1939 el padre Jordán es nombrado párroco de San José de Cúcuta por el obispo de la diócesis Rafael Afanador y Cadena. En la década de 1940 se dedicó a realizar diferentes obras para la parroquia de San José de Cúcuta. Por ejemplo, a principios de abril de 1942 inauguró en la parroquia la nueva casa rectoral, descripción que realiza el órgano oficial de la diócesis de Pamplona: ''Es un moderno y elegantísimo edificio, fruto del esfuerzo del actual párroco Daniel Jordán. Gracias a su dinamismo, a la generosidad de sus feligreses, el padre Jordán logró levantar esta espléndida mansión [...]''61.

Su labor no se restringía meramente a su oficio como párroco, pues su participación en discusiones políticas llevó a que diferentes sectores lo señalaran como un sujeto beligerante. Por ejemplo, la respuesta a los actos cometidos por uno de los miembros de la Misión Cumberland a finales de abril de 1942, en pleno Congreso Mariano Nacional62, incitó a Daniel Jordán a pronunciarce contra los protestantes: ''Como la Virgen María, es el más sagrado y preciado tesoro de la religión católica, el protestantismo la ataca de madre, concebida por apóstatas y corruptos e introducida en nuestro país para traicionar a nuestra patria y prepararla para ser conquistada, [...] por aquel que se apoderó de Panamá''63. Según el historiador inglés Abel Christopher, el padre Daniel Jordán, influido por las tradiciones clericales nacionales de la España franquista, criticaba y rechazaba la conducta de penetración de Estados Unidos a través del protestantismo64. Visión que era retomada por Laureano Gómez en 1942, quien amenazaba con la guerra civil colombiana con apoyo de Franco65 .

Por otro lado, Jordán viajó el 1o de mayo de 1942 a Cali como asistente e invitado al Congreso Mariano Misional celebrado en esta ciudad66. Además, fue uno de los organizadores y mentores del Congreso Mariano de Cúcuta, acontecimiento importante para la diócesis de Pamplona y especialmente para Cúcuta, pues le daría la oportunidad de apertura para convertirse en diócesis una década después (1956)67:

[...] La magna procesión que se celebró en la tarde para pasear en triunfo a la Virgen del Pilar por las principales calles de la ciudad, tuvo la grandiosidad de una apoteosis. Más de veinte mil espectadores apiñados en el atrio de San José, en el parque de Santander y en la Avenida 5ª. [...] el señor Obispo bendijo la imagen, ante la cual un inmenso coro de niños desarrollo con entusiasmo el coro hablado María Reina, del Hogar. [...] Desde la tribuna exaltó luego el padre Jordán en cláusulas deslumbrantes de arrebatadora elocuencia la gesta realizada por la Hispanidad bajo los estandartes de la Pilarica, y este fue el tema desarrollada por radio durante la gran procesión que torno al atrio de San José [...]68.

En 1943 Jordán fue nombrado director de la revista El Granito de Arena que para etonces cumplía veintiocho años de funcionamiento69. Es necesario aclarar que, en repetidas ocasiones, Jordán y la Editorial de esta revista publicaron una serie de artículos en contra del liberalismo70, la masonería71 y el protestantismo72. Igualmente, Laureano Gómez tuvo ocasión de escribir en la revista explicando las diferencias de ser un congresista liberal y un congresista conservador, cuestiones que eran enmarcadas en temas políticos que buscaban estar a favor del ''Partido Espiritualista'' (Conservador) 73. A finales de 1943, estas acciones le costarían a Daniel Jordán problemas con la alta jerarquía de la arquidiócesis de Bogotá, pues su actitud no era bien vista por miembros de otras corrientes político-religiosas dentro de la organización religiosa colombiana, como se explicará más adelante.

En abril de 1943 Jordán fue invitado por el presidente del Concejo del Municipio de Cúcuta, Miguel Alvarado García, para que pronunciara un discurso en honor a los 150 años del municipio de Cúcuta, después de una misa campal celebrada por el obispo de la diócesis74. Es decir, su capacidad como orador era aprovechada en la celebración de eventos públicos, para los que en varias ocasiones fue tenido en cuenta por las autoridades civiles y religiosas.

En octubre de 1943, Jordán se pronunció en la revista en contra de las Ferias del Libro, programa de cultura popular difundido en la Republica Liberal75. Consideraba que este tipo de eventos estaba plagado de tráfico de ''porquería literaria'', libros ateos, herejes y pornográficos76: ''de Vargas Vila, Zolá, Sweight, Balzac, Freud, Proust, viene a presentarse como pedestal de la cultura patria. Es la dinamita moral que derrumba y destruye las conciencias''77.

Daniel Jordán se pronunció en pro de la celebración del Centenario del nacimiento de Miguel Antonio Caro en dos artículos de la revista El Granito de Arena. En el primer texto se refería a él como maestro, héroe y numen de la cultura y de la patria78. En el segundo hizo una dura crítica a las celebraciones organizadas por el Estado en conmemoración del Centenario de su nacimiento, sobre todo a la presentación de Luis López de Mesa en el Teatro Colón:

[...] El Dr. López de Mesa es básicamente un profesional que se ha enaltecido con dilatadas lecturas científicas y literarias [...] pero carece de la elevación y penetración metafísicas y en sus viajes literarios y sociológicos marcha con el bagaje mútilo y unilateral del sistema materialista o del naturalismo ecléctico; por lo cual trepida o bambolea en aquel equilibrio intelectual, psíquico y fisiológico que coloca al pensador en el punto exacto y preciso, debajo de la estratosfera y sobre la limpia y clara realidad de las cosas y los hombres. Si hubiera tenido la fortuna de disfrutar de la formación filosófica de Caro, le hubiera seguido en sus huellas79.

En medio de la violencia en que se hallaba la nación, Jordán arremetía contra el presidente Alfonso López Pumarejo por el viaje que realizó el 16 de noviembre a Estados Unidos ''El señor López se fuga del puesto presidencial, de su partido y de la república [...] nos referimos a la tragedia política que mantiene en convulsión al país sediento de justicia, deseoso de pulcritud y ansioso de la tranquilidad espiritual''80.

Para finalizar, este año el presbítero viajó a Bogotá asistiendo al señor canónigo Demetrio Mendoza, quien se sometería a una cirugía, y también ''para atender su propia salud y adelantar contratos relacionados con el templo de la parroquia de San José de Cúcuta''81. Durante su estadía tuvo problemas con Luis Andrade Valderrama, vicario general de la arquidiócesis de Bogotá, quien le prohibió dictar misa en el santuario de Monserrate, cuestión que le fue comunicada a través de una carta del gobierno eclesiástico el 23 de noviembre de 1943: ''Advierto que dicho Sr. no se ha presentado en la curia a exhibir sus licencias y recibir las facultades del caso, y además ha hecho publicaciones en el periódico El Granito de Arena contra las disposiciones establecidas en los cánones y las especiales de la arquidiócesis[...]''82. Esto indica la división al interior de la organización religiosa colombiana. Es más, la respuesta de Jordán fue retadora. Argumentó que El Granito de Arena estaba plenamente autorizado por el obispo de Pamplona y que en el derecho canónico no había ningún artículo que prohibiera al sacerdote realizar las funciones de su ministerio83, y mucho menos que se prohibiera al sacerdote hacer su trabajo, además señalaba al vicario de Bogotá de contribuir a la reforma del Concordato:

[...] Imposible que el sacerdote colombiano no pueda tratar de moralidad pública y de grandezas patrias, mientras otros escritores edifican y arreglan con toda libertad la ciudad del diablo. [...] Lo que me suena en medio de todo es el galopar de las cuadrigas que han venido poniendo en confusión a la conciencia católica de la nación, y lo que veo asomar es el agitado y siniestro pabellón de la reforma concordataria84.

Ahora bien, en 1944 Jordán inauguró una serie de obras en la ciudad de Cúcuta. A finales del mes de enero de ese año el Pbro. dio apertura a un edificio de dos pisos, que sería destinado para una Escuela Primaria y administrado por las Madres Terciarias (Capuchinas)85, además adecuó en la planta baja locales para asegurar el sostenimiento de estas obras. Igualmente, el 2 de octubre de 1944 la Sociedad de Mejoras Públicas otorgo una mención al padre Jordán por la reconstrucción y reparación del templo de San José, obra que se adelantó con fondos donados por doña Amelia Meoz de Soto86, y en especial ''por la adquisición del bellísimo Viacrucis del Maestro Martínez Delgado''87.

Paralelamente, la mentalidad intransigente de Jordán salía a flote. En efecto, el 15 de noviembre realizó una dura crítica a la Junta encargada de las ferias de la ciudad de Cúcuta, refiriéndose a los organizadores como ''traficantes de la carne, del alcohol y del garito''88. El 16 de noviembre, en el púlpito de la parroquia de San José, realizó la excomunión a los miembros de la Junta, ''los comerciantes Carlos Luis Peralta, Pablo Mendoza, el médico Gabriel Gómez, Eduardo Sandoval Ferrero y el periodista Carlos Ramírez''89.

Incluso, a mediados de 1945 Jordán tuvo que enfrentar un bochornoso escándalo que le costó varios días de prisión. Todo inició el 11 de marzo de 1945 cuando fueron encarceladas distintas personalidades del partido conservador de Bucaramanga90, miembros del ejército91, algunos sacerdotes y Gilberto Vieira, líder comunista, por una supuesta maniobra conspiradora para derrocar al presidente de turno. Entre los sacerdotes, el bogotano Álvaro Sánchez y el padre Egisto Giovanetti –organista de la Catedral Primada–, los sacerdotes Daniel Jordán92, Julio Ernesto Duarte y el hermano lasallista Gilberto Antonio93. Según el periódico El Liberal fueron encarcelados por su vinculación al hallazgo que realizó la fuerza pública en el Coro de la Catedral Metropolitana de Bogotá, en donde encontraron aproximadamente ''800 tacos de dinamita y granadas de mano cargadas lista para entrar en acción''94. Es necesario aclarar que las autoridades no pudieron comprobar nada; Jordán y los demás encarcelados quedaron en libertad el 15 de marzo de 194595. Sin embargo, los vínculos del sacerdote con personalidades religiosas y conservadoras y con miembros del aparato militar siempre fueron evidentes. Por ejemplo, mientras estuvo detenido el padre Jordán, el clero96 y laicos conservadores de reconocido nombre de Norte y Sur de Santander97 se pronunciaron en su favor a través de La Unidad Católica98, considerando este acto como un atropello al Concordato y al fuero eclesiástico99. Asimismo, el 12 de marzo de 1945, fue enviada desde Pamplona una carta al presbítero encarcelado en Bogotá, por parte del obispo Rafael Afanador y Cadena y por varios sacerdotes de la región100, en la que se afirmaba la violación del Concordato por parte del gobierno:

Amado hermano en Cristo:

Con dolorosa sorpresa supimos que, a pesar de las consideraciones que el Concordato señala para los eclesiásticos, la voluntad expresa de nuestro Jefe Espiritual, el Prelado diocesano, y las más elementales normas de la caballerosidad y la hidalguía —como si se tratará de una persona vulgar— usted fue aprisionado como un malhechor el día de ayer. Nosotros que lo respaldamos y admiramos en todas sus brillantes empresas por la gloria de la patria y de la fe, en esta hora en que quizá más que nunca se aquilatan sus méritos, envidiamos la gloria de su martirio y abominamos el sacrílego atentado.

Nos felicitamos, eso sí, porque su preclaro nombre sea de los primeros en ilustrar el martirologio colombiano que habrá de tocarnos, si Dios no se apiada de nosotros.

Viéndole a usted aherrojado, como el Apóstol San Pablo, recordamos el pensamiento de éste: La palabra de Dios no se encadena101.

También varios campesinos, artesanos y conservadores de Gramalote, Norte de Santander, que pertenecían al movimiento sindical de la Acción Social Católica, en una carta dirigida al obispó de Cúcuta, se ofrecieron a defender la Iglesia y a los sacerdotes perseguidos:

Como católicos estamos listos para ir en su defensa al terreno que nos llame la Iglesia de Cristo. [...] No podemos permanecer insensibles ante los ultrajes y vejaciones que se cometan contra los sacerdotes y la religión católica que es la de los colombianos, la misma que bebimos en los pechos de nuestras madres, la cual nos enseñaron a amar y defender a costa de todo sacrificio, lo mismo que a nuestra amada patria. Es por ello que como compatriotas y sumisos hijos de la Iglesia nos adherimos a V. E. R. y a todo el clero nacional para hacernos participes de la pena que os conturba. Después de pediros vuestra bendición quedamos de V. E. R. y de los dignísimos sacerdotes perseguidos sus adictos y humildes hijos y servidores102.

Aunque los hechos de la Catedral Metropolitana no contaron con las pruebas necesarias para la condena sobre Daniel Jordán, para el grueso del liberalismo y para algunos de sus sectores de izquierda, no era dudosa la posibilidad de un nuevo caso de conspiración contra el presidente Alfonso López Pumarejo por parte de miembros del partido conservador, militares y algunos sacerdotes. Después de su absolución, Jordán se mantuvo activo en la toma de decisiones políticas de la región y en el adoctrinamiento de los fieles con respecto a la necesidad de la defensa del tradicionalismo.

Posteriormente, en 1946 el cura Manuel Grillo, administrador del periódico La Unidad Católica de Pamplona, celebraba las bodas sacerdotales del presbítero Jordán realizando un discurso alusivo a este, a quien consideraba uno de los máximos apologistas del catolicismo colombiano:

Daniel Jordán enseña a sus alumnos el valor de la verdad y el pavor de la apostasía. Para él fue escrita la violenta y arrebatada frase de León Bloy: 'cuando se es hombre y se llega a cualquier principio, es preciso agotarlo, si se puede. Cuando uno se compromete en cierto camino, si no es un imbécil o un cobarde, debe llegar al fin, pase lo que pase, o no comprender jamás el viaje.' [...] Es un hombre en todo lo que el vocablo significa, un corazón valiente que combate por toda la verdad hasta la muerte, es este adelantado de Dios y altivo capitán de gloriosas y estupendas batallas103

Tras el asesinato de Gaitán, el 9 de abril de 1948, se dieron brotes de violencia en diferentes ciudades del país, y Daniel Jordán apareció de nuevo en escena cuando pronunció en la iglesia de San José de Cúcuta una ''Oración Fúnebre'' como homenaje al ejército colombiano por la muerte de tres soldados en ''defensa de la patria''104, pertenecientes al Batallón Santander de los grupos ''Maza'', ''Popa'' y ''Berbeo''105. Es necesario afirmar que Jordán adujo que la culpa fue de los comunistas: ''aquí como en todo el país fueron activísimos agentes de la revolución, y se portaron a la altura de su ideario político''106, reproduciendo así –según los historiadores Ricardo Arias y Helwar Figueroa– la versión de varios dirigentes de la Iglesia católica colombiana, del Partido Conservador y de los Estados Unidos107.

Por otro lado, a finales de 1949, Jordán, en asocio con sus primos Manuel y Jorge Jordán, adquirieron la emisora Radio Victoria, que un año después se transformó en la emisora La Voz del Norte108. Así mismo, durante la década de 1950 el presbítero llevó a cabo diferentes actividades que tuvieron como fin el fomento de la educación dirigida por las comunidades religiosas. Por ejemplo, en abril de 1951, en un terreno de cuarenta hectáreas, se inició la construcción del Colegio La Salle, administrado por los Hermanos Cristianos, quienes participaron en la consecución del lote, la bendición de la primera piedra, la obtención de la exención del impuesto predial y otras obras109. En 1953 el presbítero consiguió traer a las Hermanas del Buen Pastor y las posesionó como directoras de la nueva cárcel de mujeres110. Posteriormente, Daniel Jordán fue nombrado vicario general de la diócesis de Cúcuta111. Murió a la edad de ochenta años en su ciudad natal, Pamplona-Norte de Santander, el 31 de agosto de 1979112.

 

Conclusiones

El presbítero Daniel Jordán es un caso particular en la historia político-religiosa de Colombia en la primera mitad del siglo XX. Desde su nacimiento sufrió la violencia y los odios bipartidistas (La Guerra de los Mil Días). A los diecisiete años, cuando iba a iniciar el estudio en el Seminario de Pamplona, fue asesinado su padre por motivos políticos. Luego, en 1928, fue enviado al Oriente de Colombia para dirigir la parroquia San Juan Nepomuceno (Floridablanca), región donde el liberalismo tenía su pie de fuerza.

En efecto, durante la República Liberal (1930-1946), se levantó una voz de intransigencia por parte de varios representantes de la organización religiosa de Colombia por las diferentes reformas que realizaron los gobiernos liberales en lo referente a la Constitución y al Concordato113. Muchos de ellos veían en el renaciente liberalismo un peligro para los postulados de la iglesia católica colombiana. De hecho, Daniel Jordán fue uno de los máximos representantes de la corriente del catolicismo tradicionalista114 en el Oriente y Nororiente de Colombia. Es decir, por una parte fue exponente y practicante del proyecto integrista115, impulsado por algunos sectores de la iglesia católica colombiana a finales del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX116, y por otro lado, seguía los postulados de la intransigencia promulgada por Pío IX en el siglo anterior con la encíclica papal Quanta Cura (1864) y su decálogo El Syllabus, y que se vería reflejada en la organización religiosa colombiana de finales del siglo XIX. Esta mentalidad o ideología llevaría a Jordán en diferentes momentos de su vida a experimentar avatares como el ''exilio'', su encarcelación en Bogotá y el señalamiento por parte de importantes sectores de la sociedad que lo consideraban un sujeto beligerante y peligroso, incitador de la violencia conservadora del Sur y Norte de Santander.

De manera que la figura del sacerdote en algunos casos se transformó en instrumento político, pues la mentalidad intransigente era la base representativa e incitadora que servía de soporte en el accionar político del clero. Por esta razón, fueron evidentes los vínculos de Daniel Jordán con personalidades de ultraderecha como Laureano Gómez y el general Francisco Franco, con militares, con miembros del partido conservador en el Oriente y Nororiente de Colombia. Así mismo, contaba con el apoyo del grueso del clero, sobre todo del obispo de la diócesis de Pamplona Rafael Afanador y Cadena, y de sectores populares a través de sindicatos católicos vinculados con la Acción Social Católica y la Acción Católica.

La forma de implementar su accionar político fue a través de su participación en uno de los semanarios más importantes del Norte de Santander, El Granito de Arena, además de su vinculación al periódico La Unidad Católica de la diócesis de Pamplona, y a La Defensa de Málaga, medios informativos en los que podemos observar varias cuestiones: en primer lugar, a través de sus páginas se identifica la mentalidad tradicionalista e intransigente de Jordán; en segundo lugar, después de un seguimiento riguroso, se reconstruye su accionar político; en tercer lugar, es en donde se plasma el ejercicio de un poder retórico.

A modo de cierre hay que decir, siguiendo al historiador William Elvis Plata, que este catolicismo tradicionalista e intransigente en nuestro país tuvo un impacto nocivo y obstaculizó la irrupción de la modernidad y de los procesos democráticos, entorpeciendo el avance de las reformas pastorales propiciadas por el Concilio Vaticano II, y dejó un sello de intransigencia en nuestra cultura política durante todo el siglo XX117.

 


* Artículo recibido el 7 de febrero de 2013 y aprobado el 24 de abril de 2013. Artículo de investigación científica y tecnológica. La presente investigación es un trabajo de iniciativa personal acometido durante tres años aproximadamente. Es el resultado de la búsqueda de las diferentes fuentes en varios archivos de Colombia: Archivo Arquidiocesano de Nueva Pamplona (AANP), Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA), Biblioteca Nacional de Colombia (BNC) y Centro de Documentación de Historia Regional (CDHIRBucaramanga).

1. ''[...].El Papa Gregorio XVI erige la diócesis con la Bula Coelestem Agricolam del 25 de septiembre de 1835. El documento papal asigna las siguientes poblaciones: Pamplona, Girón, Salazar, San Faustino, San José de Cúcuta, Rosario de Cúcuta, Piedecuesta, Bucaramanga, Málaga, La Concepción, Capitanejo, San Miguel, Macaravita, Carcasa, Enciso, Tequia, Servitá, Cerrito, Malagavita, Guaca, San Andrés, Cepitá, los Santos, Floridablanca, Tona, Silos, Cácota de Velazco, Betas, Charta, Cucutilla, Cañaveral, Arboledas, Pedral, Santiago, San Cayetano, Limoncito, Cúcuta, Bochalema, Chinácota, Chopo, Toledo, Labateca y Chitagá, las ciudades y parroquias están circunscritas al norte por el río Sardinata, al occidente y sur los ríos de Sogamoso y Capitanejo y al oriente por el río Táchira y por las montañas que habitan los in!eles, hacia la corriente del río Apure''. Humberto Rico Sepúlveda, Historia de la Diócesis (Pamplona), http://www.arquipamplona.org-/contenidos-/historia.htm, (Consultada el 11 de noviembre de 2010). Para la década de 1950 Bucaramanga (1952) y Cúcuta (1956) se convierten en diócesis, mientras que Pamplona pasa a ser arquidiócesis (1956).

2. Daniel Jordán estuvo a cargo de la parroquia de San Juan Nepomuceno de Floridablanca (Santander) durante 1928–1931, luego fue nombrado vicario de Málaga (Centro de la Provincia de García Rovira) durante 1932–1936. Después de un ''corto exilio'' fue nombrado párroco de la parroquia de San José de Cúcuta en 1939, cargo en el que estuvo hasta 1956, cuando fue nombrado vicario general de Cúcuta.

3. Preferimos utilizar la palabra organización, porque el proceso de institucionalización no solo afecta la organización, sino también las creencias, las expresiones y la ética. Por esta razón, nos parece más correcto hablar de organización religiosa para denominar al conjunto estructurado de actores que ejercen un papel religioso específico, con una base material y organizativa que permite el funcionamiento de los sistemas religiosos. François Houtart, La sociología de la religión (Nicaragua: Ediciones Nicarao, 1992), 97-98.

4. Según las investigaciones de varios historiadores en Colombia, se desarrollaron corrientes político- religiosas que se expresaron sobre la identidad de la iglesia católica y su función político-social. Estas investigaciones han develado la existencia de cuatro corrientes: El Catolicismo Liberal (1783–1860); Catolicismo Social de León XIII (1891 y el surgimiento Acción Social Católica y la Acción Católica); El Catolicismo Tradicionalista e Intransigente (1860 en adelante), y El Catolicismo Utópico (inicia con el Vaticano II). Cfr. William Elvis Plata Quezada, ''La romanización de la Iglesia en el siglo XIX, proyecto globalizador del tradicionalismo católico'', en Globalización y diversidad religiosa, comp. Ana María Bidegain (Bogotá: UNAL, 2005), 108–112.

5. Según el historiador Luis Javier Ortiz Mesa ''[...] la Guerra de los Mil Días produjo 100.000 muertos, en la mayoría jóvenes, dejando dolor, desplazamiento, enfermedades, saqueos de haciendas, en una palabra, destrucción. Muchas memorias escritas en el siglo XIX y comienzos del siglo XX, dan cuenta de cómo la guerra afectó a la vida intima de las gentes, desarregló la vida social y generó venganzas y crueldades''. Luis Javier Ortiz Mesa, ''Guerras Civiles e Iglesia católica en Colombia en la segunda mitad del siglo XIX'', en Ganarse el cielo defendiendo la religión, Guerras Civiles en Colombia, 1840–1902, Luis Javier Ortiz Mesa, et al. (Bogotá: Unibiblos, 2005), 50.

6. ''Nació en la población de Barichara, departamento de Santander, el 4 de Agosto de 1871. Hizo sus estudios en la ciudad del Socorro, terminándolos en la ciudad de Tunja, donde se ordenó sacerdote el 3 de julio de 1898. De 1912 a 1916 actuó como rector del Seminario del Socorro. El 5 de junio de 1916 el Papa Benedicto XV lo nombró obispo de Nueva Pamplona, siendo consagrado en la Catedral Primada el 3 de septiembre de 1916 por Mons. Bernardo Herrera Restrepo. [...] durante sus veinticinco años de episcopado Mon. Afanador tuvo, bajo su gobierno, una Diócesis de 23.070 Km2 y cerca de medio millón de almas. [...] Durante su gobierno (1916-1956) se realizaron las siguientes obras: la creación del Colegio San Pedro Claver de Bucaramanga en el barrio Sotomayor; gestionó la construcción y decoración de 33 iglesias y capillas, 110 seminaristas recibieron de sus manos su ordenación sacerdotal, 10 comunidades de religiosos y religiosas se radicaron en distintos lugares de la Diócesis''. Así mismo, ''la buena prensa ha prosperado bajo su patrocinio: en la Diócesis se editan 33 semanarios y hojas de propaganda católicos''. ''Información Católica, sobre las Bodas de Plata de Mons. Afanador y Cadena'', El Alcázar. Semanario religioso, órgano parroquial. Bucaramanga, 27 de septiembre de 1941, 11.

7. Gerard Henri Raynaud Delaval, ''Crónica. Curas Insignes, Daniel Jordán (1)'', La opinión, Sección ''Memoria'', Cúcuta, 15 de septiembre de 2012, 5B.

8. ''Sacerdotes ordenados por monseñor Afanador y Cadena en la arquidiócesis de N. Pamplona'', La Unidad Católica, Pamplona, 29 de agosto de 1941, 637.

9. Daniel Jordán, ''Discurso compuesto para inaugurar el Centro de Estudios Históricos de Bucaramanga, 12 de Octubre de 1928'', en Patria, A la Virgen María en el Segundo Congreso Mariano Nacional (Bogotá: Ediciones Centro S.A., 1942), 99–107.

10. Publicación que para noviembre de 1931 contaba con 116 números. Semanario La Voz Parroquial n.o 116, Floridablanca (Santander), 15 de noviembre de 1931, 1.

11. Placa conmemorativa en la Casa Cural de la parroquia de San Juan Nepomuceno de Floridablanca monseñor Víctor Manuel López Forero, arzobispo de Bucaramanga, Florida, 28 de agosto de 2005. La restauración fue realizada por el padre José Ríos Cortés (2003–2005), Fotografía de Archivo Personal, (Consultada el 8 de noviembre de 2012).

12. Este periódico nace en 1886. Para mitad del siglo XX, exactamente hacia el año de 1956, Pamplona pasa a ser arquidiócesis de Nueva Pamplona; se decide no seguir produciendo los tirajes del periódico.

13. ''La Verdad nada más de lo sucedido en Floridablanca'', La Unidad Católica, Pamplona, 2 de enero de 1931, 71-72.

14. ''La Verdad nada más'', 71-72.

15. ''La Verdad nada más'', 71-72.

16. ''La Verdad nada más'', 71-72.

17. En noviembre 15 de 1931 fue nombrado nuevo párroco de San Juan Nepomuceno de Floridablanca el Dr. Régulo Antonio Nossa. ''Notas.'', Semanario La Voz Parroquial n.o 116, Floridablanca (Santander), 15 de noviembre de 1931, 4.

18. Daniel Jordán, Patria, A la Virgen, 17-43.

19. Daniel Jordán, Patria, A la Virgen, 17-43.

20. Entre febrero y diciembre de 1931 se dieron a enfrentamientos entre conservadores y liberales en distintos lugares del Oriente y de García Rovira. ''Violencia en Piedecuesta'', Vanguardia Liberal, Rollo n.o 16, Bucaramanga, 3 de febrero de 1931, 2; ''Violencia en Santander'', Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 2 de septiembre de 1931, 1. ''Violencia en la Provincia de García Rovira'', Vanguardia Liberal, Rollo n.o 17, Bucaramanga, 28 de noviembre de 1931, 1. ''Guerra en García Rovira'' Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 25 de noviembre de 1931, 3. ''Nuevas víctimas Liberales en San Andrés'', Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 1o de diciembre de 1931, 1; ''Entrevista de Jordán a un periodista de PASCO sobre Violencia en Santander'' Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 6 de diciembre de 1931, 6

21. ''Guerra en García Rovira'', Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 25 de noviembre de 1931, 3.

22. ''Guerra en García Rovira'', 3.

23. La provincia de García Rovira se conformaba por los siguientes municipios: Capitanejo, Carcasí, Cepitá, Cerrito, Concepción, Enciso, Guaca, Maracavita, Málaga, Molagavita, San Andrés, San José de Miranda y San Miguel.

24. ''Nombrado Daniel Jordán Vicario de Málaga'', Vanguardia Liberal, Bucaramanga, 1o de diciembre de 1931, 1.

25. ''García Rovira'', La Unidad Católica, Pamplona, 31 de diciembre de 1931, 75.

26. ''Entrevista de Jordán a'', 6.

27. ''Entrevista de Jordán a'', 6.

28. ''Entrevista de Jordán a'', 6.

29. A !nales del siglo XIX y principios del XX muchos sacerdotes al interior de la Iglesia católica colombiana retomaron la encíclica Quanta Cura (1864) y el decálogo el Syllabus de Pío IX, para ir en contra del sistema capitalista, el liberalismo, la masonería, el protestantismo, el socialismo, el comunismo, y posiciones filosóficas como el naturalismo, el racionalismo, etc. Gloria Mercedes Arango de Restrepo y Carlos Arboleda M., ''La Constitución de Rionegro y el Syllabus como dos símbolos de nación y dos banderas de guerra'', en Ganarse el cielo defendiendo, 111–149. De manera que, entre las décadas de 1870 a 1880, el sector intransigente del catolicismo tradicionalista en Colombia pretendió utilizar la Encíclica y el decálogo como garantía para el inicio de una cruzada en contra del Olimpo Radical (1863–1877) y su reciente Reforma Educativa (1876–1877), y a favor de una alianza entre la institución eclesiástica y el partido conservador, que se materializaría con el período denominado de Hegemonía Conservadora (1886–1930), con el que se afianzó lo que el historiador José David Guerrero denomina El Régimen de Cristiandad, según el cual se estrecharon los vínculos entre Iglesia y Estado. Toda esta maquinaria se vería plasmada en la Constitución de 1886 y en el Concordato !rmado entre el Vaticano y Colombia en 1887. Cfr. José David Cortes Guerrero, ''Regeneración, intransigencia y régimen de cristiandad'', Revista Historia Crítica n.o 15 (1997): 3-4. Entre las décadas de 1930-1940 se levantó en la República Liberal una voz de intransigencia por parte de varios miembros de la organización religiosa. Véase Helwar Figueroa Salamanca, ''Intransigencia católica en Colombia durante los años treinta'', Asociación de cientistas sociales de la religión de Mercosur Vol.: 7 (2005): 103-130. Gracias al trabajo de historiadores como Rodolfo Ramón De Roux, José David Cortés, Christopher Abel, Ricardo Arias, Luis Javier Ortíz Mesa, Gloria Mercedes Arango, Carlos Arboleda, María Teresa Cifuentes y Helwar Figueroa se ha podido avanzar en el estudio de la intransigencia por parte del clero colombiano durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX. Entre los representantes más importantes del catolicismo intransigente se encuentran Cayo Leónidas Peñuela; Nicolás Casas y Fray Marcelino Ganuza; el agustino español Ezequiel Moreno Díaz; monseñor Juan Manuel González Arbeláez, máximo dirigente de la Acción Católica Colombiana; el dominico Fray Mora Díaz; monseñor Builes, obispo de Santa Rosa de Osos, y el agustino recoleto español Eugenio Ayape, entre otros.

30. ''García Rovira'', La Unidad Católica, Pamplona, 31 de diciembre de 1931, 75.

31. ''El último domingo de Julio en Málaga'', La Unidad Católica, Pamplona, 22 de julio de 1932, 617.

32. ''Los males de la época'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de septiembre de 1932, 767-768.

33. ''Los males de la época'', 767-768.

34. Ana María Pinto Ortiz, ''Homicidios, lesiones personales y agresiones verbales. El caso de la Violencia Política en la Provincia de García Rovira 1930-1946'' (Tesis Pregrado en Historia, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, 2009), 95, en http://tangara.uis.edu.co/biblioweb/tesis/2009/132220.pdf (Consultada el 7 de agosto de 2012).

35. 1) ''Comunicaciones de Capitanejo dan cuenta del horrible asesinato político cometido por los conservadores de Maracavita en el prestigioso liberal Leví Sierra el cuál fue sometido a las más crueles torturas. Después del asesinato flagelaron a la madre de la víctima y a sus hermanas, prendieron fuego a la habitación. [...] Después sedientos de sangre se apostaron en la vía pública para asesinar a los humildes labriegos liberales que venían a mercado a la población de Chiscas haciendo luego horrible descuartizamiento de cadáveres''. ''Por Telégrafo'', Norte Liberal, Pamplona, 4 de noviembre de 1931, 1. 2) El 31 marzo de 1932 fue asesinado el párroco de Bochalema el Dr. Reyes Ruíz, junto a su padre don Hilaron Ruiz, por una descarga de grass. Más adelante fueron hallados malheridos los señores Telésforo Cano, y Abelardo Díaz. Cfr. ''De Bochalema'', Norte Liberal, Pamplona, 4 de junio de 1932, 1. 3) Según aduce un corresponsal del periódico Norte Liberal, ''para vengar la sangre del párroco Reyes Ruiz, villanamente asesinado por oscuros malhechores, los conservadores revoltosos y vecinos, especialmente de Pamplona, van a asaltar de noche la población a reducirla a ceniza y a matar a cuanto liberal en ella encuentren. [...]''. ''De Bochalema. Ridículas amenazas conservadoras'', Norte Liberal, Pamplona, 4 de junio de 1932, 2. 4) El 11 de febrero de 1933 fueron asesinados catorce liberales y otros dieciséis fueron heridos en Chinacotá en plenas elecciones. Cfr. ''Como ocurrieron los sucesos de Chinacotá. 14 muertos y 16 heridos liberales'', Norte Liberal, Pamplona, 11 de febrero de 1933, 4.

36. Gerard Henri Raynaud Delaval, ''Crónica. Curas Insignes, Daniel Jordán (1)'', 5B.

37. Entre los círculos liberales de La Asamblea departamental de Santander !rmaron los siguientes: ''Círculo de Bucaramanga: Arturo Regueros Peralta, Hernando Cepeda, Jesús María Coronel y Julio C. Luna. Círculo de Socorro: Rodrigo A. Rodríguez, Luis Vega Arenas, Julio Cesar Durán y Miguel Arce. Círculo de San gil: Carlos e Gil, Aníbal Bonilla Galvis, Mario galán Gómez, D. Mario Díaz Herrera, Alberto Lemus Cáceres. Otros Círculos: Eduardo Camacho Gamboa, Eliseo Martínez Forero, Carlos Palomino y Mario Ruíz''. ''Dignatarios de la Asamblea de Santander'', Vanguardia Liberal, Rollo n.o 25, Bucaramanga, 1 de marzo de 1936, 1.

38. ''La Asamblea de Santander declaró persona no grata al Pbro. Daniel Jordán'', La Unidad Católica, Pamplona, 25 de abril de 1936, 283.

39. Daniel Jordán, Notas de Viaje (Bogotá: Editorial Centro S. A., 1939), 9-18.

40. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 41–55.

41. ''Retorno a la Patria del Pbro. Daniel Jordán'', La Unidad Católica, Pamplona, 24 de febrero de 1939, 139.

42. ''El signi!cado de una victoria'', La Unidad Católica, Pamplona, 14 de noviembre de 1936, 831.

43. José David Cortés, Curas y políticos. Mentalidad religiosa e intransigencia en la diócesis de Tunja (Bogotá: Ministerio de Cultura, 1a ed., 1998), 33.

44. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 41–42.

45. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 55–56.

46. El mandato del católico liberal Enrique Olaya Herrera de 1930–1934 tuvo buenas relaciones con la Iglesia. Sin embargo, los vínculos de Enrique Olaya Herrera con la masonería eran claros, lo que le costaría duras críticas de parte de algunos miembros de la corriente intransigente de la organización religiosa (clero) colombiana, en este caso de Daniel Jordán y de políticos conservadores como Laureano Gómez.

47. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 153-155.

48. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 153-155

49. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 145.

50. Daniel Jordán, Notas de Viaje, 145.

51. ''Retorno a la Patria del'', 139.

52. ''Editorial'', La Unidad Católica, Pamplona, 17 de marzo de 1939, 198.

53. El máximo exponente en el país a !nales del siglo XIX fue Miguel Antonio Caro, quien veía en el hispanismo y el catolicismo la mejor herramienta para la creación de Nación. Así mismo, siguiendo al historiador Helwar Figueroa, este hispanismo fue el que se reprodujo con más fuerza en los años treinta, refortalecido con su propuesta corporativa y confesional, que se vió reflejada en el Sindicalismo Católico creado por la Acción Católica y la Acción Social Católica y que para la década del cuarenta militaron en contra del comunismo y del protestantismo. Este hispanismo se puede resumir en el triduo lengua, raza y religión, que fue considerado por la derecha y el clero colombiano como un aliciente y un vinculo al general Franco. En los años cuarenta la principal función del hispanismo consistió en contraponerse a la doctrina Monroe, la cual justi!caba el imperialismo estadounidense; allí se utilizó todo el legado hispanista y cristiano frente al protestantismo norteamericano que por esos años comenzaba a expandirse en todo el país. Cfr. Helwar Figueroa Salamanca, ''El imperio espiritual español: lengua, raza y religión (1930–1942)'', Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura n.o 34 (2007): 195–197, en http:// redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=127-112570006 (Consultado el 23 de junio de 2011). También véase Helwar Figueroa Salamanca, Tradicionalismo, hispanismo y corporativismo. Una aproximación a las relaciones non sanctas entre religión y política en Colombia 1930-1952 (Bogotá: Universidad de San Buenaventura, 2009), 103-236.

54. ''Párrafos de la magistral conferencia de Daniel Jordán desde La Voz de Colombia con motivo de la fiesta nacionalista organizada por la falange española'', La Unidad Católica, Pamplona, 12 de mayo de 1939, 330–332.

55. ''Párrafos de la magistral conferencia'', 330–332.

56. ''Párrafos de la magistral conferencia'', 330–332.

57. Ver detenidamente, Álvaro Tirado Mejía, ''La Economía y lo Social en la Reforma Constitucional de 1936'', en Estado y Economía 50 años de la Reforma del 36, Compilador Álvaro Tirado Mejía (Bogotá: Contraloría General de la República, 1986).

58. Thomas J Williford, ''Las tomas de colegios durante la República Liberal, 1936–1942: parte de la estructura discursiva de La Violencia'', Historia Crítica n.o 39 (2009): 130–152. Véase también Leidy Paola Rangel Gualdrón, ''Los hermanos de las escuelas cristianas y el proyecto político conservador 1948–1968'', Anuario de Historia Regional y de las Fronteras Vol.: 17 (2012): 193–215.

59. Liliana Rueda Cáceres, ''La paradoja del monumento histórico o de la demolición del antiguo convento de Santo Domingo en Santafé de Bogotá, 1939-1947'', Anuario De Historia Regional y de las Fronteras Vol.: 17 (2012): 23–38.

60. Entre los más importantes: el obispo de Santa Rosa de Osos, Miguel Ángel Builes, el español agustino recoleto Eugenio Ayape, el dominico boyacense Fray Mora Díaz y el máximo dirigente de la Acción Católica Colombiana Juan Manuel González Arbeláez, entre otros.

61. ''Cúcuta Solemne Inauguración'', La Unidad Católica, Pamplona, 10 de abril de 1942, 227.

62. El misionero puso en circulación durante la misa del Congreso Nacional Mariano un panfleto denominado ''Gratificación''. En este se ofrecían pagos en dinero a lectores que pudiesen encontrar oraciones a la Virgen María en la Biblia, además se invitaba a los lectores a la Iglesia Evangélica de Cali. Cfr. Christopher Abel, ''Misiones protestantes en un Estado católico: Colombia en los años cuarenta y cincuenta'', Revista Análisis Político n.o 50 (2004): 11, en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar-/ar/libros/colombia/assets/own/analisis%20politico-%2050.pdf (Consultada el 26 de diciembre de 2011).

63. Christopher Abel, ''Misiones protestantes en'': 11.

64. Christopher Abel, ''Misiones protestantes en'': 11.

65. Adolfo León Atehortúa Cruz, ''El cuartelazo de Pasto'', Historia Crítica n.o 37 (2009): 148–169, en http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S012116172009000100010&lng=es&nrm= (Consultada el 9 de agosto de 2012).

66. ''Notas Locales'', El Alcázar, Semanario religioso, órgano parroquial n.o 128, Año III, Bucaramanga, mayo 2 de 1942.

67. La nueva diócesis de Cúcuta fue erigida el 29 de mayo de 1956 con la bula Ecclesiarum ómnium del papa Pío XII. Así mismo, por medio de la bula Dum rerum humanarum es elevada Pamplona al rango de arquidiócesis metropolitana.

68. ''El Congreso Mariano de Cúcuta'', El Alcázar, Bucaramanga, 13 de junio de 1942, 8-11.

69. Este Semanario había sido fundado en 1914 por el canónigo Demetrio Mendoza, y en 25 años de publicaciones contó con el apoyo de distinguidas personalidades de la jerarquía eclesiástica colombiana y con escritores católicos de la talla de Juan Manuel González Arbeláez, asistente eclesiástico nacional de la A.C.C; Rafael Afanador y Cadena, obispo de Pamplona; Andrade Valderrama, jesuita y !gura de la Revista Javeriana, y otros escritores: Álvaro Sánchez, Juan Crisóstomo García, el Pbro. Daniel Jordán, el Pbro. Josué Acosta, Rafael García Herreros y Manuel Grillo. La Unidad Católica. Pamplona, 22 de diciembre de 1939, 981. ''28 años'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 4 de diciembre de 1943, 564.

70. ''De cómo el liberalismo colombiano sí es pecado'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 27 de febrero de 1943, 63.

71. ''Editorial, Lo que es la masonería'', Revista El Granito de Arena n.o 1639, Año 29, 3 de abril de 1943, 113; ''Editorial. La doctrina de la masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, abril 10 de 1943, 123-124; ''La acción de la masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 17 de abril de 1943, 132-133; ''Obras de la Masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 1o de mayo de 1943, 144; ''Otras Obras de la masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 8 de mayo de 1943, 155–156; ''La condenación de la masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 15 de mayo de 1943, 164-165; ''La encíclica contra la masonería'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 22 de mayo de 1943, 174-175.

72. ''Por la Fe y por La Patria'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 10 de octubre de 1943, 449; ''La Feria del Libro'', Revista El Granito de Arena, octubre 23 de 1943, 467.

73. Discurso escrito por Laureano Gómez, ''Ser Congresista liberal y serlo conservador'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 27 de febrero de 1943, 64.

74. ''Siglo y medio de la ciudad'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 10 de abril de 1943, 137–138.

75. Renán Silva, República liberal, intelectuales y cultura popular (Medellín: La Carreta Editores, 2005), 303.

76. ''La Feria del Libro'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, octubre 23 de 1943, 467.

77. ''La Feria del Libro'', 467.

78. ''Editorial. Maestro y numen de la Patria'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 13 de noviembre de 1943, 513-516.

79. ''Academia Picaresca'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 13 de noviembre de 1943, 529–530.

80. ''Reacción moral del país'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 27 de noviembre de 1943, 545-546.

81. ''Editorial. Poder y grandeza de la administración eclesiástica'', Revista El Granito de Arena, San José de Cúcuta, 4 de diciembre de 1943, 561-563.

82. ''Editorial. Poder y grandeza'', 561-563.

83. ''Editorial. Poder y grandeza'', 561-563.

84. ''Editorial. Poder y grandeza'', 561-563.

85. ''Obras parroquiales de Cúcuta'', El Alcázar, Bucaramanga, 15 de enero de 1944, 5.

86. ''Aplauso a la obra del Padre Jordán'', El Alcázar, Bucaramanga, 7 de octubre de 1944, 5.

87. Este gran pintor colombiano propuso realizar en lienzo catorce viacrucis de la pasión de Cristo. Solo pudo realizar siete por su repentina muerte. Ver más información del pintor y de su obra, en http://www.-colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=514 (Consultada el 13 de Agosto de 2012).

88. Gerard Henri, Raynaud Delaval, ''Crónica, Curas Insignes, Daniel Jordán (3)'', Sección ''Memoria'', La Opinión, Cúcuta, 29 de septiembre de 2012, 5B.

89. Gerard Henri, Raynaud Delaval, ''Crónica. Curas Insignes'', 5B.

90. ''Sobre los demás elementos conservadores que han sido sometidos a vigilancia y entre los cuales se han hecho !gurar a nuestros directores los doctores Manuel Serrano Blanco y Juan Cristóbal Martínez. Así mismo es vigilado el Pbro. Manuel Sorzano, párroco de la Sagrada Familia de Bucaramanga'', en ''La Sexta conspiración. Un avión sospechoso'', El Deber, Bucaramanga, 13 de marzo de 1945, 3.

91. ''Seis militares que estaban en servicio activo, fueron reducidos a prisión en Bogotá y otras ciudades donde se hallaban. Tales militares son: teniente coronel Guillermo Ordóñez, mayor Alfonso Romero, mayor Reinaldo Larrate, capitán Rafael Hernández, teniente Alfonso Lamus Pulido y según se dice otros ficiales del arma de caballería, que también fueron reducidos a prisión''. Cfr. ''La Sexta conspiración'', 3.

92. Jordán es arrestado y conducido por un policía al aeropuerto de Cúcuta para viajar a Bogotá, donde iniciaría el proceso y la investigación. Este avión llega a Bogotá el 11 de marzo de 1945 a las 5 pm. Cfr. El Deber, Bucaramanga, 13 de marzo de 1945, 3.

93. ''Los conspiradores. Quienes han sido puestos en libertad'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de marzo de 1945, 139.

94. ''Los conspiradores. Quienes'', 134.

95. ''Los detenidos por la conspiración'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de marzo de 1945, 139.

96. ''Ecos de la prensa'', 138-139.

97. El 12 de marzo de 1945, desde la ciudad de Cúcuta, notables conservadores del Norte de Santander enviaron una carta al obispo de Pamplona Rafael Afanador y Cadena, mostrándole su apoyo por la ''injusti!cable persecución de que es víctima Daniel Jordán''. La carta es !rmada por: ''Luciano Jaramillo, Augusto Duplat. P. Correa, Rafael Mejía, Oscar Vergel Pacheco, Lorenzo R. Flórez, Luis R. Escalante, Luis A. Gómez, José María López, Julio C. García Herreros, Manuel Guzmán Prada, Miguel García H., Manuel Buenahora, Rafael Jaramillo, Francisco José Unda, Lucio Andrade, Eugenio Sandoval, Antonio García herreros, Gilberto Gómez, Luis H. Duplat, y Gonzalo Rivera''. Cfr. ''Los detenidos por la conspiración'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de marzo de 1945, 139. También carta dirigida por los conservadores del Sur de Santander, al obispo de la diócesis de Pamplona y firrmada por: Roberto Cadena Menéndez, Pedro Elías Novoa, Edmundo Harker Puyana, Joaquín Fonrodona Suárez, Humberto Silva Valdivieso, Pedro Nel Duarte Otero, Hernando Sorzano, Alberto mantilla, Vicente González, Cirro Serrano Vargas, Bernardo Uribe Prada, Francisco José Novoa, Rafael Ortiz Méndez, Carlos Julio Ardila, Pablo A. Trillos, Julio Ortiz Méndez, Luis Alejandro Vega, Carlos Felipe Ortiz M., Bernardo Plata R, Hernando Ortiz Lozano, Antonio Domínguez Serrano, Samuel Ortiz M, Isaías Barco R.; José Manuel Menéndez , Gilberto Cadena Rey, José Jesús Novoa, Mario Trillos Roa, Bernabé Prada, Gonzalo Galvis, Julio Martín Acevedo, Hermes Cadena, José Antonio Afanador, Francisco Cadena, etc. (siguen dos mil !rmas). Cfr. ''La protesta de los católicos'', El Deber, Bucaramanga, 1o de abril de 1945, 5-7.

98. ''Ecos de la prensa'', 138–139. Véase también ''Los detenidos por la conspiración'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de marzo de 1945, 139. Ver esto en: ''Sección Editorial. Las Nuevas Víctimas'', La Unidad Católica, Pamplona, 16 de marzo de 1945, 138-139.

99. ''La voz de los Prelados'', El Deber, Bucaramanga, marzo 28 de 1945, 3-4. También véase ''La protesta de los católicos'', 5-7.

100. ''Francisco de P. Cortés canónigo; Pedro León Calderón canónigo; Demetrio Mendoza, canónigo; José T. Landazábal, canónigo; Luis F. Villamizar, canónigo; Andelfo Arias; Evaristo Peinado, Luis Ernesto Carrillo, Nepomuceno Gelves, Domingo Villamizar, Rafael Sarmiento Peralta, Adolfo García Cadena, Héctor Uribe, Alfonso maría Pinilla, Alejandro Jaimes, José R. Duarte, Francisco de P. Rivera, Miguel B Parra, Ricardo Trujillo Ambrosio Bautista''. ''Ecos de la prensa'', 138-139.

101. ''Ecos de la prensa'', 138-139.

102. ''Los católicos de Gramalote y el prelado'', La Unidad Católica, Pamplona, 13 de abril de 1945, 190.

103. ''Daniel Jordán y sus bodas de Plata sacerdotales'', La Unidad Católica, Pamplona, 7 de agosto de 1946, 465.

104. Daniel Jordán, ''Oración Fúnebre'', La Unidad Católica, Pamplona, 12 de abril de 1948, 204; 244-245; 284-285.

105. ''Teniente Miguel Silva Narváez y los cabos Cipriano Torres y Gustavo Camargo'', Daniel Jordán, ''Oración Fúnebre'', 205.

106. Daniel Jordán, ''Oración Fúnebre'', 204; 244-245; 284-285.

107. Helwar Figueroa Salamanca, ''Cambio de enemigo'', 193. Véase también Ricardo Arias, El episcopado colombiano, intransigencia y laicidad (1850-2000) (Bogotá: UNIANDES/ICANH, 2003).

108. Gerard Henri Raynaud Delaval, ''Crónica. Curas Insignes, Daniel Jordán (2)''. Sección ''Memoria'', La Opinión, Cúcuta, 22 de septiembre de 2012, 5B.

109. Gerard Henri, Raynaud Delaval. ''Crónica. Curas Insignes... (3)'', 5B.

110. Gerard Henri, Raynaud Delaval. ''Crónica. Curas Insignes... (3)'', 5B.

111. Luis Ernesto Collazos Serrano, ''Incidencia de la Jerarquía Eclesiástica en San José de Cúcuta en el Siglo XX'', en http://academiadehistoria.org/CRONICA/JULIO/ERNESTO-COLLAZOS.html (Consultada el 6 de mayo de 2011).

112. Luis Ernesto Collazos Serrano, ''Incidencia de la Jerarquía''.

113. Se pueden detectar con rapidez en este marco temporal (1930-1948) al obispo de Santa Rosa de Osos, Miguel Ángel Builes, al español agustino recoleto Eugenio Ayape, al dominico boyacense Fray Mora Díaz y al máximo dirigente de la Acción Católica Colombiana Juan Manuel González Arbeláez.

114. El catolicismo tradicional de !nales del siglo XIX y principios del siglo XX en Colombia tiene cuatro características principales: es romano, intransigente, integral y social: ''Romano en primer lugar: por la infalibilidad papal y la organización de la Iglesia bajo el proceso de romanización. Intransigente, es decir dos cosas: primero que todo antiliberal, la negación y la antítesis de ese liberalismo que constituía la ideología o!cial de la sociedad moderna; pero también inflexible sobre los principios que lo llevaban a asumir esa oposición. Integral, o en otras palabras contrario a la posibilidad de dejarse reducir únicamente a actividades de culto y a convicciones religiosas; por el contrario, se muestra dispuesto a edificar una sociedad cristiana bajo la enseñanza y la conducta de la Iglesia, afectando todos los componentes del sistema religioso católico. Social. en diversos sentidos: porque penetra toda la vida pública adquiriendo una dimensión popular; !nalmente, por que el liberalismo económico de la sociedad moderna ha suscitado la 'cuestión social', cuya solución exige una amplia movilización de las fuerzas católicas'', Émile Poulat, Le catholicisme sous observation (Paris: Editions du Centurion, 1983), Citado en Ricardo Arias, El episcopado colombiano, 59–60.

115. ''El proyecto Integrista o Integral, le concede una importancia fundamental a la enseñanza a través de la fundación de colegios [...]'', Ricardo Arias, El episcopado colombiano, 147–152.

116. Los postulados del integralismo, buscaban el mantenimiento de los principios católicos. Apoyados en la férrea doctrina impuesta por Roma, que intentaba fortalecer la institución eclesiástica, el catolicismo se lanzó a enfrentar la creciente secularización, la separación de la Iglesia y el Estado, y el modernismo. Cfr. María Teresa Cifuentes Traslaviña y Alicia Florián Navas. ''El Catolicismo social: entre el integralismo y la teología de la liberación'', en Historia del cristianismo en Colombia, corrientes y diversidad, dir. Ana María Bidegain (Bogotá: Taurus, 2005), 321. Por ejemplo, la Acción Católica fue una de las organizaciones con las que se dio vida al integrismo. Véase Sergio Armando Cáceres Mateus, ''La Acción Católica Colombiana, y la resistencia al proyecto liberal de laicización 1934–1942'' (Tesis de Pregrado en Historia, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, 2011), 369.

117. William Elvis Plata Quezada, ''La romanización de'', 147.


 

 

Bibliografía

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Tesis de grado

Cáceres Mateus, Sergio Armando. ''La Acción Católica Colombiana, y la resistencia al proyecto liberal de laicización 1934–1942''. Tesis de Pregrado de Historia, Universidad Industrial de Santander, 2011.

Pinto Ortiz, Ana María. ''Homicidios, lesiones personales y agresiones verbales. El Caso de la Violencia Política en la Provincia de García Rovira 1930–1946''. Tesis de Pregrado de Historia, Universidad Industrial de Santander, 2009.

 

Cómo citar

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Cáceres Mateus, S. A. (2013). El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948. Historia y sociedad, (25), 187–216. https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935

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Cáceres Mateus, S.A. 2013. El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948. Historia y sociedad. 25 (jul. 2013), 187–216.

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Cáceres Mateus, S. A. El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948. Hist. Soc. 2013, 187-216.

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CÁCERES MATEUS, S. A. El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948. Historia y sociedad, [S. l.], n. 25, p. 187–216, 2013. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935. Acesso em: 19 abr. 2024.

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Cáceres Mateus, Sergio Armando. 2013. «El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948». Historia Y Sociedad, n.º 25 (julio):187-216. https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935.

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Cáceres Mateus, S. A. (2013) «El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948», Historia y sociedad, (25), pp. 187–216. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935 (Accedido: 19 abril 2024).

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Cáceres Mateus, Sergio Armando. «El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948». Historia y sociedad, no. 25 (julio 1, 2013): 187–216. Accedido abril 19, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935.

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Cáceres Mateus SA. El presbítero Daniel Jordán Contreras en el Oriente y Nororiente colombiano, 1930-1948. Hist. Soc. [Internet]. 1 de julio de 2013 [citado 19 de abril de 2024];(25):187-216. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/article/view/41935

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