Editorial

Cuando se dirigía a cumplir una delicada misión que el Gobierno de Colombia le había asignado en el Congreso internacional de Leprologia de el Cairo, en donde su actuación iría a hacernos conocer profusamente en el mundo entero como un pueblo que también tiene hijos capaces de triunfar en las altas disciplinas de la ciencia, cayo rendido en Marsella, para nunca levantarse más, este ilustre científico, gloria de la ciencia continental. La medicina veterinaria colombiana pierde con la muerte del profesor Lleras Acosta a su hijo más distinguido, quien después de largas y valiosas investigaciones de carácter veterinario, como que fue el quien por primera vez diagnostico en el país el carbón sintomático y preparo la vacuna para defender a la ganadería de este terrible flagelo, quien diagnostico e instituyo el tratamiento de la Piroplasmosis del ganado y otras enfermedades no menos Importantes, se dedicó con verdadera constancia a investigaciones bacteriológicas en el campo de la medicina humana, especialmente sobre el grave problema de la lepra.