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El con-texto

En el país se vienen diagnosticando, de tiempo atrás, algunos de los problemas de lectura en los diferentes niveles de la educación formal. El Estudio Internacional sobre el Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS, por su sigla en inglés) o el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) entregan resultados, subrayan dificultades y permiten identificar algunos de los retos del país en esta materia. Es posible señalar que varios indicadores muestran el incremento en los niveles de lectura de los colombianos; no obstante, los niveles alcanzados están lejos de lo que ocurre en otras latitudes o en otros países de la región.

Una evaluación integradora de los datos disponibles permite concluir que, pese al crecimiento promedio en el nivel de lectura, múltiples circunstancias y procesos contextuales inciden negativamente en la capacidad comprensiva y transformadora de la lectura sobre los individuos y la sociedad. Aún estamos a la espera de los resultados de la Encuesta Nacional de Lectura de 2017, que seguramente permitirán contrastar y complementar los indicadores internacionales, aportando a nuestra comprensión de las causas y dinámicas complejas de la situación nacional.

Los pre-textos

En el campo de la educación universitaria y, particularmente, de la educación contable, también tenemos algunas aproximaciones analíticas y múltiples percepciones, quizás basadas en la experiencia más que en la sistematización de evidencias, relativas a los procesos de lectura. Como lo plantea Ruiz-Rojas en su libro, existen diferentes representaciones sociales sobre la actividad lectora, así como sobre su papel en la formación de contadores. También existen ciertas representaciones sociales sobre el ser y el hacer de la profesión y la disciplina que generan obstáculos en los procesos de lectura en la educación contable.

El profesor Ruiz-Rojas, licenciado en español y literatura y magíster en educación y desarrollo humano, ha venido consolidando una línea de reflexión (que desde nuestro punto de vista se constituye en un programa de investigación), sobre los procesos de lectoescritura en la educación contable (Ruiz-Rojas y Arcila, 2012; Ruiz-Rojas y Muñoz-López, 2015). Para beneficio de la comunidad contable nacional, su experticia disciplinar, su trayectoria profesional y su capacidad de trabajo e imaginación crítica están al servicio de nuestros estudiantes, actualmente como profesor de la Facultad de Contaduría Pública de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín. Sus aportaciones vienen trascendiendo su actividad pedagógica cotidiana, gracias a sus reflexiones escritas y a sus trabajos de investigación, que han visto la luz pública en los últimos años. Los resultados de sus investigaciones sistematizan evidencias sobre los procesos de lectura, a partir de robustos referentes conceptuales en pedagogía y didáctica.

Este libro complementa las miradas de algunos trabajos señeros en educación contable en el país (Quijano, Martínez, Gracia, Ariza y Rojas, 2002) y ciertas reflexiones más concretas sobre el sentido de la lectura en contabilidad (Rojas-Rojas, 2015), gracias a los avances interdisciplinarios que buscan comprender las dimensiones socioculturales de la lectura y la escritura. Estas aproximaciones trascienden las miradas funcionales-cognitivas, incorporando perspectivas sociolingüísticas y críticas.

El texto

El libro es fruto del proyecto Observatorio de Lectura, y hace parte de la serie Libro Resultado de Investigación, de ediciones Unaula. El profesor Ruiz-Rojas deja entrever que los problemas de lectura en la formación de contadores surgen de una conjunción compleja de aspectos estructurales, de representaciones sociales y de diseño curricular:

A las debilidades generales de formación en procesos de lectura y escritura derivadas de la deficiente formación en la educación básica, se suman las representaciones sociales que, aunque valoran la lectura y la escritura, conciben ambos procesos como actividades propias de intelectuales y humanistas, como habilidades generalizables a cualquier dominio y como responsabilidad propia de los docentes de las áreas de competencias comunicativas ubicadas en los comienzos del currículo (p. 70).

Adicionalmente, el autor enfatiza en que el papel del profesor, concretamente del docente del campo de conocimientos contables, impacta en la dinámica de lectura, puesto que:

Si bien existen docentes preocupados por fortalecer la lectura y la escritura en sus áreas, no existe el conocimiento didáctico de cómo efectuarlo y, sobre todo, no poseen los conocimientos lingüísticos textuales y discursivos acerca de los mecanismos de interacción propios de la lectura y la escritura (p. 70).

De allí que el libro esté principalmente dirigido a los profesores, buscando entregar elementos didácticos para la formación de los estudiantes por medio de la lectura. Aunque su pretensión original se extiende al abordaje de la didáctica en la escritura, ello no es completamente desarrollado en esta obra, lo que por cierto resulta comprensible por la intensidad del esfuerzo y por la profundidad en el abordaje de la didáctica de la lectura que se presenta en el trabajo.

El texto está compuesto por tres capítulos. El primero de ellos se titula "Acerca de las representaciones sociales en la lectura y la escritura universitaria: implicaciones y posibilidades didácticas". En él, se plantean tres representaciones características de la lectura (como dominio generalizable, como responsabilidad exclusiva del estudiante, como acto de relajación) y tres representaciones sociales de la escritura (como acto de inspiración, como tarea del docente y como reflejo del conocimiento); también se sintetizan los resultados de un proceso de caracterización de las actitudes de los estudiantes de contaduría pública de la Unaula frente a la lectura y a la escritura.

En el capítulo dos, titulado "Aspectos teóricos relacionados con la lectura", se presentan las fuentes teóricas de tres formas de alfabetización (literacidad): funcional, académica y crítica. La comprensión y la ubicación de las coordenadas conceptuales e interdisciplinarias de cada una de las perspectivas sobre la alfabetización resultan determinantes para superar la visión funcional-cognitiva de la lectura y para explorar sus dimensiones sociológicas, políticas, culturales e, incluso, subjetivas. También se materializa en este capítulo una serie de estrategias que movilizarían una didáctica de lectura en cada una de las formas de alfabetización previamente referidas.

Finalmente, el tercer capítulo del libro lleva por nombre "Lectura académica contable, una aproximación textual y discursiva", en el que se presenta una ejemplificación de las estrategias propuestas en el capítulo precedente y se desarrollan explicaciones específicas de interpretación, vinculación y construcción del sentido en la lectura, utilizando algunos textos de amplia acogida y relevancia en la formación de contadores públicos en asignaturas como Introducción a la Contaduría o Fundamentos de Pensamiento Contable, entre otras, en el país. Allí, se estructuran las estrategias en las etapas ("momentos" según Ruiz-Rojas) de prelectura, lectura y poslectura.

Con todo ello, la respuesta clara de Ruiz-Rojas es que sí existe una orfandad en los procesos de lectura de los estudiantes de contaduría pública por factores estructurales de la educación previa, por el diseño de los currículos universitarios, por las representaciones sociales dominantes sobre la lectura, pero sobre todo por la carencia de una actitud y un conocimiento de las dimensiones y potencialidades didácticas de la lectura por parte de los profesores del campo disciplinar. Superar estas problemáticas implica un cambio en la perspectiva de la labor del docente de contaduría pública, para acompañar la lectura e introducir de forma adecuada al estudiante en los valores, las representaciones, las reglas y el contexto discursivo de la disciplina. También implica cuestionarse por los intereses, las preocupaciones y las características de los estudiantes. Esto sugiere la necesidad de transformar las relaciones de los estudiantes con el texto, del texto con los profesores y de los profesores con los estudiantes en el proceso colectivo de construcción de sentido que implica la lectura.

En su propósito, el autor aporta un conjunto de estrategias y herramientas que permitirían un reforzamiento didáctico de la lectura, desde enfoques que trasciendan la mirada funcional de la literacidad o la alfabetización.

Este es un libro interesante y bien estructurado, que integra aportes teóricos, estrategias didácticas y ciertas evidencias para repensar y revisar nuestras prácticas docentes y nuestras propias dinámicas de lectura. Creo que resulta relevante, no solo para profesores e investigadores, sino incluso para estudiantes, por el proceso metacognitivo (Bateson, 2006) al que nos invita: leer sobre la lectura.