¿Cómo se puede escribir una geografía de Colombia sin recurrir a la memoria colectiva de la nación, a su historia?: Yi-Fu Tuan
Palabras clave:
Yi-Fu Tuan, cartografía, memoria, emociones (es)Yi-Fu Tuan, mapping, memory, emotions (en)
Yi-Fu Tuan, cartografia, memória, emoções (pt)
En la base de datos del centro nacional de memoria Histórica reposa un dato preocupante. Entre 1980 y 2012 en Colombia tuvieron lugar 1.982 masacres (Centro Nacional de Memoria Histórica 2013). Para encontrar una explicación certera de las mismas, no basta simplemente con enunciar que responden a la agencia de los actores que han estado involucrados en el conflicto armado, ese mismo fenómeno que ha golpeado por décadas, a lo largo y ancho nuestro territorio nacional. Se hace necesario reconstruir los procesos, los contextos y las motivaciones.
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá - Colombia
* Entrevista realizada por Steven Navarrete Cardona a Yi-Fu Tuan, revisada por Johanna Gutiérrez Acosta, filóloga de la Universidad Nacional de Colombia.
+ Sociólogo, especialista en legislación educativa y candidato a magíster en Geografía de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Asociado al grupo de investigación “Geourbe”. Sus intereses investigativos se enfocan en el pensamiento geográfico, la sociología urbana, y la expresión de los
nuevos procesos de urbanización regional y mundial.
Correo electrónico: snavarretec@unal.edu.co. ORCID: 0000-0002-9119-3201.
La geografía no existe sin el hombre
Ernesto Guhl (Bonilla 1984)
EN LA BASE DE DATOS DEL CENTRO NACIONAL DE MEMORIA Histórica reposa un dato preocupante. Entre 1980 y 2012 en Colombia tuvieron lugar 1.982 masacres (Centro Nacional de Memoria Histórica 2013). Para encontrar una explicación certera de las mismas, no basta simplemente con enunciar que responden a la agencia de los actores que han estado involucrados en el conflicto armado, ese mismo fenómeno que ha golpeado por décadas, a lo largo y ancho nuestro territorio nacional. Se hace necesario reconstruir los procesos, los contextos y las motivaciones. Por ello, los historiadores, antropólogos forenses, abogados, entre otros profesionales de diversas ciencias, se han dedicado a investigar estos hechos para esclarecer lo sucedido y, así, aportar insumos para evitar que se repitan. Por su parte, los historiadores han acudido al cultivo de la historia oral y a la memoria de los sobrevivientes; los antropólogos forenses han excavado los restos materiales biológicos y físicos que atestiguan la infamia; los abogados han traído a cuenta los derechos vulnerados y han puesto en tensión la justicia en lugares en los que el Estado debería tener el monopolio legítimo de la fuerza. De ahí que sea conveniente preguntarse qué aportes tienen los geógrafos al respecto. Ciertamente podrán poner al servicio de la justicia y de la humanidad mucho más que un mapa detallado en el que se sitúe lo sucedido. Por ello, desde los primeros cursos de geografía física que impartió Immanuel Kant por cuarenta años, entre 1756 y 1796 (Cresswell 2013, 35), hasta el día de hoy, al interior de la geografía han tenido lugar intensos debates que han marcado el rumbo de su posicionamiento como ciencia. El pensamiento geográfico ha viajado por muchos senderos, entre los que podríamos señalar el paso de una “minoría de edad” (parafraseando el léxico kantiano para describir los esfuerzos que se dieron para posicionarse) hasta lo que es hoy, una ciencia autónoma, madura, con métodos y objetos definidos. Por supuesto, siempre en convergencia con las demás ciencias, y en pleno influenciada por el cambio tecnológico de los últimos cincuenta años. El conocimiento geográfico se democratizó: el acceso especializado a imágenes satelitales, mapas, planchas, brújulas, se puede tener a través de cualquier celular inteligente: ¿qué diferencia, entonces, a un geógrafo de alguien que tiene acceso al Sistema de Posicionamiento Global (GPS)? Sin duda es el pensamiento geográfico, la conciencia de la relación orgánica entre la humanidad y el medio ambiente. Aun así, agazapado en la fuerza de la tradición, de la etapa que hemos denominado “minoría de edad”, han sobre- vivido los imaginarios de la geografía como una ciencia netamente descriptiva, superespecializada en un único campo de investigación, que genera y es generada por dicotomías antagónicas en los departamentos de geografía del mundo. Por ello, es necesario romper con estos dualismos, y hacer uso de los métodos que la geografía y las demás ciencias han construido en una plena convergencia explicativa de la realidad socioespecial.
Debates sobre el espacio
Afortunadamente, en América Latina cada vez toma más fuerza el estudio del espacio en toda su complejidad, desde las dimensiones física y espacial, como desde una mirada más certera sobre temas que reúnen diversas perspectivas, como las emociones, las creencias, la identidad o las sensaciones que, aunque son claves, por mucho tiempo fueron descartadas por otras corrientes de pensamiento geográfico. Uno de los más destacados impulsores de esta geografía humanística es Yi-Fu Tuan, conocido en Hispanoamérica por su libro Topophilia: A Study of Environmental Perception, Attitudes, and Values publicado originalmente en 1974, posteriormente reimpreso por la Universidad de Columbia en 1990 y traducido de su versión original al español por la editorial española Melusina como Topofilia, un estudio sobre percepciones, actitudes y valores medioambientales. Tuan define la topofilia como el lazo afectivo entre las personas y el lugar o el ambiente circundante (Tuan 2007b, 13). Y, además, a través de este concepto, describe muy bien la relación entre percepción y espacio:
- La superficie terrestre es de gran variedad. Para constatarlo
basta
con
conocer
someramente
la
geografía
físicadel
planeta
y sus
abundantes
formas
de
vida.
Pero
los
modos
en
que
las
personas
perciben
y
valoran
esa
superficieson
aún
más
variados:
no
hay
dos
personas
que
percibande
forma
precisamente
igual
la
misma
realidad
ni dos
grupos
sociales
que
hagan
exactamente
la
misma
valoraciónde
su
medio.
El
punto
de
vista
científico
en sí mismo
estáligado
a la
cultura,
que
es una
entre
muchas
perspectivasposibles.
A medida
en que
avancemos
en este
estudio
sehará
más
evidente
la
abrumadora
riqueza
de
puntos
devista
existente
tanto
entre
individuos
como
entre
grupossociales.
[…] La
singularidad
de
la
perspectiva
humana
sehace
ostensible
si nos
detenemos
a pensar
cómo
la
realidad
humana
puede
diferir
de
la
de
otros
animales.
En
contra
de
las
apariencias
una
persona
no
puede
meterse
imaginariamente
en la
vida
de
su
perro:
los
órganos
de
los
sentidos
caninos difieren demasiado de los nuestros como para que
entremos de lleno en su mundo de olores, sonidos y visiones.
(Tuan
2007b,
16)
Sin duda, este libro publicado en la década de los setenta, marcó el rumbo de una corriente teórica que hoy sigue generando gran impacto entre los geógrafos, el de la geografía humanística. En una obra posterior, Space and Place: The Perspective of Experience, Tuan ([1977] 2001) va a ser más certero en la construcción teórica que será base para la geografía humanística al señalar la interconexión entre el mundo biológico, el espacio, la experiencia y la inteligencia, superando el dualismo antagónico existente en la “razón” y las “emociones”, que por siglos dividió a los científicos y pensadores:
- La experiencia se compone de sentimiento y pensamiento.
El
sentimiento
humano
no
es una
sucesión
de
sensaciones
discretas,
sino
que
precisamente
la
memoria
y la
intuición
son
capaces
de
manejar
impactos
sensoriales
en
un
flujo
cambiante
de
experiencias,
de
modo
que
podemos
hablar
de
una
vida
de
sentimientos
como
de
pensamientos.
Es
una
tendencia
común
considerar
al pensamiento
y a los
sentimientos
como
opuestos,
el
primero
da
cuenta
de
la
realidad
objetiva
y el segundo
de
los
estados
subjetivos.
De
hecho,
están
muy
próximos
en
una
continuidad
de
experiencias,
y ambos
son
maneras
de
conocimiento.
Ver
y pensar
están
íntimamente
relacionados.
(Tuan
[1977]
2001, 10)
Y es que Tuan es heredero, a su vez, de los intensos debates que tuvieron lugar en la década de los cincuenta, y que influenciaron de manera profunda su visión de la geografía como él mismo asevera:
- Existen varias corrientes mayoritarias en la geografía
humana. Muchas tienen raíces históricas y, a grandes rasgos,
admiten
distintos
enfoques,
uno
de
los
cuales
analiza
cómo
los
humanos
han
transformado
la
Tierra.
Este
enfoque
en particular
recibió
un fuerte
impulso
en 1955,
cuando
tres
especialistas
distinguidos,
Carl
Sauer,
Marston
Bates
y
Lewis
Mumford,
organizaron
un simposio
internacional
para
demostrar
su
provecho.
Pero
aún
tuvo
mayor
ímpetu
cuando
se
publicaron
las
diferentes
interpretaciones
en
un
libro
muy
aclamado,
titulado
Man’s
Role
in Changing
the
Face
of
the
Earth.
Al
comienzo
de
la
década
de
1950
yo
era
un
estudiante
en
Berkeley,
y
esos
mismos
años
fueron
los
últimos
de
Carl
Sauer
antes
de
su
jubilación.
Podía
sentir
la
emoción,
la
importancia
de
lo
que
estaba
ocurriendo.
A
partir
de
la
década
de
1960,
la
oleada
de
emoción
en las
universidades
se
ha
convertido
en un movimiento
medioambiental
a escala
mundial
que
está bien
organizado,
algunas
veces bien financiado y que, a menudo, resulta apasionante.
(Tuan 2004a, 163)
Esos debates y el ambiente intelectual en el que se formó Tuan (la construcción socioespacial del geógrafo), posibilitaron, a su vez, que pudiera romper con las formas positivistas de hacer geografía, y asimismo, encontrar una nueva vía en la geografía humanística:
- Tuan recrimina a los geógrafos que hablan como si su
conocimiento del espacio y del lugar fuera derivado apenas de los libros, mapas, fotografías o trabajos de campo
muy bien estructurados, y que escriben como si la gente
estuviera dotada de mente y de visión, pero con ningún
otro sentido con el que aprehender el mundo y encontrar
significado en él. Tal proceder ha dejado en el olvido una gran cantidad de datos experimentales porque no se ajustan
a los
marcos
rígidos
de
la
ciencia
naturalista.
De
modo
que
la
imagen
del
mundo
que
nos
ofrece
la
ciencia
es truncada
e incompleta,
y por
eso
es bueno
recurrir
con
alguna
frecuencia
a
las
descripciones
precisas
que
hacen
el
arte
y
la
literatura
sobre
cómo
vive
la
gente,
e invita
a descubrir
los
modos
en que
los
artistas
y los
escritores
trabajan
para
transmitir
ideas
complejas
de
la
realidad
del
espacio
y del
lugar.
Y termina
con
un llamado
a planificadores
y diseñadores
de
espacios
y lugares
a tener
en cuenta
estos
asuntos.
(Delgado
2003, 118)
Rasgos biográficos
Yi-Fu Tuan nació en China, pero creció en diferentes lugares del mundo, entre ellos Estados Unidos, país en el cual ha desarrollado las bases más importantes de su obra. Sus constantes viajes le hicieron reflexionar sobre la relación entre la identidad y el lugar. 27 libros y un centenar de artículos componen su producción académica; publicaciones como Space and Place: The Perspective of Experience ([1977] 2001), Landscapes of Fear (1979), Dominance and Affection: The Making of Pets (1984), Cosmos and Hearth: A Cosmopolite’s Viewpoint (1996), Who am I?: An Autobiography of Emotion, Mind, and Spirit (1999), Place, Art, and Self (2004b); algunas también traducidas al español, entre ellas Cosmos y hogar: un punto de vista cosmopolita (2005), ¿Quién soy yo? Una autobiografía de la emoción, la mente y el espíritu (2004a), entre otras. Su trabajo evidencia la existencia de un pensamiento propio, singular entre los geógrafos de hoy:
- La vida que no tiene dirección carece de propósito. Por
eso, de pequeño, llegué a la conclusión [de] que tenía que
ser geógrafo para asegurarme que nunca me desorientaría.
Suponía que los geógrafos siempre sabían dónde estaban y
que siempre tenían un mapa en algún lugar, en su mochila
o en su cabeza. (Tuan 2004a, 150)
Steven Navarrete [SN]. ¿Por qué estudiar geografía hoy?
Yi-Fu Tuan [YFT].
El conocimiento de la geografía es
necesario para la supervivencia. Por ello, nunca ha habido una época en la que los seres humanos no
hayan intentado dar sentido a su entorno en busca
de satisfacer necesidades vitales, como por ejemplo
dónde encontrar comida y agua, o lugares que proporcionen
refugio
y protección.
Pero
en
el
pasado
las
personas
solo
necesitaban
el
conocimiento
de
la
geografía
local.
La
curiosidad
sobre
los
lugares
distantes
aumenta
con
el
tiempo.
A
medida
que
las
personas
se
multiplican,
adquieren
medios
cada
vez
más
sofisticados
para
mapear
el
mundo
y
explorarlo
en
respuesta
a la
presión
poblacional
y
al
deseo
de
ciertos
bienes
que
no
están
disponibles
localmente.
En
el
siglo
XXI,
para
que
las
naciones
florezcan,
el
conocimiento
de
la
geografía
debe
ser
mundial.
[SN]. ¿Qué características debe tener un trabajo académico para inscribirse dentro de la geografía humanística?
[YFT].
Para participar productivamente en la geografía
humanística, el aspirante a geógrafo necesita tener
un amplio bagaje y conocimiento de la historia, la
literatura (incluidas las obras de ficción), la antropología
y la
filosofía.
Desafortunadamente,
pocos
geógrafos
están
preparados
adecuadamente
para
entrar
en
la
disciplina.
[SN]. ¿Por qué eligió estudiar geografía, en vez de ingeniería o sociología?
[YFT].
Si no hubiera elegido la geografía, podría haber
elegido historia, filosofía o teología. ¡Ciertamente no
una ingeniería! En cuanto a la sociología, considero
que mi libro Segmented Worlds and Self (1982) es un
trabajo tanto de sociología como de geografía.
[SN]. ¿Qué hace que un geógrafo sea un “verdadero geógrafo”?
[YFT].
Alexander von Humboldt proporciona un modelo
de geógrafo verdadero o, si se quiere, integral. Su
conocimiento del mundo comprendió el plano físico,
ecológico, cultural, humano, aún humanista, en el
sentido que se muestra en su gran libro Cosmos, en
el que hay incluso un capítulo sobre evocaciones
geográficas en obras de literatura y pintura de paisaje.
Von Humboldt fue, por supuesto, también conocido
en su época como un explorador de América Latina.
Doy por sentado que todos los geógrafos de América
Latina están familiarizados con las contribuciones
de Alexander von Humboldt.
[SN]. ¿Cuál es la relación entre memoria y geografía?
[YFT].
Los seres humanos tienen memoria, por lo tanto,
todo lo que hacen está necesariamente fundamentado
por lo que recuerdan del pasado. Pero la memoria
es notoriamente poco fiable, de ahí la necesidad de
corregirla al estudiar el pasado de manera consciente
y científica. En el sistema educativo europeo, en las
escuelas, la historia se enseña junto con la geografía,
y espero
que
esto
también
se
aplique
al
sistema
educativo
latinoamericano.
¿Cómo
se
puede
escribir
una
geografía
de
Colombia
sin
recurrir
a la
memoria
colectiva
de
la
nación,
a su
historia?
[SN]. En ese sentido, durante el conflicto armado en nuestro país, en todo el territorio nacional, según el Centro de Memoria Histórica, se han producido 1.982 masacres, entre ellas las de El Salado (Montes de María), la de La Rochela (Santander), la de Bahía Portete (en el municipio de Uribia, en el departamento de La Guajira), entre otras. ¿Cómo podemos resignificar estos espacios que han sido escenarios de terror? ¿Cómo podemos transformar estos espacios de paisajes de miedo en lugares de memoria?
[YFT].
Los lugares donde se han cometido horrores solo
pueden restablecer su inocencia y atractivo si se
“limpian” mediante actos de virtud excepcional.
Lo más probable es que, con el paso del tiempo,
las personas simplemente olviden el pasado. La
amnesia comunal es muy común. Algunos países,
Alemania notablemente, conmemoran de manera
voluntaria lugares de horror —como los campos
de concentración—, para que el pueblo alemán no
olvide el mal que perpetraron sus antepasados,
los nazis.
[SN]. Hablemos de identidad desde la geografía humanística. Comúnmente se piensa que la identidad se construye alrededor de lugares y territorios fijos. Pero ¿qué pasa con la identidad de los viajeros, las tribus nómadas, los inmigrantes, los desplazados, cuando los espacios son móviles?
[YFT].
La historia, la geografía y el lenguaje nos dan nuestra
identidad.
Las
personas
desarraigadas
sufren
la
pérdida
de
las
dos
primeras
fuentes
de
identidad
de
forma
inmediata,
pero
pueden
retener
la
tercera
—su
lengua—
por
mucho
más
tiempo.
Sin
embargo,
siempre
que
encontremos
medios
de
vida
nuevos
y
gratificantes
en
otros
lugares,
podremos
recrear
una identidad propia en nuestro nuevo hogar. Después
de todo, Colombia es un nuevo hogar para sus antepasados,
¿verdad?,
quiero
decir,
ellos
emigraron
de
Europa,
¿no
es
así?
[SN]. ¿Qué pasa con la geografía, los animales y el hombre? ¿La geografía humanística es solo para hombres? ¿Debería la geografía también proteger a los animales?
[YFT].
La geografía humanística tiene que ver con los
seres humanos y su mundo, pero los animales
son parte de ese mundo. De ahí que los humanos
también debemos preocuparnos por los animales,
incluido su mundo. Puede usted echar un vistazo
a mi libro Dominance and Affection: The Making of
Pets (1984)
[SN]. ¿Por qué es tan importante tener en cuenta las sensaciones y emociones cuando se estudia el espacio y para la geografía como ciencia?
[YFT].
En tanto ciencia, en el análisis espacial y en la ciencia
regional, campos de estudio que estaban en boga en
los años setenta, la geografía no debía incluir sensaciones,
emociones
y sentimientos.
De
hecho,
en
aras
de
la
simplicidad
y el
posible
tratamiento
matemático,
estas
deben
excluirse.
El
mundo
simplificado
que
los
científicos
buscan
analizar
con
precisión
no
es,
por
supuesto,
el
mundo
en
el
que
vivimos
los
seres
humanos.
De
ahí
la
necesidad
de
tener
algo
más,
una
disciplina
—una
disciplina,
pero
no
una
ciencia—
como
la
geografía
humana
o humanística.
[SN]. ¿Por qué los espacios solitarios nos dan la sensación de inseguridad?
[YFT].
Tememos estar solos, incluso en lugares seguros,
y esto es porque somos esencialmente animales sociales.
Sin
otras
personas,
nos
sentimos
irreales.
[SN]. Para usted, ¿qué es la justicia espacial? ¿Y cuál es la relación de justicia espacial, emociones y sensaciones?
[YFT].
La justicia espacial es espacio que, por alguna razón,
no es accesible o está prohibido para ciertas personas.
Ese espacio no es tan importante si es solo espacio,
un trozo de territorio. Se vuelve más importante si
contiene recursos económicos como el petróleo o
el agua. Algunos espacios evocan sensación o sentimiento,
por
ejemplo,
el
espacio
que
es
sagrado
para
ciertas
personas
que
luego
son
expulsadas
por intrusos. El espacio sagrado, que capta la emoción,
ese es de interés clave para los geógrafos humanistas,
aunque quizás mucho menos para los especialistas
en economía.
[SN]. ¿Puede ser la cartografía una obra de arte?
[YFT].
La cartografía es definitivamente una forma de arte.
Está estrechamente relacionada con el paisajismo,
en especial en China, donde, aunque se desarrolló
mucho antes, no se llevó a su forma científica como
en occidente, ya que en China el arte del paisaje de
ojo de pájaro cumplió muchos de los propósitos del
mapa, incluyendo el de encontrar la ubicación propia,
cómo
ir
de
a
a b,
etc.
Además,
la
descripción
en
palabras
de
las
ubicaciones
y los
lugares
contó
más
en
la
cartografía
china.
[SN]. Entonces, ¿qué diferencia la cartografía de la pintura del paisaje?
[YFT].
Una diferencia entre la cartografía y el paisajismo
es que la cartografía no puede representar el horror,
como el Holocausto, a razón de que sus símbolos son
abstractos. La pintura de paisajes puede, por supuesto,
mostrar
la
muerte
y los
cuerpos
decaídos
que
el
mapa
no
puede.
Para
ver
a lo
que
me
refiero,
puede
consultar
mi
artículo
“Cartography
and
Humanism”
en
Glimpse
(2011).
[SN]. ¿Cree que la idea de utopía puede ser útil para la geografía?
[YFT].
Los ingenieros, los arquitectos y los filósofos políticos
(por
ejemplo,
Karl
Marx)
soñaron
con
la
utopía
en
la
Tierra,
pero
ningún
geógrafo
humanista
que
no
conozca
demasiado
los
defectos
de
la
naturale-
za humana piensa que la utopía es plausible. ¡Los
intentos por crearla terminan en distopía! Agustín
habló
de
la
Ciudad
de
Dios
y
de
la
Ciudad
del
Hombre.
Las
dos
pueden
cruzarse,
pero
no
pueden
superponerse.
A modo de conclusión: reflexionando con Tuan
La obra de Tuan se ha convertido, sin duda, en una poderosa herramienta para la planificación territorial, dado que sitúa, de manera crítica, dimensiones del espacio que fueron dejadas de lado por la geografía regional y cuantitativa, y que podemos usar para nuestro fragmentado contexto socioespacial. Así, se ponen enel centro de análisis las cosmovisiones y creencias de los pueblos indígenas, los sentires de los habitantes en territorios que han quedado devastados por los grupos armados ilegales, la memoria individual y colectiva, cuestiones que pueden ser abordadas con rigurosidad desde la geografía humanística.
Hay varios aspectos a destacar en las respuestas de Tuan, entre ellos, la valorización ecuánime entre la técnica y la estética, así como entre la geografía física y humana, al señalar a Humboldt como un geógrafo integral, lo que resulta bastante útil para la explicación de las contradicciones socioespaciales y, en un mandato pedagógico, para la formación de geógrafos hoy. Si bien no podemos esperar que todos sean como Humboldt, sí podemos demandar que su conocimiento sea integral, reflexivo, y sobre todo en constante actualización. Esa misma postura investigativa promueve la superación de las dicotomías entre la naturaleza y la humanidad, entre tiempo y espacio, entre razón y pensamiento, entre lo simbólico y lo material, entre humanos y no humanos, lo que le da el valor y vigencia a los aportes teóricos y metodológicos de Tuan. Por ahora, estamos en mora de traducir y discutir de una forma más intensa, en nuestros centros de estudio en América Latina, los textos del geógrafo chino-estadounidense más influyente en la actualidad.
Referencias
Bonilla, María Elvira. 1984. “Solamente se ve lo que se sabe: entrevista con Ernesto Guhl.” Boletín Cultural y Bibliográfico 21 (1): 25-30.
Centro Nacional de Memoria Histórica. 2013. “Masacres 19802012.” Bases de datos ¡Basta ya! Consultado el 12 de agosto de 2017. http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/informeGeneral/basesDatos.html
Cresswell, Tim. 2013. Geographic Thought: A Critical Introduction, Critical Introductions to Geography. Malden, ma: Wiley-Blackwell.
Delgado, Ovidio. 2003. Debates sobre el espacio en la geografía contemporánea. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Red de Estudios de Espacio y Territorio.
Tuan, Yi-Fu. 1974. Topophilia: A Study of Environmental Perception, Attitudes, and Values. Columbia: University Press.
Tuan, Yi-Fu. 1979. Landscapes of Fear. Minneapolis: Universi- dad de Minnesota Press.
Tuan, Yi-Fu. 1982. Segmented Worlds and Self: Group Life and Individual Consciousness. Minneapolis: University of Minnesota Press.
Tuan, Yi-Fu. 1984. Dominance and Affection: The Making of Pets. New Haven, E.U.: Yale University Press.
Tuan, Yi-Fu. 1996. Cosmos and Hearth: A Cosmopolite’s Viewpoint. Minneapolis: University of Minnesota Press.
Tuan, Yi-fu. (1977) 2001. Space and Place: The Perspective of Experience. Minneapolis: University of Minnesota Press.Tuan, Yi-Fu. 2004a. ¿Quién soy yo?: una autobiografía de la emoción, la mente y el espíritu. Barcelona: Melusina.
Tuan, Yi-Fu. 2004b. Place, Art, and Self. Chicago: Center for American Places.
Tuan, Yi-Fu. 2005. Cosmos y hogar: un punto de vista cosmopolita. Barcelona: Melusina.
Tuan, Yi-Fu. 2007. Topofilia: un estudio de las percepciones, actitudes y valores sobre el entorno. Barcelona: Melusina.
Tuan, Yi-Fu. 2011. “Cartography and Humanism, concordances and discordances.” Glimpse, no. 8 Cartography, 66-73.