Publicado

2011-07-01

Editorial

Autores/as

  • Jhon Williams Montoya Garay Universidad Nacional de Colombia

Editorial

LAURIE GUIMOND y Myriam Simard, en una ponencia presentada en un Coloquio internacional1 en 2008, definen tres etapas en la transformación del mundo rural en Occidente: la primera, hasta mediados del siglo XX, se considera tradicional y estrechamente ligada a la explotación agropecuaria; la segunda se inscribe en una profunda transformación técnica y cultural, asociada también con una intensa migración campo-ciudad, y se extiende hasta los años setenta; y la tercera, situada alrededor de los años noventa y ligada a lo que el reconocido geógrafo Bernard Kayser llamó el renacimiento del campo y que otros denominan como la fase post-productivista, se asocia con la emergencia de nuevas formas de producción –agricultura verde, p. ej.–, lo cual genera un sector más diversificado y flexible (Murray 2006).

Estas etapas, contextualizadas por supuesto, ilustran también la transformación del campo colombiano, quizás con unos desfases temporales. Por ejemplo, coincide con el "vaciado" hacia las grandes ciudades de los años setenta, pero es asincrónico con el renacimiento de los años noventa, período de inicio de una profunda crisis social, económica y cultural en el campo colombiano. Sin embargo, en los años recientes, estas áreas dan muestras de una importante revitalización, no solo en función del denominado "aburguesamiento del campo" por la entrada de actores urbanos ligados a la segunda residencia y el turismo; sino también, en relación con un crecimiento asociado a la expansión en la demanda de materias primas, el ascenso del precio de los alimentos, la tecnificación agrícola, el aumento de la productividad, y ciertos cambios técnicos y culturales que han densificado el intercambio agrario.

En este último caso, llama la atención la denominada revolución alimentaria que ha modificado y transformado los patrones de consumo en áreas desarrolladas, y las relaciones espaciales de producción, intercambio y consumo de los productos agrícolas, respectivamente. Como ilustración puede examinarse el mercado mundial de frutas frescas, uno de los productos agrícolas más globalizados, que pasó de participar en un 11% de las exportaciones globales de alimentos en 1980, a un 16,5% en el 2000. A partir de entonces, el mercado creció a una tasa del 3% durante la última década (Murray 2006). Estos productos, al igual que las verduras, legumbres y flores, son de rápido consumo y su integración a un mercado global solo es posible a partir de desarrollos técnicos que permiten su rápida comercialización y transporte2.

Sin embargo, la lectura del campo colombiano, a mi modo de ver, se mantiene fuertemente apegada, de manera nostálgica, al imaginario del pequeño campesino de subsistencia: marginado y explotado, pero además con un alto potencial revolucionario que rememora las gestas de resistencia de los años veinte y cincuenta. En general, los estudios rurales colombianos permanecen anclados a esta representación de lo rural al dirigir casi exclusivamente sus análisis a la reivindicación de la agricultura de subsistencia, a los impactos de la violencia y el conflicto armado, a la migración rural-urbana, entre otros.

Pero, las viejas ideas sobre lo rural pierden poco a poco su vigencia. Al respecto, Jaime Forero, director del Instituto de Estudios Rurales (IER) de la Pontificia Universidad Javeriana, señala que las múltiples investigaciones sobre asuntos rurales contradicen el imaginario de la escasa productividad de la economía campesina, de la baja innovación técnica o de la comercialización limitada de los pequeños productores agrícolas (Colectivo Antígona 2008). Así, más que la homogeneidad de los espacios rurales respecto a unos pocos actores, aspecto privilegiado en el análisis rural clásico –pequeños campesinos, terratenientes, agroindustriales y Estado–, el campo contiene hoy una alta diversidad de agentes que han venido adaptándose a las nuevas exigencias de una economía reestructurada. Este proceso se desarrolla en el contexto de un lento pero sólido cambio técnico que ha cambiado, en todas las escalas, los procesos productivos y de intercambio.

La vieja discusión sobre la concentración de la tierra, por otra parte, también requiere de un análisis más crítico. Si bien es incontestable el avance del latifundismo en algunas zonas, muchos espacios rurales por fuera de las fronteras de colonización agrícola se encuentran altamente fragmentados, y el examen del tamaño de los predios necesariamente debe reconocer dos situaciones: por un lado, el envejecimiento de la población ha generado un alto grado de división de los predios, la cual se hace evidente en la explotación de la tierra, pero no en los títulos de propiedad y, por tanto, tampoco en las estadísticas rurales. Por otra parte, el tamaño óptimo de un predio, que media moralmente la definición del latifundio, es altamente variable en función de la feracidad y demás condiciones de explotación. Así, y como ilustración, un texto reciente sobre la crisis rural colombiana (Pérez Correa y Pérez Martínez 2002) sustenta la idea de que existe una fuerte concentración de la propiedad, basada en las estadísticas de porcentaje de predios según su tamaño, concluye que cerca del 70% de estos corresponden a unidades mayores a 50 hectáreas. Sin embargo, las mismas estadísticas revelan que el 87% de las fincas corresponden a predios menores a 50 hectáreas. Los resultados evidencian que la lectura por área bruta distorsiona el régimen de propiedad, pues incluye vastos territorios que no son explotados o explotables y que por esas mismas razones se concentran en pocas manos.

Por otro lado, los nuevos conceptos presentes en la literatura rural de los últimos años no son completamente satisfactorios. Lo rururbano y la llamada urbanización del campo, por ejemplo, se refieren más a la lógica de expansión y fragmentación de las grandes ciudades que a la lógica espacial y económica de las zonas rurales. Igualmente, la idea de urbanización del campo evoca un proceso de invasión de la cultura urbana sobre el campo a través de las innovaciones técnicas y de comunicaciones. Empero, lo rural nunca ha sido una entidad independiente de las dinámicas culturales urbanas. Si bien asistimos a una relativa homogenización de la cultura en cuanto a su difusión, su apropiación es diferencial, y los habitantes rurales continúan reproduciendo patrones culturales autónomos y diversificados. Esta reproducción cultural, sin embargo, se lleva a cabo dentro de los nuevos sistemas de relaciones campo-ciudad, resultado de la reestructuración tanto productivista de los años cincuenta, como posfordista contemporánea.

En síntesis, el renacimiento de lo rural en todos los frentes, requiere un reexamen de los discursos sobre el campo; pero también una mayor concientización sobre la diversidad de las dinámicas rurales y, tal vez, una lectura menos ideologizada. En este número de Cuadernos de Geografía la mayor parte de las contribuciones abordan las problemáticas anteriormente discutidas. El artículo de Clécio Azevedo y Fernando Goulart se concentra, precisamente, en realizar un examen teórico de la sociología rural europea y norteamericana; reafirma la necesidad de enfrentar una "nueva ruralidad" que se sale de los cánones de la modernización; y se enfoca en el examen de lo urbano-rural como un continuo espacial diversificado, definido además por nuevos agentes que se funden con las viejas lógicas de cambio rural. Estas ideas son empíricamente examinadas en las contribuciones de Ycarim Melgaço y Humberto Miranda, Romina Schroeder y Nidia Formiga, quienes exploran la penetración de formas económicas urbanas en los espacios rurales, en particular, aquellas ligadas al turismo.

El texto de Andrés Molina, permite reposicionar el discurso sobre lo rural, pues nos muestra las dinámicas rurales que se generan en un contexto marcado por la violencia y derivadas, en gran medida, por la confluencia de diversos actores fuertemente contrastados de acuerdo a sus intereses: campesinos, políticos, multinacionales y grupos armados. Este estudio nos permite constatar que el campo es altamente heterogéneo y si bien algunos espacios se "mueven" alrededor del consumo y de los intereses de los urbanitas, en otros persisten viejas lógicas que se entremezclan con las dinámicas derivadas de la globalización económica y la lucha por los recursos agrícolas y mineros.

Igualmente, los artículos restantes contribuyen a realzar el carácter multidimensional de las dinámicas rurales. María del Pilar Leal estudia el sistema de distribución de alimentos en una ciudad global como Barcelona; Wilmar Loaiza, Aldemar Reyes y Yesid Carvajal analizan el uso de ciertos sistemas y modelos de manejo para el monitoreo de recursos hídricos; finalmente, Mauricio Ceballos y Francisco Ther presentan un estudio sobre las relaciones que se originan a partir de un manejo tradicional y tecnificado de los recursos pesqueros en una zona particular de Chile.


Pie de página

1La referencia completa se encuentra al final.
2Mesclier y Chaléard (2006) ofrecen un ilustrativo ejemplo de una pequeña localidad del norte peruano, transformada e integrada al mercado internacional de mango, que incluye tanto las renovadas redes de producción, como las estrategias de comercialización y los conflictos derivados de la presencia de múltiples actores: agentes trasnacionales, grandes productores locales, trabajadores y pequeños productores.



Referencias

Colectivo Antígona (Productor). 2008. El Instituto de Estudios Rurales y la situación del agro colombiano. Entrevista a Jaime Forero. http://www.youtube.com/watch?v=tpLNpwC1pSI&feature=related (consultado en noviembre del 2011).

Guimond, Laurie y Myriam Simard. 2008. Néo-ruralité et embourgeoisement des campagnes québécoises: un regard nuancé. Paper presented at the XLV et Colloque international de l'Association de Science Régionale de Langue Française (ASRDLF): Territoires et action publique territoriale, nouvelles ressources pour le développement régional, Rimouski.

Mesclier, Évelyne y Jean-Louis Chaléard. 2006. Le paradoxe social des territoires gagnantes: l'exemple de Motupe au Pérou. En La mondialisation côté Sud, acteurs et territoires, eds. Jérôme Lombard, Évelyne Mesclier y Sébastien Velut, 372-388. París: IRD.

Murray, Warwick E. 2006. Geographies of globalization. London, New York: Routledge.

Pérez Correa, Edelmira y Maniel Pérez Martínez. 2002. El sector rural en Colombia y su crisis actual. Cuadernos de Desarrollo Rural 48: 35-58.


Jhon Williams Montoya
Editor
Cuadernos de Geografía
Revista Colombiana de Geografía

Cómo citar

APA

Montoya Garay, J. W. (2011). Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 20(2), 5–7. https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n2.27178

ACM

[1]
Montoya Garay, J.W. 2011. Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía. 20, 2 (jul. 2011), 5–7. DOI:https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n2.27178.

ACS

(1)
Montoya Garay, J. W. Editorial. Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. 2011, 20, 5-7.

ABNT

MONTOYA GARAY, J. W. Editorial. Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, [S. l.], v. 20, n. 2, p. 5–7, 2011. DOI: 10.15446/rcdg.v20n2.27178. Disponível em: https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/27178. Acesso em: 24 abr. 2024.

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Montoya Garay, Jhon Williams. 2011. «Editorial». Cuadernos De Geografía: Revista Colombiana De Geografía 20 (2):5-7. https://doi.org/10.15446/rcdg.v20n2.27178.

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Montoya Garay, J. W. (2011) «Editorial», Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 20(2), pp. 5–7. doi: 10.15446/rcdg.v20n2.27178.

IEEE

[1]
J. W. Montoya Garay, «Editorial», Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr., vol. 20, n.º 2, pp. 5–7, jul. 2011.

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Montoya Garay, J. W. «Editorial». Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, vol. 20, n.º 2, julio de 2011, pp. 5-7, doi:10.15446/rcdg.v20n2.27178.

Turabian

Montoya Garay, Jhon Williams. «Editorial». Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía 20, no. 2 (julio 1, 2011): 5–7. Accedido abril 24, 2024. https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/27178.

Vancouver

1.
Montoya Garay JW. Editorial. Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. [Internet]. 1 de julio de 2011 [citado 24 de abril de 2024];20(2):5-7. Disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/27178

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