Vol. 24 Núm. 1 | Ene.─Jun. (2022): Pobreza, pandemia y políticas públicas emergentes
A lo largo de la historia el fenómeno de la pobreza ha sido motivo de estudio de las ciencias económicas y sociales. Sin embargo, el enfoque dominante durante siglos ha sido la economía más ortodoxa y los rezagos de su hegemonía sobre los análisis en esta materia han dejado su impronta principalmente entre aquellos quienes toman decisiones públicas siguiendo los atributos del modelo económico capitalista. No obstante, propuestas analíticas de vanguardia han resistido la concepción reduccionista de la pobreza, asociada exclusivamente a factores de renta baja y de reducido acceso a bienes materiales. El enfoque de capacidades de Armartya Sen o el concepto de pobreza relativa de Peter Townsend son dos de las aproximaciones que abren camino a una concepción multidimensional de la pobreza, enfoque que confirma el pnud en su noción de Desarrollo Humano y que la entiende como el estado en el cual se limitan “las opciones más fundamenta-les del desarrollo humano: vivir una vida larga, sana y creativa y disfrutar de un nivel decente de vida, libertad, dignidad, respeto por sí mismo y de los demás” (PNUD 1997, 17).
La brecha entre los discursos de la política en el papel y el papel de la política en temas de pobreza es profunda. Difícilmente hoy en día se niega la necesidad de entender la pobreza desde visiones multicomprensivas. Sin embargo, en la praxis e implementación de la política pública, la materialización de tales visiones es difusa y al mismo tiempo se hacen más claras las consecuencias sobre los tradicionales y los emergentes sectores con amplias vulnerabilidades asociados a la pobreza, la desigualdad y la inequidad. Esta situación se agrava cuando por alteraciones súbitas se modifica de forma abrupta el curso de las necesidades planetarias. Los efectos pandémicos producto del virus covid-19 han deteriorado los diversos sistemas de la vida social.
enero- junio (2022)


